HOMENAJEADOS
Pedro José Buelvas »
Desde la banca de los poetas de San Juan Nepomuceno Escuela Urbana de Varones del ilustre maestro Luis Roque Borré Paz, mi juventud impetuosa, forjado en la dura fragua de la vida, pero convencido de tener un espíritu soñador que me dio alas para volar y una firme voluntad para sembrar semillas en tierra ancha y fértil y la fe de recoger de los mejores frutos, ese viaje por la vida que inició en ese verano de 1946 no ha sido fácil, un autodidacta, poeta costumbrista empírico, pretendo dejar en estas letras, memoria de esa tradición oral casi olvidada y atada a nuestros orígenes, un legado a mi descendencia, tributo a mis ancestros campesinos indígenas y bantús, a mi tierra, a Dios gracia. Autor del libro, Antología Poetas De San Juan Nepomuceno Reunidos A La Sombra De Un Tamarindo, en el cual rindo homenaje a mis amados amigos poetas de “La Banca de los Poetas"
Autobiografía. Nací un 24 de Junio del 1941, en el Barrio Arriba, camino real por el frente y a las orillas del Arroyo Toro, en San Cayetano corregimiento de San Juan Nepomuceno, en el verano de 1948 , mi abuelo materno, me invi o a un viaje a otras tierras, acomodado en un pellón sobre el anca de un mulo esbelto de color blanco, viaje que trascurrió en medio de la espesura de la montaña, el canto de los pájaros, las campanillas que vestían los pastos, por ratos solo se escuchaba el resoplar de la bestia cansada al trepar los empinados del camino, a veces guardar silencio para
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no despertar los tigres y el jaguar en la montaña, y entre relatos del abuelo, pasamos por “Puerta Roja“, “Gracias de Dios“, “Naranjal”, “Carreto“, “La María”, cruzamos arroyos de aguas cristalinas, llenos de peces de colores y caracoles, vi a lo lejos la torre de una iglesia enclavada en un valle rodeado de cerros, fue el anuncio del fin de mi viaje feliz, entramos por la calle real hasta arribar en esa casona al lado de la plaza, casa del abuelo Manuel Sierra Castillo, en San Juan Nepomuceno, aquí trascurrió parte de mi infancia entre fantasías de un mundo dominado por la naturaleza. Cursé estudios de primaria en la
Remembranzas En la casona de los abuelos los días se agrupaban silenciosos. La alegría se fue con ellos; en paredes viejas carcomidas, ¿quisiera que se contaran los recuerdos? Como el Abraham que tomó a Isaac su hijo, así fue el temeroso de dios, fue fiel a sus principios de buenas costumbres. Afectuoso y paternal solicitud: instruyo testimonios que conservamos con el brillo que marco el porvenir de los suyos.