El regreso del tío Rodolfo

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El regreso del tĂ­o Rodolfo Luis Alberto Rey Lama


2 “Ó que non foi quén de facelo de vivo… fíxóo despois de morto… ¡trintanove anos máis tarde do seu pasamento!... e ben morto que estaba… ¡e o fixo!”.

En la lápida aparece el siguiente texto: “Os Peares, 3 de novembro de 2019. A Deputación de Ourense, atendendo a solicitude da familia Prada-Alliende, trasladou desde o Panteón do Centro Galego de Bos Aires as cinsas mortais do patriota galego Rodolfo Prada, ourensan exemplar, e as de súa dona, Manuela Fraga, dando así cumprimento á súa vontade: “Descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia”.


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Monumento en honor a RODOLFO PRADA CHAMOCHÍN Inaugurado en Os Peares en 2018, delante de la casa donde nació. Obra del artista ourensano, Manuel Buciños.

(Solapa anterior


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Os Peares, Cementerio de Casdevil, 5 de noviembre de 2019. La urna con las cenizas de RODOLFO PRADA CHAMOCHÍN y MANUELA FRAGA BONFANTI, son introducidas en la sepultura por su nieta María Elena Prada Alliende y por Amalia Bóveda, hija de Alexandre Bóveda.

Solapa posterior


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El regreso del tĂ­o Rodolfo ----------------Luis Alberto Rey Lama


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Bibliografía e Fotografía Faro de Vigo El País de Madrid ABC de Madrid La Prensa de Buenos Aires La Voz de Galicia de A Coruña Galicia Agraria “Laio polo irmán ausente”, de Xesús Alonso Montero A Nosa Terra La Región de Ourense El Correo Gallego de Santiago Galicia Dixital NG Noticias Galicia.com ourense dixital.com EUROPA PRESS GALICIA 24 HORAS NÓS diario

GaliciaHoxe.com Agencia EFE Agrupación Cultural ALEXANDRE BÓVEDA

Asociación Cultural RODOLFO PRADA CHAMOCHÍN

Luis Alberto Rey Lama, junio de 2020. Diseño de Cubierta: Carlos Veiga Corrector do Texto: Rubén Rey Primera Edición: octubre de 2020. Editorial PICA Galicia


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Nuestro amor eterno al tĂ­o Rodolfo por su ejemplo de vida. ___________________

A nuestras queridas familias en Argentina y Chile.

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“Que no noso, só nós poñámola man. Que os que teñan que representarnos no Parlamento naceran en Galicia. Que todo o que exerza cargo algún e en especial as primeiras funciones públicas, o mesmo na orde civil que na relixiosa, sexa fillo do país. Que non nos envíen de Madrid feitas as leis e os que teñan que aplicar, senon que aquí as elaboremos atendendo á nosa tradición, ó noso sentimento nacional, ás nosas necesidades. Manuel Murguía: “Donde estábamos, estamos”, en “La Patria Gallega”, 1892.


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INTRODUCCIÓN Llevaba ya bastante tiempo pendiente de saldar una incómoda deuda de conciencia, que me acompañaba a raíz de una serie de imprecisiones vertidas en mi libro “Tiempos de Mamá Felisa” sobre la vida del tío Rodolfo. A pesar de la aclaración de que lo que contaba sobre la familia era mitad ficción y mitad realidad, a causa de los enormes vacios de información que iba encontrando en el camino, no me sentía bien conmigo mismo. Por entonces, cuando escribí, ya faltaban los abuelos, los tíos, mis padres, primos, parientes allegados… y tan sólo quedaban “mis recuerdos”… a menudo, vagos y confusos. Pero un personaje de la dimensión histórica y la trascendencia de Rodolfo Prada Chamochín no puede ser considerado con vaguedades e invenciones frívolas de un escribano como yo. Ahora, debidamente documentado, con mi honesta confesión de arrepentimiento, trato de corregir falsedades, exponer realidades y conformar el personaje con fidelidad, tal como merece tan ilustre galeguista… y amado tío-abuelo. Y si sus ochenta y ocho años de vida estuvieron repletos de vicisitudes y marcados por el firme compromiso con sus ideas y con su gente, no deja de tener su trascendencia lo que vive en la actualidad después de muerto. Ignorado casi por completo durante más de medio siglo, es ahora, desde 2016, cuando se convierte en un personaje reconocido, homenajeado repetidamente, y situado,


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¡por fin!, en el lugar privilegiado que por justicia le corresponde en la historia del galeguismo en el exilio. Su labor en pro de Galicia ve ahora la luz con tanta vigencia y fuerza como en el siglo pasado en el que aconteció. Se trataba, por lo tanto, no solo de la obligación moral de corregir errores y matizar inexactitudes, sino también de dejar testimonio de esa increíble “nueva vida” del tío Rodolfo que discurre en la actualidad por su tierra tan amada casi como un milagro Jamás su discurso y su obra tuvieron a Galicia como escenario, y es en extremo curioso que, ahora de muerto, se escuche su voz con más fuerza que nunca, y su larga y lejana tarea trascienda de manera tan intensa. Por otro lado, no deja de sorprender que los gobernantes que en su momento hubieran querido poner fin a sus días si lo tuvieran a su alcance, sean casi los mismos que ahora le rinden homenajes, inauguran un monumento en su honor en el pueblo, y trasladan sus cenizas desde Buenos Aires para enterrarlo en la “Nosa Terra”, tal como él la llamaba, y cumpliendo así con sus últimas voluntades. _________________________________________ "Descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia". _____________________________________________


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ÍNDICE Página ________________________________________ I Los orígenes………………………... 13 II Os Peares………………………........ 25 III “A galeguidade” de Rodolfo Prada... 47 IV El entierro de Castelao……………… 75 V Heredero de Castelao………………. 93 VI Con su sobrino-nieto Gonzalo……... 111 VII Con su sobrino Emilio……………... 123 VIII El maletín…………………………... 139 IX Los últimos años……..…………….. 149 X El reconocimiento………………….. 203 XI Los homenajes……….…………….. 219 XII “A derradeira leición do mestre”….. 237 XIII Homenaje en Os Peares……………. 283 XIV El traslado de los restos……………. 299 XV “Castelao e Prada: ¡Irmaus!........... 313 XVI El entierro………………………….. 329 XVII El próximo homenaje………………. 351 XVIII “Centro de Interpretación do Galeguismo”…. 361 _________________________________________


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I. Los orígenes “Ó que non foi quén de facelo de vivo… fíxóo despois de morto… ¡trintanove anos máis tarde do seu pasamento!... e ben morto que estaba… ¡e o fixo!”. En sus últimas voluntades, el tío Rodolfo siempre insistía a los suyos en su firme deseo de que llevaran sus restos a enterrar “na Terra”, en su Galicia natal. Pero en aquellos días de 1980 en los que falleció, la familia no pudo atender los deseos del padre, y consideró que el imponente Panteón Social del “Centro Gallego”, ubicado en el gigantesco cementerio bonaerense de La Chacarita, había de ser un lugar más que adecuado para el reposo de sus restos. El tío Rodolfo siempre anheló regresar a Galicia. Cuando tenía nueve años, sus padres, Felisa Chamochín y Perfecto Prada, hubieron de emigrar a Argentina, y desde entonces, el hijo tan solo dispuso de una fugaz visita siendo muy joven. Luego, ya de adulto, no pasaron de tres sus esporádicas y cortas estancias “na Terra Nosa”, como él -y los galeguistas- la llamaba. Nacido en 1892, en la pequeña aldea ourensana de Os Peares, la ruina que azotó a la familia como consecuencia de un salvaje incendio que destruyó por completo su próspera hospedería y su almacén de venta, los dos rentables medios de vida, dio con todos sus miembros en Buenos Aires, tras


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las tres duras semanas de navegación por el Atlántico, para más tarde recalar en Mendoza, donde contaban con parientes. Corría el 1901. Más de dos millones de gallegos emigraron a América entre la última década del siglo XIX y la primera del XX. Argentina, Uruguay, Venezuela, Cuba, México… se convirtieron en los destinos más habituales para aquella marea de gentes que no encontraban posibilidades en Galicia. ¿Qué se habría llevado el pequeño Rodolfo de su tierra ourensana a tan corta edad? Mucho no podía ser. Tan sólo recuerdos de niño: la escuela de don Roque, sus tiempos de monaguillo con don Servando, los juegos infantiles con los amigos por el monte, los baños en el río, algún viaje desde Barra de Miño a Ourense en “a leiteira”, el cruce del Miño en la barca de David, el barquero… Pero seguro que aquella apasionada galeguidade de la que hizo gala sin descanso a lo largo de su vida, le acompañó siempre grabada a fuego en su alma desde la misma cuna, y por supuesto, sin él advertirlo en su niñez. Volvió a Galicia por primera vez nueve años después, en 1910, cuando sus padres lo mandaron a estudiar a Ourense en el Colegio de los Maristas y en la Academia Villar. Tenía dieciocho años y regresó a Mendoza con casi veinte. En este tiempo cabe suponer que el amor a “Terra Nosa” se hubo de encender de nuevo con tal fuerza, que su galeguismo quedó ya prendido para nunca jamás apagarse. Tras el retorno a Mendoza, con la buena preparación adquirida en Galicia, no tardó demasiado en encontrar un prometedor trabajo en el “Banco


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Anglo Hispano-Americano”, en el que permaneció durante diez fructíferos años, alcanzando una notable madurez laboral. En 1918, fue trasladado a la sede central del banco, en Buenos Aires, y nada más llegar, comenzó a participar en las actividades que organizaban los galeguistas de la capital. Y desde entonces hasta hoy mismo, noviembre de 2019, su predicamento político y su infinita labor en pro de “a Terra”, “da Terra Nosa” decía él con la mirada encendida, todavía perduran con máxima vigencia.

Buenos Aires, 1915. Rodolfo Prada Chamochín, a los veintitrés años. (Archivo de la familia Prada Alliende).

Según las notas de que disponemos, tan solo pudo regresar a Galicia en tres ocasiones más: la primera en 1931, antes de la Guerra Civil; la segunda, en 1948, en plena postguerra; y la tercera,


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en 1963, a los sesenta y ocho años de edad, quizás a modo de despedida de la familia y de “a Terra”, y ya con el régimen franquista más próximo a finalizar. La primera, en 1931, visitó Pontevedra para intervenir en la constitución del “Partido Galeguista”, en su condición de presidente del grupo de Buenos Aires, que se quería adherir así con su presencia al nuevo partido. Allí tendría el tío Rodolfo su primer contacto directo con algunos de los grandes intelectuales de Galicia, entre ellos, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. En ese instante, nacería la honda amistad y mutua admiración que se profesaron el resto de sus vidas. En su visita de 1948, parece evidente que el tío Rodolfo cometió una imprudencia que le pudo acarrear graves consecuencias, ya que el régimen franquista, de lleno en la postguerra, campaba a sus anchas por encima de la leyes y de la justicia, y persiguiendo a todo aquel que en el pasado no fuera de sus mismas ideas. Rodolfo Prada pudo haber sido uno de los miles de represaliados del gobierno de Franco. <<Anunciado el viaje desde Buenos Aires -escribíamos en “Tiempos de Mamá Felisa”-, una semana antes de la llegada del tío a Vigo, su hermana Daría recibía la visita de la Policia Secreta franquista para hacerle toda clase de averiguaciones sobre Rodolfo Prada Chamochín. La proximidad que mantenía con los líderes galeguistas exiliados en Buenos Aires, era conocida con todo detalle por los servicios de inteligencia nacionales. Fue poner el pie en suelo español, y encontrarse sometido de


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inmediato a una vigilancia permanente e ininterrumpida, que no finalizaría hasta que salió para Argentina desde el Aeropuerto de Barajas. Y eso, a pesar de que su hermana y su cuñado, que alojaban a Rodolfo en su propia casa de la Calle del Progreso, se declararon siempre franquistas incondicionales -paradojas de la vida-, y no planteaban la más mínima duda sobre su lealtad al régimen del dictador. Yo era un niñito de siete años, y aún me acuerdo a la abuela Daría de cómo tenía que informar con puntualidad extrema a la policía de cada uno de los desplazamientos y cambios de domicilio que hacía Rodolfo en su estancia en Galicia. Fue tanta la vigilancia que hubo de sufrir en aquel corto espacio de tiempo -poco más de quince días-, que la abuela Daría llegó a hacer cierta amistad con los agentes policiales, a los que convidaba de vez en cuando a tomar algo en casa… con el ruego parejo de que dieran un trato considerado a su hermano. También contaba la abuela, que desde unos días antes de la llegada de Rodolfo, hasta el mismo día de su marcha a Buenos Aires, ella acudía cada mañana a la iglesia de María Auxiliadora a poner una vela a la Virgen, para que desde el cielo tuviera a bien proteger a su hermano, y no dejara que la policía lo detuviera en cualquier momento. En este tiempo, del miedo que tenía, Daría no era capaz de conciliar el sueño. >> Más de uno pensará por qué vengo a recordar esto en la actualidad, que ya no viene a cuento, que sucedió hace muchos años, que son historias finiquitadas… Pero tengo que hacerlo, pues los aconteci-


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mientos futuros de los que hablaremos darán para meditar a mucha gente -entre ellos a mí- que no comparte las ideas políticas de la actual derecha dirigente…. heredera en gran manera del franquismo… de aquellos comportamientos que en su día podían haber acabado con el tío Rodolfo sin demasiadas preguntas… Y ahora, muchos años después, al recibir tantos homenajes -deberían ser liderados por el galeguismo-, no sabemos si el homenajeado los hubiera aceptado en vida con su total complacencia. Transcurridos quince años desde el viaje anterior, el tío Rodolfo viene de nuevo a “Terra Nosa” en julio de 1963, con más brevedad que la otra vez, y con la amorosa compañía de Manolita, su esposa. El régimen franquista había remitido parcialmente de la tremenda represión de la posguerra, y la democracia se imaginaba más cercana. Aún habría que aguardar doce años más.

Santa. María de Oia (Pontevedra), 1963. Rodolfo Prada Chamochín. (Archivo de la familia Lama Prada).


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Un día, paseando con el tío por el puerto de Vigo, atracaba en el muelle un gigantesco trasatlántico lleno de turistas… “De ese mismo muelle salí yo con mis padres para Buenos Aires. Ahora ya no hay emigrantes para llenar esos barcos”, me dijo. Le expliqué algo que él ya debía de saber, que los gallegos seguían emigrando, aunque en la actualidad lo hacían a países de Centroeuropa… “O dicía Castelao -me comentó- que os galegos buscamos o pan onde sexa”. Antes de regresar a Buenos Aires, el tío le confesó a la familia que había encontrado a Galicia con una franca mejoría, y que dejaba sus más fervientes deseos y parabens para que continuase en línea ascendente.

Santa María de Oia (Pontevedra), 1963. Rodolfo Prada y su esposa, Manolita Fraga. (Archivo de la familia Lama Prada).


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El 3 de noviembre de 1980, fallecía en Buenos Aires nuestro querido tío-abuelo Rodolfo Prada Chamochín, a la edad de ochenta y ocho años. Murió en el Hospital del “Centro Gallego”, a causa de un paro cardíaco, en la misma sala de espera a la que acudía a la consulta de su médico. A su multitudinario entierro en el cementerio de La Chacarita asistieron muchas autoridades argentinas, la Embajada de España en su totalidad, dirigentes y exdirigentes del “Centro Gallego”, del “Centro Orensano”, del “Centro Lucense”, del de Pontevedra, cientos de gallegos residentes en la capital… y desde Galicia llegaron millares de testimonios de solidaridad y de pésame. Sus restos mortales reposaron en el Panteón Social del “Centro Gallego”, muy cerca del nicho que guardaba el cadáver embalsamado de “seu irmao”, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. En la capilla del Panteón -“con un magnífico retablo en granito gallego del inolvidable escultor Asorey, realizado en su taller de Santiago de Compostela”,

según redactaba él mismo en una de sus colaboraciones en la prensa gallega con motivo del histórico entierro de Castelao- se rezaron las últimas plegarias por su alma, en galego por supuesto, y oficiadas por el sacerdote, también gallego, R.P. Villamarín, gran amigo del tío. Las voces de la “Coral del Centro Gallego” le acompañaron en este adiós…


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Buenos Aires, Panteón Social del “Centro Gallego”, en el Cemeterio de La Chacarita.


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El 5 de noviembre de 1980, el diario “La Prensa” de Buenos Aires publicaba esta nota necrológica del fallecimiento dos día antes de Rodolfo Prada Chamochín, y de su solemne entierro en el Cementerio de La Chacarita.


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La prensa española, en este caso el diario “El País”, también recogió el día 6 de noviembre de 1980 el fallecimiento de Rodolfo Prada Chamochín en Buenos Aires.


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II. Os Peares Rodolfo Prada Chamochín nació en el verano de 1892 en la pequeña aldea de Os Peares. Situada entre Ourense y Lugo, Os Peares reunía, además de una extraordinaria belleza natural, la singularidad de su estratégica situación geográfica, una floreciente economía y un más que original status político. Allí mismo, justo delante de la histórica estación del tren, confluyen tres ríos, los dos más largos de Galicia, el Miño y el Sil, y otro pequeño, el río Búbal. Es por esto que dicen que el nombre del pueblo viene del término gallego “peares”, referido a las grandes piedras que se colocaban en los trechos de los ríos más estrechos y en calma, para poder cruzarlos a pie cuando la corriente no era muy fuerte. Otros tiempos. También dicen algunos paisanos con mucha guasa que ellos en su casa pueden comer en la provincia de Ourense, y cambiando de sala, cenar en la de Lugo. Otro cuenta que a pesar de que él es de la provincia de Ourense, va siempre a misa a la provincia de Lugo. Y casi como un saludo, los vecinos de Os Peares informan a los forasteros de que, “cuando un asno rebuzna en el puente sobre el río Sil, se puede escuchar al mismo tiempo en cuatro concellos, cuatro parroquias, tres partidos judiciales, dos diócesis…”


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En la época en la que nació el tío Rodolfo, el pueblo vivía tiempos de pleno apogeo, motivados sin duda por la construcción de la vía ferroviaria Ourense-Monforte, que tenía en la estación de Os Peares un centro estratégico en la comunicación y en la distribución comercial entre ambas poblaciones y las comarcas próximas. Trabajadores del ferrocarril llegados desde Galicia y desde la Castilla más cercana, se instalaron en la zona, a menudo junto a sus familias, propiaciando así el desarrollo económico del pueblo.

En la parroquia de Os Peares, muy cerca de la famosa estación del ferrocarril, el río Miño discurre bajo el puente del tren, y recibe la afluencia del río Sil, que baja a su izquierda.

Y también aconteció que al convertirse la estación en el lugar de aprovisionamiento de toda la comarca, y asimismo, punto de partida de los envíos de mercancías propias al exterior, la creciente pujanza de Os Peares gracias a la influencia del ferrocarril, provocó la llegada al pueblo de no pocas


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familias, que veían una gran oportunidad para invertir en negocios al calor de aquella bonanza. Sastrerías, mercerías, ultramarinos, pescaderías, muchas tabernas, barberías, hostales, pensiones… Desde Luintra a Castro, desde Morán a Bazal… todos los vecinos de la comarca se acercaban a Os Peares para realizar sus compras. El pequeño pueblo, de apenas un centenar de habitantes pasó a tener más de mil, sin contar por añadidura, la gente de paso que no era precisamente poca. Los padres de Rodolfo fueron de aquéllos que llegaron con el auge del pueblo, y allí abrieron un hospedaje y un almacén de esos de la época, en los que se vendían de todo, muy cerca de la estación. Mamá Felisa era de Barra de Miño, en el concello de Coles, y Perfecto Prada, de Santa Marta de Velle, del concello de Ourense. El matrimonio, a pesar del negocio en Os Peares, mantenía su vivienda familiar en Barra de Miño, a unos cuatro kilómetros.

El puente del tren de Os Peares, donde se fusionan los ríos Miño y Sil, fue proyectado por la escuela del ingeniero francés Eiffel en la últimana década del siglo XIX.


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La extensa comarca de Os Peares tenía su núcleo de población repartido en cuatro parroquias, cuatro concellos, dos provincias y dos obispados. Las parroquias ourensanas eran Os Peares y Viñoás, pertenecientes a los concellos de A Peroxa y de Nogueira de Ramuín; las lucenses, Oleiros y Pombeiro, de los concellos de Carballedo y de Pantón. La estación de Os Peares se encuentra en la línea ferroviaria que va desde Barra de Miño hasta San Pedro de Sil. Es un tramo de vía única y electrificada, que allí, en el trecho de la estación, se bifurca en otras para el cruce de los trenes circulantes. La vía férrea Ourense-Monforte fue inaugurada el 1 de diciembre de 1884, siendo explotada en sus inicios por diferentes compañías, hasta que en 1941 se integró en la recién creada RENFE.

Principios del siglo XX. Estación ferroviaria de Os Peares.

Aquel lugar se convirtió en punto esencial en las comunicaciones entre la Galicia de la costa y el sur de la provincia de Lugo. Gracias a dos puentes, el del tren y el de la carretera, por allí discurría la ruta más corta para salvar los ríos Miño


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y Sil, y hacer posible el tráfico de mercancías y pasajeros desde el suroeste de Galicia hasta la montaña lucense y el interior del país.

En el mapa se puede observar el entorno de Os Peares entre Ourense y Monforte de Lemos, la unión de los tres ríos, Miño, Sil y Búbal, y la ubicación de los embalses de Os Peares, San Pedro y Santo Estevo, que llenaron la comarca de trabajo y progreso -igual a lo sucedido con la red ferroviaria-, en las dos décadas posteriores a la Guerra Civil. La historia dice que mucha de la mano de obra empleada fueron presidiarios del régimen franquista.

Muy cerca de la fusión de los tres ríos y de la estación se encuentra el pueblo de Amandi, una pequeña zona de exquisitos vinos, ya descubierta por los romanos hace dos mil años. Las bodegas creadas al principio del siglo XX se convertirían en una fuente inigualable de riqueza para Os Peares.


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Es precisamente en Os Peares donde comienza por el sur la hermosa y legendaria Ribeira Sacra, una de las comarcas más interesante de Galicia por su valor cultural, económico y religioso… y por su imponente vertiente paisajística. Discurre por unos espacios naturales de una belleza infinita, que atraen a visitantes de todo el mundo.

Al fondo de la imagen se observa el embalse de Os Peares, a pocos kilómetros del pueblo. Abajo, el puente del tren y el puente de la carretera sobre los ríos Miño y Sil. El embalse comezó a construirse en 1947, y Franco lo inaguró en 1955.

El tío Rodolfo, durante su niñez, fue testigo de tiempos de gran bonanza para Os Peares. Su familia mantenía las opciones de vivir allí o en Barra de Miño, en un hermoso enclave frente al río, y separadas ambas aldeas por unos empinados caminos, llenos de piedras y pronunciadas curvas. Cara a


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Os Peares, cuesta arriba, y cara a Barra de Miño, cuesta abajo, tan dificultosos en un sentido como en el otro. Cuentan que al poco tiempo de de nacer Rodolfo, el primer hijo del matrimonio, Mamá Felisa cogió al bebé en brazos, y desde Os Peares, monte arriba, se marchó a bautizarlo a la iglesia parroquial de Santa María de Temes. Cuatro kilómetros de empinadas corredoiras, y una vez que el cura, don Fulgencio, finalizó el sacramento, y tras una generosa limosna, de nuevo hacia abajo hasta llegar a casa.

Iglesia parroquial de Santa María de Temes en Culleredo.

En 1901, como ya explicamos, Rodolfo emigra a Argentina junto a sus padres con nueve años recién cumplidos. Poca cosa debió llevarse de su tierra, pero pasados los tiempos de niño y de adolescente, su galeguidade no tardaría en aflorar. Es por ello que siempre anduvo por los caminos de la vida convenientemente informado de cuanto


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acontecía “na Terra”. Supo del progreso alcanzado en la villa con la red ferroviaria, con la puesta en marcha de las “Bodegas Gallegas”, del aumento de los viñedos, del aserradero, del propio comercio y de otras industrias menores surgidas a la sombra de la estación, al aumento de población y a las buenas comunicaciones. Es en 1908 cuando se fundan en Os Peares las “Bodegas Gallegas”, que comercializaron con tanto acierto los abundantes y excelentes vinos de la comarca, aportando al pueblo una riqueza impensable en aquellos tiempos: puestos de trabajo, cosechas aseguradas, aumento de la producción… Fue la primera firma en introducir el embotellado en la vinicultura ourensana. La idea nació de un emigrado en Cuba, que observó que en la isla caribeña el vino gallego se cotizaba más que el Rioja. De apellido Randulfe, intuyó con gran olfato vio las grandes posibilidades de negocio. Su visión comercial encontró eco en un destacado enólogo riojano, Victorino Rubio, por entonces afincado en Os Peares. El banquero Pedro Romero aportó la financiación necesaria. “Bodegas Gallegas” embotelló y comercializó el vino blanco con la marca “Brillante”, y el tinto como “Tres Ríos”, en referencia a la confluencia del Miño, del Sil y del Búbal en la tierra de Os Peares. Más tarde, amplió la producción con el vino tostado “Los Gallegos”. La bodega se publicita con profusión en los diarios de la época. En un semanario satírico de Madrid, y en vísperas de las elecciones a las Cortes de 1914, se podía leer: “Nada de borracheras. Se pueden evitar mañana si el vino que beban los elec-


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tores es el de las“Bodegas Gallegas de Pedro Romero y Hermanos”. Su anuncio más emblemático mostraba a una pareja de galeguiños bailando y alzando las dos botellas, una de vino blanco “Brillante”, y otra de tinto “Tres Ríos”. Debajo, la lista de vendedores en Latinoamérica y Filipinas.

