Nº 121 - Marzo de 2021
Con un fraternal abrazo a nuestros amigos y colaboradores de Rusia y Ucrania.
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Fotografía de Portada: A.Poliakovvfr
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Foto del mes: Yuri Gagari
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Francisco Trinidad. La buena suerte de don Argimiro
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Gloria Soriano. Desde la cárcel
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Rincón para el recuerdo: León Tolstoi
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Laudelino Vázquez. Dónde estas Miguel Miralles, XI
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Juan Depunto. Entrevista a Daniel Bilbao
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Monchu Calvo. Encuentro con la soledad
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Lisa Kristine
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Nadima/ Cladio Serrano. Sensación de naufragio
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Myke Reyfman. La magia del sol de medianoche
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Pedro Jarque Krebs
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Israel Ariño
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Fotos seleccionadas
PROMOTOR y DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA: José Luis Cuendia, «Guendy» DIRECCIÓN, DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Francisco Trinidad DIRECTORA DE COMUNICACIÓN: Lola González
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Número Marzo de 2022
Reservados todos los derechos de reproducción total o parcial tanto del texto como de las imágenes. Las imágenes están protegidas por las leyes de copyright internacionales. Para cualquier consulta o sugerencia contacte con nuestro correo electrónico info@moldeandolaluz.com moldeandolaluz.com
Nuestra fo
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oto del mes Cormorant fishing. River Wi Lin. China, por Yuri Gagari
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La buena suerte de don Argimiro La víspera de Nochebuena, el teniente Ramírez del Olmo dormitaba en su despacho —no de otra forma puede llamarse a aquella abulia que lo embargaba, rodeado de papeles que nada le decían— cuando le avisaron de la visita de don Argimiro, cura del pueblo y viejo amigo de correrías infantiles. “Espero que éste no se acostumbre a darme la brasa cada vez que se meta en un lío”, pensaba mientras autorizaba que le dejaran pasar. —Buenos días, buenos días. Vengo a invitarte a un café. —Buenos días, Argimiro. Ya creí que te habías metido en otro lío —dijo Ramírez sonriendo, y suspirando en su interior. —Nada de eso, al contrario. Si puedes, vamos a tomar ese café y te cuento. El teniente, aliviado y sonriente, recogió varios papeles que tenía dispersos por la mesa y salió dando palmaditas de reconocimiento a su antiguo amigo. Una vez en el bar, pidieron un par de cafés —“El mío con sacarina, por favor”, puntualizó Argimiro—, eligieron una mesa y se sentaron frente a frente. —A ver que te cuente. He tenido la suerte de que me ha tocado la lotería de Navidad. Así que he pensado… —¿Y te ha tocado mucho? —Llevaba dos décimos del tercer premio, que compré en Granada en una excursión de la parroquia. Así que me han tocado 12.000 euros. Daré 6.000 a mi hermana, que tiene que sacar adelante a su familia, y los otros 6.000 los emplearé en recuperar los candelabros —dijo abriendo la sonrisa con gesto de total felicidad. El teniente sonrió también y lo miró como diciendo “y a mí qué me cuentas”, aunque lo que realmente dijo a Argimiro le sonó a exabrupto: —No sabía yo que los curas jugaran a la lotería. Por aquello del voto de pobreza. —Homo sum. Nihil humanum a me alienum… —Lo recuerdo, lo recuerdo del coñazo de las clases de latín. Pero mira, me alegro por ti, supongo que se te ha quitado un peso de encima. —Y que lo digas. Pero he pensado darte el dinero a ti y que los recuperes tú. Yo no sé cómo hacerlo; o por mejor decir, cómo hacerlos aparecer ante la parroquia… sin dar explicaciones. Tú en cambio puedes decir que los recuperaste en una operación policial y
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te anotas un tanto. Mira, te he traído un sobre con 5.000 euros, por si al marrullero del anticuario le ha dado por subir el precio. El teniente lo miró con cara de sorpresa y cogió el sobre sin mirar su contenido, rumiando lo que podía contestarle y sonriendo para sus adentros por aquella salida tan taimada del cura. —Estás hecho un artista. Nadie lo hubiera dicho cuando íbamos a la escuela, tan modosito como eras. Claro que el seminario… imprime carácter, y nunca mejor dicho.
*** El día 10 de enero, lunes, el teniente Ramírez convocó una rueda de prensa, con todo el lucimiento de que fue capaz, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento. Comparecieron el propio teniente, el alcalde y el cura, todos ellos con aire de solemnidad. En el centro de la mesa en la que se sentaron lucían, recién abrillantados por una de las beatas de la Cofradía, los dos candelabros que en su día habían desaparecido de la ermita del Alba. No eran muchos los medios que asistían —tampoco el evento daba mucho más de sí—, pero a los tres les brillaban los ojos porque habían conseguido que apareciera la televisión provincial y porque se había corrido la voz y el Salón estaba lleno de vecinos dispuestos a enterarse de todos los detalles. Inició la rueda de prensa el alcalde, que se limitó a presentar a quienes le acompañaban en la mesa y a felicitar a la Guardia Civil por el éxito de su actuación. Intervino después el teniente, que hizo una larga exposición sobre las mafias que se dedicaban a robar objetos de culto y a malvenderlos a anticuarios sin escrúpulos para, a continuación, hablar de lo dificultoso del rastreo que había llevado a la recuperación de los candelabros, de los muchos flecos que aún quedaban para esclarecer totalmente el caso y sobre todo de las escasas posibilidades que tenían de detener a los culpables, aunque todo se andaría, dijo, la investigación no había concluido y sus esperanzas se asentaban en el trabajo diario. Cerró el acto el cura, don Argimiro Moreno, que se limitó a dar las gracias a la Guardia Civil y a los vecinos presentes por acompañarles en aquella emotiva ocasión. Los periodistas que asistían a la rueda de prensa hicieron varias preguntas, inquirieron algunos detalles, solicitaron pistas de lo que quedaba por delante, pero ninguna de sus consultas obtuvo más respuesta que la sonrisa beatífica de don Argimiro, subido a su particular nube, el gesto adusto y distante del alcalde y las palabras atropelladas del teniente Ramírez del Olmo a quien resultaba difícil sacarle de su tópico mejor aprendido: “Todo se andará”. Cuando concluyó la rueda de prensa, quienes se acercaron a felicitar al cura, que no supo ni quiso ocultar más de una lágrima, pensaron lógicamente que se debía a la emoción del momento, mientras que él pensaba en el peso que se había quitado de encima y se lamentaba interiormente de no haber comprado un par de décimos de lotería para el sorteo especial del Niño, uno de cuyos premios había caído en la capital de la provincia. Para un cabal entendimiento de este corto resulta imprescindible haber leído el que con el título de “Los candelabros perdidos” se publicó en el número 120 de LUZ Y TINTA.
