Hacendera I 2021
EDITORIAL SYLVIA PÉREZ GALLARDO
Aquí estamos de nuevo. Ha sido un año difícil pero parece que se va arreglando. Ya sabemos que no podemos bajar la guardia pero podremos empezar a hacer cositas si nos cuidamos. Estaba yo leyendo el WhatsApp de unos grupos de ganchillo en los que estoy y hablaban de esta pandemia. Son personas de diferentes países: Colombia, Perú, Chile, México,…, unidas por la pasión por el crochet. Y no solo se habla de labores, también de costumbres, del tiempo, (invierno en algunos sitios ahora mismo), de la diferencia de horas y de muchas otras cosas. Parece mentira que estando a tantos miles de km de distancia podamos conversar como si estuviéramos tomando un café en cualquier terracita. Acerca de la pandemia, también por allí pasaron por la etapa de desconocimiento de la enfermedad y el desconcertante hacer de sus autoridades ante el virus. Llegaron a decir que si estabas infectado la cebolla y el limón por las mañanas limpian y curaban. Y no sé cuántas cosas más. Yo les decía que olvidaran eso, que por esos cuentos y brujerías ya habíamos pasado nosotros,- por si nos os acordáis lo de comer un ajo para no contagiarte como si en vez de luchar contra un virus estuviéramos ante unos vampiros, se extendió como la pólvora en las redes sociales-, aunque aquí nos lo creímos menos, y que como ya sabemos de sobra las mascarillas y la higiene de manos eran las mejores armas para combatirlo. Luego empezaron con las vacunas, que si ir, que si no….yo les dije: - hay que vacunarse porque no lo haces por nadie lo haces por ti. Porque creo que es algo que parece que no ha quedado muy claro. Te vacunas para que si coges el virus no te mueras y lo pases lo mejor posible. Y de esta forma el bien tuyo repercuta en la sociedad hacia un buen común. A ver si poco a poco los temas de conversación se vuelven más entretenidos y podemos seguir compartiendo no solo el ganchillo si no las fi estas y costumbres que esperamos poder celebrar dentro de poco.
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