La revista “Vida Gallega” le dedica un amplio reportaje en 1913, hablando de sus fundadores, de los inicios de la empresa, de su mercado en Galicia, en Madrid… y hasta en Sudamérica y Filipinas.


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Tres Ríos, vino de una bodega pionera que inundó Suramérica Bodegas Gallegas, nacida en 1908 en Os Peares, exportaba ya a Cuba, Argentina, Puerto Rico, Méjico, Brasil, Costa Rica y Filipinas. // La fundaron los banqueros Pedro Romero y Hnos., Vicente Randulfe y Vicente Rubio.

Os Peares, 1913. Pabellones centrales de las “Bodegas Gallegas”, ubicados en la misma línea ferrea de Ourense y Monforte. Allí se cargaba el vino con destino a Vigo, para embarcarlo a continuación rumbo a Sudamérica. También salían vagones para el resto de Galicia, y hacia Madrid. (Foto “Vida Gallega”).


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Os Peares, “Bodegas Gallegas”, 1913. En la fotografía de la izquierda, se observan unas mujeres colocando el precinto a las botellas; a la derecha, Rubio y Randulfe, los entusiastas industriales del vino de Os Peares; en la tercera, trabajadores etiquetando las botellas.

Otro anuncio de “Bodegas Gallegas”, en el que se mencionan las Medallas de Oro concedidas: Santiago en 1909, Valencia y Buenos Aires, en 1910, Puerto Rico en 1911 y Londres en 1912.


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Rodolfo Prada Chamochín, desde Buenos Aires, conocía al dedillo todos los progresos que iban aconteciendo en la villa. Entre la familia y las muchas amistades, la información le llegaba puntualmente en aquellas cartas tan aguardadas y releídas con verdadera pasión. Las celebraba con una incontenible emoción, y jamás dejó de sentir en lo más hondo de su alma la tremenda nostalgia, la enorme morriña… que lo atormentarían a lo largo de toda su vida. Y pese a ello, el tío Rofolfo, con ese gran sentido del humor que jamás le faltó, seguro que sería capaz de ponerle música, y cantar con los suyos la original publicidad que hacían las bodegas de su pueblo en los periódicos.

La publicación“Galicia Agraria” recogió más adelante la historia detallada de las “Bodegas


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Gallegas”, de la que escogemos el comentario de su más que favorable situación comercial en los años de la Primera Guerra Mundial. Durante la 1ª Guerra Mundial cabe pensar que las ventas de la firma se multiplicaron, tanto en España como en el extranjero, dado que los principales productores europeos de vinos estaban enredados en el conflicto bélico. Ante la escasez de buenos vinos franceses, seguro que los vinos de calidad de Bodegas Gallegas encontraron una creciente aceptación, y no es de extrañar que la empresa se esforzase en recalcar el 'exquisito bouquet', la fragancia, la transparencia, la finura y la pureza de sus caldos.

La ilustración deja ben claro que los viños iban dirijidos a gentes “sofisticadas”.


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Después de la Primera Guerra Mundial -contaba “Galicia Agraria”-, muchos bancos europeos quebraron a causa de la fuerte crisis que dejó el conflicto bélico. Uno de ellos fue la “Banca Romero”, y en la liquidación de sus bienes, las “Bodegas Gallegas” pasaron a otras manos. Con el paso del tempo, en los años veinte, fueron absorbidas por nuevas empresas vitivinícolas de mayor volumen y vanguardia.

Estación de ferrocarril de Os Peares, con doble vía para los cruces de los trenes en circulación.

Cuando el tío Rodolfo vino a Galicia por tercera vez, en 1948, recorrió Os Peares de punta a punta. Yo, sobrino-nieto, lo acompañé en el viaje, y aún recuerdo, a pesar de mis siete años, su mirada enamorada de ”a Terra”, de los montes, de los campos, de los ríos… de la inmensidad del paisaje… No había lugar que no prendiera en su ánimo… y muchas veces se quedaba estático, mirando, extasiado… Pasó por la casa de la familia, ya medio abandonada, ruinosa, con restos del almacén aún por allí… por la vieja estación… y no dejó de ir a rezar a


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la iglesia de Santa María de Temes, donde me aclaró que había sido bautizado. Y así como de niño fue testigo del auge del pueblo debido al ferrocarril, en esta ocasión, el tío Rodolfo coincidió con los inicios de la construcción de la presa hidroeléctrica de Os Peares. Si la red ferroviaria trajo al pueblo mucha gente y progreso, la presa traería todavía más. A lo largo de 1947, fueron llegando trabajadores de diferentes ramas: ingenieros, arquitectos técnicos, administrativos… cinco mil nuevos habitantes, que incluso hubieron de construir un barrio propio para vivir.

Presa de Os Peares en 1954, a un año de ser inaugurada por el Jefe del Estado, Francisco Franco. A la izquierda de la imagen, se pueden ver varios de los edificios construidos para vivendas de los traballadores y para oficinas.

Os Peares ya estaba consolidado como uno de los pueblos más importantes de la comarca, sin duda el más importante de los cuatro concellos. Con el inicio del embalse, los mil habitantes que tenía se incrementaron de forma considerable, propiciando un explosivo impacto económico y social en la zona. Si antes vivió su tiempo dorado con el tren, ahora con la presa reverdecía épocas pasadas. Decían en


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un periódico de entonces, que Os Peares había pasado a vivir, “no un boom como el de antes, sino más bien un reboom”.

Os Peares, años cuarenta. Parte de la barriada edificada en las laderas del monte, para albergar a los cinco mil trabajadores que llegaron para la construcción de la presa.

La estancia del tío Rodolfo “na Nosa Terra” aglutinaba un triple aliciente para él: visitar a su amada familia, de la que nunca se “separó” a pesar de la distancia; recorrer toda Galicia palmo a palmo; y la inseparable vertiente política, tan apasionante como peligrosa en aquel momento. Y todo, en apenas un mes. Con la disponibilidad total del auto de su sobrino Camilo -conducido por Rafael, el bienquerido chofer de la familia-, y yo de testigo, acompa-


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ñándolo en muchas ocasiones, el tío no encontraba acomodo en ninguna parte. Hoy estaba con los parientes de Barra de Miño, o de Eiradela, en medio de la serenidad de la aldea y de su compañía… como al día siguiente salía disparado para Santiago de Compostela para asistir a la misa del Apóstol… o se presentaba en Monforte de Lemos atendiendo la llamada de un tal Manuel María… y otro día iba a Tui con urgencia para encontrarse con el portugués Hugo Rocha… una mañana se veía con varios personajes en Rianxo… con un poeta en Celanova…

Barra de Miño (Ourense), 1948. Na casa de Os Chamochín. Rodolfo, su hermana Daría, y su esposa doña Manolita.


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En mi memoria de rapaciño guardo el recuerdo del excelente sentido del humor del tío, siempre sonriente, con un talante sereno en los gestos y en el trato, y una inteligencia y una viveza fuera de lo común… Se veía en él un hombre de paz, en calma, con una voz dulce y un tono conciliador. Ir en su compañía suponía un sedante para mí en aquellos días, en los que a pesar de mis siete años, no eché en falta ni una sola vez los juegos con mis amigos de la pandilla. Con su hermana Daría -mi abuela- mantenía desde Buenos Aires una comunicación permanente, y las cartas iban y venían cada poco tiempo de aquí para allá, y de allá para aquí.. Al conversar con el tío, algunas veces, sabía él más de la familia que yo mismo. Si era evidente su desmedido amor por “súa Terra”, a la familia no la olvidaría jamás.

Barra de Miño (Ourense), 1948. En la casa de los Chamochín. De pie, una prima, y en el centro, Manolita Fraga y los hermanos Daría y Rodolfo Prada Chamochín. Abajo, la prima Maruja Chamochín, y su hija Marisa. A la derecha, al fondo, el auto del sobrino, en el que se trasladaron por todos los rincones de Galicia.


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En el último viaje del tío Rodolfo, en 1963, de nuevo recorrió Galicia palmo a palmo, con la misma pasión de siempre, y con aquellas sensaciones de felicidad que se observaban en él, y que yo -ya no era aquel niño de siete años- aún recordaba de la ocasión anterior. El tío contemplaba absorto los campos, el monte, el Miño, las vacas pastando en los prados, los grupos de pericas correteando por los caminos, los campesinos cuidando los viñedos... Una de sus primeras citas, como es natural, tenía que ser Os Peares. Encontró su aldea en pleno auge, con un progreso formidable: comercios, tiendas de alimentación, barberías, bares, pensiones, hospedajes, muchas casas nuevas… y un gran movimiento de ir y venir en torno a de la estación. Nos acercamos al embalse de Os Peares, al de Santo Estevo, al de San Pedro… que enriquecieron la comarca durante su construcción con miles de trabajadores poblando aquella zona.

Embalse de Os Peares, 12 de septiembre de 1954, con su construcción bastante avanzada. Se encontraba a un año de ser inaugurado por Francisco Franco.


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A mediados de la década de los cincuenta, se inauguraron los tres embalses, y aunque la mayoría de los trabajadores fueron dejando la comarca para volver a sus orígenes, o incorporarse a nuevas labores en otros lugares, allí quedaron asentados cientos de operarios en los puestos de mantenimiento de las tres centrales.

Embalse de San Pedro. (Foto Susi Suárez).

Embalse de Santo Estevo de Ribas de Sil.


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El final de las obras de los embalses supuso un despoblamiento paulatino de la comarca. Aquella efervescencia de progreso que se vivía en Os Peares alrededor de su estación, con un permanente movimiento de gentes, de mercancías, de familiares de los trabajadores que llenaban las tiendas, de un aumento notable de niños en la escuela… Todo se fue apagando lentamente como una vela. Del apogeo vivido con la red ferroviaria de finales del siglo XIX, se pasó a la prosperidad alcanzada con las centrales hidroeléctricas de los cuarenta y cincuenta… ¿Y luego? El tío Rodolfo se llevó un grato recuerdo de su último viaje a Galicia, pero Os Peares estaba abocado sin remedio a un intenso retroceso. A mediados de los sesenta y principio de los setenta, los hombres en edad de trabajar se trasladan a otros lugares junto a sus familias. En los ochenta, los operarios de las centrales empiezan a jubilarse, y retornan a sus pueblos de origen. Los comercios, con menos clientes cada día, comienzan a cerrar, igual que la mayoría de los negocios. Os Peares, pasados esos dos grandes períodos de oro que le tocaron en suerte, vuelve a ser, con una lentitud implacable, la aldea que fue hace doscientos años. Tal como nació, murió. Regresa a menos de doscientos habitantes, que en la época estival aumenta con aquellos con más arraigo que no dejan de visitar la tierra donde nacieron. Son descendientes de los esplendorosos tiempos de bonanza, que al menos, han conservado en su sangre el recuerdo de sus orígenes.


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III. “A galeguidade” de Rodolfo Prada El traslado de Rodolfo Prada a Buenos Aires en 1918 -por decisión del Banco Anglo-Sudamericano-, propicia que pueda coincidir con un clima intelectual muy próximo a sus ideales, y como consecuencia, pronto comienza una ferviente actividad galeguista que ya no abandonaría hasta el final de sus días… Su predicamento político y su infinita labor a favor ”da Nosa Terra” todavía perduran hoy en día con toda la vigencia.* Nada más llegar a Buenos Aires se integra en el grupo de emigrantes de “Acción Gallega”, que, entre otras muchas cuestiones, defiende los derechos agrarios de los cientos de trabajadores gallegos del campo. Funda, junto a otros compañeros, la “Casa de Galicia”, la primera entidad gallega de emigrantes, de la que llegó a ser elegido secretario. En 1919, junto a otros dos ourensanos, Julio Davila y Luis López, impulsa la “Asociación Protectora de la Real Academia Galega”, de la que también fue secretario, y nombrado miembro correspondiente de la “Real Academia Galega” por su fundador y entonces presidente, Manuel Murguía. _________________________________________ * (Información recogida en su mayoría de “GALICIA DIXITAL”, en su sección “Galegos”)

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Manuel Murguía, insigne precursor del galeguismo, fue el fundador y presidente de la “Real Acadamia Galega” desde su fundación en 1906, hasta su fallecimiento en 1923. Estaba casado con la poetisa Rosalía de Castro, fallecida con anterioridad en 1885.

En los años veinte, Rodolfo Prada desarrolla una ingente actividad periodística en la capital. Crea y dirige la revista “Acción Gallega”, y funda el “Ateneo de Cultura Gallega”. En 1924 comienza a colaborar en el diario “Correo de Galicia”, periódico del que llegará a ser redactor jefe y copropietario años después. En su primera década en Buenos Aires, no había actividad galeguista en la que Rodolfo Prada Chamochín no participase de forma decisiva, a menudo ocupando puestos preminentes. En 1931, se le presenta la oportunidad de un atractivo viaje a Galicia que terminaría por marcar su futuro. En su condición de presidente del grupo


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de Buenos Aires -que de hecho se presentaba en el acto para adherirse al nuevo partido-, acude a Pontevedra a la fundación del “Partido Galeguista”.

Pontevedra, 7 de diciembre de 1931. Fundación del “Partido Galeguista”. De espaldas, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Entre los presentes en el acto, Rodolfo Prada Chamochín.

Es aquí cuando conoce a los principales intelectuales y líderes gallegos del momento, como Alexandre Bóveda, Vicente Risco, Otero Pedrayo… y en especial, a Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Nacía entonces la profunda amistad y mutua admiración que se profesarían Castelao y Rodolfo Prada durante el resto de sus vidas. Al regreso a Buenos Aires, se reafirma como uno de los principales activistas de la “Organización Republicana Galega Autónoma”, que presidirá entre 1936 y 1937. Un año antes, en 1935, visita Montevideo e imparte una conferencia, “Encol da nosa Galiza”, que sustentará toda la acción galleguista en Uruguay.


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Cuando en España se produce la sublevación militar fascista del 18 de julio de 1936, Rodolfo Prada desarrolla una incesante actividad de oposición al golpe en la “Federación de Sociedades Gallegas de Argentina”, con colaboraciones habituales en el “Xornal Galicia”. De inmediato, comprende la gravedad de la situación, y participa en el “Comité de Apoyo al Frente Popular”. Durante la Guerra Civil fue líder del “Grupo Galeguista” de la capital bonaerense. En 1938, fue elegido secretario del “Centro Gallego” de Buenos Aires, dentro de la candidatura que presidía José Neira Vidal. Se consigue así que la mayor entidad emigrante del mundo, con cerca de casi 100.000 socios, no fuese acaparada por los franquistas.

Buenos Aires, años cuarenta. El “Centro Gallego”, que en esa década llegó a tener casi cien mil asociados.

Desde ese puesto, un año después, gestionaba la llegada de los exiliados de la Guerra Civil española, fundamentalmente profesores, algún médico, exalcaldes, escritores… que habían conseguido


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librarse del asedio franquista, y tal vez salvar la vida con su huida. Su hijo Alberto contaba que en esa época acostumbraba a compartir su cuarto con gente exiliada…

Julio, 1940. Revista del “Centro Gallego” en el “Día de Galicia”.

A partir de aquel primer encuentro en Pontevedra, Rodolfo Prada mantiene con Castelao una continua y relevante correspondencia de índole política que se prolongaría hasta el fallecimiento de éste en 1950.


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“La Voz de Galicia”, 6 de diciembre del 2006. El diario coruñés ofrece la noticia del descubrimiento de un feixe de cartas de Castelao. Ésta dirigida a Rodolfo Prada y sin fecha, podría enmarcarse entre 1936 y 1937, poco antes de su exilio en América.

Es Rodolfo Prada el que realiza todas las gestiones precisas para que Castelao pueda establecerse como exiliado en Argentina en 1940. Había


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abandonado España en 1937, en un periplo que lo llevó por un tiempo a Cuba y Nueva York. Desde su llegada a Buenos Aires, donde Rodolfo lo alberga en su propia casa durante los primeros días de estancia, se consolida entre ellos una sólida amistad. La principal figura del galleguismo convierte a Rodolfo Prada en su persona de confíanza. A partir de ese momento, el ourensano de Os Peares ejecutará todas las acciones ideadas por Castelao para que la capital argentina pase a ser el centro de la resistencia política y cultural en el exterior durante tres frenéticas décadas. En 1941, Rodolfo Prada funda el “Centro Orensano” de Buenos Aires, después de unificar varias sociedades de la provincia de Ourense, que por entonces estaban divididas por comarcas, concellos, grupos diversos… Dirige “El Orensano”, el periódico de la entidad, al tiempo que prosigue con sus colaboraciones en “A Nosa Terra” y “Opinión Gallega”. “A Nosa Terra”, fundado en 1916, se publicaba por entonces en A Coruña, y era el órgano de prensa de las “Irmandades da Fala” *. Colaboraban en él la mayoría de los intelectuales galeguistas de la época, entre ellos el rotulista y dibujante Camilo Díaz Valiño, vilmente fusilado en Poio (Pontevedra) por las topas franquistas en 1936, junto a Víctor Casas, el director del periódico, y nueve republicanos más. *. “Irmandades da Fala”: organización de ideología nacionalista gallega, en funcionamiento de 1916 a 1931, que desarrollaba actividades políticas y culturales, sobre todo en defensa, exaltación y fomento del gallego.


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En 1933, la publicación se traslada a Pontevedra, convirtiéndose en el ideario del “Partido Galleguista”. “A Nosa Terra” desaparece como consecuencia del golpe del 36, y no volverá a publicarse hasta dos años después en Buenos Aires. Allí continuaría viendo la luz periódicamente hasta 1972. Cinco años más tarde, la cabecera reaparecerá en Galicia, hasta su cierre definitivo en 2011.

A Coruña, 25 de Julio de 1929. Portada de Camilo Díaz Valiño, galeguista asesinado en 1936 por los franquistas. Es el padre de Isaac Díaz Pardo, eminente artista, industrial y uno de los grandes pensadores gallegos de la posguerra. El hijo pasó trece años en Argentina, donde creo, junto a Luis Seoane, la industria cerámica La Magdalena.


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“A Nosa Terra” publica la histórica edición del 28 de junio de 1936. El pueblo gallego vota “SÍ” al autogobierno de Galicia con una mayoría absoluta. La Guerra Civil dejaría en suspenso su ratificación en las Cortes.

Buenos Aires, años cuarenta. El periódico “el Orensano”, publicado por el “Centro Orensano” y dirigido por Rodolfo Prada.


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Rodolfo Prada habilitó un despacho para Castelao en el “Centro Orensano”, con lo que la institución pasaba a ser sin género de duda referencia del galeguismo en Sudamérica.

“Centro Orensano” de Buenos Aires, fundado por Rodolfo Prada Chamochín en 1941. En la primera planta, balcón de la derecha, se encontraba el despacho de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, en el que trabajó desde su llegada a Buenos Aires hasta su fallecimiento.


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El “Centro Orensano” es la primera entidad que denuncia la ejecución de Alexandre Bóveda, y el primer lugar donde se celebra el “Día da Galicia Mártir”.

“Centro Orensano” de Buenos Aires, 17 de agosto de 1945. Celebrando el “Día dos Mártires Galegos”. Presentación del busto de bronce de Alexandre Bóveda -galleguista fusilado por el franquismo en 1936-, y del cuadro de Castelao “A derradeira leición do mestre”, obsequio de su autor al centro. Entre las autoridades presentes, se encuentran Rodolfo Prada, Castelao y los principales dirigentes de la “Irmandade Galega”.

En 1938, Hernán Quijano publica “Galicia Mártir - Episodios del terror blanco en las provincias gallegas”, ilustrado con láminas del álbum de Castelao “Galicia Mártir, estampas por Castelao”, que se editó en 1937 durante su estancia en Valencia, con una dedicatoria muy especial “Aos galegos que andan polo mundo”. Al parecer, Hernán Quijano es el pseudónimo que utilizó el artista y galeguista Luis Seoane.


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Valencia, febrero de 1937. “Galicia Mártir”, de Castelao, con una colección de estampas terroríficas de la Guerra Civil, y una especial dedicatoria en su primera página.


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“Galicia Mártir-Episodios del terror blanco en las provincias gallegas”, editado en 1938 en Buenos Aires, y obra de Hernán Quijano, pseudónimo que utilizó Luis Seoane. Ilustrado con láminas de Castelao de su álbum “Galicia mártir”.

“Evadidos”,“El paraíso fascista”, “Todo por la patria, la religión y la familia”


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“Los mártires serán santos”

“Para que levanten el puño”

“Castigo menor”

“Antes muerta que ultrajada”

“Matáronle un hijo”

“Entierran cadáveres, entierran simientes”


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Esta obra de Castelao, “A derradeira leición do mestre”, era en principio una estampa más de su album “Galicia Mártir” Estampas por Castelao”. A petición de Rodolfo Prada, Castelao la reprodujo en este imponente cuadro con el que obsequió al “Centro Orensano” en 1945. En 2018, la Xunta de Galicia consiguió recuperarlo temporalmente, y estuvo expuesto al público en la Cidade da Cultura de Santiago de Compostela y en la Deputación Provincial de Ourense. Es un exponente bien clarificador del terror sufrido en Galicia durante la Guerra Civil, en la que los maestros, especialmente, fueron vilmente asesinados.


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En la práctica, Rodolfo Prada será el secretario político y ejecutivo de la “Irmandade Galega”, nombre con el que Castelao decide llamar al “Partido Galleguista” durante el exilio. Como tal, hace un extenso viaje por toda América entre 1943 y 1944, buscando apoyos para la causa Castelao confía a Prada la publicación de su ensayo político “Sempre en Galiza”, considerado como la Biblia del galleguismo. Prada consigue que lo edite el “Centro Orensano”, para lo cual funda “Ediciones As Burgas”. En un solemne acto celebrado en el centro el 2 de abril de 1944, se hace entrega a Alfonso Daniel Rodríguez Castelao del primer ejemplar de “Sempre en Galiza”.

Buenos Aires, 2 de abril de 1944. Bajo el busto de Alexandre Bóveda, Rodolfo Prada Chamochín hace entrega a Castelao del primer ejemplar de su libro “Sempre en Galiza”, editado por el “Centro Orensano”,


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Durante la Guerra Civil, Rodolfo Prada Chamochín recibe una oferta profesional de los Andreu, familia catalanista conservadora, para encomendarle abrir en Argentina una delegación de su laboratorio. Al final de la contienda, los anarquistas toman Barcelona y confiscan la sede central de la farmacéutica de los Andreu. Es entonces cuando “Laboratorios del Doctor Andreu”, que seguía funcionando en Buenos Aires, empieza a extenderse por Sudamérica, evitando así su desaparición. Con tal motivo -Rodolfo había abandonado el banco-, empieza a viajar por el continente como gerente y hombre de confianza de los Andreu en la zona. En esos viajes de trabajo, aprovecha para contactar con las comunidades gallegas de los países que visita, de tal forma que se hizo profundo conocedor de la América gallega, hasta acabar reorganizando el galeguismo de aquellos lugares por los que pasaba.

La crema pectoral y las famosas pastillas del Doctor Andreu para curar la tos se vendieron por medio mundo.


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Como consecuencia de aquellos viajes, Castelao le hace llegar un escrito para acreditar su representación y absoluta confianza -“no irmán Rodolfo Prada”- en todas las gestiones relacionadas con el movimiento galleguista que realizase en los países que visitaba.

Escrito de Castelao dirigido a Rodolfo Prada, en el que corroboraba su representación ante el galeguismo de los países que recorría en sus viajes de trabajo: Uruguay, Chile, Perú, Cuba, México…


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Daniel Rodríguez Castelao trata de organizar un gobierno de Galicia en el exilio, bautizado con el nombre de “Consello de Galiza”, tal y como tienen Cataluña y el País Vasco, pero surgen discrepancias con galeguistas del interior -residentes en Galicia-, como Ramón Piñeiro, Fernández del Riego y Gómez Román, entre otros. En 1948, Rodolfo Prada realiza un viaje clandestino a Galicia para resolver este desencuentro y limar asperenzas con los galleguistas menos afines con los planes de Castelao. Aunque no es seguro, podría tratarse del mismo viaje que hizo ese año, en el que visitó a la familia, recorrió Galicia de punta a punta… y efectivamente, se entrevistó en secreto con muchos personajes de la política gallega.

Buenos Aires, 1946. Xuntanza del “Concello de Galiza”. Daniel Rodríguez Castelao y Rodolfo Prada Chamochín, en los extremos de la fotografía.

Durante las décadas de los cuarenta y cincuenta, nace “Galeuzca” (Galicia, Euskadi y Catalu-


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nya), organismo creado para coordinar las acciones del “Consello de Galiza”, el “Gobierno Vasco” y la “Generalitat de Catalunya”. Rodolfo Prada es uno de sus principales impulsores, y como representante de la delegación gallega, participa en el homenaje que el “Consell Nacional de Catalunya” tributa a Lluis Copanys, evento que tuvo lugar en México el 15 de octubre de 1944.

Montevideo, 1945. Alfonso Daniel Rodríguez Castelao pronuncia un entusiasta discurso en un acto de “Galeuzca”.


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La mayoría de las actividades culturales y políticas que los galeguistas celebraban en Buenos Aires, tenían casi siempre como escenario el “Centro Gallego” o el “Centro Orensano”. En ellos se tejía toda la estrategia a desarrollar en defensa de los interes de Galicia.

Buenos Aires, 1948. Acto inaugural de la exposición del “Libro Galego”, con la presencia de Alfonso Daniel R. Castelao, Rodolfo Prada, Basilio Álvarez… junto a las autoridades del “Centro Gallego”.