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Gloria Soriano
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Desde la cárcel Desde que entré en esta cárcel he retrocedido un siglo, tiempo al que se remontan los libros más recientes de la biblioteca. Un día es igual al otro y miro las cuatro paredes de la celda como si fueran la eternidad. Instalada en una época sin prisas, me recreo en lecturas con descripciones minuciosas, desdeñables para las precipitadas vidas de un mundo acelerado. Hoy he recibido un paquete sin remite, fechado tiempo atrás, y con una rasgadura disimulada en el envoltorio. Es un bulto bastante plano, por sus dimensiones podría haber sido enviado en un sobre. Debajo del papel de estraza, descubro la portada de un ejemplar de Luz y Tinta de trescientas setenta y cinco páginas. Me ahorro su descripción, pues los que estáis fuera no tenéis ni la paciencia, ni el tiempo necesarios. Baste decir que es un paisaje con una cascada. El número fue publicado hace meses, e imagino que algún funcionario ha estado pasando las hojas una y otra vez. Las que muestran desnudos de mujer se ven más ajadas, y son las primeras que se abren al azar. En la esquina de la ciento cuarenta y siete está la huella de un dedo chupado, y me viene a la cabeza el libro que envenenó de muerte a varios personajes en El Nombre de la Rosa. Hasta el momento, en la cárcel no hay noticias de deceso alguno. Paso la hoja sin tocar la mancha. Una belleza para la ensoñación platónica tipo Botticelli, llena la página siguiente; al otro lado la foto de una Venus más erótica, más Tintoretto. Ambas esconden pubis y pezones para que el censor digital apruebe su publicación. En el siglo XVI no necesitaron de estas artimañas. Estoy intrigada con el remitente. Si ha elegido el anonimato, será porque tiene la buena intención de entretenerme, pero no desea que se le relacione con una condenada. En el índice descubro la palabra Alicia y siento que se me envenena la sangre. Tal vez es un regalo del diablo, pienso, y me asusta la idea. Atraída por las inmundicias como las moscas que me acompañan (fueron mariposas antes de entrar en prisión), busco deprisa la página donde se habla de ella. El título: “Cornudo y Apaleado”1. Avanzo en la lectura con sorpresa. ¡Anselmo el de la mueblería, el marido de Alicia! Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre. En la cárcel se me abrieron los recuerdos de par en par y revivo el día que, en Madrigal de las Altas Torres, entro sin saberlo en la panadería de Laude. Ella me reconoce e insiste para que tomemos café con pastas en una terraza junto a la Iglesia de San Nicolás. Fuimos amigas en el colegio, tiene ganas de hablar. La escucho. Un hombre nos saluda al pasar mirándonos con descaro. Ese es Anselmo el de la mueblería, me dice, le gusta probar la calidad de los colchones con las clientas. Ayer mismo quiso llevarme a la trastienda, y hace tan solo dos meses que se casó. En estas tierras hay mucho runrún y poca gente, lo sé bien pues reparto el pan por la comarca. ¿Te acuerdas de mi primo Sebastián, aquel que acogió mi madre en casa mientras estuve en el internado? Cuando dejé el colegio, regresó a Blasconuño, y ahora lleva un año con su mujer trabajando en Barcelona. Se fue él y detrás todo el pueblo, quedan catorce vecinos y las cigüeñas. ¿A quién vamos a vender el pan? Eso, y otras cosas que callo, me contó Laude. Si Sebastián el de Blasconuño emigró en 1987, casi un año antes de que se casara Alicia, no se sostiene que viviendo en Barcelona se estuviera acostando con la mujer de Anselmo, ni que su migración fuera a consecuencia de unos rumores de infidelidad que llegaron a oídos de la suya que, por si acaso, lo arrastró lejos de allí. Nada sé de Paco el cabra, el de Fontiveros, ni de Ramón Sancino el de Crespo, pero si investigáramos… A lo mejor sí que
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Foto de Kindel Media en Pexels
andaban en comentarios, pues en los pueblos basta con destacar un poco, como destacaba Alicia, para estar en chismes e imaginaciones, y Anselmo con tan pocas luces, incapaz de discernir, en el afán de “no ser esquirol” seguía la corriente. Cuando Anselmo el Cornudo (apelativo con el que se victimiza) argumenta basándose en una noticia falsa como lo de Sebastián, está convocando a las siguientes. Las noticias falsas se reproducen con facilidad. Él habla desde el cabreo con donaire, sin complejos, derrochando falacias, con una voz propia de quien arrastra turbas y descabella el mundo, y temo que haya convencido a los lectores. Todo lo tergiversa. Afirma que me confesé culpable de los dos tiros (eso jamás), y me ha colgado un affaire con Paco Trinidad, como si Luz y Tinta fuera un folletín. No voy a negar la evidencia de que Alicia, al menos en su última etapa, le fue infiel con Trinidad. Pero las camas y colchones de la trastienda eran para uso del marido, un comercial con celo, que lo mismo busca un comedor en Valencia para satisfacer al cliente, que intenta probar con Laude la comodidad del colchón y lo silencioso del somier. Y Alicia, recién casada, encerrada en el despacho, haciendo anotaciones al debe y al haber; o en la cocina, despellejando las liebres que él cazaba y, para evitar su mal humor, intentando replicar el estofado de su suegra. Cuanto más vueltas le doy, más empatizo con ella. La he juzgado mal, no me extraña que necesitara expansiones, ni que hallara en Francisco T. el cultivo adecuado a su sensibilidad. Entiendo su ilusión al casarse en la misma iglesia que los padres de Isabel I de Castilla. A mí también me emociona la historia y las piedras milenarias. Mucho aguantó la pobre Alicia, si es cierto que sus infidelidades no empezaron hasta el tercer año de matrimonio. Me cuesta entender que lo aceptara como marido. Tal vez esa simpleza de él, casi infantil, le provocó ternura en un momento de confusión. O tal vez fue su permeabilidad ante los acontecimientos históricos lo que la cegó: el único carácter que importaba en aquellas bodas de reyes era de tipo económico o estratégico. Y Anselmo tenía un negocio. No sé quién la mataría aunque tengo mis sospechas, pero de nada me vale hablar. Cuando entré en la cárcel dije, soy inocente, y las otras presas me respondieron: como todas. No di más explicaciones, ni metáforas. Refugiada de los enemigos de afuera, aprendo a protegerme de los de dentro. De vez en cuando, sin rayar la locura, me pregunto quién me habrá enviado la revista, y dónde estará un bolso que guardé hace años en el maletero. Diablos y duendes. Misterios. Alas de mosca para la fantasía.
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León Tolstoi
Lev Nikoláievich Tolstói, fue un novelista ruso, considerado uno de los escritores más importantes de la literatura mundial.Sus dos obras más famosas, Guerra y paz y Ana Karénina, están consideradas como la cúspide del realismo ruso, junto a obras de Fiódor Dostoyevski. Wikipedia
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El poder de la infancia –¡Que lo maten! ¡Que lo fusilen! ¡Que fusilen inmediatamente a ese canalla…! ¡Que lo maten! ¡Que corten el cuello a ese criminal! ¡Que lo maten, que lo maten…! –gritaba una multitud de hombres y mujeres, que conducía, maniatado, a un hombre alto y erguido. Éste avanzaba con paso firme y con la cabeza alta. Su hermoso rostro viril expresaba desprecio e ira hacia la gente que lo rodeaba. Era uno de los que, durante la guerra civil, luchaban del lado de las autoridades. Acababan de prenderlo y lo iban a ejecutar. “¡Qué le hemos de hacer! El poder no ha de estar siempre en nuestras manos. Ahora lo tienen ellos. Si ha llegado la hora de morir, moriremos. Por lo visto, tiene que ser así”, pensaba el hombre; y, encogiéndose de hombros, sonreía, fríamente, en respuesta a los gritos de la multitud. –Es un guardia. Esta misma mañana ha tirado contra nosotros –exclamó alguien. Pero la muchedumbre no se detenía. Al llegar a una calle en que estaban aún los cadáveres de los que el ejército había matado la víspera, la gente fue invadida por una furia salvaje. –¿Qué esperamos? Hay que matar a ese infame aquí mismo. ¿Para qué llevarlo más lejos? El cautivo se limitó a fruncir el ceño y a levantar aún más la cabeza. Parecía odiar a la muchedumbre más de lo que ésta lo odiaba a él. –¡Hay que matarlos a todos! ¡A los espías, a los reyes, a los sacerdotes y a esos canallas! Hay que acabar con ellos, en seguida, en seguida… –gritaban las mujeres. Pero los cabecillas decidieron llevar al reo a la plaza. Ya estaban cerca, cuando de pronto, en un momento de calma, se oyó una vocecita infantil, entre las últimas filas de la multitud. –¡Papá! ¡Papá! –gritaba un chiquillo de seis años, llorando a lágrima viva, mientras se abría paso, para llegar hasta el cautivo–. Papá ¿qué te hacen? ¡Espera, espera! Llévame contigo, llévame… Los clamores de la multitud se apaciguaron por el lado en que venía el chiquillo. Todos se apartaron de él, como ante una fuerza, dejándolo acercarse a su padre. –¡Qué simpático es! –comentó una mujer. –¿A quién buscas? –preguntó otra, inclinándose hacia el chiquillo. –¡Papá! ¡Déjenme que vaya con papá! –lloriqueó el pequeño. –¿Cuántos años tienes, niño? –¿Qué van a hacer con papá? –Vuelve a tu casa, niño, vuelve con tu madre –dijo un hombre.
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El reo oía ya la voz del niño, así como las respuestas de la gente. Su cara se tornó aún más taciturna. –¡No tiene madre! –exclamó, al oír las palabras del hombre. El niño se fue abriendo paso hasta que logró llegar junto a su padre; y se abrazó a él. La gente seguía gritando lo mismo que antes: «¡Que lo maten! ¡Que lo ahorquen! ¡Que fusilen a ese canalla!» –¿Por qué has salido de casa? –preguntó el padre. –¿Dónde te llevan? –¿Sabes lo que vas a hacer? –¿Qué? –¿Sabes quién es Catalina? –¿La vecina? ¡Claro! –Bueno, pues…, ve a su casa y quédate ahí… hasta que yo… hasta que yo vuelva. –¡No; no iré sin ti! –exclamó el niño, echándose a llorar. –¿Por qué? –Te van a matar. –No. ¡Nada de eso! No me van a hacer nada malo. Despidiéndose del niño, el reo se acercó al hombre que dirigía a la multitud. –Escuche; máteme como quiera y donde le plazca; pero no lo haga delante de él –exclamó, indicando al niño–. Desáteme por un momento y cójame del brazo para que pueda decirle que estamos paseando, que es usted mi amigo. Así se marchará. Después…, después podrá matarme como se le antoje. El cabecilla accedió. Entonces, el reo cogió al niño en brazos y le dijo: –Sé bueno y ve a casa de Catalina. –¿Y qué vas a hacer tú? –Ya ves, estoy paseando con este amigo; vamos a dar una vuelta; luego iré a casa. Anda, vete, sé bueno. El chiquillo se quedó mirando fijamente a su padre, inclinó la cabeza a un lado, luego al otro, y reflexionó. –Vete; ahora mismo iré yo también. –¿De veras? El pequeño obedeció. Una mujer lo sacó fuera de la multitud. –Ahora estoy dispuesto; puede matarme –exclamó el reo, en cuanto el niño hubo desaparecido. Pero, en aquel momento, sucedió algo incomprensible e inesperado. Un mismo sentimiento invadió a todos los que momentos antes se mostraron crueles, despiadados y llenos de odio. –¿Saben lo que les digo? Deberían soltarlo –propuso una mujer. –Es verdad. Es verdad –asintió alguien. –¡Suéltenlo! ¡Suéltenlo! –rugió la multitud. Entonces, el hombre orgulloso y despiadado que aborreciera a la muchedumbre hacía un instante, se echó a llorar; y, cubriéndose el rostro con las manos, pasó entre la gente, sin que nadie lo detuviera.
