De espíritus y humos
El nuevo momento del tequila Manolo Santiago
N
o sé usted pero en lo personal adoro las sorpresas, permítame le anticipo: jamás he pensado en que no me puede sorprender algo, un tabaco, un destilado, un licor, ¡un trago, caramba!, siempre me encuentro con la mente y sobre todo con el paladar dispuesto; fue cuando un buen día, en un gran evento en San Miguel de Allende, me di a la tarea de investigar un poco de lo que se exponía en esa ocasión, además de grandes mezcales, grandes rones, vinos y cócteles, me vi con unos estupendos tequilas.
HLM
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