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Durante estos diez años que Castelao pasó en Buenos Aires, Rodolfo Prada se encargó de venderle sus cuadros por la capital, y gracias a las influencias con la colonia gallega y a la buena posición que ocupaba en la sociedad bonaerense, conseguía proporcionarle unos ingresos necesarios para vivir. También se sospecha, que muchas veces, cuando no se vendían, él que los compraba era el mismo Rodolfo.

La Estrada, 1912. Boda de Castealo con Virxinia Pereira.


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Entre ese feixe de cartas que mantuvieron los galeguistas entre sí, y que fueron aparenciendo poco a poco con el tiempo -recopilados sus contenidos y publicadas en el libro “Laio polo irmán ausente”, de Xesús Alonso Montero-, encontramos una entre Rodolfo Prada y Ramón Otero Pedrayo, y otra recibida de Francisco Fernández del Riego, que nos aclaran dudas anteriores. En la primera carta, de noviembre de 1946, Rodolfo da cuenta de las pocas noticias que tenía de ”nuestro hermano mayor Daniel”, ya que cuando llegó a Buenos Aires de regreso de Galicia, él se había ido un mes antes de viaje a París. Sin noticias de sus actividades, su esposa Virginia nos informó que había caído enfermo con una afección al hígado, que lo tuvo postrado en cama varias semanas. En el segundo escrito, de diciembre del mismo año, Francisco Fernández del Riego, le escribe a Rodolfo: “Nos place mucho que la estancia de V. y de su mujer haya sido agradable. Con la alegría que no desconoce, le recibiremos de nuevo en el próximo viaje que proyectan.”… Estas dos cartas confirman el viaje clandestino a Galicia de 1946, que tuvo que hacer por deseo de Castelao para cortar asperezas, limar diferencias, aunar voluntades… con los galegistas del interior -que así les llamaban en Buenos Aires a los que permanecían en Galicia-, Fernández del Riego, Ramón Piñeiro, Gómez Román… En la carta de Fernandez del Riego, menciona el proyecto de un nuevo viaje de Rodolfo Prada a Galicia, que es precisamente el conocido de 1948. Queda bien patente por estas cartas, que Rodolfo Prada fue en aquellos momentos embajador


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de plena confianza de Castelao, y la persona más indicada para llevar adelante esa misión tan delicada. El de Os Peares, de carácter afable, poco de figurar, siempre en segunda fila, pero riguroso y trabajador, hombre de paz, resultaba un gran negóciador, como ya lo había demostrado en sus múlriples viajes por Montevideo, Chile, Cuba, México…

En Vigo, 2006, Xesús Alonso Montero publica “Laio polo irmán ausente”, una recopilación de las cartas que han mantenido los galeguistas en el exilio y los del “interior”, rediriéndose en este caso a los que se mantenían en Galicia.


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Llama la atención en estas cartas, el hecho de que la mayoría están escritas como en clave, evidentemente tratando de escapar de la censura franquista. Hablan de la gerencia en los negocios, la discrepancia de algunos socios, el capital del negocio se va acrecentando, asuntos jurídicos, Consejo de Administración… siempre ambientando los escritos con criterios industriales y comerciales. En alguna ocasión las cartas se llegaban a enviar a Buenos Aires desde Portugal.

Francisco Fernández del Riego, pocos años antes de su fallecimiento en Vigo en 2010.

En un escrito de Rodolfo desde Lima a Ramón Otero Pedrayo, marzo de 1947, en galego como casi todos, le informa que la salud de Daniel ”non anda alá moi ben”. Anda, empleando sus mismos términos, “facendolle tolerías o corazón”. Dolorosamente, sí que va perdiendo la vista. También le cuenta una noticia grata. El ”Centro Gallego” casi tiene decidido editar el libro “Cruces de Pedra” de Castelao, y se espera que la


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edición sea con la categoría que merece tan magnífica obra. A partir de finales de 1946, la salud de Castelao va empeorando poco a poco, Su acostumbrada actividad política empieza a decaer paulatinamente, a pesar de que nunca fue consciente de la grave enfermedad que acabaría con él. Los médicos se lo ocultaron, y su carácter festeiro y optimista siempre confiaba en una rápida recuperación que nunca se dio. Su esposa Virginia tampoco estaba informada. Rodolfo Prada estuvo a su lado hasta el último momento, y se erigió en el enlace que daba noticias de Castelao a Galicia, sobre todo a través de Ramón Otero Pedrayo y de Francisco Fernández del Riego.

Ramón Otero Pedrayo.

En mayo de 1949, Rodolfo le escribe a Otero Pedrayo una larga misiva, informándole con todo


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detalle acerca de la gravedad de la salud de Daniel. Un emocionante escrito que da cuenta del inmeso amor y admiración que le guarda, y el profundo dolor que lo sobrecoge. “¡O noso Daniel váisenos, está ferido de morte por un neoplasma no pulmón direito!”. Virginia, su mujer aún no sabe nada. “¡Con que celo e abnegación o coida! É unha santa esposa.” La alarma por el estado de salud de Castelao, se extendió rápidamente por Galicia. Las cartas entre Xosé Núñez Búa, Ben-Cho-Shey, Filgueira Valverde, Florentino L. Cuevillas, Gómez Román, Iglesias Alvariño, Ramón Cabanillas, Valentín Paz Andrade… sobre todo con Otero Pedrayo -receptor de las noticias de Rodolfo Prada-, se repitieron durante unos meses hasta su fallecimiento. En septiembre de 1949, Rodolfo dirige un escrito de varias páginas a Otero Pedrayo, en el que explica “a anguria cotidián de istar no cerne do tráxico e irreparabel esmorecer de noso benquerido Daniel”…”imos tendo concencia da inorme perda que vai a representar pra os amigos, pra galeguidade, pra patria nosa, o seu pasamento”… “¡A escuridá vén e vén a botarse riba de nós…! El 7 de enero de 1950, se recibe un telegrama de Rodolfo Prada. “Nuestro Daniel, gravísimo” Fallecía en el Sanatorio del Centro Gallego de Buenos Aires a las once de la noche, tras una larga agonía.


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IV. El entierro de Castelao La categoría personal, intelectual y el liderazgo indiscutible de Alfonso Daniel R. Castelao en el mundo galeguista, se ve reflejada con absoluta fidelidad en el grandioso entierro de sus restos mortales en Buenos Aires. No hay palabras suficientes en el diccionario para poder describir con exactitud el inenarrable ceremonial que le dedicaron los gallegos de la capital. Tan sólo las imágenes pueden ayudar algo a definir los impresionantes actos fúnebres celebrados en su honra. El emocionante entierro de Castelao en enero de 1950, ha quedado sellado para siempre en la historia de Argentina. Rodolfo Prada, “seu irmán” -como el mismo Castelao lo consideraba-, se convertiría en un testigo único, y el más fiel relator de los emotivos acontecimientos acaecidos alrededor do pasamento del gran maestro. Presente a su lado en la última década de su vida en Buenos Aires, en la lenta enfermedad que le acosaría en los tiempos finales, presente en su lenta agonía en el hospital del “Centro Gallego”, en todo el solemne y emocionante ceremonial celebrado, receptor de las numerosas y sentidas misivas de Galicia y del resto del mundo… y albacea, al fin, de su trascendente herencia intelectual y política. Luego lo iría relatando a los gallegos y a sus seguidores de todo el mundo con la emoción a flor de piel, y precisamente sería de Rodolfo Prada, de quien llegarían las noticias que se conservan en la historia de Galicia, por entonces, ocultas y borradas por el régimen franquista.


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<<De inmediato empezaron a recibirse muestras de honda y sincera conmoción que el fallecimiento de Castelao producía en la colectividad entera, en todos sus círculos, en todos sus sectores. Enseguida los directivos del “Centro Orensano” y del “Centro Gallego” en Buenos Aires reclamaban para sus sedes el correspondiente velatorio y el hacerse cargo del entierro. Fue difícil y delicado tomar una decisión -cuenta Rodolfo Prada a Otero Pedrayo en una largísima carta un mes después-. Por un lado, el corazón nos inclinaba por el “Centro Orensano”, que fuera su hogar espiritual desde que llegó a Buenos Aires. ”A súa mañífeca xente o agarimaron e o respaldaron afervoadamente”. Por otro lado, la cabeza y el interés patriótico nos decía que el “Centro Gallego” era el indicado. En su sanatorio le habían atendido desde el primer momento de su enfermedad hasta el último instante, ofreciéndole siempre los máximos esfuerzos médicos y atenciones posibles. Allí murió, y allí se tenía que realizar el embalsamamiento del cadáver -por deseos de Castelao-, que debido a disposiciones legales no se podía hacer antes de las veintecuatro horas de su muerte. Por otro lado, el “Centro Gallego” era la mayor institución de la emigración en América -85.000 asociados-, y la más representativa de la entidad gallega en el mundo. Nos decidimos por éste, máxime cuando los directivos se ofrecieron a organizarlo todo de acuerdo con nosotros. En la programación de las honras, sería en cambio el “Centro Orensano” el organizador: su corona floral ocupaba un lugar preferente; su presidente fue el primero en la lista de presidentes de las principales entidades gallegas


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que portaban el féretro; al salir el entierro, la comitiva se desplazó con el ataúd hasta la puerta de su sede social, donde recibió el homenaje de los orensanos, y el secretario leyó un emotivo discurso en gallego, mientra las mujeres lanzaban una lluvia de flores desde los balcones del “Centro Orensano”. “¡Foi algo apoteósico!”. El impresionante acto fúnebre llamó la atención, y conmovería a esta gran urbe que es Buenos Aires. Desde aquí partió el cortejo fúnebre hacia el cementerio, ante una muchedumbre que paralizaba el tráfico de la Avenida Belgrano. La carroza mortuoria que transportaba el cadáver, era seguida por una docena más de carrozas, en las que se acumulaban todas las ofrendas florales recibidas. Ya en el Cementerio de La Chacarita, aguardaba una multitud que acompañaría la última estapa del camino hasta el “Panteón Social del Centro Gallego”. En sus archivos se pudo leer: "É intención da nosa colectividade eiquí radicada, enviar os restos do ilustre patriota a Galiza, cando alí non campe o réxime de barbarie e opresión das liberdades da nosa terra.", tal como fue la última voluntad de Castelao. Por la capilla ardiente instalada en el “Centro Gallego”, con la bandera de Galicia a media asta, habían desfilado las mayores autoridades de la República Argentina, e incluso algunas de Uruguay, además de los cientos de gallegos que hasta altas horas de la noche pasaron a despedir a Castelao. Las entidades gallegas en Buenos Aires enviaron tal cantidad de ofrendas florales, que se hizo imposible colocarlas en la sala mortuoria, de forma que muchas se tuvieron que ubicar por los pasillos y en el hall de entrada del edificio social. >>


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“Sagrada bandeira galega envolvendo seu corpo… Sagrada terra galega prestándolle agarimos… Con tan doce compañía, Castelao sereo no sono de pra sempre…” (Fotografía y pie de foto de “A Nosa Terra” de Buenos Aires).

El presidente y secretario del “Centro Orensano” haciendo guardia en el velatorio de los restos mortales de Castelao. (Fotografía y pie de foto de “A Nosa Terra” de Buenos Aires).

<<El galleguista Perfecto López había llegado de Galicia tres días antes de la muerte de Castelao -comenta Rodolfo Prada en el mencionado


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escrito-, para hacernos entrega de un saco de tierra gallega, que manos de irmáns, espallaron sobre su cuerpo envuelto con la bandera de la patria, después de ser embalsamado por el doctor Sánchez Guisande. Fue una escena de enorme emoción. >>

“Irmáns galeguistas espallando sobor do corpo de Castelao terra da patria que trouxera de Galiza don Perfeuto López uns días antes de morrer o esgrevio guieiro”. (Fotografía y pie de foto de “A Nosa Terra”). El primero por la izquierda, Rodolfo Prada.


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Componentes del “Consello de Galiza”, directivos del “Centro Gallego”, director del Sanatorio y dirigentes de la “Irmandade Galega”, haciendo guarda de honor al cadáver de Castelao. (Fotografía y pie de foto de “A Nosa Terra” de Buenos Aires)

Buenos Aires, 8 de enero de 1950. La capilla ardiente de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en el “Centro Gallego”, recibió la visita de cientos de gallegos en la capital argentina.


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“O velatorio dos restos de Castelao na amanecida do día oito de xaneiro”. (Fotografía y pie de foto de “A Nosa Terra”)

<<Cuenta también, que a lo largo del mes siguiente al fallecimiento de Daniel, fueron llegando cartas desde París, Londres… desde Madrid, Monforte, Coruña, Ourense, Vigo, Santiago, Pontevedra … desde Puerto Rico, La Habana, EE.UU., México, Colombia, Venezuela, Perú, Chile, Brasil, Montevideo… desde Cataluña, el País Vasco… Todas expresaban el dolor por la pérdida. >> “Loito na galeguidade”, titulaba Prada su artículo necrológico en “Opinión Gallega”, que finalizaba con “¡Fóisenos Castelao! ¡Viva Castelao!”


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“Velatorio. No salón principal do “Centro Gallego”, xentío atristurado desfiando diante do túmulo. Frores e máis frores pra Castelao”. (Fotografía y pìe de foto de “A Nosa Terra”)

Buenos Aires, “Centro Gallego”, 8 de enero de 1950. La capìlla ardiente de Castelao movilizaría a todos los gallegos en la capital.


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La capilla ardiente y el posterior entierro hasta el Cementerio de La Chacarita, congregaría a todos los gallegos de Buenos Aires.

“Carrozas cas ofrendas frorales no grande acompañamento do cadáver de Castelao”. (Fotografía y pie de foto de “A Nosa Terra”)

Los telegramas de condolencia comenzaron a llegar desde todos los puntos de Galicia y Sudamérica, y Rodolfo Prada fue su principal receptor: Das irmáns de Castelao: "Agradecidísimas cariñosos cuidados ustedes entrañable hermano y a toda la colectividad por póstumo homenaje. Abrazos". TERESA y JOSEFINA. Rianxo, 16-1-50.


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De Mons. Dr. Fernando Quiroga Palacios: "Al testimoniarle íntima condolencia por fallecimiento Castelao, ruego Altísimo concédale eterno descanso". ARZOBISPO COMPOSTELA. Santiago de Compostela, 12-50. Da Academia Galega: "Academia Gallega asóciase duelo Galicia fallecimiento ilustre valor literario Castelao". PRESIDENTE CASAS. Coruña, 11-1-50. Da Universidade de Compostela: "Envío sentido pésame fallecimiento insigne Castelao". RECTOR UNIVERSIDAD. Santiago Compostela, 13-1-50. Do Patronato Rosalía Castro: "Ruégole asuma representación Patronato Rosalía Castro actos sepelio Castelao, honra Galicia, transmitiendo profunda condolencia su viuda y colonia gallega. Salúdale. LUIS IGLESIAS, Presidente. Santiago Compostela, 9-1-50. Do Centro Gallego da Habana: "Apenados profundamente noticia fallecimiento Castelao en vuestro Sanatorio, reciba pésame este Centro extensivo familiares extinto". CAYETANO GARCÍA LAGO, Presidente. Do Museo de Pontevedra: "Recibida noticia fallecimiento Castelao, vocal fundador Museo, Patronato eleva preces sufragio alma artista". FONTOIRA, Presidente. FILGUEIRA, Director. Da coletividade galega de New York: "Noticia fallecimiento Castelao llena de congoja toda colonia gallega New York. Rogámosle extienda nuestra sentida condolencia viuda. Favor envíen ofrenda floral adecuada personalidad con siguiente inscripción: Casa Galicia de Unidad Gallega de Nueva York a su primer y único Socio Honorario. Envíen factura. España y Galicia han perdido uno de sus más queridos hijos". RAMÓN SEIJO, Presidente. Unidad Gallega de U.S.A. New York, 8-1-50. Do Presidente do Goberno Vasco: "Profundamente impresionados fallecimiento gran patriota Castelao, en nombre propio y Gobierno Vasco reciba Consejo Galicia sentido pésame". JOSÉ ANTONIO AGUIRRE. París, 9-1-50.


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Dos galegos de Chile: "Gallegos Chile aterecidos de pena muerte nuestro Presidente, ilustre repúblicano Castelao, gloria inmortal de Galicia delegamos usted representación sepelio”. PICALLO, GARRIDO, JUSTO, VIDAL, PÉREZ, IGLESIAS, VÁZQUEZ, ETC. Santiago de Chile, 8-1-50.

Da Hermandad Gallega y Unión Social da Habana: "Verdadero pesar noticia fallecimiento ilustre Castelao. Enviamos nuestro más sentido pésame a todos sus familiares y a Galicia por tan irreparable pérdida". JOSÉ BUJÁN, Presidente. Habana, 12-1-50. Do Centro Gallego de Caracas (Venezuela): "En nombre Centro Gallego Caracas ruégole transmita a familiares, Consejo de Galicia y entidades galleguistas gran pesar por fallecimiento nuestro insigne Castelao". SILVIO SANTIAGO, Presidente. Caracas, 9-1-50. Da colectividade galega de Rio de Xaneiro (Brasil) : "Interpreto sentimiento gallegos Rio Janeiro sin distinción credos políticos enviamos conmovidas condolencias fallecimiento Castelao, pérdida irreparable Galicia, grande hijo. Rogamos transmitir pésame su esposa. Asociámonos homenajes esa colectividad”. BALBOA, SERGIO GOMES, RUIZ, GARCÍA, FREIRE, CASTILLA, LUIS GARCÍA. Rio de Xaneiro, 9-1-50. Da Irmandade Galega de Mendoza: "Ante la muerte del gran Castelao, verdadera encarnación del alma de Galicia y preclaro conductor del pueblo gallego, Irmandade Galega de Mendoza suma su dolor al de todos los gallegos libres del mundo y tributa fervientes homenajes al caudillo inmaculado cuyo nombre recogerá la historia como ejemplo de purísimo y fecundo patriotismo y a quien la patria gallega venerará por todos los siglos con la gratitud que debe a su inmortal espíritu, fuente caudalosa de ideales galleguistas". ISIDRO RODRÍGUEZ, Secretario. Mendoza, 9-1-50.


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Do centro Republicano Hespañol de Santiago de Chile: "Centro Republicano Español y yo compartimos emocionadísimos su inmenso dolor pérdida gran ciudadano y gran amigo". GERMÁN VIDAL,Presidente. Santiago Chile, 11-1-50. Da Coleitividade catalán de Chile: "Centre Catalá representant cataláns Santiago Chile adhereix profundament emocionats sentiment pobla gallg del traspas figura senyera Alfonso Castelao, president Consell Galicia". GRATACÓ, President; ESTEVE, Secretari. Santiago Chile, 9-1-50. Da Irmandade Galeguista de Montevideo: "Con profundo dolor trasmite a usted el testimonio del más sentido pésame por la sensible pérdida que acaba de sufrir". IRMANDADE GALEGUISTA.

Montevideo, 8-1-50. De esgrevias persoalidás portuguesas no eisilio: "Prof u n d a mente penalizados falecimento Castelao rogamos nosso nome a familias transmitir D. Virginia sua admiravel companheira expressao nossa dór e saudade enviando ao mesmo tempo a V. Excia. Irmandade Galega e demócratas espanhois em nome de demócratas portugueses nossa fraternal solidaridade pela perda que todos acabamos sofrer". RICARDO SEARA, JAIME CORTESAO, JAIME MORAIS, SARMENTO PIMENTEL, MOURA PINTO. Rio Xaneiro, 11-1-50.

Da Casa de Galicia de Montevideo: "Casa de Galicia de Montevideo se asocia muy sinceramente a su profundo dolor ante la pérdida ir reparable de su querido esposo, Socio Honorario de esta Casa en la que nunca será olvidada esa gran figura gallega que se ha llamado en vida Alfonso R. Castelao". MARCELINO RAMOS, Presidente. JUAN V. CASTRO, Secretario. Montevideo, 9-1-50. Do diputado galego o ex-presidente do Consello de Ministros da República Hespañola, Don Manuel Portela Valladares: "Corazón chora con vostede e Galiza perda gran galego". PORTELA VALLADARES. Bandol (Francia), 1950.


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<<Telegramas como éstos se recibieron a

cientos -relata Rodolfo Prada-, y en todos ellos se expresaba el inmenso dolor que embargaba a los galeguistas y a los políticos con los que se relacionó Castelao. >>

“Presidentes das sociedades galegas conducindo o cadeleito de Castelao ao Panteón. Os dous primeiros: a esquerda don Manuel Puente, presidente da “Irmandade Galega”; a dereita, don Lisardo Rodríguez pol-a “Federación das Sociedades Galegas”. (Fotografía y pie de foto de “A Nosa Terra” de Buenos Aires).

<<Luego fueron llegando cartas procedentes de Galicia, España, Francia, Portugal, Sudamérica… que llegaban dirigidas al “Consello de Galiza”, al “Centro Gallego, al “Centro Orensano”… y más de una a mí personalmente. >> DE M. SERRA MORET PRESIDENTE DO PARLAMENTO CATALÁN NO EISILIO Sr. Rodolfo Prada. — Buenos Aires. Mi querido amigo: Ignorando la dirección del Consejo de Galicia al cual quería yo expresar mi profunda pena por la muerte de Castelao, siento necesidad de escribirle a Vd. a riesgo


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de importunarle y robarle el tiempo que necesita para atender a sus múltiples ocupaciones. Discúlpeme, amigo Prada, pero me parece que Vd. como ninguno, ha de comprender mi estado de espíritu y la exigencia tenaz de comunicar mi angustia a alguno que esté fraternalmente identificado con aquella alma inmensa que no ha desaparecido ni puede desaparecer y que velará por los siglos los sueños de reivindicación y de libertad de la dulce Galicia que Castelao supo de mano maestra esculpir en sus portentosos bocetos de la "Galicia Mártir". La pérdida de Castelao es verdaderamente irreparable. No hay forma de hacer otro Castelao, porque era materia pura, translúcida, como un desprendimiento solar, iris original y único de una patria dolorida, fecundada y en tránsida espera de rendir su fruto milagroso. De Castelao puede decirse que no nació ni murió; pasó por los espacios como una estrella de rumbo fijo y es posible que reaparezca otro día con la misma pompa y la misma grandeza. En los mundos que está ahora visitando, dejará la profunda estela de su paso y asombrará con su finura, su gravedad, su imposible materialidad; tanto había de espíritu y de levadura etérea en el hombre extraordinario. La maravilla de su palabra, de su escritura, de su lápiz, de cuanto ennoblecía con su tacto, queda en nosotros en el pasmo de ese portento que tuvimos el privilegio de conocer y de tratar. ¡Cuántas veces he recordado nuestras entrevistas, aquellas reuniones de Galeuzca, que sellaban en torno a la gran figura la solidaridad de nuestros pueblos! ¡Cómo evoco las horas vividas en ese Buenos Aires, discurriendo sobre el pasado, vislumbrando un futuro, siempre con la sensación de una clara fraternidad, promesa de porvenir fecundo! Siento que esta carta tenga tonos de lamento y depresión. Vd. sabe que no es mi estilo, pero la pérdida de Castelao es para mí un lúgubre anuncio y un hito impasable. En mi solitaria lucha, Castelao era


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realmente un sostén, y sin escribirnos, sin necesidad de contactos frecuentes, era el monumento visible a distancia, guía segura para seguir ganando conciencia para los pueblos ibéricos, de sus posibilidades, de su superación, de su destino. Ojalá el recuerdo de Castelao sirva para conservar la flor delicada de Galeuzca, flor que ha de llegar a ser simiente y fruto. Debemos juramentarnos a que así sea. Le ruego salude en mi nombre a Villaverde, Alonso Ríos y a los buenos amigos gallegos, con quienes he compartido horas de plenitud y de acción. Perpignan, 6 de marzo de 1950.

“No cimiterio. Xentío diante do “Panteón do Centro Gallego” escoitando os discursos no acto de inhumar os restos de Castelao”. (Fotografía y pie de foto de “A Nosa Terra” de Buenos Aires).

Placa que luce en el “Centro Gallego” en homenaje a Castelao.


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Buenos Aires, 1949. En la biblioteca del “Centro Orensano” se tomó la última fotografía de Alfonso Daniel R. Castelao.

En España, al recibirse la noticia, el Gobierno de Franco emitió un comunicado a todos los medios informativos: ”Fallecido en Buenos Aires el político republicano y separatista gallego Alfonso Rodríguez Castelao, se advierte lo siguiente: la noticia de su muerte se dará en páginas interiores y a una columna. En el caso de incluir una fotografía, esta no deberá ser de ningún acto político. Se elogiará únicamente del fallecido sus características de humorista, literato y caricaturista. Podrá destacarse su personalidad política siempre y cuando se mencione que aquella fue errónea y que se espera de la misericordia de Dios para el perdón de sus pecados. De su actividad literaria y artística no se hará mención alguna, ni de su libro “Sempre en Galiza” ni de los albums de dibujos de la Guerra Civil. Cualquier omisión de estas instrucciones dará lugar al correspondiente expediente.”


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Al más puro estilo franquista, la infamia y la mentira siguieron persiguiendo a Castelao hasta después de muerto. El líder del galeguismo representaba todo lo relacionado con la aprobación del estatuto -que el mismo gestionaba en Madrid ante las Cortes cuando estalló la guerra-, y la legalidad republicana de la autonomía gallega. No por casualidad se convierte en el primer Presidente de “Consello de Galiza” en el exilio. Prueba de ello, es la pompa con la que se realiza su entierro, “como un jefe de estado”, tal como se refirió la prensa argentina de la época. Esto es lo que teme el franquismo: su legitimidad republicana, su jefatura del gobierno gallego y liderazgo indiscutible de toda la comunidad antifranquista gallega en el exilio.

Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, en uno de sus primeros actos políticos a su llegada a Buenos Aires. Salón Prince George´s Hall, el 18 de agosto de 1940.


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V. Heredero de Castelao A partir del fallecimiento de Castelao, Rodolfo Prada será el referente entre los miembros de la “Irmandade Galega” y del “Consello de Galiza”. Como tal, interviene junto a Luis Seoane y Núñez Búa, en la edición de “As cruces de pedra na Galiza”, obra de Castelao que finalizó en Buenos Aires poco tiempo antes de su muerte, ejerciendo además como su albacea -muere sin dejar testamento- por voluntad expresa de la viuda Virxinia Pereira.

“As cruces de pedra na Galiza”, publicada por Editorial Nós en enero de 1950, a los pocos día del fallecimiento de Castelao. Se trata de un estudio detallado de la historia, significado y tipología de los cruceiros gallegos, así como de otras cruces de piedra.


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En el año 2000, el Museo de Pontevedra organizó una exposición conmemorativa de “As cruces de pedra na Galiza”, en la que se presentaban los manuscritos, borradores llenos de correcciones que el autor fue introduciendo con el paso de los años, además de las ilustraciones originales.

Cruceiro de San Roque de Melide (A Coruña), considerado el más antiguo de Galicia.

Carlos Valle, director del museo, explicaba que aunque algunas de las tesis de Castelao sobre el origen y expansión de los cruceiros podían ser discutibles con los conocimientos actuales, la obra consiguió que los intelectuales, hombres de la cultura y de la historia, etc., “pensaran en estas obras como monumentos, cuando antes apenas estaban dignificadas.”


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Calvario dos Vilares, en Guitiriz (Lugo).

Cruceiro con baldaquino da SantĂ­sima Trinidade, en Baiona (Pontevedra)


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El tío Rodolfo quedó como depositario de un sinfín de pinturas, bocetos, dibujos, manuscritos, cartas, publicaciones… fruto de los diez años de estancia de Castelao en Buenos Aires (1940/50). En su último viaje a Galicia en 1963, siguiendo lo que a él le parecía la voluntad del maestro, entregó un maletín a su sobrino-nieto, Gonzalo Rey Lama, con estas palabras: “Leva dentro moita historia recente da “Nosa Terra”. Ti que es persoa estudiosa e amante de Galiza, arranxa esta maleta con moito amor e fai co seu contido aquelo que xulgues mellor…”

Gonzalo Rey Lama (Vigo, 1936 / Santiago, 2013).

Pero se sospecha que una parte importante de sus escritos y dibujos, que denunciaban los hechos que estaban ocurriendo en España por entonces, permanecieron en Buenos Aires. El tío no quiso traer nada que pudiese comprometer a nadie, incluso al portador del encargo. En aquellos años, aún gobernaba Franco.


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También Rodolfo Prada estará detrás de dos viajes de Ramón Otero Pedrayo a Buenos Aires en 1947 y 1959, a fin de activar el proyecto de la “Historia de Galicia” que don Ramón dirigía. Será sufragado y editado por la Editorial Nós, propiedad de Manuel Puente, en la que Prada tiene una importante participación.

“Historia de Galiza” de Ramón Otero Pedrayo. Los dos primeros volúmenes se editaron en Buenos Aires por la Editorial Nós; el tercero, en Galicia.

En 1953, Rodolfo Prada pronuncia en el “Centro Gallego” de Buenos Aires una interesante conferencia sobre Antolín Faraldo, y a partir de aquí, se hacen frecuentes sus intervenciones en fechas señaladas: los aniversarios del plebiscito del primer Estatuto de Autonomía de Galicia, en los 25 de julio, “Día de Galicia”, en los aniversarios de la muerte de Castelao…


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Publicaciones de las conferencias de Rodolfo Prada. La primera publicación, a la izquierda, corresponde a una conferencia en Montevideo, en 1935, como miembro de la “Academia Galega”, y editado por la “Irmandade Galeguista de Montevideo” . La segunda, en el centro, es el Discurso que, representando al “Partido Galeguista”, pronunció en México en 1944, con motivo del “Homenaje al Presidente Lluis Companys”, organizado por el “Consell Nacional de Catalunya”. La tercera publicación, a la derecha, corresponde a la conferencia que impartió sobre Antolín Faraldo, en julio de 1953, en el “Centro Gallego” de Buenos Aires.

Antolín Faraldo (Betanzos, 1823 / Granada 1853). Escritor y periodista, fue el precursor del rexurdimento de Galicia, y participante e impulsor de la fracasada Revolución Gallega de 1846 contra el centralismo. Murió a los 31 años, y dejaría el inicio del pensamiento galeguista en la defensa de Galicia como país


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A mitad de la década de los años cincuenta, el tío Rodolfo comienza a escribir en algunas publicaciones de Galicia. Poco a poco va haciendo llegar las noticias sobre la comunidad gallega en Buenos Aires. En “La Voz de Galicia”, bajo pseudónimo, como tenía que ser por su acostumbrada discreción, destacaba en una ocasión el arraigo y relevancia que la colonia gallega había alcanzado en Argentina. Las narraciones -prohibido el uso de la lengua gallega por entonces- tenían que ser en castellano. “... el Centro Gallego de Buenos Aires se instalaría definitivamente en un monumental edificio de cinco plantas situado en pleno centro de la capital. En la década de los cincuenta, alcanza el enorme caudal humano de más de 100.000 asociados, que lo llevarían a convertirse en el máximo exponente de la colectividad gallega en Sudamérica...” “... el Centro Ourensano se encuentra también en el corazón de la capital, justo enfrente del Centro Gallego, y durante una década, fue el hogar espiritual del patriota, artista y mítico pensador gallego, Alfonso Rodríguez Castelao. Desde que llegó a Buenos Aires en 1940 procedente de Nueva York, hasta su muerte en el año l950, pasó casi a diario por sus salones, impartiendo su ideario gallego entre los ourensanos, trabajando en afanes políticos, culturales y artísticos, y dejando profunda huella de su paso por el Centro. A su “pasamento” le dedicaron una sala especial, auténtico Museo Castelao, donde se exhiben multitud de obras y recuerdos del intelectual gallego. Enmarcadas a lo largo de las paredes, se pueden ver todas las estampas del famoso álbum “NÓS”, editado en Madrid en l931, y las del otro álbum, “Negros”, editado lujosamente por Galaxia en Vigo. Hay una reproducción a gran tamaño, hecha por el propio Castelao, de su estampa “A


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derradeira lección do mestre”, y una hermosa acuarela representando a un “Gaiteiro”, obsequio suyo al Centro.

Estampas de Castelao de su álbum “Negros”.

“En vitrinas, celosamente cerradas, se exhiben la mascarilla y el vaciado de la mano derecha que, a las pocas horas de su muerte, le tomó el escultor compostelano Domingo Maza; y se pueden contemplar sus libros “Sempre en Galiza”, “As cruces de pedra na Galiza”, así como otras muchas obras. Pieza valiosa de la Sala–Museo es la magnífica talla de madera de la cabeza de Castelao, realizada por el citado Domingo Maza...”

Dos estampas del “Álbum Nós”, de Castelao. La primera lleva al pie el mensaje del artista: ¡Cánto pesa e cómo fede!

“... El Centro Gallego constituye el gran exponente cultural, asistencial y representativo de una población gallega que pasa de las 300.000 almas en Buenos Aires. Y naturalmente, con el


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transcurrir de los años, ha adquirido un peso relevante en la capital, tanto en el terreno social como en el económico, el cultural y también en el político. Podría decirse, sin miedo a exageraciones, que constituía la sede del Gobierno de la Quinta Provincia de Galicia ubicada en Buenos Aires...” “... en el piso primero se encuentran el Instituto Argentino de Cultura Gallega, y el gran Salón-Teatro, que lleva el nombre de Castelao, con 300 butacas y una enorme actividad cultural.” “... El resto de las plantas se destina por completo a sanatorio, con 400 camas...” “... El vestíbulo del Centro Gallego está presidido por los bustos de Rosalía Castro y Alfonso Rodriguez Castelao. En sus dependencias se pueden admirar las valiosas obras de arte que adornan las paredes, cuadros de grandes pintores gallegos, como Sotomayor, Laxeiro, Maside, Castelao, Díaz Pardo, Colmeiro, Seoane, Souto, Minguillón, Pesqueira... insignes artistas que, en su paso por Buenos Aires, dejaron huella para la historia en el más carismático lugar de la Galicia en Sudamérica...”

“Centro Gallego” de Buenos Aires. En el hall, el busto de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao preside la entrada. Detrás, las banderas de Galicia, de Argentina y del “Centro Gallego”.


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El tío Rodolfo, hombre culto e inteligente, fue un galeguista moderado y conciliador, no independentista, y siempre en lucha por el Estatuto de Autonomía de Galicia, que ya había sido aprobado por los gallegos en referéndum. Cuando se estaba a punto de legalizar en las Cortes españolas, estalló la Guerra Civil, y de inmediato, el gobierno franquista echaría abajo el proyecto. Y no solo ésto, sino que persiguiría brutalmente a sus creadores y seguidores.

“Estatuto de Galicia”. Portada de Camilo Díaz Baliño.


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Cartel del referéndum de la Autonomía de Galicia a favor del SI, obra del artista compostelano Camilo Díaz Baliño.

Fue el “Partido Galeguista” el principal impulsor del Estatuto de Autonomía de Galicia. Se venía luchando por él desde hacía varios años, y al fin, después de referéndum del 28 de junio de 1936 con un amplio SÍ de los gallegos, se encontraba en trámites en Madrid para presentarlo antes las Cortes para su definitiva aprobación.


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A CoruĂąa, junio de 1936. La prensa gallega da cuenta de la intensa propaganda a favor del Estatuto de Galicia.


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El ilustrador de los carteles del Estatuto de Galicia, Camilo Díaz Baliño, hombre polifacético y de enorme valía, fue político, escritor, pintor, artista gráfico, intelectual galeguista… Carteles, portadas de publicaciones, ilustraciones suyas… acompañaban habitualmente toda clase de actividades en defensa de Galicia. Fue asesinado por los golpistas en Maside, el 14 de agosto de 1936, apenas al mes de iniciarse la Guerra.

Santiago, 1935. Camilo Díaz Baliño (Ferrol, 1889 / Maside, 1936), con su hijo Isaac Díaz Pardo. El padre fue asesinado por los golpistas en 1936, al comienzo de la Guerra Civil. El hijo, con quince años en la fotografía, sería un afamado pintor, ceramista, promotor industrial… y destacado pensador galeguista.

El tío Rodolfo llegó a conocer a Camilo Díaz por sus trabajos en las publicaciones y carteles galeguistas, y tal vez porque hubieran coincidido en Pontevedra en la fundación del “Partido Galeguis-


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ta” en 1931. También viajó a Buenos Aires un par de veces por sus trabajos de escenografía, y lo natural es que se viera con los galeguistas emigrados… y por lo tanto, con Rodolfo Prada. Al que también conoció personalmente fue a su hijo Isaac Díaz Pardo, que paso trece años en Buenos Aires. Llega en 1955 y enseguida entra en contacto con la intelectualidad galeguista exiliada. En esos años, junto al artista Luis Seoane, fundaría la fábrica de cerámica “La Magdalena”. María Elena Prada, la nieta que vivió con los abuelos en Buenos Aires hasta los doce años, recuerda visitar la fábrica con el abuelo. Al ver el plato de Sargadelos en nuestra casa de Baiona, con la estampa de la vieja fábrica, la reconoció al momento.

Plato de Cerámica de Sargadelos. Fábrica “La Magdalena”. Decorado “Armaña”, inspirado en un mosaico romano que se conserva en el Museo de Lugo. (Foto Picuca Marínez)

Isaac Díaz Pardo fue una persona muy querida en la familia por su relación con el tío Rodolfo. Incluso llegó a realizar algún trabajo artístico en una de las obras de la empresa constructora familiar, el “Cine Ronsel” de Vigo.


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Más tarde, Picuca Martínez -esposa de quién ésto escribe-, trabajó en la “Galería de Sargadelos” de Vigo durante más de cuarenta años. Entre Isaac y ella hubo un trato especialmente afectuoso. Picuca le llevaba roscón relleno o lengua de gato en sus visitas -era muy dulceiro-, y él le correspondía enseñándole todos los sentires de la galeguidade desde tiempos de su padre.

Figura de Castelao en cerámica de Sargadelos, reproduciendo una famosa caricatura de si mismo. Al lado, una pieza de la colección de ciegos, en recuerdo de Castelao.

Isaac Díaz Pardo se marcó un objetivo claro en su ideario galeguista: “Lembrar os mortos, e levar a cabo os soños polos que os mataron”. Se propuso recuperar la memoria histórica de Galicia, y su mejor herramienta fue Sargadelos. Isaac Díaz Pardo (Santiago, 1920 / A Coruña, 2012), en la fábrica de Sargadelos de Cervo (Lugo), fundada por él, junto a su amigo, pintor y galeguista Luis Seoane, en 1968. Isaac Díaz Pardo fue un referente cultural, artístico e industrial de la Galicia de los últimos cincuenta años.


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Después de la guerra, nuestra familia, muy católica de siempre, mantenía serias dudas sobre la religiosidad del tío Rodolfo. Ligado en sus ideales a los galeguistas de la diáspora, y por lo tanto del bando “rojo”, parecía que tal vez se mostrase en contra de la Iglesia Católica. En la contienda, el clero se alineó con el dictador, y en consecuencia, los republicanos hubieron de luchar contra curas y monjas como un enemigo más. Pero no es menos cierto que en no pocas ocasiones, los curas escondieron a los “rojos”, e incluso los ayudaron a escapar. En lo referente a los intelectuales galeguistas -a pesar de las falsedades que el Gobierno vertía sobre ellos en este sentido-, no sólo eran católicos la mayoría, sino que señalaban a la religión cristiana como un signo de identidad del pueblo gallego. En una de las “Noticias bonaerenses”, años sesenta, que el tío Rodolfo enviaba con puntualidad a la prensa gallega, hacía mención de la Iglesia de Santiago Apóstol en Buenos Aires con motivo de la visita de los periodistas gallegos a la Argentina, Gonzalo Rey Alar -padre del que esto escribe-, entre ellos. “... seguidamente se trasladaron a la iglesia parroquial dedicada al Apóstol Santiago, de bella arquitectura románica. Los recibió el R.P. Luis Villamarín Saavedra, único sacerdote no argentino que dirige una parroquia en Buenos Aires. Es una excepción concedida por el Cardenal-Arzobispo de la capital argentina en consideración a las virtudes y méritos que se dan en el citado sacerdote gallego, de quien cabe destacar que fue el celebrante de la primera misa en gallego que se dio en América, poco después del transcendental acuerdo del II Concilio Vaticano sobre la liturgia en lenguas vernáculas.”


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A partir del fallecimiento de Castelao, Rodolfo Prada pasó a ser la figura más relevante del galeguismo bonaerense. Mantiene el “Partido Galeguista”, la actividad en el “Centro Orensano” sigue con la pujanza acostumbrada, y su labor en el “Instituto Argentino de Cultura Gallega” -localizado en el “Centro Gallego”- continúa adelante. Su nombre incluso se barajó como presidente preautonómico a finales de los años setenta -tras la muerte de Francisco Franco y la transición democráticapara volver del exilio -tal como Josep Tarradellas en Cataluña-, pero al final se eligió a Xosé Quiroga. Tampoco Rodolfo Prada era lo suficientemente ambicioso para obstentar cargo tan importante.

A principios de los años cuarenta, Rodolfo Prada Chamochín, comienza a realizar por Sudamérica continuos viajes profesionales con los “Laboratorios del Doctor Andreu”, que aprovechaba para mantener contactos con los grupos galeguistas de los países que visitaba: Montevideo, Chile, Cuba, México, Perú…


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VI. Con su sobrino-nieto Gonzalo. El tío Rodolfo luchó por su Galicia natal toda la vida, tanto como cualquier galeguista de los más afamados y recordados. Y lo curioso, es que no vivió en su tierra nada más que en la niñez -hasta los nueve años-, y más tarde, en una estancia breve de menos de dos años, cuando a la edad de dieciocho vino a Ourense con el fin de estudiar. Su exultante galeguidade tuvo necesariamente que ser grabada a fuego en el alma desde que nació en Os Peares, porque el tiempo vivido en “a Terra” resulta muy poco bagaje para tanto amor. Es verdad que en su camino bonaerense, encontraría bien pronto los ideales en los que sustentar los suyos propios. Y también es bien cierto que no pudo tener mejores maestros en su andadura en pro de Galicia, que los que en efecto dispuso a su lado a lo largo de los tiempos. Una decena de años, del cuarenta al cincuenta, coincidente con la inigualable presencia del mejor pensador que ha dado el galeguismo, Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Él fue su padre político, y Rodolfo, seu benquerido fillo, el fiel heredero de su doctrina, albacea de sus pertenencias intelectuales… y ahora, a principios del siglo XXI, considerados ambos como “irmáns” por los políticos que mandan “na Nosa Terra” en la última década. Rodolfo Prada Chamochín, tan galeguista como el que más, ha sido el gran ignorado en Galicia a lo largo de más de medio siglo, y es ahora, desde


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2015, cuando al fin le va llegando su reconocimiento.

Cartel de los actos de homenaje celebrados en 2018 en Ourense.

Sin embargo, hubo algo en la vida que para el tío Rodolfo tuvo una trascendencia similar a su galeguidade. Ni mejor ni peor, distinta; ni más ni menos importante; con independencia total una de la otra… Pero de una enorme significación afectiva para él. No era otra cosa que aquel sentimiento íntimo imposible de controlar, de compartir con nadie, y menos desde la distancia. Se trataba de aquella morriñenta sensación que lo asolaría día a día, sin pausa, a lo largo de su vida en Argentina. Le faltaba “a Terra” y los suyos.


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Tras el retorno a Galicia de Mamá Felisa con sus hijos pequeños, y años después, en 1916, de su hermana Daría con la familia -vinieron de visita a Barra de Miño… y ya no volverían-, Rodolfo se encontraría en Buenos Aires, casi de repente, en la más completa soledad. Ni la madre, ni un hermano, ni un tío, ni un primo, ni un pariente… ningún familiar. A Mamá Felisa, tan recta y enérgica con sus hijos, la echó de menos desde el primer día que regresó a Galicia. Se llevó con ella a sus hermanos pequeños, pero a él, con su acostumbrada autoridad, le impuso quedarse en Mendoza y no abandonar el buen empleo que había conseguido en el banco. No le dio opción. Decisión acertada en lo material, tal como se demostraría a la larga, pero que también llevó emparejada la condición de emigrante para siempre, como así resultaría en el futuro. Se sentía bien en Argentina, tuvieron una acogida afectuosa, llena de oportunidades de trabajo, con el cariño de las otras familias gallegas, el buen trato que los argentinos solían dispensar a los gallegos… Se encontraba, en definitiva, perfectamente adaptado… Pero le faltaba la familia y “a Terra”. A Mamá Felisa le escribía cada semana, y ella le contestaba poniéndole al tanto de todo cuanto sucedía en la familia y en la aldea. Ambos, madre e hijo, aguardaban sus respectivas cartas con ansiedad. También con su hermana Daría mantuvo correspondencia toda la vida. Cuando vino a Galicia en 1948, sabía de los hijos de su hermana, de sus esposas, de sus nietos, de sus trabajos… de la marcha de la tienda, de los estudios de los chicos… Lo sabía todo… “Tu debes ser Luis Alberto, el hijo de Darita”, me dijo al verme. Tenía siete años.


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Con Gonzalo, mi hermano mayor, tuvo el tío Rodolfo una conexión muy especial. Se conocieron personalmente en el viaje que hicieron los tíos a Galicia en los años cuarenta, siendo su sobrino-nieto un rapaciño de algo más de doce años. Por algunos días, les sirvió a Rodolfo y a su esposa Manolita, de tierna compañía en su andaina galega. Quince años después, en 1968, volvería a repetir viaje siendo ya un mozo de más de veinte. Pasaron casi sesenta años desde entonces, y aún recordaba mi hermano con todo detalle una buena cantidad de anécdotas de su paso por Os Peares, por Barra de Miño, por Eiradela, por San Lorenzo… escenarios de sentimientos muy profundos para él, la mayoría con incontenibles arrepios de tristeza.*

Santiago de Compostela, 1970. Gonzalo Rey Lama, sobrino nieto de Rodolfo Prada Chamochín. *. El contenido de este capítulo está recogido casi por completo del libro “Tiempos de Mamá Felisa”.


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<<En una ocasión -me contaba Gonzalo-, recién llegados a Barra de Miño, y en el primer día de estancia en el hogar paterno, se asomó de noche a la ”solaina” de casa que miraba cara al río Miño, se quedó silencioso un buen rato, hasta exclamar de repente: “Melias con luz”. Era la primera vez que veía a San Miguel de Melias, la comarca del otro lado del río, alumbrado con electricidad. Habían transcurrido más de treinta años, y aquella oscuridad de antaño estaba ahora salpìcada de abundantes puntos luminosos. Estos sentimientos tan sinceros e intensos que llevaba escondidos en su alma, los iba espallando a lo largo de todo el viaje con una emoción y recogimiento que, muchas veces, se hacían pegadizos, a pesar de que yo era por entonces un neniño. Los viajes del tío Rodolfo en el coche que le cedía su sobrino Camilo, se volvían una cousa de tolos, un ir y venir de un sitio para otro sin descanso. Tenía tal interés en recorrer Galicia, que no era capaz de detenerse en ningún lugar. Tan pronto se encontraba en medio de la serenidad de la aldea junto a sus parientes, con la felicidad de su compañía… como salía sin previo aviso para Santiago a oir la misa del Apóstol… como se personaba en Tui para entrevistarse con un portugués… No tenía parada. Las reuniones familiares a su llegada a la aldea -continuaba Gonzalo-, se convertían en unas festas rachadas en casa de sus parientes. En una de aquellas celebraciones, en Barra de Miño, con la presencia de la mayoría de sus primos, el clan Chamochín montó una esmorga de las que quedan para el recuerdo. Después de una suculenta y opípara


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cena, bien mojada con vinos del país, llegaron las copas de aguardiente de hierbas, de licor-café, de orujo… y con los ánimos bien a punto, los chistes y anécdotas de los Chamochín -con fama de excepcionales juerguistas- llegaron a un momento sublime. El caso fue que en aquella casa del Cruceiro -como en tantas otras casas grandes de entonces-, el enorme salón tenía en los fondos dos señoriales habitaciones, separadas entre ellas por un pasillo que llevaba a la cocina. El cura don Nicandro Chamochín -párroco del Cementerio Municipal de Pereiró en Vigo-, presente en la cena familiar por supuesto, tenía que celebrar misa al día siguiente muy temprano, así que a una hora bien avanzada, decidió retirarse a una de estas habitaciones contiguas al salón donde cenaban. A su hermana Consuelo, mujer de una gran simpatía, no se le ocurre otra cosa que, pegando el ojo a la cerradura de la puerta, radiar el trabajoso acto del cura quitándose la sotana y poniéndose el pijama, con la diversidad de imágenes que se iban sucediendo entre una vestimenta y otra, y todo ello bien adornado con un expresivo conjunto de gestos con los que les informaba de lo que estaba mirando. La fiesta tuvo un remate inolvidable, porque los asistentes, que estaban obligados a contener la risa para evitar que Nicandro se percatase de lo que allí estaba sucediendo, no aguantaron más y tuvieron que escapar a la solaina para, ya allí, reir y reir a carcajadas hasta hartarse… >> El tío Rodolfo tenía un excelente humor; hombre de paz, reposado, de voz dulce y siempre en tono de hermanar; ir en su compañía era como un se-


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dante. De su lado Chamochín heredó la inteligencia, la vivacidad, la determinación, la firmeza… y aquella chispa de encandilar de los de su saga. En cambio, no se repitió en él aquellos prontos de genio, de carácter fuerte e impetuoso, tan propio de los de su apellido. <<Sólo dos veces -recordaba Gonzalo- vi enojado de verdad al tío Rodolfo, y las dos fueron en su último viaje a Galicia, en 1963. Una de ellas fue un 25 de julio, cuando asistía a la misa de Rosalía de Castro en el templo de Santo Domingo de Bonaval, festejo al que no podía faltar, y en el que siempre se encontraba con muchas amistades afines y con las mismas inquietudes. Cuando llegó de vuelta a mi casa de Santiago, nos relató cómo la Policía Nacional se llevó a la comisaría a su amigop Xaime Isla sin que le explicasen ni el por qué de la detención. Estaba indignado y en un estado de desconsuelo que aún tardaría unas horas en sosegarse. La otra vez que se cabreó de verdad fue en Os Peares, cuando visitaba la Iglesia de Temes, donde había sido bautizado. Al estar allí, le gustó entrar en la casa del Padre Feijóo en Casdemiro -las familias Feijóo y Chamochín se guardaban mucha amistad desde siempre-, y al volver me comentó con acento enojado: “Este Blanco Amor… mira que será ruín… firmó en el libro de honor de la casa en castellano”. >> <<En aquellos días mostró un interés especial en visitar la Casa de Rosalía de Castro en Padrón, que por entonces estaba hecha una ruina


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-aún no comenzaran a restaurarla-. Cuando llegó a los pies de lecho donde se dice que murió Rosalía, permaneció quieto, y le manaron unas silenciosas lágrimas. En los treinta y cuatro años de trabajo en la Casa de Rosalía -Gonzalo pertenecía al Patronato cuando me contaba esto- no he vivido ningún momento de tanta emoción. Aún se me encoge el corazón cuando me acuerdo de aquel día: veo delante como si fuera hoy al tío Rodolfo, inmóvil, con hondo respeto, con una serena quietud, aún que desprendiendo un fuerte sentimiento, las lágrimas cayéndole por las mejillas… parecía unido al alma de Rosalía, que por allí anduviese presente. >>

La “Casa da Matanza”, en Padrón, donde vivió Rosalía de Castro los últimos años de su vida. En los setenta fue restaurada poe la “Fundación Casa-Museo Rosalía de Castro”.