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Laudelino Vázquez
Foto de George Becker en Pexels
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Dónde estás Miguel Miralles, XI
Su Grandísima Corrió hasta que el aire le quemaba los pulmones. Corrió pensando en Natalia, creyendo o queriendo creer que el final de la pesadilla estaba cerca. Apenas distinguía el brillo de plata del río a su derecha, pero le sirvió de orientación para buscar la salida. ―En algún lugar estará, y voy a encontrarla –se repetía. Pero no estaba, y el viento empezaba a soplar con fuerza, con tanta fuerza que no era capaz de sostenerse en el suelo. Y de pronto, también empezó a llover, y cayeron dos rayos apenas a cincuenta metros de distancia. Miguel no podía ver, desde la distancia, cómo Ventolín y Nuberu se divertían a su costa, con algo oscuro a sus espaldas que absorbía todo lo que antes parecía una ciudad, devolviéndole su negritud original. ―¿Con este ya se divirtió bastante, Su Grandísima, o quiere que los rayos le caigan encima? Preguntó Nube, volviendo la cabeza hacia la creciente sombra. ―Nunca me divierto bastante –respondió un susurro ronco–, aún falta la traca final. Habrá que dejar a la Rubia que lo intente. ―¿Os fiáis? Esa loca es capaz de cualquier cosa –añadió Ventolín, con un punto de duda en la voz. ―¿Dudas de mí? La pregunta, en un tono suave, sonó a los oídos de Ventolín como una amenaza clara, así que negó rápidamente. ―Por supuesto que no, Su Grandísima…, por supuesto que no. Un mínimo temblor en la sombra causó tal desasosiego en Ventolín y Nuberu que se vieron obligados a parar por unos momentos el juego de viento, truenos y rayos que habían desatado sobre Miralles. ―¿Estamos viendo lo que creo que veo? –preguntó entonces Ventolín. El ronroneo de la sombra le confirmó la sospecha: el brillo dorado, apenas entrevisto en la distancia, correspondía a la inconfundible melena de la Xana. ―Hijos de… Ni Ventolín ni Nuberu quisieron molestar preguntando de nuevo, sabían de sobra que el siseo con el que la Sombra, ahora casi esférica, dominando por completo todo el paisaje que quedaba a sus espaldas, iba dedicado a los padres de la Xana, porque por alguna razón que Su Grandísima nunca había logrado desentrañar, el encantamiento con el que convirtieron a su hija en un hada de los ríos, confinándola en una cueva, también la hacía inmune a su poder: era el único ser en cualquiera de los Universos conocidos, que podía moverse sin temor a la Sombra. ―No me vas a arrancar la pieza –añadió mirando cómo la figura de la mujer encantada se acercaba a Miguel Miralles. Oyó cómo la voz delicada de la Xana se elevaba sobre la tormenta y el granizo que ahora estaba desatando Nuberu, para gritarle a Miguel que la siguiera.
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―No pares de correr, pase lo que pase –le gritó en ese momento–. No hagas caso de la tormenta, ni de los rayos que puedan caer, solo es artificio: en este universo, no hay clima, ni elementos atmosféricos de ningún tipo. Todo lo que ves son procesos de construcción y destrucción de los pobres dioses astures, que han encontrado aquí el último refugio. Olvidados y sin poder alguno sobre los humanos, aceptaron la oferta de Su Grandísima que les ofreció una última reserva en la que guarecerse antes de que el Olvido les borre por completo. ―No sé de qué me hablas. ―Pues deberías. Si tu no hiciste algo que abriera el Paso, por sí solos ya no pueden acceder al otro lado. Ese fue el precio que les puso Su Grandísima: supervivencia a cambio de aumentar su poder. ―Ahora entiendo menos aún. ―Ni falta que te hace –respondió la Xana–, tú no pares de correr, y vete haciendo lo que te indique en cada momento. ―Casi no me queda aire. ―Pues guarda lo que puedas, queda la parte más difícil. Miguel extendió la mano en la esperanza de que la Xana le ayudara porque las fuerzas flaqueaban, pero al sentir el tacto helado la retiró con miedo. ―No te preocupes, no es el tacto de mi mano, es el encantamiento. Mis padres prefirieron que me convirtiera en Xana, nunca sabré si para bien o para mal, aunque el hecho de que eso supusiera alejarlos de mí, me hace creer más en el mal que en el bien. Y el encantamiento que me llevó a la Cueva la Xana, me rodea completamente como una finísima capa de piel, de ahí el frío que sentiste. Ah, y de paso me protege del poder de Su Grandísima. Ni Ello ni yo, sabemos por qué, pero me permite un cierto grado de libertad en mis creaciones, y el acceso al Paso: también soy la única que aún puedo ir de un lado al otro, porque hay gente, poca, pero suficiente, que aún me recuerda. ―Por lo que te oigo, vamos hacia ese Paso ¿no? –inquirió Miguel– ¿Eso quiere decir que puedo volver a casa? ―Al menos a tu mundo. Puede que en otro momento del tiempo y hasta en otro espacio, pero es tu única oportunidad. Siguieron corriendo mientras la Sombra se acercaba rápidamente. El frío que despedía ya alcanzaba a Miguel, que comenzó a tener problemas para seguir avanzando. ―Ya llegamos –le gritó la Xana para hacerse oír en la barahúnda de ruidos que los rodeaban–. Ahora debes desnudarte por completo y lanzarte al río aquí. Yo te acompañaré hasta un punto y ahí tendrás que hundirte y encontrar la gruta y en ella la grieta del Paso. El tiempo es muy limitado, si se cierra antes de que consigas pasar, no sé cuándo será la próxima oportunidad: yo solo puedo sentir el momento en que se va a abrir, pero no tengo ningún poder sobre el Paso. Ninguno. Ella misma tuvo que comenzar a quitarle los harapos ante la parálisis de Miralles, que había descubierto la Sombra y miraba como hipnotizado. ―Vamos, que el tiempo vuela –le reciminó la Xana–. O saltas al agua o será lo que Su Grandísima quiera. El agua helada revivió por un momento a Miralles, que descubrió con sorpresa que bajo el agua, parecía desplegarse una luz tenue que le ayudaba a ver a la Xana a su lado y seguir por el camino adecuado. ―Es el resplandor del Paso –le dijo la Xana para animarle–. No estamos lejos. No quiso decirle que si se veía el resplandor era señal de que ya hacía un tiempo que estaba abierto y que el margen para pasar era ya muy escaso, sobre todo porque la Sombra también se desplazaba por el agua y podría cegar el camino con su oscuridad absoluta. Aunque la Sombra no los alcanzara, Miguel tendría que atravesar un espacio de oscuridad absoluta, desde la superficie a la entrada de la gruta. ―Deja ya de bracear, aquí debajo está la gruta en la que debes entrar: son apenas cuatro o cinco metros hacia el fondo. Luego verás la luz. Dirígete hacia ella y no te pares por nada. Yo tengo que dejarte
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Foto de Tomáš Malík en Pexels
Como Robert Jhonson, buscaba algo que no tenía...
―Pero… Fue lo único que Miralles pudo decir. De golpe, sintió cómo la mano de la Xana le aferraba la muñeca como una tenaza y lo hundía en el agua. Sin fuerzas y sin aire, no tuvo más remedio que seguir el impulso hacia abajo. ―Ahora sí, adiós Miguel Miralles –se dijo. Pero entonces, vio la débil claridad al frente. ―Un último impulso –pensó, mientras sentía que el aire volvía a sus pulmones. Entre el agua y el techo de la gruta había un espacio vacío, y apenas unos metros más alto, una especie de abertura palpitante parecía llamarle desde su luminosidad azul. ―¡El Paso! –gritó arrastrándose hacia la orilla. Notó una leve emisión de calor mientras se acercaba, la sensación de volver a recuperar olores y recuerdos de otro mundo, un mundo real, que era el suyo, y se lanzó de cabeza hacia la grieta. Cuando ya tenía medio cuerpo dentro oyó la voz. Fría, susurrante, ronca. ―Tú viniste a buscarme por algo ¿vas a marchar así, de vacío? Era Su Grandísima, la Sombra, la razón por la que él un día se había colocado en un cruce de caminos. Como Robert Jhonson, buscaba algo que no tenía...
