otro hemisferio
Líder Juvenil
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Temores e ilusiones No me he cortado el pelo desde hace más de cuatro meses y tampoco lo voy a hacer pronto. Sin embargo pienso en mi próximo corte con frecuencia: ¿En dónde lo hago? ¿Voy con el peluquero común o busco algún nuevo, un desconocido pero con buenas referencias? ¿Se va a ver bien el nuevo look que Tim propone? ¿Me va a resultar práctico? A pesar de la incertidumbre, estoy ansiosa por cortármelo. Es Tim quien me frena cuando comenta, “Los flequillos todavía faltan crecer para que te salga bien” o me pregunta “¿Estás segura que quieres cortártelo en pleno invierno?” Así que sigo esperando el cambio. por Annette Gulick
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enciono mi pelo para incluir en la conversación acerca del cambio en la iglesia, el entendimiento del cambio que proviene de la “revelación natural” (la creación). Nuestro pelo —o en el caso de algunos, el pelo que hace años se tuvo— comprueba el comentario del filosofo griego Heráclito, Nada es permanente a excepción del cambio. Esta mirada concreta y práctica al tema nos ayuda a evitar la creencia que no hay cambios en la iglesia hasta que alguien decida hacerlos. La iglesia está un proceso de cambio continuo y este proceso tiene tres protagonistas. El primero en orden e importancia es DIOS. Dios ha diseñado un mundo de cambio constante y El usa el cambio para lograr Sus propósitos. El pelo en retroceso y la aparición de las canas me recuerda que los cambios que Dios implementa no son siempre de mi agrado, pero Sus planes van mucho más allá que mis gustos o deseos.
Dios ha diseñado un mundo de cambio constante y El usa el cambio para lograr Sus propósitos con qué propósito?
¿Cómo te afecta recordar que el protagonista del cambio es Dios? A mi, me baja la ansiedad y el temor que los cambios suelen producir. Me llena de esperanza, de paz y de expectativa. También me impulsa a considerar preguntas como, ¿Cuáles son los cambios que El quiere ver en la iglesia? ¿Hacia dónde está llevando la iglesia y 34 LiderJuvenil.com
Un estudio de Dios y su misión resalta que El siempre trabaja en equipo y su equipo preferido es su pueblo. Así que agregamos la segunda protagonista a la respuesta: ¿Quién cambiará la iglesia? DIOS + UNA COMUNIDAD. Volvemos al tema de los cortes de cabello para centrarnos en otras realidades del cambio. Los cortes del pelo me ilusionan. Aun-
que en el día a día, no pienso mucho en mi cabello, una visita a la peluquería despierta la esperanza de que ahora sí, voy a lucir un peinado de revista. En cambio, para mi hermana mayor cada corte es un trauma que le lleva al llanto. No le entendiendo porque por mal corte que sea, con el tiempo el pelo crece, el corte desaparece y pronto puedes cortarlo de nuevo. Pero aunque las lágrimas de mi hermana se me hacen ilógicas, reconozco que mi ilusión frente a la misma experiencia tampoco tiene mucha lógica. Corte tras corte, lo que cambia es lo largo de mi cabello y no mi glamour. Aquí vemos que la postura frente al cambio siempre es individualizada ya que nos impacta a nivel de los sentimientos. Muchas veces lo que sentimos está más ligado a los deseos y los temores que a los “hechos”. Cuando recordamos que una iglesia local es solamente un miembro del cuerpo de Cristo, no es de sorprenderse que las congregaciones tienen ADN particular que incluye fortalezas y debilidades relacionadas con el rol que la Cabeza tiene para ellas. Es imprescindible que veas con claridad el panorama general de tu comunidad frente al cambio porque es una ventana a sus necesidades específicas. Las metáforas del monumento y la veleta ilustran los dos extremos de estilo de congregación. En tanto menciono las características de cada objeto, busca alguna relación con las características de