Mi hermano Gonzalo, por el hecho de haberlo acompañado en aquellos dos viajes por Galicia -en el segundo, 1968, siendo ya un hombre y con su ingeniería rematada- afianzó con el tío Rodolfo una amistad y una benquerencia muy singulares. El tío, desde la lejanía, mostraba siempre un gran interés por su familia, la de antes y la de ahora, y en las cartas a Mamá Felisa y a su hermana Daría, deman-


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daba con insitencia que le dieran a conocer todos los hechos y andares de los familiares, sin olvidar a ninguno. Tenía verdadera adoración por los suyos, y los echó en falta toda la vida. <<Échale una ojeada a esta carta que me escribió el tío Rodolfo cuando terminé la carrera en 1964 -me dice Gonzalo uno de aquellos días, haciéndome entrega de tal escrito, por cierto muy largo y mecanografíado con renglones muy juntos y letra muy pequeña. Bos Aires, 15 de Outubro de 1964 Señor D. Gonzalo Rey Lama Mazaricos, 33 –Baixo Sant Yago de Compostela ––––––––––––––––––––––––––-Benquerido e lembrado Gonzalo: Galego tí e galego eu, lóxico é que che escriba en galego. A santo de qué temos de botar man de idioma alleo, posto que o temos propio; e ben ricaz i espresivo e de longo e brilante historial. Por elo, e tamén por aquelo que dixo Lamas Carvajal: “Fálame na nosa lingua/ si é que me queres ben...”. E eu quéroche sinxelamente ben. A máis, o que me move a che dirixir istas liñas é cousa leda e con reigame no corazón. Logo, ¡qué mellor, para espresalo, ca duzura e garimosidade da nosa fala! E vaiamos a elo. Pola tua aboa Daría e polo teu tío Rodolfo, tiven a grandísima notiza de que remataches brilantemente a tan rexa carreira de Inxeniero de Camiños. Chegue a tí, por elo,


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miña mais enfervoada noraboa e meu quente anceio de que Deus che depare abondosos éisitos no desenrolo da mesma, para satisfación e proveito teu e para lexítima orgulleza de teus queridos pais e para todol–os que estamos xunguidos a tí pol–o sange e pol–o agarimo. Asimesmo, fólgome como patriota galego, porque as tuas aitividás profesionaes terán de seren proveitosas para Galicia, pois, pol–o caraute das mesmas, sempre se desenrolarán a prol do progreso da nosa sagra Terra. Para d–algún xeito testimuñarche a ledicia que sinto –que sentimos, pois Manolita me fai prena compaña n–elo–, pol–o teu trunfo, dispuxen que a Editorial Galaxia che faga chegar uns libros que che prego recibas como recordo noso. En longa e garimosa carta, teu tío Rodolfo, amáis de me dar a boa nova da culmiñación da tua carreira, fíxome chegar o informe teu encol dos concursos do S.E.U. e as follas de convocatoria dos mesmos para o ano 1964, nos que, ¡o fin!, se incruie o idioma galego. Todo ello intresóume moitísimo e prodúxome viva satisfación ollar a lóxica nova modadilade, a cal, sen dúvida, á sere proveitosa para unha mellor armonización da heteroxeneidade peninsular, heteroxeneidade que non é unha invención dos homes, senón un feito irreversibel de Natureza, val decir de Deus: xeografías, psicoloxías, culturas, linguas, etc., diferenciadas palmariamentes. Dos homes ten sido, –e en moitos aspeutos inda sigue sendo de xeito irritante–, a cegueira e a torpedade de pretender enmendarlle a Deus o seu feitío. Daí a lumiosa aititude de IIº Concilio Vaticán en defendemento das linguas vernáculas, pois todas elas son de orixe


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diviño, dispondo que n–elas se digan as misas e se imparta o enseño evanxélico e doutriñal. Miñas felicitaciós pol-o devandito informe, no cal atopo agudas ouservaciós. Dende logo que o teatro galego non ten ainda a categoría e desenrolo do catalán. Claro que Galiza non ten unha cidade da grandía i empuxe de Barcelona, nin ten ainda a sorte de que suas crases cultas (aristócratas, capitalistas) teñen lealtade patriótica ao seu país como a tiveron ea teñen, a pesares de tudo, as catalás. En Cataluña, probes e ricos, patróns e obreiros, bailan xuntos a sardana collidos das mans, e falan a cotío na sua lingua. Elo esprica o auxe da literatura e do teatro catalás. Dos galegos depende –dos de enriba e dos de embaixo–, que en Galiza ocurra o mesmo. E Deus mediante ocurrirá. Xa se ollan craros síntomas a prol d–elo, asegun as informaciós que leo nos xornais dai. A elo axudará moito o acrecemento do potencial económico e industrial que se ven dando en Galiza. A crásica probeza do noso pobo, depauperaba o seu espritu ea sua persoalidade. O arrequecer que se ven operando en xeral na Galiza, á de ir ergendo e fortalecendo o espritu ea personalidade de seu pobo. O demáis virá, –como na frase bíblica–, por añadidura... Eu xa non terei a dita de o ver en prenitude, mais ti sí que chegarás a gozar d–elo. E velaí que me deixei levar pola miña teima patriótica galega, quizares máis da conta. Na tua inxénita bondade e na tua condición de galego me amparo para que me atures con xenerosidade. E ren máis pol-o de hoxe. Fólgome de che reiterar as miñas felicitaciós e bos agoi-


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ros. Garimosos saudos e fortes apertas do teu tío–abó. Firmado: RODOLFO Y MANOLITA

Años setenta. Rodolfo y Manolita en su casa de Buenos Aires. Detrás se observa el retrato que el pintor gallego Manuel Colmeiro le hizo a Manolita en los años cuarenta.


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VII. Con su sobrino Emilio* También Emilio, el más pequeño de los sobrinos, le guardaba una honda devoción al tío Rodolfo, y siempre que se lo permitía el trabajo, lo acompañaba en sus andanzas por Galicia. Emilio había nacido en Barra de Miño -el único de los cinco hermanos nacido en Galicia; los demás en Mendoza-, y se convertiría desde que lo vio nacer en su casa, en el nieto favorito de Mamá Felisa. Contaba su nieta Darita que la abuela lo había cuidado con especial esmero, y que al dormirlo, lo dejaba en la cuna, y le cantaba: “Río Miño, río Miño, baixa caladiño, non espertes ó meu neniño”. Abuela y nieto se profesaban un intenso cariño. De ahí que Emilio fuese además un importante testimonio de los andares de Mamá Felisa por la aldea, en especial en aquellos años en los que ya no tenía ningún hijo en casa. Por eso que a menudo le reclamaba a su hija Daría que le enviase al pequeño a pasar unos día con ella. Durante veinte años estuvo Emilio viajando de Vigo a Barra de Miño para acompañarla, primero lo hizo de niño, luego de mozo, y después de la Guerra, de hombre curtido, al llegar de Madrid de vacaciones de sus estudios de ingeniería. De manera, que con sus habitual fantasía, y el abundante desparpajo que exhibía para adornar todos sus relatos, Emilio le iba contando al tío Rodolfo los últimos tiempos de Mamá Felisa por el pueblo. *.- El contenido de este capítulo está recogido del libro “Tiempos de Mamá Felisa”.


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<< ¡Mucho paseé con Mamá Felisa por la aldea! -le contaba Emilio al tío en una sobremesa en Eiradela, con la familia del abuelo Camilo-. Recorrí con ella todos los pueblos de la comarca: Coles, Pereiro de Aguiar, Velle, San Lorenzo, Belesar, Bamio de Fondo… No paraba quieta nin un instante, y por todos los caminos que pasábamos no había un sólo vecino al que no saludase, siempre efusiva y cariñosa, con respuesta de ellos respetuosa y servicial… “A mandar, doña Felisa”. Todas estas historias y anécdotas de su madre en la aldea, las escuchaba el tío Rodolfo sonríente y en silencio, prestándole una enorme atención. Gozaba mucho con ellas, como si los recuerdos y aventuras de Mamá Felisa, de sus familiares y de los amigos fueran las suyas propias… como cavilando lo que él también hubiera vivido de no quedarse en Argentina. Con las fantasías de Emilio añadidas a la realidad, su deleite llegaba a un momento álgido, y el sobrino seguía contando sin descanso. <<Mamá Felisa, desde la casa de Barra de Miño, un día visitaba a sus sobrinos del “Cruceiro”; otro, a las hijas de su hermano Augusto, caminando dos kilómetros monte arriba; y también iba junto a su amiga María de Lagariños, aún dos kilómetros más de subida… Y para ella, nada, como un paseíto. Se movía por aquellos caminos que cruzaban montes y campos con una facilidad pasmosa… A veces, al regreso, se hacía de noche, y yo hasta pasaba miedo. “Abuela, nos vamos a perder”, le decía. “Calla neno, como nos vamos a perder en nuestra propia casa”, me contestaba con genio, al ver mi cara de congoja. >>


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<<Y en estas visitas, Mamá Felisa acostumbraba a llevar unas onzas de chocolate en la falticreira, para que sus sobrinas no gastasen en la merienda, y eso que en su familia tenían una fábrica de chocolate, allí, muy cerca de su casa. Para estas cosas la abuela era muy mirada, y no le gustaba abusar. Muchas veces cruzábamos el río con David, el barquero, para visitar a los Feijóo, que tenían su casa en la otra orilla, en Casdemiro. Eran familias muy amigas y allegadas, y en cuanto recibían una visita de un familiar, o de alguna amistad importante, se daban la noticia de un lado al otro del Miño, colocando una sábana en el balcón. Alguna mañana que otra, a Mamá Felisa le venía el antojo de repente de acudir a misa a San Miguel de Melias, también en la otra orilla del río, y entonces desde la ventana, le gritaba a David para que le diera el recado al párroco don Eleuterio, de que no comenzara la misa hasta que ella llegase. El cura la esperaba en el altar con toda la paciencia -lo mismo que el resto de los feligreses-, y hasta que doña Felisa se acomodase en el primer banco, el monaguillo no hacía sonar las campanas que anunciaban el comienzo de la misa. >> El tío Rodolfo no volvió a ver a su madre desde que, en la primera década de siglo, había abandonado Mendoza y regresado definitivamente a Galicia. Pero recordaba de sobra su carácter enérgico, los genios repentinos, y su forma de ser autoritaria. Sabía que eran características de los Chamochín, y Mamá Felisa no podía ser menos. Cuando su


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sobrino relataba sus andanzas por la comarca, el tío se reía mucho porque la estaba viendo en su mente como si la tuviera delante. <<Pero a pesar de sus arrebatos de genio y de su dominante autoridad, Mamá Felisa era en cambio una mujer muy generosa, e irradiaba simpatía -como todos los Chamochín- cuando se encontraba de buenhumor. Además de muchas otras cosas, hacía un chocolate con el que toleaban todos sus familiares y vecinos de la aldea, a los que convidaba sin reparos ni distinción alguna. Así como los cogía a veces por sorpresa para que les hiciera encargos, también les empujaba para entrar en su casa y disfrutar de una chocolatada en condiciones. La cocinaba con mucho amor en la lareira de pedra, y remexía sin parar la deliciosa mezcla para que no se quemara. Luego, lo servía en una de aquellas chocolateras de madera, acompañado, por supuesto, de un buen roscón, bica, galletas… siempre con algo. De manera, que si te acercabas una tarde por la casa de la abuela, a eso de las seis, podías encontrarla merendando con media docenas de rapaces vecinos; otro día, en cambio, con las fuerzas vivas de la aldea, el señor cura, o el alcalde, o el juez comarcal…; y cuando se juntaban “O Talladas”, el carnicero -iba a llevarle los encargos-, Modesto, el carpintero, y Bugarín, el oficial del Concello, las carcajadas se podrían oír al otro lado del río. A estos, además del chocolate, les daba unas copitas de licor-café -Mamá Felisa se las daba adrede para “inspirarlos”-, y entonces, las burlas y barbaridades acerca de los convecinos que salían


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por aquellas bocas, no se acababan nunca. A veces, hasta se quedaban a cenar en casa convidados por Mamá Felisa. “Xa non falades vos, fala o licorcafé”, les decía, mirando la botella casi vacía. Pocos vecinos dejarían de probar alguna vez su chocolate, que ya gozaba de una gran fama por toda la aldea. >> Emilio le contaba al tío Rodolfo las mil y una andanza de Mamá Felisa, y por supuesto, con el engrandecimiento natural con el que un “Chamochín” acostumbraba a dar a sus relatos, tanto que a veces se podría dudar de que no fuera más que una simple invención… Pero el tío no paraba de reírse… y a veces a carcajadas. Que le hablasen de los últimos tiempos de su madre… fue para él la mejor conversación en aquella recordada sobremesa en Eiradela. <<Un día de verano, en pleno mes de agosto, estaba yo pasando una temporada en Barra de Miño, y a la hora de la siesta, con un calor axfisiante -seguía contando Emilio-, y tal como era su costumbre, Mamá Felisa se asomó a una ventana y al primer paisano que pasó por allí -le era igual que fuese hombre, mujer o niño- le ordenó tan tranquila, con voz fuerte y decidida para que le oyese bien: “Oes tí, Modesto, vai onde Rodolfo Montes e dille que quero velo maña as doce”. El tal Modesto le respondía presuroso: “Si dona Felisa, o que vostede mande”, y al momento, dejaba lo que estuviese haciendo, para cumplir el recado encomendado, algo que no tendría demasiada importancia, si no fuese que Rodolfo Montes vivía en A Peroxa, a diez kilómetros de Barra de Miño, en pleno monte y


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cuesta arriba. Mamá Felisa ni le daba las gracias al recadero de turno, y por supuesto, al día siguiente a las doce en punto, el tal Rodolfo Montes aparecía en casa sin rechistar. >> Emilio contaba en otra ocasión que aquellas hermosas y altas laderas alrededor de Barra de Miño, las conocía Mamá Felisa de arriba abajo. Caminaba por ellas de un lado a otro como si fuera un joven montañero, y por entonces, ya estaba a punto de cumplir setenta años. <<Cerca de la casa de Mamá Felisa -continuaba Emilio- vivía el carnicero del pueblo: feo, grande y medio calvo, con la nariz llamativamente torcida. Le llamaban “O Talladas”. Había sido portero de fútbol en Brasil, y decían que muy bueno, y contaba Mamá Felisa que a punto de acabar un partido muy importante, un delantero le chutó tal “chupinazo” desde tan solo tres metros, que el pobre de “O Talladas” tuvo que elegir en décimas de segundos: o agacharse y encajar el gol, o parar el balón con la nariz, porque no le daba tiempo de pararlo con las manos. Decidió hacerlo con la nariz, se convirtió en el héroe del encuentro, ganaron, y los hinchas lo sacaron en hombros del campo… y la nariz quedó torcida para el resto de su vida. >> El sobrino también le comentaba al tío, que Mamá Felisa era una extraordinaria conversadora, y que a veces, cuando se encontraba animada, mantenía a la gente embelesada escuchando sus historias. Su vena “Chamochín” salía a paseo, y tanto te podía hacer llorar un día, como al otro, reírte a carcajadas.


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Una tarde de invierno, de aquel primer diciembre que pasó Mamá Felisa en casa de su hija Daría en Vigo, en un día de lluvia y frío, se juntó una buena tertulia alrededor de la mesa camilla. Con la ayuda del brasero, y un suculento chocolate de merienda, la tertulia se fue animando, y Emilio, que la conocía tan bien, le tiró de la lengua a Mamá Felisa -con más de ochenta años-, y ella comenzó a recordar con una amplia sonrisa…

Vigo, 1941. Felisa Chamochín, en casa de su hija Daría, con ochenta y cuatro años, poco antes de fallecer.


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<<Un buen día, y sin avisar -reproducía Emilio el relato de Mamá Felisa de aquella tarde-, mis seis sobrinos se escaparon para México huyendo de las férreas leyes y tremendo orden que imponía su padre, Augusto Chamochín, mi hermano como sabéis. Así que Nicandro, Alfonso, Manolo, Alfredo, Amador y Graciano, sin encomendarse ni a Dios ni al diablo, embarcaron de polizontes, no se sabe cómo, en un trastlántico y acabaron en América. No le quedó a mi hermano ni un solo hombre en casa, y poco después también se marcharía su hija Eva. Tampoco fue de extrañar, ya que mantenía a raya a los chiquillos: horarios inamovibles, fuertes trabajos con los jornaleros, órdenes tajantes… En casa no había más opinión que la del padre. Mientras fueron pequeños se fue llevando la situación, pero cuando crecieron, las relaciones con el padre se hicieron insostenibles. Y sabiendo de la “sangre caliente” de los Chamochín, las peleas se sucedían una tras otra. Como muestra de su forma de ser, mi hermano Augusto los hacía levantar a las seis de la mañana para asistir a la Novena de Ánimas, en el mes de noviembre, en pleno invierno… Y desde luego, el santo Rosario se rezaba todos los días, sin faltar uno, a las ocho de la tarde… y ¡cuidado!, que a veces se repetía por advertir que los rapaces no ponían la debida atención. >> Mamá Felisa se reía ella mismo al contarlo, y todas aquellos hechos que relataba con tanto hechizo, ahora, desde la serenidad de la vejez, le causaban unas incontenibles carcajadas, le hacía una enorme


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gracia al recordarlo. Era como un reconocimiento de culpa de una manera de vivir muy peculiar, de las locuras y ocurrencias, tal vez disparatadas, de los Chamochín. Y sin querer por ello arrepentirse de nada en nombre de la familia, parecía al menos que el humor con el que lo explicaba no era más que una manera de lanzar al aire un amago de disculpa por las extravagancias del clan.

Barra de Miño, principios del siglo XX. La familia de Augusto Chamochín. Faltan en la foto los tres hijos más pequeños.

<<¡Demasiados Chamochíns juntos!” -continuaba Emilio con el relato de Mamá Felisa-. Después, en México, Nicandro acabó ordenándose sacerdote en una solemne ceremonia en la famosa Basílica de Guadalupe; Manolo se dedicó al comercio de la madera, sector que ya conocía de Galicia; Alfonso montó una tienda de sombreros y se casó con una clienta; Eva se casó dos años más tarde con un doctor de Yucatán -decían que descendiente de los indios mayas, de la realeza, con un nombre muy raro que quería decir “Pico de Aguila”, un hombre


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muy guapo; y los otros fueron tirando como pudieron… Y lo que sí hicieron mis sobrinos en México fue mucho barullo, como era su costumbre, y no había fiesta en la capital y alrededores en las que no se notase su presencia. Los líos de faldas eran cuantiosos, y más de una paliza se llevaron de los hermanos y padres de sus “víctimas”. Contaba mi sobrina Eva, que había una villa que la apodaban “Chamochín”, por estar habitada por una buena cantidad de hijos de sus hermanos -Mamá Felisa no paraba de reir al contarlo-. Nunca se supo si era verdad, que algo habría, o se trataba de una acostumbrada broma de mi sobrina, al más puro estilo “Chamochín”, que además de un genio endemoniado, siempre tuvimos mucho sentido del humor. Mis sobrinos, desde luego, fueron toda la vida tan festeiros como de hacer follones, sin quedar fuera ni el mismo cura. Al “Padresito Nicandro”, que así le llamaban muy repetuosos los feligreses mexicanos con aquella dulce entonación, tuvo que volver a España huyendo de una de tantas revoluciones que allí acontecieron. Al parecer, desde el púlpito, con aquella autoridad acostumbrada de los de su estirpe, puede que hubiese manifestado cualquier barbaridad en contra de los revolucionarios del momento, y por lo tanto le andaban detrás con no muy buenas intenciones. En una de estas, se presentaron en casa de los “Chamochín” varios tipos con sus bigotazos y caras serias, preguntando por el cura. Los recibió mi sobrino Graciano, el más pequeño de los hermanos, que haciendo honor a su nombre era muy gracioso, hasta el punto que le llamaban “O Chilindrín”, por ser bajito, regordecho y muy inquieto.


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Tuvo que entretenerlos y sortearlos de alguna manera para evitar el peligroso encuentro con su hermano Nicandro, que a todas estas estaba a punto de llegar. Así que sacó unas botellas de licor-café de Barra de Miño -tan fuerte que decían que explotaba con una cerilla-, y copa a copa, chiste va chiste viene, remataron todos bebidos y amigos para siempre, claro… Por aquella vez salió del apuro, pero Nicandro escapó arreando para Galicia en cuanto tuvo oportunidad. >>

Pontevedra, años cincuenta. Don Nicandro Chamochín, casando a su sobrino Emilio Lama Prada y a Tatá Bellver, con la presencia a ambos lados de los padrinos, el juez Bellver, padre de la novia, y Darita Lama Prada, hermana del novio.

Las historias de Mamá Felisa cuando cogía la onda no tenían fin. Aquel día se hizo muy tarde para ella, y tuvieron que interrumpirle para que se fuese a acostar. Una vez acomodada en su habitación, la que siguió el hilo de la conversación fue Daría, la querida hermana de Rodolfo, que según su


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hijo Emilio que lo contaba, tampoco se quedaba corta relatando cosas de su vida: las propias, las de la familia, las de los hijos, las de los vecinos… El ingenio de los “Chamochín” para el relato no podía faltarle a ella. <<Cuando estalló la Guerra Civil -sigue Emilio transcribiendo las palabras de su madre Daría-, el primo Graciano vivía en Ourense, y era “medio rojo”. Regresara de México tiempo atrás, y cuentan, que escapando de las gentes de Pancho Villa, que lo querían linchar por ciertas chanzas que les había gastado, cosa muy del primo cuando llevaba unos tequilas de más. En una noche de aquellas, en los comienzos del conflicto nacional, se salvó del temible “paseíllo” por muy poco. Lo fueron a buscar a casa, pero al ver que el salón estaba lleno de una buena cantidad de santos y de estampas de la Virgen -debían ser de Nicandro-, cambiaron de idea y tan sólo se lo llevaron detenido. Permaneció encerrado en el Monasterio de Osera durante dos meses. Para liberarlo, las buenas mañas del cura dieron su fruto, y eso que Nicandro no era “medio rojiño” como el hermano, si no que era “rojo total”, y siempre pensamos que fue la sotana la que lo salvó de algo más peligroso, porque tampoco, como buen Chamochín, no se puede decir que callara por demás a la hora de opinar lo que le parecía. Basta como ejemplo su salida de México. Las peleas que teníamos el abuelo Camilo y yo con el primo Nicandro en la tienda, con Francisco Franco por el medio, eran muy fuertes y sobradamente conocidas en la familia. Después,


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pasaba tres o cuatro días incomodado con nosotros, y dejaba de hacernos su visita de todas las mañanas a eso de las doce y media, al terminar su trabajo en el cementerio. Tras la discusión, que trascendía enseguida, mis hijos se metían conmigo: “¡Qué mamá… Hubo choque de trenes… Chamochíns juntos, y saltan chispas! >> El tío Rodolfo se mantenía ensimismado, con su dulce sonrisa en la cara, escuchando las anácdotas de sus familiares. Estaba claro que los Chamochín no eran precisamente gente muy discreta, de ahí que su sonrisa se convirtiese a menudo en carcajadas. Al tío le hubiese encantado ser testigo de alguna de aquellas tremendas peleas entre Nicandro y el matrimonio. <<El fuerte carácter de los Chamochín -continuaba el relato- era bien conocido en su entorno, y menos mal que la gente que les rodeaba no tenía muy en cuenta aquellos genios airados con que a veces salían. Todo era porque detrás de esta apariencia violenta de gestos y gritos, se encontraban personas agradables, de enorme simpatía, y de mucha generosidad con la gente. Mamá Felisa nos contaba que esa forma de ser ya les venía de muchas generaciones atrás. Su abuelo Ernesto Chamochín, músico de profesión, desempeñó en una época el cargo de director de la Orquesta Municipal de Ourense, pero fue cesado por su alporizado y apasionado carácter. Por entonces -mitad del siglo XIX- la orquesta daba unos excelentes conciertos en algunas mañanas del domingo en la Alameda. Alrededor de


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la banda, y siguiendo las costumbres de la época, se firmaban tres paseos: en el centro, donde se colocaban las gentes más destacadas de la ciudad; y dos laterales, reservados para los soldados y el pueblo. Las clases sociales no se mezclaban, y si algún osado incumplía el orden establecido, enseguida los guardias municipales le recordaban cuál era su sitio. En aquellos tiempos, los directores no usaban batuta, sino que lo hacían con un pequeño cornetín. El bisabuelo Ernesto, profesional muy competente… y también muy exigente, no admitía errores, y en unos de aquellos memorables conciertos, aconteció que uno de los músicos estaba desentonando por demás. El caso fue que el cornetín del director salió por el aire, y acabó estrellado en la cabeza del desafinado componente de la banda. Fue destituido al día siguiente como director. Pero la calidad profesional del bisabuelo era tanta, que sin haber pasado mucho tiempo, fue repuesto en el cargo. Y acabó su vida como tal vez hubiera deseado: muriendo un domingo mientras dirigía a la orquesta en uno de aquellos conciertos. De sus manos inertes, le sacaron el cornetín. Así que el temperamento endemoniado de los Chamochín viene de largo… y de lejos, porque el bisabuelo Ernesto era de Valladolid, y músico del ejército. Dejara el Regimiento de Infantería de Murcia nº 42, cuando cayó enamorado de la bisabuela Digna en las fiestas de Barra de Miño, a donde habían venido a tocar. >>


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También le contaba Emilio al tío Rodolfo sus aventuras en la Guerra Civil. En su día, el tío intervino decisivamente desde Buenos Aires en la liberación de su sobrino, encerrado por los “rojos” en la cárcel del Castillo de Cardona. Había sido apresado por el general Lister en el Frente del Ebro. Es seguramente por este hecho, también porque se hacía acreedor a ello, que Emilio le guardaba aquella devoción tan sentida… desde luego correspondida por el tío. Le narraba con todo detalle aquellos divertidos partidos de futbol que jugaban contra los soldados “rojos” en tierra de nadie, durante los pasajeros momentos de paz… de cómo llegaron a repartirse una rata encontrada entre las lentejas… de la vez que comieron hierba… de la huida de los italianos a la primera de cambio, muertos de miedo por una pequeña lucha casi sin importancia con los enemigos… y eso que venían como refuerzo de los “nacionales”… o de cuando llegó a Vigo ya finalizada la guerra con la enfermedad de la sarna, y no le dejaron besar a nadie para evitar el contagio en la ciudad… Y se acordaba que cuando iba a visitar la tumba de Mamá Felisa en el cementerio de Pereiró, acostumbraba encontrar entre lágrimas, las lápidas “Don Fulano… Caido por Dios y por España” de algunos de sus compañeros en el ejercito. En estas narraciones de guerra, el tío Rodolfo se mantenía serio y callado, con un gesto lleno de tristeza: “Nunca debió acontecer, hermanos luchando contra sus propios hermanos. ¿Cómo fue posible?...” Y quedaba cavilando para si mismo, moviendo la cabeza de un lado a otro, sin encontrar la justificación… él que siempre fue un hombre


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conciliador, luchador por la paz entre las gentes… Al final de su profunda reflexión, encogía los hombros, erguía las cejas… Y conocedor de que su sobrino Emilio había salido de la cárcel como soldado republicano -condición indispensable para ello-, y se pasó al bando franquista a la primera oportunidad que tuvo, le decía con su gesto lleno de cariño: “Meu sobriño, a pesares do que fiseches logo de liberarte da cárcere, eu por ti volveríallo a facer, non unha, sino un milleiro de veces”.