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Juan Depunto
Daniel Bilbao
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Entrevista a Daniel Bilbao,
pintor, dibujante y decano de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla He fotografiado al artista en su última exposición, inaugurada el 26 de noviembre del 21, y en su facultad de Bellas Artes (BB. AA.). Ahora estamos en el estudio que Daniel Bilbao (Sevilla, 1966) tiene en el barrio de Nervión de su ciudad natal. Daniel es pintor y dibujante, doctor en BB.AA., profesor de dibujo y decano de la Facultad de BB.AA. de la Universidad de Sevilla. Ha expuesto con sus correspondientes catálogos o tiene obra expuesta en más de 50 galerías e instituciones (de España, Francia, Bélgica, Italia, Inglaterra, Irlanda, Polonia, Hungría, República Checa y EE.UU.) y ha participado en más de una docena de libros, el último Doñana antes del Alba (2021), junto con Juan Villa (recientemente entrevistado para esta revista, Luz y Tinta, nº 115). Ha recibido importantes premios, como el primero del Certamen Nacional de Pintura de la Fundación FOCUS en 1989 o el primero en pintura del Ateneo de Sevilla en el 2000, amén de otros premios o adjudicaciones de carteles de carnaval o semana santa en diversas poblaciones y cofradías. 1. ¿Qué nos cuentas de esta última exposición tuya? R: En esta última exposición el tema central es la arquitectura como se recoge en el título: “Arquitectura, la mirada nómada”. La mirada nómada viene a referir de forma metafórica la vista sobre el paisaje. El paisaje conlleva la mirada de un espectador, en este caso el artista se convierte en espectador-viajero, y en ese viaje va reparando en diferentes
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elementos arquitectónicos que son ni más ni menos que la influencia del hombre en el entorno, la naturaleza de carácter orgánico, y sus formas así lo representan, mientras que el hombre a través de las líneas rectas usa el lenguaje con el que trata de ordenar ese aparente caos. 2. Tus dibujos sobre Doñana, me llaman especialmente la atención. Dijiste (en “La huella del tiempo”, 2018) que Doñana fue para ti un espacio oculto, un ámbito intuido, indefinido, misterioso, de leyendas entrelazadas en paisajes imaginarios… ¿Eres también un poeta? R: Bueno, qué vá! (risas). Mi relación con Doñana viene dada a través de un proyecto de excelencia en el que hay una serie de investigadores de distinta índole, de la Universidad de Córdoba, de Sevilla (la UPO y la US)1 y de carácter multidisciplinar: arquitectos, escritores, geógrafos, historiadores, pintores, etc. Es muy curioso como la mirada de cada uno de nosotros aporta un contenido trasversal sobre un mismo paisaje. Es decir, yo puedo estar viendo una laguna de las de Doñana y observo como los matices de los tonos al caer la tarde se exaltan y otro, como el poeta o escritor recoge que allí hubo una reyerta en el siglo XIX y el geógrafo se explica que allí hay una laguna porque en el terciario hubo una magra… Ese entrelazado de miradas de distintos investigadores produce una riqueza y si en ella ha coincidido “mi poética” viene derivada de esa experiencia. 3. En tu familia, de la que ostentas tu apellido “Bilbao”, hay importantes artistas como Gonzalo Bilbao y otros. No me extraña que surgiera en ti la vocación por las BB.AA., pero cómo lo hizo? R: Yo recuerdo mi infancia siempre con lápices, con pinturas. Siempre han estado vinculadas a mi. No recuerdo ningún momento de mi vida en que no haya estado siempre enredando con estas cosas. El hecho de tener familiares relacionados con la pintura ha podido influir más como una circunstancia educacional que con una circunstancia hereditaria. Recuerdo que en casa de mis abuelos había colgados “Gonzalos Bilbao”, había un clima en el que se respiraba el arte, yo creo que eso forma más que lo que se suele decir de “lo lleva en la sangre”. 4. Para Foster el infierno sería no poder coger un lápiz, ¿y para ti?
Universidad Pablo Olavide y Universidad de Sevilla, las dos públicas. 1
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R: Te diría que casi lo mismo. El lápiz es una prolongación de mi forma de comunicarme, a veces a los alumnos yo les indico que hay una curiosa vinculación neuronal entre el cerebro y la punta del lápiz. La inmediatez casi eléctrica que se produce en el momento en que uno tiene una idea y la refleja a través de un grafismo, eso es más inmediato que incluso la palabra. Y los que estamos muy metidos en el mundo del arte y del dibujo eso lo sabemos muy bien. Yo hay veces que me dejo el lápiz en casa y tengo que entrar en una papelería a comprarme uno porque siento que me falta algo. 5. Además del dibujo, ¿has enseñado otras materias, cuáles? R: Sí, he enseñado grabado. En definitiva todo lo relacionado con el dibujo porque el grabado es un dibujo realizado sobre una plancha metálica en la mayoría de los casos y con procedimientos químicos. Pero no deja de tener una matriz gráfica. 6. Dijiste que la Semana Santa sevillana es una gran performance y pintaste su cartel para la de 2020, el año de la pandemia, por lo que no salieron las cofradías. ¿Será un cartel histórico? R: Bueno, fue una triste casuística que la pandemia evitó que se desarrollara la Semana Santa (SS). Dio tiempo a presentar el cartel pero enseguida, un par de semanas después se nos confinó, con lo que esa SS el cartel quedó como el de la “Semana Santa que nunca fue”. Tiene esa triste singularidad. Con respecto a lo de la “Gran Performance” es que es maravilloso ver que si quisiéramos hacer una performance de esas características sería complicadísimo: una performance en el que todo el mundo interviene, desde los colores de la naturaleza, el azahar, ese brote primaveral, las personas, el incienso, la música; toda una ciudad se implica… O sea, sería imposible hacerla artificialmente. 7. De la reciente noticia sobre la posible desaparición de la Historia del Arte, ¿qué me dices? R: Me parece algo descabellado, porque el hombre sin el arte, sin la historia, sin la filosofía (que también está en entredicho) se deshumaniza ¿no? Y llega un momento en el que el hombre pierde el contacto con su verdadera esencia. 8. Una pregunta delicada. Recientemente un artista de la ciudad ha opinado duramente sobre la facultad que diriges (endogamia, nepotismo). ¿Qué me puedes decir al respecto?
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R: No lo he leído pero sí me han llegado comentarios. La universidad, no solo la facultad, del siglo XXI en la que estamos ahora mismo no tiene nada que ver con los referentes que han ocurrido históricamente. Cualquier sistema educacional tiene una trayectoria y hubo unos años en los que el acceso a la universidad se entendía de otra manera. Eso hoy en día es inconcebible. La universidad está dentro del convenio europeo en el que los regímenes de calidad son absolutamente inapelables a través de agencias nacionales (la ANECA, la DEVA, etc.)2 en las que estamos permanentemente sometidos a sus dictámenes. Denota que la persona que hizo esos comentarios se quedó anclada en 25 o 30 años atrás, lo que manifiesta un desconocimiento de lo que hoy en día es la universidad. 9. En tu facultad, y en concreto en tu departamento de dibujo como profesor, existe la asignatura de fotografía ¿Eres aficionado a ella? ¿Cómo la relacionas con la pintura y el dibujo? Y, ¿porqué está en Dibujo? ¿No debería tener un departamento propio y más ahora que algunas facultades de
BB.AA. andan en suprimir el dibujo? R : Sí , s oy aficionado. La fotografía no es ni más ni menos que el dibujo de la luz, a través de la luz. Con lo cual la máquina fotográfica lo que hace es plasmar una imagen gráfica. El dibujo es un proceso absolutamente intelectual, hay quien piensa que es algo manual, de habilidad. La técnica o el aparato o el instrumento es algo circunstancial. El dibujo es un proceso para el que se requiere una depuración intelectual y analítica que da soporte a toda la estructura que se representa después, ya sea con un ordenador, una cámara o un lápiz. Que desaparezca el dibujo me parece una barbaridad, como lo anteriormente comentado de la historia del arte o la filosofía. El dibujo no puede desaparecer porque va intrínseco al hombre desde Altamira. El dibujo, como decía Bruckner de la norma, nos da alas. Es como el solfeo en la música. El dibujo, en una facultad del s. XXI, no es un academicismo, es un dibujo abierto que te enseña a ver. Eso no quiere decir que sea algo sencillo, requiere mucho trabajo. Hay quien no está dispuesto a esa dureza de ese trabajo y rechaza el dibujo como algo impositivo. 10. ¿Cuál es tu opinión sobre los modelos humanos en general para la formación en P/D y en particular sobre los desnudos? R: A mí me parece que es una manera trasversal de aprender a controlar las formas, la luz y la anatomía. Se comienza estudiando la figura humana con modelos de escayola y en segundo se comienza con dibujos del natural, una figura masculina y una femenina y al mismo tiempo se está estudiando anatomía.
ANECA: Agencia Nacional de Evaluación de la Calidad y Acreditación. DEVA: Dirección de Evaluación, Valoración y Acreditación (Andalucía). 2
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11. Tú que vienes de familia de artistas, ¿qué proporción piensas que hay del artista que nace y del que se hace? R: Efectivamente, hay un componente de nacimiento, pero puede ser que se tenga una sensibilidad o unas dotes para lo que se hace, pero si no se cultiva, no se trabaja, no brota, no germina y no se sería el pintor que puede llegar a ser. 12. Me interesa conceptualmente el arte contemporáneo, pero tengo muchas dudas sobre él y ayer comentábamos el artículo que ha salido sobre el hiperrealismo. ¿Qué opinas del mismo? R: El Arte Contemporáneo es todo lo que se está realizando en la actualidad, ya sea de un código o de otro. Para mí no hay fronteras entre los distintos tipos de etiquetas, porque para mí solo hay dos: de calidad o que no la tenga. 13. André Gide dijo que “cualquier retrato que uno hace de otro viene a parecerse más al autor que al modelo”. ¿Es ese el estilo? R: Efectivamente. Te pongo un ejemplo: la escritura, que no es ni más ni menos que un dibujo, un grafismo que tiene una fonética, es propio de cada uno y podemos decir con seguridad que ese escrito es de fulanito. En el arte ocurre lo mismo. 14. Y hablando de retratos, ¿cómo los insertas en tu obra? R: El retrato es algo que me apasiona, es un género eterno. Curiosamente en mi obra, mis paisajes, suelen aparecer sin personas. Quizás porque el diálogo entre la naturaleza y la arquitectura me parece mucho más sonoro con ese silencio, mucho más potente con los espacios vacíos que si apareciera una persona. El género del retrato para mí suelen ser encargos particulares o de entidades. 15. Del dibujo y pintura, ¿qué te interesa más en ambas? ¿Cuál es para ti la diferencia fundamental entre D y P y porqué te inclinas unas veces por uno o por la otra? R: Cada una tiene su idiosincrasia. El dibujo sería el verso y la pintura la prosa. El dibujo es la quintaesencia y la pintura la sofisticación. Un dibujo con un simple carboncillo es capaz de emocionar, no puede haber elementos más simples. Con menos se dice más. En la pintura todo es mucho más elaborado, los pigmentos, los soportes, etc. La inmediatez del dibujo no te la da la pintura.