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VIII. El maletín <<Unos días antes de su regreso a Buenos Aires -me contaba mi hermano Gonzalo en otra ocasión-, el tío Rodolfo me entregó un maletín, más bien pequeño, en mi casa de Santiago. Cuando lo cogí en mis manos, me di cuenta del peso excesivo que tenía, y seguramente debí de hacer algún gesto dubitativo… que enseguida me aclaró las dudas. - ¿Parece que pesa mucho, no? -me dice el tío-. Es lógico que pese, mi bienquerido Gonzalo. Lleva dentro mucha historia reciente ”da Nosa Terra”. Tú que eres persona estudiosa y amante de Galiza, recoge esta maleta con mucho amor y haz con su contenido aquello que juzgues mejor. Aquí encontrarás cartas que me fueron escribiendo muchos gallegos ilustres, y también las copias de las que yo les envié a ellos. Además hay una buena cantidad de recortes de periódicos de gran interés. Una vez pongas todo en orden, me gustaría que lo guardases en la Casa de Rosalía en Padrón como testimonio histórico, y al mismo tiempo hicieras copias de lo más sobresaliente para remitirlas a los museos e instituciones gallegas que te parezcan merecedores de tan apreciable tesoro. >> <<Después de su marcha, cuando habían pasado siete u ocho días, me dispuse, lleno de curiosidad, a abrir la maleta del tío. Contenía cientos de cartas recibidas “da Terra”, del resto de España, de Francia, de Nueva York, de Portugal, Montevideo,


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Kiel, Puerto Rico, La Habana, Brasil, México, Colombia, Perú, Chile… Quedé asombrado… abraiado… Conservaba cada uno de los sobres junto a las hojas escritas que le correspondían, y por el matasellos y la posdata, se conocía su procedencia y los nombres de los personajes con los que el tío Rodolfo se carteaba: Castelao, Otero Pedrayo, Xesús Carro, Ben-Cho-Shey, Valentín Paz Andrade, Fernández del Riego… También allí se encontraban las copias de todas las cartas que el tío les había dirigido a ellos. Además, guardaba muchísimos recortes de periódicos y de publicaciones literarias… La verdad es que aquello era una joya muy valiosa, como ya me lo hizo saber en el momento de entregarme el maletín. Me llevó varios meses acabar de leer la totalidad de las cartas y recortes de prensa, y alguno más en ponerlos en orden. Durante el montón de horas que eché en este trabajo, viví emociones muy hondas con las que llegué a introducirme de lleno en las vivencias del tío, y ser así capaz de recomponer muchos hechos desconocidos para mí, y llenarme de una época crucial de la reciente historia de Galicia. Me deshice de algunos papeles irrelevantes -muy pocos-, escogí los más importantes, y preparé las copias para entregarles a los museos e instituciones -cumpliendo sus deseos-. Luego junté todo, sin dejar nada, e hice su entrega en la Casa-Museo de Rosalia. >> <<Para que veas que no me olvidé -me dijo mi hermano Gonzalo, conocedor de mis escritos-, te hago el regalo de estos sobres con las copias de


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buena parte de las cartas y de los recortes de los diarios, que me parece te van a interesar mucho. >> La mayoría de las cartas del tío Rodolfo, entre 1936 y 1950, estaban escritas a máquina, y utilizando letras muy pequeñas y muy juntas. Cuando se lee el contenido de algunas de ellas, parececen simples comunicaciones comerciales, y se adivina una clara intencionalidad de salvar la rígida censura franquista. Se expresan como en clave. “...Mucho estimaré me vaya teniendo al tanto del asunto jurídico relacionado con mis intereses... Precisamente hoy tuve carta de él -refirese a Daniel Castelao- en la cual se muestra optimista, pese a los contratiempos de su enfermedad y la incomprensión de sus socios, que discrepan de sus puntos de vista en la gerencia de los negocios... Es así que el capital del negocio se va acrecentando... Ningún otro gerente podría hacerlo mejor...”

Se trata de una muestra de la forma de escribir que utilizaban en su intento de salvar a la Policía Española, y evitar el quebrantamiento de las leyes del correo. Ésto se lo escribía el tío a Francisco Fernández del Riego en 1947, y él le respondía con las mismas claves. El 20 de febrero de 1950, Rodolfo le escribe a Otero Pedrayo una larguísima carta de seis folios, con motivo del fallecimiento de Castelao, el 8 de enero, en el Hospital del Centro Gallego de Buenos Aires. Le cuenta con todo detalle los momentos finales de su enfermedad, las últimas horas, su muerte, el dolor de la colonia galega, y las primeras honras fúnebres.


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“...Minutos denantes das once da noite cravouse fondamente nos presentes seu derradeiro salaio... ¡Daniel se nos fora para entrar na inmortalidade! ¿Cómo podería eu relatarlle a door e o desespero que se apoderou de tudos? Imposibre... imposibre... A clarividencia de vosté o ten xa prenamente ollado, asegún se reflexa nas súas cartas...”

Además de cientos de cartas y telegramas, conservados con todo el esmero por el tío, había un buen número de recortes de periódicos y de revistas culturales publicados con motivo del fallecimiento de Daniel R. Castelao. En ellos se le rendía homenaje póstumo al más significativo exponente del galeguismo de aquel tiempo. “Catro días denantes do pasamento de Daniel, chegou da Galiza un irmán benquerido, Perfecto López, traguendo sagro tesouro: unha caixa con terra da Patria galega, terriña recollida nas veiras do Miño, do pai Miño que é unha liña diagonal ó traveso do chan de Galiza. ¡Semella na xeografía da Terra a franxa azur da nosa bandeira! Terriña da Terra, ofrendada polos irmáns galegos, de alá, para ser espallada no cadaleito de Castelao, cando fose chegado o tristeiro intre que xa se sabía irremediabelmente preto... ¡Súa vitalidade sostívose anguriosamente até que chegase terra da súa Terra que había de agarimalo no sono de para sempre...!

(Nota firmada por A.P. en el jornal “A Nosa Terra”, 25 de julio de 1950)


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Entre aquellos trozos de periódicos, encontré otro de “A Nosa Terra” (Buenos Aires, abril, 1952) en el que en “Carta Aberta”, Rodolfo Prada sale en una apasionada defensa de Daniel R. Castelao en contra de las fuertes críticas del pontevedrés Sánchez Cantón -por entonces catedrático de Historia del Arte, y exdirector del Museo del Prado-. Las líneas que transcribo ponen de manifiesto la categoría personal del tío, considerado como “irmán querido” por los más destacados galeguistas de la historia. “... é ben de laiar que teña de sere a miña cativeza de emigrante galego calisquera -saído, fai moitísimo tempo, a edade de dezoito anos do colo da nosa sagra Terra-, a que, pola forza das circunstancias deba defrontar tan grave misión diante a grandía de unha personalidade catriacadémica. Mais, a verdade do meu decer terá de suprir a falla de categoría inteleitual que fora mester para alternare con vosté. ¡Por Daniel morto falaremos os discípulos vivos!, mais, ¡ai!, que o non podemos facelo ca súa maestría...”


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El tío Rodolfo y Gonzalo no dejaron de estar en contacto de vez en cuando, cruzándose entre ellos sentidas y largas cartas. El tío comenzaba todas las suyas recordando los versos del poeta Valentín Lamas Carvajal: “Fálame na nosa lingua / si é que me queres ben”. Esta la escribía en julio de 1967. Benquerido sobriño: Van alá casi tres meses de ter recibido a tua garimosa carta datada o 15 do derradeiro abril, e ainda latexa forte no meu esprito a fonda emozón que me produxo, xa por estar escrita no noso idioma galego e tamén polo que isto siñifica como boa proba do sinxelo afecto que me tés. ……… ……… Aledóunos moito a notiza de que a tua cativadora Marisa aitúa agora en Padrón, tan perto do voso fogar en Sant Yago. Por outra banda, aituar en Padrón é un privilexio: o de vivir inmerso no ambente xacobeo e rosalián. ¡Que é tanto como vivir a cotío en latexante patriótica galeguidade! E para finar, vaia o noso máis forte aturuxo de rebuldeira ledicia pola fermosa novedade que nos comunicou túa abóa Daría: a bendizón do ceo que chegou o voso fogar en forma de feiteiceira neniña. ¡Verdadeira peregriña do Apostolo, coma ti dis! ¡Que Deus lle depare as maores venturanzas!, son os desexos de Manolita e máis eu. E ogalla que creza con ben e prenamente saturada dos arrecendos da galeguidade desas terras do “noso” Sant Yago de Rosalía. Garimosos saúdos de Manolita, fortes apertas para ti, quentes felicitaciós para os


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dous pola rayoliña que vos alumen e moitos soaves biquiños para ela, diste teu tío avó. Firmado: RODOLFO

Santiago de Compostela, 1970. Gonzalo Rey Lama, con su esposa Marisa López y su hija María. (Archivo familia Rey Lama).

Cuando falleció el tío Rodolfo en 1980, su hijo Alberto comunicó a la familia gallega la triste noticia en un corto, pero emotivo escrito. Unos años después, el hijo se trasladaría a Galicia para hacer entrega al Museo de Pontevedra del original de “Os vellos non deben de namorarse” de Daniel Rodríguez Castelao, y otros importantes documentos pertenecientes a distintos insignes intelectuales gallegos de la diáspora, cumpliendo con ello los deseos de su padre.


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“Os vellos non deben de namorarse”, obra de teatro de Alfonso Daniel R. Castelao, escrita en 1941 en Nueva York. Editada por Editorial Galaxia en 1953.

Buenos Aires, 1941. Castelao, pintando las caretas de los personajes de su obra “Os vellos non deben de namorarse”, estrenada ese año en el Teatro Mayo de la capital argentina.


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Como hijo de Rodolfo Prada Chamochín, Alberto fue acogido con todo cariño por la “Fundación e Casa-Museo Rosalía de Castro”, que le honró otorgándole a su padre a título póstumo, distinguidos nombramientos honoríficos.

Logo de la “Fundación e Casa-Museo de Rosalía de Castro”

Rodolfo Prada Chamochín, en la lejanía de Buenos Aires, jamás se olvidó de su patria galega, y por ella y por los galegos exiliados luchó con todas sus fuerzas y sin descanso a lo largo de su vida.


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IX. Los últimos años Siempre consideramos en la familia que el último viaje a Galicia del tío Rodolfo, a los setenta y un años de edad, no solo había sido a modo de despedida familiar, sino que también parecía indicar el fin eminente de su incesante actividad galeguista, sin que por ello juzgásemos que dejaría de vivir con su acostumbrado fervor las noticias da Terra que le fueran llegando. Nada más lejos de la realidad, ya que su protagonismo político se mantuvo vivo hasta los últimos momentos de su existencia. Crónicas de la época lo confirman, al considerar que durante los años setenta, Rodolfo Prada era la figura más importante del galleguismo bonaerense, centrando su actividad por entonces en el “Centro Orensano” y en el “Instituto Argentino de Cultura Gallega”, ubicado en el “Centro Gallego” de Buenos Aires. Hasta tal punto alcanzó una especialísima relevancia, que fue propuesto por grupos galeguistas a finales de los años setenta, para presidir la Preautonomía de Galicia cuando se alcanzase la transición democrática Conocedor profundo de los movimientos soterrados del galeguismo del interior, avanzando con lentitud desesperante en medio de la dictadura del franquismo, aguardaba esperanzado ser testigo aún en vida del fin de Francisco Franco y el regreso de la democracia. Y así fue, en noviembre de 1975 muere el dictador, aparece la figura del rey don Juan Carlos


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-no del gusto del galeguismo, partidario de la república-, y se celebran las primeras elecciones democráticas en España. Surgen entonces en Galicia incipientes voluntades de recuperar los restos de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, enterrado y semiolvidado en el ”Panteón Social del Centro Gallego” de Buenos Aires. En los archivos del centro figura una precisa declaración de intenciones: “Es intención da nosa colectividade eiqui radicada, de enviar os restos do ilustre patriota a Galiza, cando alí non campe o réxime de barbarie e opresión das libertades da nosa terra”. Era la voluntad expresada en repetidas ocasiones por Castelao.

Buenos Aires,”Panteón Social del Centro Gallego” en el cementerio de La Chacarita, años sesenta. Uno de tantos homenajes recibidos por Castelao en su tumba. Rodolfo Prada, en el centro, con traje claro y sombrero en la mano.

El tío Rodolfo, ya en las últimas manifestaciones políticas en las que intervendría, no era en absoluto partidario todavía de trasladar los restos de Castelao a Galicia, porque consideraba que la incipiente democracia en España aún no había alcanzado los niveles exigibles.


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Buenos Aires, años setenta. Recepción del “Consello da Galiza” a Paco Fernández del Riego en su visita a la capital argentina. De izquierda a derecha: Alonso Rios -el segundo-, Fernández del Riego, Manuel Puentes, Suárez Picallo, Rodolfo Prada, Perfecto López y José Benito Abraira.

Mientras vivió -fallecía en 1980-, fue prevaleciendo su criterio, y aún después de su muerte, se tardaría cuatro años más en trasladar los restos de Castelao a Galicia. El 28 de junio de 1984, por iniciativa de la Xunta de Galicia, con el fuerte y decisivo apoyo de su presidente Fernádez Albor y del líder galeguista Camilo Nogueira, se recibe el féretro con el cadáver embalsamado de Castelao en el Aeropuerto de La Bacolla, en medio de la protesta y el desorden público protagonizados por los radicales naciónalistas, que veían en el acto una profanación de la figura y de la doctrina del maestro. Cargas policiales, detenidos y heridos se repiten en el atrio de la Iglesia de Santo Domingo de Bonaval, donde cerca de tres millares de manifestantes del BNG, protestan por la manipulación política ante las autoridades autonómicas de Alianza Popular -derecha española-, y antí-


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tesis de todo lo que representaba Castelao para el mundo gallego.

Santiago, 1984. Traslado del féretro con los restos de Alfonso Daniel R. Castelao al “Panteón de Galegos Ilustres”. Cerca de tres mil manifestantes protestan por la manipulación política del acto. El féretro es transportado por guardias municipales, protegido por la Guardia Civil y la Policía Nacional.

El”Panteón de Galegos Ilustres” en la Iglesia de Santo Domingo de Bonaval, acoge desde entonces los restos de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, muy cerca de los de Rosalía de Castro.


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Santo Domingo de Bonaval,”Panteón de Galegos Ilustres”. Tumba de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao.


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Pero al margen de su incesante e histórica actividad política, el tío Rodolfo también mantuvo una interesante vida privada. Los testimonios de sus nietas nos acercan a su lado más familiar. En ellos se reflejan con claridad su personalidad, su carácter recto y honrado, su defensa de los valores… y el firme amor hacia los suyos que siempre conservó a lo largo de sus días. Su nieta María Elena Prada Alliende, testigo fiel tras muchos años de convivencia con los abuelos, nos lo cuenta con pasión. <<El abuelo fue un gran hombre, a pesar de su baja estatura. Bonachón, honrado, simpático, bromista a veces, “querendón” con los niños… Siempre seguro de sus convicciones, creo que duro ante las injusticias, y de ideas muy claras con respecto a lo que quería para su Galicia amada. ¡Cómo trabajó por ella! ¡Cuántas reuniones con gallegos tuvo en su escritorio! Yo, de niña, me escurría en la sala, me sentaba en el suelo, y calladita para no molestar, sacaba de un cajón una colección de sellos postales de todo el mundo que juntaba el abuelo, y me entretenía mirándolos. Nunca me echó de allí, y yo escuchaba sus interminables tertulias en gallego sin entender ni una sóla palabra. >> María Elena nació en Buenos Aires en 1946, y aunque en casa de los abuelos se hablaba el gallego a menudo, es evidente que no lo entendía bien. <<Viviamos en una casa muy grande y cómoda, contigua a los “Laboratorios del Doctor Andreu”, que la empresa le proporcionaba al abuelo por su condición de Gerente, y más tarde como Di-


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rector General de las delegaciones de Sudamérica. >> <<Mi padre, Alberto Prada Fraga, fue hijo único, y había comenzado los estudios de Ingeniería Civil Industrial en la Universidad. En un viaje a Chile con su equipo de natación, conoce en la Playa de Algarrobo a la chilena Gabriela Elena Alliende Armstrong, que “vacacionaba” allí en aquellos días. Fue algo increíble, se enamoraron, mi padre abandonó la universidad después de tres años de estudios, y el abuelo hubo de viajar el año siguiente a Santiago de Chile para pedir la mano de mi mamá. Se casaron en 1942, y se vinieron a vivir a Buenos Aires en la casa paterna. >>

Santiago de Chile, 1942. Boda de Alberto Prada Fraga y Gabriela Elena Alliende Armstrong. A la izquierda, los padres de la novia; a la derecha los padres del novio, Manolita y Rodolfo.


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Santiago de Chile, 1942. La novia, Gabriela Elena, recibe el cariño de su suegra, Manolita Fraga. A la izquierda, Rodolfo Prada Chamochín. Detrás, el novio Alberto Prada Fraga.

Santiago de Chile, 1942. Carola Amstrong de Alliende y Rodolfo Prada, en la boda de sus hijos Gabriela Elena y Alberto.


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<<Las ilusiones del abuelo de que su hijo Alberto se hiciese ingeniero se esfumaron. Pero al fin, los conocimientos que había adquirido en sus tres años de estudios, le valieron para ponerlo a trabajar en el laboratorio. Dicen que mi mamá era una buena moza, simpática, muy de casa y que se adaptó enseguida a la vida en Buenos Aires. Se llevaba muy bien con la abuela Manolita, y fue para ella como una hija -que nunca tuvo-. Dos años antes que yo, nació mi hermano Alberto, y formábamos una familia feliz, asentada, tranquila y de lo más normal. >>

Buenos Aires, años cuarenta. Gabriela y Alberto, recién casados, con Manolita y Rodolfo. (Archivo familia Prada Alliende).

<<Pero el destino se encargaría de truncar aquella estabilidad familiar, y mover los hilos en otra dirección, por cierto desfavorable para casi todos. La muerte de mi madre, en 1951, de forma totalmente imprevista, produjo un enorme descalabro en la familia. Una embolia, agravada por su embarazo de nueve meses, fue la causa de su falleci-


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miento. Lo médicos dijeron que ese caso se daba una vez entre un millón de embarazadas. Yo tenía cinco años y mi hermano Alberto siete. Al cabo de un breve tiempo, el abuelo decidió enviar a mi padre Alberto -con la pertinente autorización de los Andreu- a establecer un nuevo laboratorio en Santiago de Chile, del que acabaría como gerente durante el resto de su vida. Una vez en Santiago de Chile, mi padre contactó con la familia de mi madre, y terminaría por casarse con una prima hermana de mamá, Eliana Alliende Rojas, chilena como ella. Tuvieron dos hijos, María Soledad y Carlos Hernán. Mi segunda madre, Eliana, aún vive, tiene noventa y siete años, pero se encuentra en estado senil. >>

Santiago de Chile, 2011. Ochenta y nueve cumpleaños de Eliana Alliende Rojas, “Kiki”, viuda de Alberto Prada Fraga. A ambos lados, sus hijos María Soledad y Carlos Hernán. (Archivo María Soledad Prada)


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<<Albertito y yo nos quedamos con los abuelos en Buenos Aires, con los que permanecimos durante doce años. Ellos fueron nuestros verdaderos padres en la niñez. >>

Buenos Aires, finales de los años treinta. Rodolfo y Manolita con su hijo Alberto, dispuestos a coger el tren para uno de sus viajes.

<<La abuela Manolita, de apellidos Fraga Bonfanti -sigue contando María Elena-, nació en Mendoza en 1887. Su padre era gallego, José Fraga, y su madre italiana, de Génova, mujer de fuerte carácter. Los llegué a conocer, eran mis bisabuelos, y recuerdo que ella tenía muy malas pulgas. Los abuelos se conocieron en Mendoza, y se casaron muy jóvenes. Él tenía cinco años más que ella. Cuando el abuelo fue destinado en 1918 a Buenos Aires por el banco en el que trabajaba, ya estaban casados. >>


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Mendoza, 18 de mayo de 1916. Rodolfo Prada dedicaba a su novia, Manolita Fraga, este tarjetĂłn con su fotografĂ­a y la dedicatoria al dorso. (Archivo familia Prada Alliende).


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Mendoza, 1916. Rodolfo Prada ChamochĂ­n, a los veinticuatro aĂąos. (Archivo familia Prada Alliende).


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Mar de Plata (Argentina), años treinta. Los abuelos, con su sobrina Ana María Chiappa, “Perlita”. (Archivo familia Prada Alliende).

Mar de Plata (Argentina), años treinta. De pie, Manolita y Rodolfo, con su hijo Alberto. Tumbada, la sobrina Ana María Chiappa. (Archivo de la familia Prada Alliende)


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Buenos Aires, años treinta. Manolita y Rodolfo, de excursión con su hijo Alberto. (Archivo de la familia Prada Alliende).

<<En aquellos años de mi niñez -recuerda María Elena-, en casa vivíamos los abuelos, mi hermano Albertito y yo, pero convivíamos estrechamente con la madre de la abuela -mi bisabuela María-, las hermanas -tía Elvira y tía Emilia- y una sobrina, Perlita -hija única de Elvira-, que vivían juntas en la casa materna. La tía-abuela Elvira, viuda por entonces, era como una santa, y bordaba como los dioses. Trabajaba en exclusiva para una importante casa en el centro de Buenos Aires, que vendía toda clase de enseres bordados a mano. Al casarse su hija Perlita, se trasladó a vivir con ella. La otra tía, Emilia, era muy buena moza, pero nunca llegó a casarse. Cuando falleció, me


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contaba la abuela que padecía reumatismo al corazón, y que ya el médico le había advertido que no podría tener hijos. “Noviaba” con un tenor italiano de mucho prestigio, pero nunca se supo en definitiva qué pasó entre ellos. Una lástima. La tía Perla se portó muy bien con los abuelos, y éstos la querían como a una propia hija. >>

Buenos Aires, 1949. Foto de familia. Arriba: Manolita Fraga Bonfanti, Ana María Chiappa Fraga (tía Perla), Gabriela Alliende Armstrong y Rodolfo Prada Chamochín. En medio: Emilia Fraga Bonfanti, la bisabuela María Bonfanti, Alberto Prada Fraga y Elvira Fraga Bonfonti. Abajo: los hermanos Alberto y María Elena Prada Alliende.