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“El dibujo no puede desaparecer porque va intrínseco al hombre desde Altamira. El dibujo, como decía Bruckner de la norma, nos da alas. Es como el solfeo en la música. El dibujo, en una facultad del s. XXI, no es un academicismo, es un dibujo abierto que te enseña a ver. “
16. Volviendo al Nobel Gide, en sus últimos días dijo que “si tuviera a mano una buena pluma, buena tinta y buen papel, escribiría sin dificultad una obra maestra”. ¿Qué piensas del equipo (estudio, materiales, etc.)? R: No estoy para nada de acuerdo con el premio Nobel. Como te dije antes, con un simple carboncillo se puede llegar a lo sublime. Con una magnífica estilográfica, si detrás no hay un alma, un conocimiento y un cerebro que dirija esa pluma, no se llega a ninguna parte. Lo que no quiere decir que no sea bueno tener un buen material. 17. Y hablando de recursos, ahora que estás de Decano, ¿cómo se lleva el arte con la gestión? R: Se sobrelleva. En mi caso soy muy afortunado porque tuve la suerte de tener este trabajo que como tienes que explicárselo a otros te obliga a reflexionar. 18. ¿Quieres añadir algo más? R: Nada más. Muchas gracias.
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Monchu Calvo
Ligüeria
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Jose Antonio Pérez
Encuentro con la soledad
Tenía ganas de conocer Ligüeria. No sé porqué exactamente, pero tenía ganas de ir. Debo decir que me pareció precioso. La carretera desde Espinareu nos lleva a ese nido recóndito, solo a los ojos que aprecian esos rincones ocultos de Asturias. Nos recibe un paisano natural del pueblo, pero que vive en Lugones, y en vista que no nieva, sube hasta su casa y aprovecha para abrir una riega con la fesoria en el prau, para que evacue el agua, porque “si non se fá, el prau ye una llamarga”, y aunque puede que a nadie de los pocos vecinos que habitan la aldea le preocupe la riega, a él sí. “Mientras pueda”, me dice, aunque ya detrás de él no quede nadie que se ocupe de aquello. La pequeña capilla de Santo Tomas luce blanca y con una singular veleta cinegética, que no será del agrado de muchos “animalistas” por la escena venatoria que representa. Las casas son de tipología rural bastante bien conservadas, algunas convertidas en alojamientos rurales, con muy buena presencia. Todas muestran sus puertas cerradas, aunque delante de una de ellas esté un coche aparcado. Un huésped, sin duda. Otras están a medio restaurar, como si la iniciativa hubiese sido truncada por causas de fuerza mayor, y conviven sin complejos las ventanas de doble acristalamiento con las paredes de cebatu (ramas de avellano). A lo lejos, por un camino, viene andando, con unos palos al hombro, un hombre ya de edad. Nos saludamos, y me dice que se llama José Antonio Pérez, y que es de los últimos que habitan la aldea. “Seremos ocho”, y va enumerando los nombres. “A veces vienen algunos que tienen casa aquí, pero esto está muerto. Llegó a haber tres bares,… y había “xente pa llenalos”, me cuenta con pena. Y más de treinta rapaces tenía la escuela, como tratando de justificar que no siempre habitó la soledad entre las casas del precioso pueblo. Me enseña una de nueva construcción, y un poco chocante con el resto, aunque grande y bien situada. Me dice que es de un “artista” llamado Rodrigo Martin, según indagué un importante director teatral. Curioso que algunas personas cansadas de pisar lugares más “glamurosos” se fijen en la belleza y el entorno de este apartado lugar de la parroquia del Sellón, para disfrutar de la paz y la tranquilidad que solo lugares como éste pueden ofrecer.
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Peña Ciébana
Declinamos la amable invitación a tomar un vaso de vino en su casa, y nos despedimos de José Antonio y de la imponente peña Ciébana, que nos daba un aire al Cervino, puede que hasta más guapa. Nos apena ver como toda una cultura desaparece, y el recambio será distinto, si es que lo hay. Solo quedarán los que vengan a desconectar del barrullo y la vida de las ciudades, pero ya no verán paisanos con una carga de leña, o abrir una riega con la fesoria. A cambio tendrán soledad y paisaje como únicos compañeros, como la urna que yace hace mucho tiempo en la cima cercana de un cerro, y cuyas cenizas procedentes de Madrid están cansadas de soportar soles y nieves, sin que nadie sepa quién y con qué fin las depositaron allí. Una visión de un mundo que es como un libro escrito con dolor y amor, y que el viento del progreso ha derruido poco a poco, pero que formó parte en algún momento de todos nosotros, y seguro, de nuestros antepasados. Pongo estas palabras de Saramago que definen mejor que mi escrito lo que puede sentir, el vecino Jose Antonio: “El mundo es tan bonito y yo tengo tanta pena de morir”. No dijo “miedo de morir”, dijo “pena de morir”, como si la vida de pesadilla y continuo trabajo que había sido la suya, en aquel momento casi final, estuviese recibiendo la gracia de una suprema y última despedida, el consuelo de la belleza revelada. Estaba sentada a la puerta de una casa, como no creo que haya habido alguna otra en el mundo, porque en ella vivió gente capaz de dormir con cerdos como si fuesen sus propios hijos, gente que tenía pena de irse de la vida sólo porque el mundo era bonito, gente, y ése fue mi abuelo Jerónimo, pastor y contador de historias, que, al presentir que la muerte venía a buscarlo, se despidió
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Capilla de Santo Tomas de los árboles de su huerto uno por uno, abrazándolos y llorando porque sabía que no los volvería a ver.” Me produce un interno desasosiego ver que en nuestros pueblos hay muchos José Antonios, y Marías, y Sabinos y Titos y Conchitas, ciertamente debería decir que los hubo, porque todos los días nos despertamos con una esquela en el tablón de un hórreo, diciéndonos que alguno de los que nombro cogió ese último tren que lo lleva a la eternidad, y en las calles de nuestros pueblos solo corre ya el aire del olvido, y aquella puerta que traspasábamos sabiendo que teníamos alguien dentro con quien sentarnos en el escaño, y escuchar de sus labios lecciones de vida, ahora permanece cerrada, a la espera de que algún pariente que casi no conocemos venga abrirla de vez en cuando, y uno, que ya no es ningún chaval, y la salud la zurcimos con algún remiendo, piensas como será tu vejez. Si tendré alguien cerca de mí en quien apoyarme, o que me lleve a la cama un café porque igual no puedo levantarme, y te imaginas en una residencia, que con suerte puedas acceder a ella, sentado en aquella gran sala, dejando consumir el tiempo, mientras la tele pone algo chabacano que nadie mira. Lo demás es un coro de sillas con almas predemenciadas, conversaciones imposibles con rostros que miran con sus últimos interrogantes, todos en víspera de ser trasladados al área de los asistidos salvo que la muerte se apiade de ellos y se los lleve al refugio donde terminan los dolores. Y no sabes si dar gracias a la memoria, que te trasporta a aquel pueblo que bullía de gente por las fiestas, aquellas montañas que formaron el decorado donde transcurrió tu vida, aquella que parecía eterna, inacabable, con sueños que pensabas que tendrían que cumplirse. Con tantas manos a tu alrededor a las que cogerte, y ahora te das cuenta al ver a este hombre de Ligüeria, quejarse de la soledad en la que vive, que no tardando quizás tú, te encuentres que ya cerró el último bar, donde ibas a echar la partida, si tenias contrincantes, y ya no te acuerdas cuando tus labios dieron el último beso en aquella fiesta en el monte Cayon. Todo un mundo que se desmorona, y los viejos, como algunos de nosotros, solo tenemos la culpa de haber nacido antes . A cuenta de esto me viene a la cabeza una canción de Serrat que decía: “Quizá llegar a viejo/ Sería más razonable,/ más apacible,/ más transitable./ ¡Ay, si la veteranía fuese un grado...!/ Si no se llegase huérfano a ese trago...”
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Noticia de nuestros colaboradores
Los hermanos Calvo con sus Zurrones
Monchu Calvo
distinguido con el Zurrón de Redes junto con su hermano Manuel
El pasado viernes día 4 de marzo se hizo entrega a nuestro colaborador Monchu Calvo y a su hermano Manuel de la distinción “Zurrón de Redes” por “dar visibilidad a las iniciativas que promuevan la difusión del Parque Natural de Redes, su sostenibilidad y el respeto al medioambiente”. Hizo la entrega el director de cine y autor de documentales de naturaleza Jose Maria Morales en un acto en el que estaban presentes los alcaldes de Caso y Sobrescobio, así como numeroso público que arropó a los hermanos Calvo en tan entrañable momento. La entrega del premio la realizó el premiado de la primera Edición, José María Morales, y se convirtió en un acto entrañable, en el que los premiados estuvieron arropados, como queda dicho, por familiares y amigos, medios de comunicación, alcaldes de Sobrescobio y Caso y por supuesto, las empresas que forman la asociación Redes Natural que promueve estos galardones creados por Raúl Barbón García. Luz y Tinta se une a las muchas felicitaciones que ambos hermanos han recibido por tal motivo.
Fotos José Luis García de Condao
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Lisa Kristine, Humanitarian Photographer
La fotógrafa humanitaria Lisa Kristine es una fotógrafa de bellas artes, humanitaria, activista y oradora reconocida internacionalmente. Durante más de 30 años, ha documentado las culturas indígenas y las causas sociales en más de 150 países de los seis continentes, conociendo personas al nivel del corazón. El trabajo de Lisa se ha mostrado en exposiciones y se ha comprado para colecciones permanentes en museos de los Estados Unidos y del extranjero. La corriente que recorre su obra es la creencia en la dignidad inherente a todo ser vivo. Lisa navega magistralmente por los paisajes emocionales de sus sujetos y sus entornos, generando conciencia sobre causas como la trata de personas, la sabiduría indígena y la unidad global. La mezcla única de Lisa de periodismo de documentales fijos y bellas artes en acción ha cosechado elogios generalizados en el mundo de la fotografía y el escenario humanitario internacional. Recibió un Premio Humanitario Lucie, presentado en el Carnegie Hall, en honor a los mayores logros de los maestros fotógrafos. El Arzobispo Desmond Tutu, la Reina Madre de Bután y Amnistía Internacional, entre otros, han respaldado su trabajo. David Clarke, exjefe de fotografía de Tate Modern, describe las deslumbrantes imágenes de la esclavitud moderna de Lisa como “un testimonio de la verdad y un cuerpo de evidencia perspicaz e inspirador que nunca debe y nunca puede negarse”. “Creo que una obra de arte sonora debe ser cautivadora cada vez que se ve”, dice. “Un espectador de cualquier lugar o estilo de vida puede estar en relación directa con el sujeto dentro de él y conmoverse emocional y visceralmente”. Lisa supervisa cada detalle del proceso de reproducción, lo que da como resultado una magnífica exhibición de color con el matiz, el valor y la intensidad precisos de cada impresión de bellas artes.
Influencias tempranas Cuando era niña, Lisa leía los libros de antropología de su madre y las revistas de National Geographic y se maravillaba de las personas aparentemente antiguas que vivían tan cerca de su entorno que sus cuerpos cubiertos de barro y plumas se parecían a la tierra misma. Desde su perspectiva infantil, “parecían pilares de la tierra, inquebrantables y empoderados”,
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dijo. “Recuerdo haber pensado que estas personas deben estar castigadas de alguna manera, deben saber cosas que yo necesitaba saber para sobrevivir en el mundo. Resolví que tan pronto como pudiera, iría a buscarlos y preguntaría”. Durante sus viajes, Lisa ha sido testigo tanto de una belleza abrumadora como de un sufrimiento inimaginable, profundizando en el corazón de lo que nos hace humanos. Al principio, la suya era una búsqueda de belleza, serenidad y presencia. Documentando, entre la inmensidad del paisaje, las personas que residían allí, y la paradójica fragilidad y resiliencia de las culturas indígenas que están desapareciendo rápidamente. Este cuerpo de trabajo dio como resultado cuatro volúmenes de fotografía: A Human Thread, This Moment y One Breath and Intimate Expanse. Con el tiempo, su arte también se convirtió en una forma de activismo: la convicción de que, de alguna manera, al compartir las historias de las personas que documentó, sus vidas y su cultura no serían olvidadas y, lo que es más importante, servirían para inspirar un interés renovado en cómo relevantes son sus vidas y tradiciones para el mundo moderno.
Testigo de la esclavitud moderna En 2009, Lisa fue la única expositora en la Cumbre de la Paz de Vancouver, a la que asistieron Su Santidad el Dalai Lama y otros ganadores del Premio Nobel. Mientras estuvo allí, conoció a un partidario de Free the Slaves, una organización dedicada a erradicar la esclavitud. “Cuando me enteré del alcance del comercio moderno de esclavos, me golpeó como un tren de carga”, recuerda. “Pensé: si yo no sé de esto… ¿cuántos otros no lo saben?”. Esta pregunta inició un viaje continuo documentando las líneas del frente de la esclavitud en todo el mundo, desde los sofocantes hornos de ladrillos en Asia hasta las profundidades de las minas de oro ilegales en África. Esta impresionante colección de imágenes se puede encontrar en dos volúmenes: Slavery, con un prólogo del arzobispo Desmond Tutu, y Bound to Freedom, con una declaración del Papa Francisco. “Las fotografías de esclavitud humana de Lisa subrayan la belleza y la dignidad de cada persona”, escribe Helen Garrett, consultora sénior de Amnistía Internacional. “Resueltas y fascinantes, graban en tu memoria y exigen que prestes atención a los problemas”. Lisa es una campeona incansable de la humanidad en todas sus formas, desde lo problemático hasta lo sublime, y su característico buen humor y personalidad sólida mantienen a flote el espíritu incluso en las circunstancias desafiantes en las que a veces se encuentra.
Apariciones públicas Como oradora y activista, Lisa se ha alejado cada vez más de detrás de la cámara y usa su voz para amplificar las historias de las personas que documenta y las causas que defiende. Su fascinante charla TED, Photos That Bear Witness to Modern Slavery, ha sido vista casi 3 millones de veces. Lisa ofrece regularmente conferencias magistrales y aparece en paneles en conferencias, universidades, museos y corporaciones de todo el mundo, incluido el Vaticano, Wisdom 2.0, Thomson Reuters y Trust London.
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CNN, National Geographic, The Atlantic, Reuters, The Daily Mail, Forbes y muchas otras publicaciones y medios de comunicación han reseñado el trabajo de Lisa. Sir Richard Branson dice de su fotografía: “Las imágenes de Lisa nos llevan detrás del velo a las atrocidades de la esclavitud. Para respetar la dignidad humana de las personas de todos los ámbitos de la vida, los líderes empresariales deben asumir nuestro papel único en la defensa de los preceptos de igualdad, pertenencia y propósito”. Lisa es el tema de cuatro documentales y su trabajo sobre la esclavitud aparece en tres películas. VENDIDO, realizado por el equipo ganador del Oscar Emma Thompson y Jeffrey Brown, incluye un personaje inspirado en Lisa e interpretado por Gillian Anderson. Activismo continuo Lisa es socia colaboradora de la campaña 50 por la libertad de la Organización Internacional del Trabajo de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es erradicar la esclavitud moderna. Sus fotografías inspiraron el movimiento Make a Stand Lemonade, que hasta la fecha ha llegado a más de 100 millones de personas y ha recaudado más de un millón de dólares para la erradicación de la esclavitud. El éxito de las impresiones de bellas artes y los libros de Lisa alimentan su capacidad para trabajar en proyectos orientados a una causa y también contribuyen con las ganancias hacia las organizaciones para un mayor apoyo en las causas en las que está involucrada. En 2017 Lisa fundó Human Thread Foundation, una organización internacional sin fines de lucro cuya misión es promover la dignidad humana e impulsar la prevención, la educación y la concientización sobre causas como la trata de personas, la crisis de refugiados y la unidad global a través de exhibiciones interactivas, programación educativa, y campañas multimedia. Entre las exhibiciones en curso de la fundación se encuentra Bound to Freedom, una historia visual de la esclavitud moderna, y Pillar of Spirit, que explora la historia viva de Bután frente a la modernidad que impacta rápidamente en sus fronteras. Así como espera que estos cuerpos de trabajo inspiren conciencia y cambio, continúa buscando proyectos en los que sus imágenes puedan tener un impacto positivo en el mundo. “Quiero que las personas que experimentan mi trabajo tengan la oportunidad de mirar a los ojos del otro y encontrar allí una familiaridad”, dice Lisa. “Quiero darles la bienvenida a la exploración de nuestras misteriosas vidas con un espíritu de curiosidad, asombro y esperanza”. Su trabajo es una puerta de entrada a la compasión y el asombro, un testimonio del poder del espíritu humano.
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Nadima (Shibina Nadegda)
Sensación de naufragio Hace ya varias semanas que envié mi colaboración comentando estas fotos de Nadima —como siempre, magníficas— en las que comentaba lo de siempre: la luz, el atrezzo, señalando el tocado de la modelo, y especialmente esta niebla que envueve la escena y que comparaba con el sfumato de Leonardo. Pero no están los tiempos para florituras artísticas. Aunque el arte sea intemporal, actualemnte la guerra en Ucrania nos está trayendo ecos tremendos de injusticias cometidas sobre la población civil y sobre un territorio al que se acosa con un ejército cuyo objetivo último, aparte la conquista económica de un país rico en todo tipo de materias, es la destrucción de material bélico para mantener viva una industria hipócrita y falsaria (no se me oculta que los Estados Unidos miran con el rabillo del ojo interesado todo lo que ocurre y todo el armamento salido de sus fábricas que se consume). En estas circunstancias, mandé un correo electrónico a mi amiga Nadima interesándome por cómo se hallaba en estos tristes momentos. Nadima vive y tiene su estudio en Moscú y, aunque no sea éste el epicentro de la guerra y aunque las noticias les lleguen con sordina o directamente no les lleguen por la censura, una persona como ella no dejará de estar informada de lo que ocurre y no dejará de sufrirlo. No recibí respuesta a mi correo. Pensé que quizás no le llegó, y que la censura, queha bloqueado algunas comunicaciones, habría impedido nuestro contacto. Sea como fuere, estoy preocupado por Nadima y por todos sus compatriotas. Igual que estoy preocupado y aterrado por lo que está pasando en Ucrania, condenable desde todos los puntos de vista. Hace unos día, Marianna Merkulova, modelo ucraniana que en cierta ocasión trajimos para una Master Class de Moldeando, con cierto eco en Luz y Tinta, le comentaba a uno de los colaboradores de esta revista que se encontraba como si viajara en el Titanic después de chocar con el iceberg que acabaría hundiéndolo. Esta sensación de naufragio es la que siento cuando pienso en Nadima, y en sus compañeros de estudio fotográfico. Navegando tranquilo, el transtlántico en el que viajábamos confiados ha chocado con el iceberg de la insensatez y ahora nos entra agua por todas partes. Agua que ni la solidaridad mejor dirigida es capaz de achicar. A nuestras lanchas de salvamento, las pocas que hemos conseguido salvar de la catástrofe, ya no llegan ni los ecos de la orquesta, tan solo los gritos de angustia, los suspiros de inquietud y la zozobra general. Estas fotos de Nadima, envueltas en esa niebla que me recuerda el humo de las bombas, pueden servirnos de reflexión. Respiran una tranquilidad que ahora no tenemos, ni en Rusia ni en Ucrania, ni en Moscú ni en Kiev. Transmiten una sensación de armonía de la modelo con la naturaleza, que es la que desearíamos para Ucrania y para Rusia. Y sobre todo, estás realizadas sobre un camino que en la última de las fotos se abre al infinito; un infinito que quisiéramos que fuera el de la paz. Un camino tranquilo y agradable hacia un lugar sin bombas ni disparos, sin angustia de la población que huye, sin temor al vecino...