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<<La tía Perla se llamaba en realidad Ana María, pero todos la conocían por Perlita. Se casó y tuvo dos hijos. Fue el paño de lágrimas para todos los mayores de la familia en Buenos Aires. La abuela Manolita murió en sus brazos en el Hospital del “Centro Gallego” en 1982. La tía Perla, al ser la más joven, atendió a todos los mayores en su fallecimiento, ya que el resto de familiares vivíamos en Chile. >>

Buenos Aires, años setenta. Elvira Fraga, con su nieta Gabriela Cravello en brazos, y Rodolfo Prada. (Archivo fam. Prada Alliende)

<<Conoci muy bien al abuelo -sigue María Elena con el relato-, y no he sabido nunca de otra persona que trabajara tanto como él. Se levantaba muy temprano y dedicaba todo el dia al laboratorio. Luego se sumergia en su escritorio, y seguía muchas horas con los asuntos gallegos, como decía la abuelita. Como hijas del gallego José Fraga, Elvira y Emilia, y también Perlita, se involucraron en los


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asuntos gallegos, y comprendían perfectamente al abuelo Rodolfo en todo lo referente a su tierra. Las tías lo adoraban, lo respetaban y le consultaban todo. >>

Don Torcuato (Buenos Aires), años setenta. Los abuelos en casa de Ana María Chappa, tía Perla. (Archivo familia Prada Allende).

<<Viví con los abuelos en su casa de Buenos Aires -Constitución, 4234, barrio Caballito-, hasta los doce años, y guardo en mi memoria unos momentos inolvidables. Yo había empezado a estudiar piano con una profesora particular, y me examinaba en el antiguo Conservatorio Beethoven. En casa había un lindo piano que era de mi madre, que decían que tocaba muy bien, pero de oído, no sabía música. Y recuerdo a la abuela Manolita que mientras cosía, escuchaba silenciosamente mis prácticas, y cuando me equivocaba, me apuntaba enseguida, “¡mi bemol, mi bemol!…”. Nunca supe como la hacía, porque no sabía nada de música. >>


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<<Doña Virginia, la viuda de Castelao, era mi compañera de cine en la tarde de los sábados. Íbamos al “rotativo” del barrio a ver tres películas, algunas argentinas, y muchas veces de Carmen Sevilla. Después de terminada la función, nos íbamos a comer pizza. Fue una persona que quise mucho. El abuelo, cuando nos llevaba en auto al cine, le pasaba dinero a doña Virginia, cosa que entonces no entendía. Para ella, Rodolfo era un dios. >>

Virginia Pereira, viuda de Castelao.

<<A la abuelita no le gustaba nada salir, pero en cambio le encantaba jugar a las cartas. Con doña Virginia jugaban a la canasta, se peleaban mucho, siempre con risas y buena armonía. >>


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<<El abuelo se paraba conmigo a menudo a enseñarme sus libros favoritos, y gracias a él descubrí a Rosalía Castro, y también a Federico García Lorca. Aunque era muy pequeña, once o doce años, quedé inmersa para siempre en el mundo literario. También recuerdo que íbamos a las fiestas del “Centro Orensano” en la celebración de alguna fecha importante para los gallegos. Había banda de gaitas, y parejas bailando al són de la muiñeira. >>

Buenos Aires, 1948. Fiesta de cumpleaños de Albertito, que aparece en el centro apagando las velas de la tarta. A su izquierda, María Elena, con los brazos cruzados. Detrás, la bisabuela María; al fondo, los abuelos Rodolfo y Manolita; a la izquierda, los padres Alberto y Gabriela, que apenas se ven; a la derecha, en primera fila, la tía Emilia... (Archivo familia Prada Alliende).

<<Pero llegó un momento en que los abuelos consideraron que ya debíamos conocer a nuestros dos hermanos chilenos, y criarnos y convivir en familia junto a ellos y a “nuestros padres”. Nos enviaron a Chile con mi padre, primero a mi hermano en 1956, y al cabo de dos años, en 1958, a mí. >>


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Buenos Aires, años cincuenta. Primera Comunión de los hermanos María Elena y Alberto.

<<Mi hermano Albertito no se adaptó nada bien al cambio. Fue rebelde desde su llegada, y lo echaron de varios colegios donde estaba interno. Al final consiguió terminar sus estudios en un colegio muy estricto. Luego se dedicó a la música, y comenzó a destacar. Hizo varios arreglos musicales para el Festival Internacional de la Canción de Viña del


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Mar (Chile), que se celebra anualmente desde 1960, y es el más importante del continente americano. En 1966 creo un conjunto que fue considerado el mejor del año, y actuó en importantes eventos, como el XIX Campeonato del Mundo de Esqui Alpino, en Portillo (Chile). Se casó con Lorena Aedo, tuvieron una hija, Daniela, y se hizo profesor de música. Lamentablemente falleció de un infarto a la edad de cincuenta y ocho años. Su esposa, Lorena, acaba de fallecer en el pasado mes de mayo tras una larga enfermedad. Daniela, su hija, está casada, y tiene a su vez una hija, Antonia, de dieciséis años, que es la primera tataranieta de Rodolfo y Manolita. Viven en Talca, una ciudad al sur de Chile. >>

Santiago de Chile, 1970. Alberto Prada Alliende, a los 27 años.


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<<Dos años más tarde, también me envíaron a Chile con mi padre. Lo pasé mal, pero nunca se lo dije a los abuelos. Fui muy infeliz, pero no los juzgo por haberme mandado con mi padre y mis hermanos. Era lo que correspondía. Rebelde como Albertito, no estudiaba nada al llegar. Al fin recapacité, comencé a estudiar, y pude acceder a la Universidad. Allí me encontré con un anuncio de la compañía aérea LAN Chile buscando auxiliares de vuelo. >>

Santiago de Chile, años sesenta. María Elena Prada Alliende, recién igresada como auxiliar de vuelo en LAN Chile.

<<Sin dudarlo, me presenté y pasé en ese trabajo los diez años siguientes en buena armonía conmigo mismo. Me hice una buena trabajadora, y al cabo de cuatro años en la compañía, me pasaron a atender la Primera Clase. >>


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<<Los abuelos viajaron muchas veces a Chile cuando yo estaba en secundaria, seguramente por asuntos del laboratorio, pero tambiĂŠn por ir a vernos a todos. >>

Buenos Aires, 1970. Rodolfo Prada y Manolita Fraga, en el aeropuerto internacional de Ezeiza, en uno de sus viajes a Chile.

<<DespuĂŠs, cuando ya trabajaba en LAN, pasaba mis vacaciones con ellos en Buenos Aires. Toda mi vida estuve muy ligada a los abuelos. >>

MarĂ­a Elena, auxiliar de vuelo.


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Santiago de Chile, años sesenta. La tripulación de LAN Chile, preparada para iniciar un vuelo a Isla de Pascua y Tahití. La primera azafata por la izquierda, es María Elena Prada Alliende.

Buenos Aires, Aeropuerto de Ezeiza, años sesenta. María Elena recibe la visita de su tía Perla y de sus dos hijos.


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<<En 1972, el abuelo Rodolfo cumplió ochenta años, y lo fue a celebrar a Santiago de Chile con todos nosotros. Era una auténtica fascinación la que tenía por la familia. >>

Santiago de Chile, Restaurante El Parrón, 1972. Celebración del 80 cumpleaños del abuelo Rodolfo. A la izquierda, María Soledad Prada; a la derecha, María Elena Prada y su abuelo Rodolfo. Al fondo, Eliana Alliende, “Kiki”, segunda esposa de Alberto Prada.

<<Los abuelos, ya bastante mayores, ochenta y tres años él y setenta y ocho ella, no dejaron por ello de acudir a Santiago de Chile a mi “Postura de Argolla”, y unos meses después, siguiendo el protocolo, a mi boda con el chileno Héctor Pino. Fueron momentos muy emocionantes para mí el convivir con ellos en ambos ceremoniales, de tanta trascendencia en mi vida. >>


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Buenos Aires, 1975. Antes de la “Postura de Argolla”, Héctor Pino y Rodolfo Prada, en el apartamento de éste en la calle Don Bosco Belgrano. El cuadro de la izquierda podría ser de los Hermanos Hernández, famosos orfebres y esmaltistas de Vigo, tal vez adquirido por Rodolfo en uno de sus viajes a Galicia.

Santiago de Chile, 1975. “Postura de argolla” de María Elena y Héctor en casa de Alberto Prada. Enrique Diharce, tío de Héctor Pino, con los abuelos Rodolfo y Manolita.


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Santiago de Chile, 1975. En casa de Alberto Prada, María Elena y Héctor, con los abuelos, en la “Postura de Argolla”.

Buenos Aires, 9 de octubre de 1976. La novia María Elena Prada Alliende, con su padre Alberto Prada Fraga, padrino de boda, disponiéndose a entrar en la iglesia para celebrar la ceremonia religiosa. (Archivo familia Prada Alliende).


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Santiago de Chile, 9 de octubre de 1976. Boda de María Elena y Héctor Pino. El novio, con los abuelos políticos Manolita y Rodolfo.

Buenos Aires, 1976. Los novios María Elena y Héctor con los abuelos Manolita y Rodolfo. (Archivo familia Prada Alliende).


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<<La última vez que estuve con ellos fue en 1980. Viajé a Buenos Aires con mi marido Héctor, y mi hijita Carolina, con dos años, porque quise que conocieran a su biznieta. La emoción embargó al abuelo, a pesar de que nuestro encuentro tuvo como escenario el sanatorio del “Centro Gallego”, donde la abuela estaba internada a causa de una arritmia. El abuelo dormía en la habitación contigua, y los atendían como reyes. Al abuelo lo veneraban en el centro. >>

Buenos Aires, Hospital del “Centro Gallego”, 1980. El abuelo Rodolfo con Carolina Pino Prada, la única de los once biznietos que llegó a conocer. Los demás nacieron cuando ya había fallecido. (Archivo familia Prada Alliende).


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<<La abuela siempre decía que ojalá Dios se llevara antes al abuelo que a ella, porque sabía perfectamente que él no hubiera podido subsistir sin ella. Estaban muy unidos. >>

Buenos Aires, Hospital del “Centro Gallego”, 1980. La abuela Manolita, hospitalizada por una arrimia, recibe la visita de su nieta María Elena en presencia del abuelo Rodolfo. (Archivo familia Prada Alliende).

<<Pocos meses después de esta visita, el 3 de noviembre, fallecía de repente el abuelo Rodolfo de un paro cardíaco en la misma sala de espera a la que acudía a la consulta de su médico. Tenía ochenta y ocho años, y se cumplieron así los deseos de la abuela de que se muriese antes que ella. El 11 de marzo de 1982, la abuela Manolita, no habían pasados dos años, se muere a los ochenta y cinco años en el hospital del “Centro Gallego”, donde permanecía ingresada desde hacía algún


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tiempo. La tía Perla la atendió en su lecho de muerte. >>

La abuela Manolita, la tía Perla y la nieta María Elena, en el hospital del “Centro Gallego” en 1980.


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Los nietos chilenos, Carlos Hernán y María Soledad, no tuvieron tanta relación con los abuelos como su hermana mayor, pero a pesar de la distancia, los veían a menudo y se profesaban un mutuo cariño.

Santiago de Chile, 2012. Eliana Alliende Rojas, viuda de Alberto Prada, en el noventa cumpleaños, con sus hijos María Soledad, María Elena y Carlos Hernán. (Archivo de la familia Prada Alliende).

<<Mis padres se casaron en 1953, y los abuelos, por supuesto, asistieron a su boda -comenta María Soledad-. Desde entonces venían con frecuencia a Santiago de Chile por asuntos del labo-


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ratorio, y nosotros cruzábamos la cordillera en vacaciones para verlos. A mi me hacía mucha ilusión ir a Buenos Aires porque los abuelos eran muy cariñosos con nosotros. Desde muy chica, el abuelo nos contaba anécdotas de su tierra, y sobre todo de su amigo Castelao. Incluso su viuda, la señora Virginia, nos llevaba a pasear junto a la abuela Manolita. >>

Buenos Aires, 1976. El abuelo Rodolfo, su nieta pequeña, María Soledad -aún soltera-, y su hijo Alberto Prada, delante de su casa en la calle Don Bosco de la capital. (Archivo de la familia Prada Alliende).

<<Cuando me casé en 1978, fui con mi marido Dino Peirano a Buenos Aires para presentárselo a los abuelos. Recuerdo que disfrutamos de una visita muy agradable. >>


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<<Fue la última vez que los vimos. El abuelo falleción dos años después, en 1980, y la abuela a continuación, en 1982. Por entonces vivíamos en Caracas (Venezuela), donde mi marido Dino trabajaba. >>

Santiago de Chile, 1979. María Soledad Prada Alliende y Dino Peirano Costa en su Matrimonio Civil. (Archivo de la familia Prada Alliende).

<<Me afectó muchísimo su muerte, y ahora -despues de mi estancia en Ourense y Os Peares en 2017 y 2019- estoy muy feliz de haber conocido su tierra, de la que hablaba con tanto amor, y era su sueño permanente, regresar algún día a Galicia. Algo que al fin acaba de conseguir con el traslado de sus cenizas a Os Peares. >>


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<<Mis padres sí que viajaron a Galicia en varias oportunidades, y sé que conocieron a varios familiares, sobre todo a Rodolfo Lama Prada, a quien mi abuelo quería mucho a pesar de las tremendas diferencias políticas. >> <<Al casarnos, nos fuimos a vivir a Caracas porque allí tenía Dino su trabajo -sigue contando Sole-. Un tiempo después, enero de 1980, nos hicieron una visita mis padres, que luego relataron con todo detalle al abuelo por carta -nueve hojas-. Días más tarde, el abuelo nos escribía a nosotros. >>

Buenos Aires, 28 de febrero de 1980. Carta de Rodolfo Prada Chamochín a su nieta María Soledad Prada Alliende.


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<<Tal como era nuesto deseo y el de toda la familia, en 1983 regresamos a Santiago de Chile, y allí nos establecimos definitivamente. Tuvimos cinco hijos, un varón y cuatro mujeres: Matías (1983), Francisca (1984), Alejandra (1987), Constanza (1991) y Josefina (1997). >>

Santiago de Chile, 1985. María Soledad Prada Alliende y su marido Dino Peirano Costa. (Archivo de la familia Prada Alliende).

<<Mis hijos residen todos en Santiago, menos la segunda, Francisca, que hace un año se trasladó a vivir a Andalucía (España) con su marido, Alberto Geep. Ella tiene los estudios de Administrador de Empresas. Viven en Mijas (Málaga). El mayor, Matías, es ingeniero, casado y con dos hijos; Alejandra es profesora, casada y con una niña; Constanza, “Coni”, se acaba de casar; la pequeña, Josefina, estudia 4º curso de Diseño. Mi marido Dino falleció en 2003, y pasé momentos muy difíciles. Me encontré viuda, con cinco hijos… pero salimos adelante. En la actualidad vivo


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con mi hija Alejandra, que está esperando su segúndo hijo. >>

Santiago de Chile, años noventa. Dino Peirano, con su hijo Matías y sus sobrinos Federico y Carlos Alberto.

<<Mi hermano Carlos tiene tres hijos: Carlos Alberto (1985), Federico (1987) y Vicente (1991). Son los que conservan el apellido Prada en la familia. Ellos, igual que mis hijos, no llegaron a conocer a los abuelos. >>


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Santiago de Chile, 1994. Dino y Sole.

Santiago de Chile, Campo Pangue, 2002. Sole y Dino, con su hija Josefina, la mĂĄs pequeĂąa de los cinco hijos, delante del picadero de caballos de la familia. Dino, entre otras cosas, se dedicaba a criar caballos. (Archivo de la familia Prada Alliende).


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El abuelo Rodolfo, además de las veces que vino a Galicia, viajó en más de una ocasión a Barcelona para entrevistarse con los Andreu por temas del laboratorio. A principios de los años cincuenta, lo acompañaron su hijo Alberto y su esposa Eliana, recién casados, viaje que aprovecharía para presentarselos a los empresarios catalanes.

España, años cincuenta. Alberto, Eliana, Rodolfo y un acompañante de “Laboratorios Andreu”. (Archivo de la familia Prada Alliende).

Los abuelos Rodolfo y Manolita.


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A su paso por Madrid, camino de Barcelona, no dejaría de visitar a su sobrino Rodolfo Lama Prada, con él que mantenía relaciones muy entrañables.

Madrid, años cincuenta. Rodolfo y su hijo Alberto, visitando una de las obras de la empresa del sobrino, “Rodolfo Lama Construcciones”. (Archivo de la familia Prada Alliende).

En medio de esa convivencia estrecha de los abuelos con Elvira Fraga -la hermana de Manolita- y sus hijas, cualquier motivo era suficiente para buscar un encuentro siempre celebrado y lleno de afecto. Así que cuando Alberto y Eliana llegaban de Chile a visitar a sus padres, el paso por Don Torcuato a ver a las tías era de obligado cumplimiento.


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Don Torcuato (Buenos Aires), años sesenta. En la casa de Ana María Chappa, tía Perla: Elvira Fraga, Horacio Gravello (hijo), Rodolfo Prada, Alberto Prada y Horacio Gravello (padre). (Archivo de la familia Prada Alliende).

La familia reunida en Don Torcuato. Alberto, Rodolfo, Eliana, Elvira, Ana María y delante, los nietos. (Archivo de la familia Prada Alliende).


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Don Torcuato, aĂąos sesenta. Elvira Fraga, Eliana Alliende y Rodolfo Prada.

En Buenos Aires, aĂąos sesenta. Manolita, Eliana y Rodolfo.


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Santiago de Chile, años sesenta. Eliana y Alberto formaban una pareja muy elegante.

Alberto Prada Fraga fallecía en Santiago de Chile en 2006, a la edad de ochenta y cinco años. Su viuda, Eliana Alliende Rojas, “Kiki”, acaba de cumplir noventa y ocho años. Vive con su hijo Carlos en Santiago de Chile.


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Santiago de Chile, 2018. Eliane, en su noventa y seis cumpleaños, con su hija María Soledad. (Archivo familia Prada Alliende).

Manolita y Rodolfo, siempre tan apasionados y cariñosos con la familia, estarían hoy felices y orgullosos compartiendo mesa y mantel con sus once biznietos, ya en edad madura, con sus carreras todos ellos, y la mayoría acompañados de sus respectivas parejas. Ni en sueños podrían imaginar los abuelos, encontrarse en medio de una celebración de boda de una biznieta, y con la presencia de una familia casi al completo a la que se veía feliz e irradiaba tanto amor entre ellos.


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Santiago de Chile, 2015. Boda de Alejandra Peirano Prada y David Sanhueza. De izquierda a derecha: Esteban -un amigo-, las hermanas Josefina y Constanza Peirano Prada, la madre María Soledad Prada, los novios, el hermano Matías Peirano Prada y su esposa Ignacia Alamos. Faltan Francisca Peirano Prada y su marido Alberto Geep, para completar el grupo familiar.

La generación nacida entre finales de los setenta y los noventa, que sigue a Albertito, a María Elena, a María Soledad y a Carlos Hernán, forma ese espléndido grupo de biznietos del abuelo Rodolfo. Daniela Prada Aedo, hija de Alberto Prada Alliende, el nieto mayor ya fallecido, es la que inicia la cuenta. Su hija Antonia, ya de quince años, es la primera tataranieta. Carolina y Barbara Pino Prada, las dos hijas de María Elena y Héctor, siguen en el recuento. Los tres chicos de Carlos Hernán y Marìa Teresa, Carlos Alberto, Federico y Vicente Prada Fuenzalida, serán los únicos biznietos que conserven el apellido Prada en su descendencia.


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Santiago de Chile 2017. La familia al completo. Los padres, María Elena Prada y Héctor Pino, con las hijas Bárbara y Carolina Pino Prada, y con el yerno Fëlipe Moisës, pareja de Carolina. (Archivo de la familia Prada Alliende).

Santiago de Chile, 2020. La familia ha crecido con la llegada de Noah Moisës Pino, el cuarto tataranieto de los abuelos Manolita y Rodolfo. (Archivo de la familia Prada Alliende)


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Carlos Hernán Prada Alliende, con sus hijos Federico, Vicente y Carlos Alberto Prada Fuenzalida, en los Saltos de Petrohué.

Los tres hermanos Prada Fuenzalida, con su madre María Teresa, “Teté”, Fuenzalida Zegers. (Archivo de la familia Prada Alliende).


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Los padres, Teté y Carlos, con sus dos hijos mayores, Federico y Carlos Alberto. (Archivo de la familia Prada Alliende).

Santiago de Chile, 2017. Reunión de primos: Matías, Constanza, Josefina, Alejandra, Bárbara y Carolina.


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En 2018, los hermanos María Soledad y Carlos Hernán, su esposa Teté, la hermana de ésta y su marido, viajaron a Europa, y en su itinerario se hacercaron a Galicia, hicieron el Camino de Santiago, y por supuesto visitaron Os Peares, la tierra del abuelo Rodolfo.

Santiago de Compostela, 2018. A su llegada a la Plaza del Obradoiro, punto final del Camino de Santiago, el primo Emilio Lama Bellver los estaba esperando. (Archivo de la familia Prada Alliende).

María Soledad ya había estado en 2017, acompañada de su hija Contanza, en el acto de homenaje que le habían tributado al abuelo Rodolfo en el Consorcio de Os Peares. En esta ocasión, unos meses después, el grupo se acercaría a Os Peares para mostrarle a Carlos Hernán el pueblo y la casa donde había nacido el abuelo. Estuvieron en la mítica estación del tren, centro neurálgico de la intensa actividad comercial de toda la comarca en el pasado; en la


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“Asociación Cultural Rodolfo Prada”, fundada a pocos años de su fallecimiento en Buenos Aires; y comprobaron “in situ” el lugar en el que se situaría el monumento a Rodolfo Prada Chamochín, que se estaba finalizando en el taller de un famoso escultor gallego.

Os Peares, 2018. María Soledad y Carlos Hernán, en la “Asociación Cultural Rodolfo Prada Chamochín”.


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En la histórica estación de Os Peares: Teté Fuenzalida Zegers, su hermana, María Soledad y Carlos Hernán Prada Alliende.

A finales de ese mismo año, en el mes de noviembre, conmemorando la fecha de fallecimiento del abuelo Rodolfo, se inauguraba en un emotivo acto, el “Monumento a Rodolfo Prada Chamochín”, al pie de la casa donde había nacido. A la inauguración, representando a la familia, asistió María Elena Prada Alliende, que intervino con unas sentidas y emocionadas palabras de agradecimiento. A su regreso a Santiago de Chile, la familia al completo se reuniría en una juntanza, en la que María Elena daría cuenta de todos los pormenores


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del imponente homenaje al abuelo Rodolfo ofrecido en Os Peares.

Santiago de Chile, 9 de diciembre de 2018. Juntanza familiar al regreso de María Elena de Galicia, tras asistir a la inauguración del “Monumento a Rodolfo Prada Chamochín” en Os Peares. Arriba: Felipë Moisës, Carolina Pino Prada, Héctor Pino, María Elena Prada Alliende, Carlos Hernán y María Soledad Prada Alliende, Alejandra Peirano Prada, David Sanhueza, con su hija Sofía en brazos, Matías y Josefina Peirano Prada, Constanza Peirano Ptada y su marido Fernando Rueda, Magdalena Cerón y Magdalena Couts, esposas de Vicente y Federico Ptada Fuenzalida Abajo: Bárbara Pino Prada, María Teresa Fuenzalida Zegers, Ignacia Alamos con su hija Dominga en brazos, un amigo, Vicente y Federico Prada Fuenzalida.


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X. El reconocimiento Durante mucho tiempo, el tío Rodolfo fue un personaje ignorado por completo en la historia de galeguismo en el exilio. Pero para los grandes intelectuales de la época, como Manuel Murguía, Alexandre Bóveda, Otero Pedrayo, Paco Fernández del Riego, Valentín Paz Andrade, Ben-Cho-Shey, Filgueira Valverde, Ramón Piñeiro, Vicente Risco, Luis Seoane, Alonso Ríos, Jaime Isla… y otros muchos, Rodolfo Prada fue una persona fundamental en el movimiento galeguista en Argentina -y en Sudamérica- por su inmensa labor en favor da Terra, y sobre todo por su extrema vinculación con Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Bien es verdad, que siempre permanecía en un segundo plano, sin demasiada ambición en sobresalir o protagonizar cualquier acto relevante, y se mantenía por costumbre a la estela del gran pensador mientras vivió. Tal vez sea ésta la razón del olvido, aunque desde el fallecimiento de Castelao en 1950, se convierta en el gran heredero del pensamiento y de la ideología del carismático lider. Un escritor vigués, Lois Pérez Leira (1953), -emigrado a Argentina de niño, y retornado a Galicia en 1990-, especializado en la emigración y en el exilio gallego durante el franquismo, es uno de los primeros historiadores en dar a conocer en una enciclopedia gallega la figura de Rodolfo Prada. Se conocieron personalmente en Buenos Aires en 1977, y el vigués se convertiría, tal vez, en el mejor documentalista del mundo gallego en la capital argentina.