Claudio Serrano
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Mike Reyfman
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Isla Kulusuk,
fiordo Ammassalik y sonido Torsuut Tunoq. Sudeste de Groenlandia La magia del sol de medianoche
Kulusuk es una pequeña isla periférica en el archipiélago de islas Ammassalik en la costa del Atlántico Norte. La isla alberga a Kulusuk, el cuarto asentamiento más grande de toda la costa este de Groenlandia. Las auroras boreales son comunes en Groenlandia, pero cuando piensas en este territorio ártico, lo más probable es que nunca te imagines una hermosa puesta de sol allí. Con restos de icebergs flotando a lo largo de la superficie del Mar de Groenlandia en la sección transversal del Mar de Labrador de Canadá y el Mar de Noruega, los rayos de sol pueden reflejar una asombrosa representación de fuego sobre el hielo en el crepúsculo de la noche. Desde Kulusuk hacia la isla de Angmagssalik y cruzando el estrecho de Torsuut Tunoq, las impresionantes vistas del atardecer son magníficas. Los elementos naturales destilados del paisaje ártico de Groenlandia fusionan estas impresionantes escenas para lograr capturas panorámicas espectaculares. Las formaciones rocosas del paisaje con condiciones heladas y aguas cristalinas reflejan la verdadera belleza natural de la Madre Naturaleza. Kulusuk es el hogar de muchos grandes cazadores que proporcionan al pueblo y a sus familias pájaros, focas y todo tipo de manjares groenlandeses. Esta es una gran parte de la cultura groenlandesa.
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Pedro Jarque Krebs Es un fotógrafo galardonado nacido en Lima, Perú. Se graduó en Filosofía de las Ciencias en la Universidad de la Sorbona de París. En 1983 ganó el primer premio de fotografía en blanco y negro de la Municipalidad de Lima. Desde entonces, Jarque Krebs ha recibido más de 200 premios y reconocimientos internacionales. Entre ellos destacan los Sony World Photography Awards cinco veces ganador (2016, 2018, 2019, 2021, 2022), los Siena Creative Awards (Italia) dos veces ganador (2020, 2021), Bird Photographer of the Year (BPOTY) 2018, ganador absoluto, (UK), Oasis Photo Contest (Italia) 1er Premio en 2017, Mejores 10 fotógrafos del mundo en el premio Sente Antu en China en 2017. Fue nombrado “Fotógrafo del mes” por National Geographic Francia en octubre de 2016. En 2019 la prestigiosa editorial alemana teNeues publicó un libro de su obra titulado “Fragile”, que recibió varios premios internacionales, entre ellos el primer premio en los International Photography Awards. Se formó como fotógrafo desde que era un niño, cuando comenzó a jugar con su cámara de regalo paternal tomando fotografías de renacuajos y ranas en un estanque cerca de su casa. Las obras de arte de Jarque se han publicado con frecuencia en NatGeo. La exposición fotográfica de Jarque Fragile estuvo en exhibición individual en la Galería de la Embajada de Perú (Washington, DC) en 2019. Los comentaristas dijeron que las fotografías de Jarque “pretenden romper las barreras psicológicas y emocionales que nos separan de nuestros semejantes, capturando a cada animal en una atmósfera de intimidad impresionante” y constituyen “un grito contra la extinción de las especies”.
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Premios de Pedro Jarque • • • • • • • • • • •
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2016 Prix de la Photographie Px , Ganador de oro en Nature/Wildlife por su serie de retratos de animales. 2017 - Sente-Antu Cup, China: Ganador - Top 10 de fotógrafos del mundo, por su serie Wild Souls 2017 Sony World Photography Awards: do lugar, National Awards Peru, por Mass Hysteria. 2018 Bird Photographer of the Year (BPOTY): Ganador absoluto, por Black Friday 2019 Sony World Photography Awards: Primer lugar, National Awards Perú, por Salivating Giraffe 2019 Sony World Photography Awards: Primer lugar, National Awards Perú, por Agony & Ecstasy 2020 Siena International Photo Awards, Pangea Prize Ganador, categoría Animal, por Arctic International Photography Awards (IPA): Primer lugar - Libro/Naturaleza, por Fragile Tokyo International Foto Awards (Medalla de plata), por Fragile One Eyeland Photo premios 2019, por Fragile Premios Internacionales de Fotografía de Moscú 2020, do lugar de oro en Libro/ Naturaleza, por Fragile
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Repertorio de
Fotógrafos Españoles
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Israel Ariño Barcelona, 1974 Licenciado en bellas artes por la Universidad de Barcelona, se formó en fotografía a través del Institut d’estudis Fotogràfics de Catalunya, profundizando en su aprendizaje con maestros como Manel Esclusa, Castro Prieto o Llorenc ̧ Raich. En 2006 creó la Editorial les Editions Impossibles, dedicada a libros de artista. En 2007 formó el ya desaparecido colectivo Atelieretaguardia junto a Arcángela Regis, Marti ́ Lorens, Xavier Mulet y Rebecca Mutell. También se ha dedicado a la investigación dentro del grupo Confluències, con Ramón Casanova y Jorge Egea, ambos profesores del Departamento de escultura de la Facultad de Bellas Artes de Barcelona. Su trabajo se interpreta como una exploración de universos siempre desde el espectro de lo emocional. Para él, la fotografía no es otra cosa que intentar cartografiar un espacio ficcional repleto de significaciones abiertas, misteriosas y ambiguas que disminuyan la experiencia razonada y que sugieran el carácter más poético de la imagen. Ha expuesto en los Rencontres Photographiques du Pays de Lorient (Francia, 2005), el Festival Fotòpsia (Castellbisbal, 2006), la sexta Biennale Internationale de la Photographie et des Arts Visuels de Liège (Bélgica, 2008), los Itineraires photographiques voyageurs (Burdeos, Francia, 2010) y el Festival Mapamundistas (Pamplona, 2010) entre otros eventos, así ́ como en le Carre ́ Amelot (La Rochelle, Francia, 2012). Durante su trayectoria, ha recibido las becas de creación artística del VII Fórum Fotográfico Can Basté (Barcelona, 2002), de la Fundación Arte y Derecho (Madrid, 2005) y del Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (Barcelona, 2011 y 2010). Su obra forma parte de las colecciones de la Artotèque de vitré (Francia), Le Carre ́ d’Art (Chartres de Bretagne, Francia), el Injuve (Madrid) y la Generalitat de Catalunya (Barcelona).
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Publicaciones seleccionadas Otras Canciones a Guiomar, Les Editions Impossibles, 2008; Anatomía de una desaparición, Les Editions Impossibles, 2009; Images d’un monde flottant, Les Editions Impossibles, 2010; Heliografía contemporánea, Barcelona, Galería Tagomago, 2010; Atlas, Barcelona, Ediciones Anómalas, 2012; Terra Incógnita, Barcelona, Ediciones Anómalas, 2012.
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Fotos seleccionadas
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abubilla - upupa epops, por manuel palacio castro (yerbatu)
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amaneceres-playa gueirúa, por jl.maylin
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arnicio, por monchu calvo
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auto, por ana
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bayona. francia, por arantxa
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black woman, por sasha
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blue mosque, por osman naim
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body elasticity, por vladimir
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caminando entre niebla, por poli artur
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claudia x, por raul viciano alberich
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concierto de paskual , por raúl gorostiza
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dance, por milen
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descanso a la sombra, por oscar rubén suárez
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Cappadocia with a blanket of snow, por Osman Naim
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Basado en Dumas, por Alejandro
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Los gatos del cementerio de Buenos Aires. Argentina, por Maikel Reyfman
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descarga, por johnaavitsland
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The tightrope walker, por Ionut Caras
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después de un día fotero, ahora toca un poco de cordero., por kamarón viesca
155
el mar, la mar., por antón
156
el pasado otoño2, por vlad s
157
el vuelo, por susana gudiño
158
electrificación ferroviaria., por kamarón viesca
159
ella la lluvia y la estación., por k i k e
160
encuentro con el amanecer, por vadim trunov
161
entornos, por oscar rubén suárez
162
equus-namibian, por deven o’toole
163
estet fashion week, por lenin kaspov
164
faces, por m.dasha 165
faces, por m.dasha 166
floración del rododendro dauriano, por daniel
167
floración del rododendro dauriano, por daniel
168
fotógrafo de la revista luz y tinta, recorriendo y guardando en su cámara, imágenes de la ciudad histórica segovia (es), por josé luis garcia de condao 2
169
fuera del lugar, por margarita k
170
gráficos de halo, por fran marat
171
guitar concert, por andrew pashis
172
healthy life, healthy body, por semy
173
helplessness desamparo, por a.polyakovvfr
174
istanbul, por osman naim
175
ksu, por roman
176
la cabaña de la llinar, por monchu calvo
177
la dama del sombrero, por victor alejandro sanchez bermudez
178
la mariposa., por manuel antonio centeno llorente
179
la pasada primavera, por vlad s
180
la señal , por purificación martinez beltrán 181
lago de babia, león, por pepe latas
182
lago de la pirámide, por aleksey
183
las noticias de la mañana, por poli artur 184
las primeras nieves del 2022, por marta.g.s
185
line, por kinsuk lin 186
looks, por a. zharov
187
looks, por a. zharov
188
looks, por a. zharov 3
189
luarca la villa blanca de la costa verde, por marce
190
luarca la villa blanca de la costa verde, por marce
191
macro, por nataly
192
me decías , por k i k e
193
mi thelma&louise particular, por k i k e
194
mito - aegithalos caudatus, por manuel palacio castro (yerbatu
195
muse, por pavel
196
my muse, por natalia
197
no return, por haruki kamur
198
nude, por s.benz
199
nude, por talyuka 200
nuevo mundo, por vadim trunov
201
oh sí ..., por alejandro
202
old nude, por kalynsky
203
oxido, por sandra calleja
204
pescador, por pelayo
205
piazza del campo, por oscar rubén suárez
206
portrait, por sla bertz
207
practicas-02, por antonio martinez rodriguez 208
practicas-03, por antonio martinez rodriguez 209
pruebas con el helios 44-2 con lente invertida, por pepe latas
210
puntos de vista, por oscar rubén suárez
211
reflejo, por josé luis garcia de condao
212
reflejos, por jl.maylin
213
retratos de publicidad, por catherina 214
rodrigo cuevas, por mario eduardo blanco ga
215
san vicente de la barquera., por marce
216
segovia, por josé luis garcia de condao
217
seguridad, por manuel fuentes bermudes 218
sergey smolitskiy, por nodia
219
sii sisisiii...siempres domingoo.., por jl.maylin 220
silk threads, por yuri gagari
221
singapur, por guendy (jlcp)
222
snob, por margarita k
223
spaghetti alle vongole ( en cristiano espaguetis con almejes), por el marmitón
224
spider, por andrei romanov
225
still life, por andreeva 226
still lifes, por tатьяна
227
students, por anna
228
sueño , por sergio vido
229
sunset in niembro - atardecer en niembro, por luis miguel
230
sunset, por alex
231
temporada de vacaciones, por vladimiro
232
the beauty of the chinese woman, por yi wan 233
the bike, por ssstudy
234
the children of the old neighborhood, por ssstudy
235
the cyclist and the bridge, por ssstudy
236
the first lights of the morning, por igor
237
the morning baths in the lake, por rekhov. s
238
the pleasure of flying, por eric
239
thelma aprovechando los rayos de sol que se han llevado la nieve, por marta.g.s
240
thinkers gallery galería de pensadores, por a.polyakovvfr
241
thinkers gallery galería de pensadores, por a.polyakovvfr 242
tras el velo, por paulina stpetersburg
243
vanesa, por enrique santamaria cortes
244
venus code, por pavel2
245
viavélez-atrapando olas, por jl.maylin
246
war exploits. historical recreations, por evgeny kules 247
with the light from the window, por georgy
248
-20º, por s.ivanov
249
adicción a la televisión televisión addiction, por sergio vido
250
alhambra. granada, por kuriaki
251
aliss, por jl.maylin
252
amaneceres-castro las gaviotas, por jl.maylin
253
amaneceres-playa de aguilar, por jl.maylin
254
atardecer, por jose luis llama
255
befor the rain , por johnaavitslan
256
behind the scenes of the studio, por zachar 257
behind the scenes of the studio, por zachar
258
bella durmiente sleeping beauty, por sergio vid
259
belogorsky monastery..., por edwardgordeev
260
black and white portraits, por voytsekhov
261
blue charade, por pavel
262
blue, por milen 263
bodegón, por quino
264
bodegón, por quino
265
books, por sergey
266
car, por ssstudy
267
casares de arbas (león), por kamarón viesca
268
cold days, por jesús alvarez rodríguez 269
colgando en las formas, por susana gudiño
270
cormorant fishing. river wi lin. china, por yuri gagar
271
cormorant fishing. river wi lin. china, por yuri gagari
272
cormorant fishing. river wi lin. china, por yuri gagari
273
cosmos pico, por vadim trunov
274
costa faro vidio, por julia
275
de nuevo un demonio.., por alejandro
276
de un mundo mágico, por margarita k
277
descarga (1), por johnaavitsland
278
dreams, por sergey
279
día - palacio de cristal de madrid, por pepe latas
280
el mar, la mar., por antón
281
el mar, la mar., por antón
282
el motociclista, por vaio
283
el pecado original, por oxana
284
el séptimo sello, por mario eduardo blanco garcía
285
elegía de arena, por alejandro
286
espátula - platalea leucorodia, por manuel palacio castro (yerbatu
287
faces, por m.dasha 288
fantasmas, por ildefonso robledo
289
fuego del amanecer, por fran marat
290
gijon labor university - universidad laboral de gijon, por luis miguel
291
glamour on the beach, por ionut caras
292
graena-mirada al pasado-luz, por purificación martinez beltrá
293
happy new year 2022, por irina
294
hasta el fin del mundo, por fran marat
295
highway-namibian, por deven o’toole
296
ice princess, por milen
297
in the lonely afternoon - en la soledad de la tarde, por luis miguel
298
ingushetia. erzi., por nicolás
299
invierno en el campo, por vladimiro
300
ivan, por daria 301
kids, por dimitriv
302
la chica de negro, por oxana 303
la chica del gato común the girl with the common cat, por george
304
la noche en bayona, por arantxa
305
lagrimas negras, por k i k e 306
laura, por enrique santamaria cortes 307
lectura, por susana gudiño
308
lencería, por catherina 309
leopoldo tolivar alas, por mario eduardo blanco garcía
310
line, por kinsuk lin 311
los gatos del cementerio de buenos aires. argentina, por maikel reyfman 312
los gatos del cementerio de buenos aires. argentina, por maikel reyfman2
313
macro congelado, por pepe latas
314
macro, por nataly
315
maternity, por sla bertz
316
mecanica popular, por victor alejandro sanchez bermude
317
mesa de picnic, por kamarón viesc
318
minimalismo, por loco matarov
319
mirrors.norway, por kristof browk
320
mujer del campo, por margarita k
321
my muse, por natalia 322
nardy, por isadora del val
323
new york, por ingrid sanz
324
noche - paseo por el puerto de gijón, por pepe latas
325
nude, por olga
326
nude, por olga 2
327
nude, por talyuka 328
old nude, por kalynsky
329
photography, por eric 330
piazza del campo, por oscar rubén suárez 331
picos de europa desde les bedules, por jl.maylin
332
prisonnier d attente, por françois arnaud
333
rainbow, por alex
334
recordatorio, por loco matarov
335
retratos de publicidad, por catherina 336
reyezuelo listado - regulus ignicapilla, por manuel palacio castro (yerbatu)
337
ronda. málaga, por kuriaki
338
sasha, por roman
339
sencillamente interesante, por leonidas 340
sergey smolitskiy, por nodia
341
siempre hay momentos al atardecer., por manuel antonio centeno llorente
342
silencio, por k i k e
343
smoker, por svetlava 344
snowman, por juan pablo rodríguez garcía
345
still life, por andreeva
346
still life, por nataly
347
still life, por sla bertz
348
still life, por sla bertz 2
349
still lifes., por michael
350
strange story, por svetlava
351
szrenica, por karol poland
352
tatras en la noche-publicado por karol pola 353
the apple dilemma, por eric 354
the beauty of the chinese woman, por yi wan 355
the bride and groom and the wedding, por dmytro
356
the dance of the stars, por kinsuk lin 357
the forest, por jesús alvarez rodríguez
358
the light at the end of the tunnel, por s.ivanov
359
the match, por rekhov. s
360
the tightrope walker, por ionut caras
361
time, por svetlava
362
torres ingush, por nicolás
363
torreón de peñerudes, por jesús alvarez rodríguez
364
un bello amanecer en el río, por vaio
365
una cálida noche de verano, por oscar rubén suárez
366
una tarde de invierno, por vaio
367
viavélez-atrapando olas, por jl.maylin
368
war exploits. historical recreations, por evgeny kules 369
white on white, por s.ivanov
370
xosé antón fernández (xosé ambás), por mario eduardo blanco garcía
371
“vive para surfear, surfea para vivir”, por noly
372
¡feliz día del ferrocarril!, por garbu iiya
373
¡feliz día del ferrocarril!, por garbu iiya 374
¡y quiero volar!, por aleksey
375
“vive para surfear, surfea para vivir” de noli
376