206 RODOLFO PRADA: UN INCASABLE PATRIOTA GALEGO por Lois Pérez Leira

Rodolfo Prada Chamochín naceu na Peroxa (Ourense) o 28 de agosto de 1892. Trasladouse moi xoven á Argentina, radicándose en Mendoza e posteriormente en Bos Aires, onde se afincou definitivamente e comezou a súa actuación nas entidades da colectividade galega. Con Luis Davila e Luis López funda en Bos Aires en 1919, a Asociación Protectora da Real Academia Galega, sendo o seu primeiro secretario. En representación da mesma foi nomeado Correspondente da Real Academia Galega. Foi secretario en 1920 da primeira Casa de Galicia. Nesta institución dirixe a revista “Acción Galega” e o “Ateneo de Cultura Galega”. En 1924 intégrase como redactor xefe e despois copropietario do “Correo de Galicia” que dirixía Lence. Durante a longa viaxe de Lence por España será Prada quen o reemplace no enderezo do periódico. Co triunfo da segunda República participa da fundación de ORGA en Bos Aires chegando a ser o seu presidente. Como membro do Centro Ourensán dirixiu o seu órgano periodístico “El Orensano” e mais tarde “Opinión Gallega”. En 1940 realizaba a sección literaria de “El Noticiero español”, unha antiga publicación fundada polo periodista M. Barrio. Rodolfo Prada realizou distintas conferencias algunhas das cales foron editadas, como a realizada en Montevideo en 1935 baixo o nome de “Encol da nosa Galiza,” tamén editou en Bos Aires unha conferencia en xeito de folleto “Encol de Antolin Faraldo”. Coa chegada de Castelao a Bos Aires en 1940 comeza unha etapa moi activa do exilio galego. Na capital del Plata xunta ó grupo maioritario do noso exilio entre eles: Luis Seoane, Rafael Dieste, Lorenzo Varela, Arturo Cuadrado, Otero Espasandin, Antonio Baltar, Rey Baltar, Nuñez Búa, Gumersindo Sánchez Guisan-


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de y Alonso Ríos entre otros. É de destacar tamén a presenza de outros galeguistas que como Prada formáranse na emigración como Eduardo Blanco Amor, Manuel Puente, Campos Couceiro, Cao Turnes, Xosé Abraiara, Francisco Regueira etc. Durante os dez anos de residencia de Castelao en Bos Aires, Prada converteuse na súa persoa de confianza o secretario persoal. Foi quen motivou a idea de Castelao de crealas Irmandandes Galegas en toda América, sendo elexido presidente de Bos Aires durante un periodo. Foi o organizador do Consello de Galicia e un dos operadores fundamentais da recreación de Galeuzca. Tamén foi un dos impulsores da creación dos catro centros provinciais. Rodolfo Prada fue o encargado da reedición do periódico galeguista “A Nosa Terra” no exilio. Con relación á súa amizade con Castelao, o propio Prada contanos as súas lembranzas, a través dunha entrevista que lle realizou Luis Seoane e que foi editada en “Galicia Emigrante”: “Teño como a maior honra da miña vida a amizade que me dispensou o gran Castelao e o privilexio de moitas confidencias de tan esclarecido espírito. Eu souben das esperanzas que tiña postas na colectividade galega de Bos Aires, nesta colectividade á cal, -polo clima propicio no que vive-, chamaballe a Galicia Libre. De ela esperaba Castelao a mellor defensa e en certo modo a salvación da auténtica espiritualidade de Galicia, e a mais eficaz axuda para un novo renacer da milenaria cultura galega. Tamén esperaba de ela, como complemento natural e lóxico, a conservación e cultivo das esencias do patriotismo galego en función de afirmar a personalidade histórica de Galicia. E é evidente que as súas esperanzas, felizmente no se viran defraudadas... As influencias que Castelao exerceu sobre os 400 mil galegos que temos a fortuna de vivir nesta acolledora terra arxentina, foi poderosa, eficaz e trascendental. Chegou a nós, en hora de honda tristura. A súa presenza eiquí fixo o miragre de levantar os nosos espíritos e de aledar os nosos corazóns.


208 Con el semellou que Galicia mesma estaba connosco. E á vez, Castelao sentiuse feliz. El dicía que era feliz, porque vivía na Galicia Ideal. E pola onda do patriotismo galego e o orgullo de ser galego, tan encarnado en Castelao, deuse outro miragre: o da rara unanimidade con que os galegos de eiquí, calquera que fose a súa tendencia ideolóxica, o admiraban, o querían e o respetaban, asignándolle a simbólica representación da galeguidade... Nos dez anos que Castelao viviu entre nós, actuou en permanente función de mestre e de guía, -de “guieiro” para decilo mais gráficamente en galego-. Dende o Centro Ourensano, que foi o seu fogar espiritual e a súa cátedra, difundiu ensinanzas, fixou posicións e fortificou a fe dos galegos. O seu lápiz de debuxante e a súa pluma de escritor, estiveron en constante actividade, pese á súa loita dramática coa deficiencia visual que padecía e coa cruel doencia que abatiu a súa vida. Os seus derradeiros momentos, foron reveladores da alta xerarquía e serenidade do seu espírito. Podoo dicir eu que tiven o privilexio de recoller os seus postreros pensamentos, íntegramente relacionados coa Galicia Ideal; e o poden dicir os ilustres médicos que interviron na operación quirúrxica que deberon practicar como recurso extremo e sin esperanzas: antes de ser anestesiado, Castelao fixo gala do seu innato humorismo, relatándolles un conto espelido... que fue su último hablar...”

O seu amigo Luis Seoane quen lle adicou unha semblanza e unha caricatura sinalou do noso biografiado: “É un dos mais importantes homes da colectividade galega de Bos Aires e dos que máis contribuíu a facer historia nela voltando sentimentalmente a Galicia, facendo posible que intervise como protagonista na solución de algúns dos seus problemas... É unha personalidade que, independentemente do seu talento, é dunha grande bondade e xentileza. Todo o contrario do dito popular ´home pequeno fol de veneno´. É un home xigante no amor á súa terra e ós homes”.


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O espirito galerista de Prada era incansable, en 1964 volta a editar o “Correo de Galicia”. A súa presenza era unha constante en tódalas actividades da colectividade galega, marcando durante moitas décadas o desenvolvimento da mesma. Coñecín a Rodolfo Prada en 1977 na biblioteca do Centro Galego de Bos Aires, era a época dos cursos de idioma galego-portugués que dictaba Ixinio Rodríguez. Alí atopábamonos e entremezclábamos varias xeracións de galegos que solemnemente e ritualmente achegabamonos para falar de Galicia. A cita era o día sábado pola tarde. Ás cinco da tarde ían chegando os de sempre: Xosé Benito Abraira e Bernardo Souto. Outros como Lamela, Prada e o propio Tacholas cando podían dábanse unha volta polas clases que despois terminaban en tertulia no bar de enfronte do centro. Entre os xóvenes que andabamos sobre os vinte anos que nos dábamos cita estaban: os irmáns Negreira, Carlos López, Enrique Albor e quen lles escribe. A miña derradeira lembranza que teño de Prada foi nun corredor do centro galego escoitando unha cinta de Xoan Pardo traída de Galicia onde interpretaba unha poesía do Pondal. Naquel intre compartido con Tacholas e Miguel Ángel Negreira, Prada parecía estalar de emoción e rachar aquela coraza de home serio que tiña. Ós poucos meses chégame a noticia da súa morte. A colectividade galega perdera a uns dos seus mais importantes dirixentes. O 3 de novembro 1980 ós 88 anos finaba o galeguista Rodolfo Prada, con el remataba unha das etapas mais fructíferas da emigración galega do Río del Plata. Lois Pérez Leira (Enciclopediadaemigracióngalega.com)


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Buenos Aires, años setenta. Rodolfo Prada Chamochín.

Buenos Aires, 1960. Reunión de galeguistas en una exposición de pintura: Arturo Cuadrado, Luis Seoane, Emilio Pita, M. Pedreira y Rodolfo Prada.


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Por iniciativa de un grupo de vecinos de Os Peares, en 1982, dos años después de su fallecimiento, se funda la “Asociación Cultural Rodolfo Prada Chamochín”. Entre sus actividades, cuenta con un “Grupo de Gaitas e Danzas Galegas”.

Os Peares, 2018. “AUGAS DE XUNTANZA, Escola de Gaitas e Danzas Galegas” de la asociación cultural que lleva su nombre, y que estuvo presente en el homenaje a Rodolfo Prada Chamochín.

En 2016, a propuesta del jurado del “Premio Ourensanía”, que se celebra anualmente desde 2013 en Ourense, se organiza un acto en el Consorcio de Os Peares en homenaje y recuerdo de Rodolfo Prada Chamochín. Eligen como fecha ideal el 3 de noviembre de ese mismo año, aniversario de la muerte del homenajeado. La Deputación de Ourense tomará a su cargo la organización del acto. La prensa regional recoge la noticia con amplia información.


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Un acto reivindica la ourensanía de Prada Chamochín LA REGIÓN Redacción 03/NOV./16 La Diputación reconoció su compromiso con As Irmandades da Fala y su trabajo en Argentina. La sede del Consorcio dos Peares acogió ayer un acto de homenaje a Rodolfo Prada Chamochín, el valedor de Castelao en Buenos Aires. Al evento, organizado por la Diputación, acudió su presidente, Manuel Baltar, que recordó de Prada “o seu compromiso con Galicia dende a emigración e a relevancia que tivo nos círculos galeguistas e ourensáns na capital arxentina”. Este acto se organizó a propuesta del jurado del premio “Ourensanía” con el objetivo de recuperar la memoria de Prada, que tuvo un relevante protagonismo en la prensa de época y fue el principal impulsor de la obra "Sempre en Galiza", de Castelao. Baltar valoró que el evento “reivindica a nosa memoria e a nosa cultura, apostando tamén por unha das características que temos como pobo e territorio: a emigración, e sen dúbidas Rodolfo Prada, de quen o vindeiro ano se cumpren 125 anos do seu nacemento, foi un referente ourensán, galego e español na emigración arxentina”. En el homenaje, también estuvieron el escritor y jurado do premio “Ourensanía”, Luis González Tosar, el presidente de la Asociación Cultural “Rodolfo Prada Chamochín”, Francisco González, el concelleiro de A Peroxa, José Manuel Rodríguez y los alcaldes de Nogueira de Ramuín y Carballedo, César Parente y Julio Yebra. Tosar explicó que, como valedor de Castelao, “foi o seu albacea testamentario, ademais dun referente do galeguismo e o artífice de unir as asociacións de emigrantes que había en Bos Aires” y destacó su implicación en el Partido Galeguista y las Irmandades da Fala”. González propuso “que se erixa un busto conmemorativo nos Peares, que se repatríen desde Bos Aires os seus restos e que se cre un premio literario de animación cultural que leve o seu nome, para destacar a persoeiros da nosa lingua”. En 1920, el homenajeado fue elegido secretario de la Casa de Galicia. Posteriormente, creó la revista "Acción Gallega" y fue redactor jefe y copropietario de “Correo de Galicia”.


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El nacionalista Rodolfo Prada, de Os Peares, será homenajeado en 2017 EL PROGRESO JAVIER QUIROGA, 4 NOVIEMBRE 2016

José Manuel Rodríguez, presidente de la “Asociación Cultural Rodolfo Prada Chamochín” se dirige al público en el salón del Consorcio de Os Peares.

El consorcio y la Diputación de Ourense contemplan traer sus restos de Buenos Aires, recordar su trayectoria y dedicarle un busto El galleguista nacido en Os Peares en 1892 y fallecido en Buenos Aires en 1980, Rodolfo Prada Chamochín, será homenajeado a lo largo de 2017 con diferentes actos para ensalzar su compromiso con la cultura gallega. Además, el responsable de la asociación que lleva su nombre y que funciona en


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esta localidad que se reparte entre dos municipio ourensanos y dos lucenses, Francisco González, solicitó que los restos mortales del Chamochín sean trasladados a Os Peares y que se coloque un busto donde nació, en el edificio del bar Barra, lugar en el que su familia tuvo una fonda antes de emigrar a Buenos Aires. En la mañana de este jueves tuvo lugar un preámbulo a esos futuros homenajes con un sencillo acto celebrado en la sede del consorcio de Os Peraes. Entre los asistentes estuvo el presidente de la Diputación de Ourense, alcaldes y representantes del consorcio, así como miembros de la asociación sociocultural que desde 1982 lleva el nombre del homenajeado. El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, asumió las peticiones del responsable de la asociación y puso de relieve que Rodolfo Prada fue el gran valedor de Castelao en Buenos Aires y que incluso fue el impulsor de la publicación ‘Sempre en Galiza’, del escritor de Rianxo.

Los vecinos consideran al ilustre pearense como un emblema del nacionalismo gallego en la diáspora, en especial en Buenos Aires El presidente del gobierno provincial destacó de Rodolfo Prada "su compromiso con Galicia dende a emigración, e a relevancia que tivo nos círculos galeguistas e ourensáns na capital arxentina" y subrayó que actos como el del jueves sirven para que todos conozcan la importante "traxectoria deste galeguista ourensán, co que tamén contribuímos a fortalecer o sentimiento de autoestima e de autoidentificación como é a chamada ourensanía".


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Manuel Baltar afirmó que los futuros actos a desarrollar "reivindican a nosa memoria e cultura, apostando tamén por unha das características que temos como pobo e territorio: a emigración, e Rodolfo Prada, de quen o próximo ano se cumpren 125 anos do seu nacemento, foi un referente ourensán, galego e español na emigración".

En el acto del jueves participaron el escritor y jurado del “Premio Ourensanía”, Luis González Tosar, el presidente de la “Asociación Cultural Rodolfo Prada Chamochín” y el edil de A Peroxa, José Manuel Rodríguez, junto con los alcaldes de Pantón, Nogueira de Ramuín y Carballedo, y otras figuras de los ámbitos social y cultural. Todos abogaron por darle más relevancia a la figura de Rodolfo Prada.

Bandera del “Consello de Galiza”


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La Diputación rinde homenaje a Rodolfo Prada, el gran valedor de Castelao Fue el principal impulsor de "Sempre en Galiza" FARO DE VIGO. Ourense 03.11.2016 Homenaje a Rodolfo Prada en Os Peares. // Brais Lorenzo

El presidente de la Diputación, Manuel Baltar, presidió en la sede del Consorcio dos Peares el acto de homenaje y recuerdo de Rodolfo Prada Chamochín, el gran valedor de Castelao en Buenos Aires. El jurado del Premio Ourensanía propuso a la Diputación recuperar la memoria de este galleguista, que tuvo un importante protagonismo en la prensa de la época y fue el principal impulsor de la obra Sempre en Galiza de Castelao.


217 El presidente del gobierno provincial destacó de Rodolfo Prada "su compromiso con Galicia desde la emigración y la relevancia que tuvo en los círculos galleguistas y ourensanos en la capital argentina”. Y señaló que actos como estos sirven para que todos conozcan la importante trayectoria de este galleguista ourensano. Rodolfo Prada fue un referente ourensano en la cultura de la emigración argentina. Nació hace 124 años en la localidad de Os Peares.

Os Peares, 2017 La casa donde nació Rodolfo Prada Chamochín, hoy en ruinas, se convertirá en un Centro de Interpretación que recoja la memoria del ideario galleguista en América.


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Os Peares rinde homenaje a Rodolfo Prada, el "gran valedor" de Castelao Jueves, 03 Noviembre 2016

por NoticiasGalicia.com

La localidad orensana de Os Peares (Ourense) ha rendido este mediodía un acto de homenaje y recuerdo al intelectual y emigrante gallego, Rodolfo Prada, a quien han descrito como el "gran valedor de Castelao en Buenos Aires" en la década de los 40 y 50, en la emigración. Entre su fructífera trayectoria, Prada Chamochín (A Peroxa, 1892), activo propulsor de la galleguidad, creó y dirigió la revista "Acción Gallega" y el “Ateneo” de cultura gallega. Además, en 1932 participó en la fundación de la organización nacionalista republicana de Galicia y presidió el centro gallego de Buenos Aires. Este reconocimiento se produce a propuesta del jurado del “Premio Ourensanía", quien ha abogado por recuperar la memoria de este galleguista, que tuvo un "relevante protagonismo en la prensa de la época y principal impulsor de la obra “Sempre en Galiza”, de Castelao". Durante su discurso, el presidente del gobierno provincial, Manuel Baltar, ha resaltado el "compromiso" de Prada con Galicia desde la emigración y su "relevancia en los círculos galleguistas y orensanos en la capital argentina", lo que le convierte en todo un referente para "las nuevas generaciones". "Este acto reivindica nuestra memoria y nuestra cultura, apostando también por una de las características que tenemos como pueblo y territorio: la emigración y, sin duda, Rodolfo Prada, de quien el próximo año se cumplen 125 años de su nacimiento, fue un referente ourensano, gallego y español en la emigración


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argentina", ha proclamado Baltar. Este acto de homenaje ha contado con la presencia del escritor y poeta, Luis González Tosar; el presidente de la Asociación Cultural "Rodolfo Prada Chamochín", Francisco González, y el concejal de A Peroxa, José Manuel Rodríguez. González Tosar ha destacado de Prada Chamochín su protagonismo como "un combatiente de la palabra y un activista cultural de primera magnitud, irguiendo siempre la conciencia de Galicia por encima de todo". Como valedor de Castelao, "Prada fue su albacea testamentario además de un referente del galleguismo y artífice de unir a las asociaciones de emigrantes" y destacó también por su implicación con el Partido Galleguista y su afiliación a las Irmandades da Fala, en 1917. Oriundo de Os Peares, González ha asegurado que representa todo "un símbolo y uno de los galleguistas ilustres" por lo que ha propuesto "que se erija un busto conmemorativo en Os Peares y que sus restos se repatríen desde Buenos Aires y que se cree un premio literario de animación cultural que lleve su nombre para destacar a ilustres de nuestra lengua". Según ha detallado, el concejal de A Peroxa, José Manuel Rodríguez, Prada, quien vivió hasta los siete años en una casa próxima a la estación de ferrocarril, emigró a Buenos Aires con su familia y una vez allí fue "un garante del galleguismo", algo que ha considerado llamativo, dada la temprana edad a la que se fue de Galicia. En 1920, el homenajeado fue elegido secretario de la Casa de Galicia. Posteriormente, creó la revista "Acción Gallega" y fue redactor jefe y copropietario del “Correo de Galicia”.


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XI. Los homenajes A partir de ese acto de reconocimiento celebrado en Os Peares en 2016, se suceden una serie de homenajes que ponen de relieve la destacada figura de Rodolfo Prada Chamochín dentro del nacionalismo gallego en el exilio, aunque él no deba considerarse exactamente un exiliado, ya que era un simple emigrante afincado en Buenos Aires. De permanecer completalmente ignorado en la historia del galeguismo del siglo pasado, pasa ahora de repente a la más viva actualidad y de forma relevante. No deja de ser chocante que este movimiento en pro de Rodolfo Prada Chamochín, venga precisamente originado por la Xunta de Galicia y por la Deputación de Ourense, organismos en manos de la derecha española, y herederos en cierto modo de los restos del franquismo. Ya hubo problemas serios con la llegada de los restos de Castelao a Santiago, cuando la Xunta, en 1984, en manos de Alianza Popular, promueve su traslado al “Panteón de Galegos Ilustres” desde el “Panteón Social del Centro Gallego” de Buenos Aires. Los nacionalistas radicales, encabezados por el BNG, se manifestaron con protestas airadas por la manipulación política de la figura del líder, y por ser los dirigentes de la derecha la antítesis de todo lo que representaba Castelao para el mundo gallego, y por lo tanto, los menos indicados para adueñarse de su traslado. Ahora, a partir de 2016, se repiten algo los hechos con Rodolfo Prada. Lo mismo que Castelao,


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su última voluntad era que “sus restos descansasen en su tierra cuando la democracia llegase enteramente a Galicia”. Y así como el traslado del líder tal vez se debió retrasar unos años -hasta que la democracia alcanzase su total consolidación-, en el caso de Rodolfo Prada es muy posible que se haya retrasado en demasía. Pero en ambos casos, los promotores políticos de los traslados no fueron precisamente los que hubieran deseado tanto Castelao como Prada. En su día, bajo siglas políticas similares en el gobierno, podrían haber sido ellos mismos otras dos de las tantas víctimas del atropello franquista. En aras de la paz y de la democracia -pero no del olvido-, y sobre todo, por cumplir sus voluntades, se debe considerar satisfactorio para todos sus seguidores, que Alfonso Daniel R. Castelao descanse en Santo Domingo de Bonaval, y seu hirmán, Rodolfo Prada Chamochin lo haga en el cementerio de Casdevil en Os Peares.

Distinguido con el galardón de “Ourensanía de Honor”.


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La Deputación de Ourense rinde homenaje este viernes en Os Peares a Rodolfo Prada Llega a Galicia por primera vez para sumarse al homenaje María Soledad Prada, su nieta que reside en Chile

2 de NOVIEMBRE de 2017: OURENSE

La Deputación de Ourense promueve este viernes el Acto de homenaje al galeguista Rodolfo Prada en el 37 aniversario de su fallecimiento, que se celebrará a partir de las 11 de la mañana en la sede del Con sorcio de OsPeares. Acto al que está previsto la asistencia del titular de la Deputación, Manuel Baltar, y junto a María Soledad Prada, nieta del homenajeado, quien visita por primera vez Galicia procedente de Chile, país en el que reside, junto a otros familiares del galeguista. La Deputación de Ourense destaca que Rodolfo Prada Chamochín, nacido en Os Peares en 1892 y fallecido en Buenos Aires en 1980, fue el valedor de Castel ao en la Argentina y su albacea testamentario, además de un referente del galeguismo y el artífice de unir las asociaciones de emigrantes que entonces existían en la capital argentina. Impulsor del movimiento político-cultural más importante de la galeguidade en América, en su día la Deputación ourensana instauró en su memoria el “Premio Rodolfo Prada de Gestión Cultural”.


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La Diputación rinde homenaje a Rodolfo Prada este viernes en Os Peares Redacción | 02 de noviembre de 2017

En el acto estará el presidente del gobierno provincial y la nieta del homenajeado, que proviene de Chile y visita por primera vez Galicia El escritor e intelectual gallego Rodolfo Prada, referente en la cultura de la emigración argentina, recibirá mañana un homenaje en Os Peares, con motivo del 37 aniversario de su muerte. La Diputación de Ourense celebrará este viernes un acto de homenaje a este galleguista ourensano Rodolfo Prada en la sede del consorcio de Os Peares. Este evento contará con la participación del presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar y la nieta de Rodolfo Prada, María Soledad Prada, quien visita por primera vez Galicia, procedente de Chile. Prada (Peares en 1892/Buenos Aires 1980) tuvo un importante protagonismo en la prensa de la época y fue el principal impulsor de la obra "Sempre en Galiza" de Castelao además de destacar por su implicación con el Partido Galeguista y, previamente, por su afiliación a las Irmandades da Fala, en 1917. Precisamente, fue el valedor de Castelao y su albacea testamentario, así como referente do galleguismo y el "artífice de unir las asociaciones de emigrantes que había en Buenos Aires", apunta la institución provincial. En 1932 participó en la fundación de la organización nacionalista Republicana Gallega, la cual llegó a presi-


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dir entre 1936 y 1937 y, al año siguiente, fue nombrado presidente de, Centro Gallego de Buenos Aires. Este mismo año, la institución provincial instauró el premio "Rodolfo Prada" a la gestión cultural que tendrá como objetivo distinguir en el marco de la Semana de las Industrias Culturales, de la "ICC Week", a personas, proyectos o colectivos que se signifiquen por la gestión de iniciativas de carácter cultural con referencia a la cultura gallega.

Ourense, noviembre de 2017. María Soledad Prada, en el estudio del escultor Manuel Buciños, ante el boceto del monumento a su abuelo Rodolfo Prada Chamochín. (Archivo familia Prada)


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A casa de Rodolfo Prada terá un monumento de Buciños

Manuel Baltar presidiu a homenaxe a Rodolfo Prada na súa casa de Os Peares, onde se instalará unha escultura de Buciños.

04/NOV./17

O presidente provincial Manuel Baltar avanzouno na homenaxe ao ilustre galeguista na súa aldea natal de Os Peares. Destacou del que "uniu a Xeración Nós coa Transición, participando no galeguismo" Os Peares acolleu onte o acto de conmemoración do 37º aniversario do pasamento do intelectual ourensán Rodolfo Prada, home de confianza de Castelao, membro dun ourensanismo militante en América e un dos ourensáns máis universais. O presidente da Deputación de Ourense, Manuel Baltar, avanzou que antes de que remate 2017 "inauguraremos diante da casa na que naceu Rodolfo Prada, nos Peares, un monumento


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na súa lembranza, autoría do escultor Manuel Buciños". Baltar dixo no acto que Prada "foi quen de unir coa súa intelectualidade á Xeracíón Nós e a Transición, nun longo periodo que abrangue gran parte do século XX, no que participou en todos os movementos galeguistas". Foi home de confianza de Castelao na Arxentina, e "destacou polo seu ourensanismo militante en América, sendo un dos ourensáns máis universais", engadiu Baltar. No acto, que tivo lugar na sede do Consorcio dos Peares, participou tamén a neta de Rodolfo Prada, María Soledad Prada -quen visita por primeira vez Galicia, procedente de Chile, país no que reside-; así como familiares do intelectual ourensán e representantes institucionais, culturais e sociais. Manuel Baltar expresou que Prada "participou, dunha ou doutra maneira, desde América, en todos os movementos que conforman a actividade galeguista do século XX; desde as Irmandades da Fala, en 1918, ata a transición política e a autonomía, en 1980, ano da súa morte, pasando antes por un estreito contacto cos homes da Xeración Nós; a labor do PG; a campaña do Estatuto e o plebiscito, en 1936; a acollida aos exiliados e a recuperación cultural, en Bos Aires, a Galicia ideal; os conflitos cos galeguistas do interior, nos que foi mediador válido e, sobre todo, o ser home de confianza de Castelao e xestionar, como albacea, o seu legado". O xurado do “Premio Ourensanía” determinara hai un ano ampliar o galardón para darlle un carácter histórico que permitise rescatar a memoria e a obra de ilustres fillos de Ourense, falecidos, que tivesen contribuído ao engrandecemento da propia ourensanía, desde calquera ámbito e en calquera parte do mundo. Así, o primeiro distinguido coa "Ourensanía de Honor", por unanimidade, foi Rodolfo Prada Chamochín, nado na localdade


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dos Peares hai 125 anos, e de quen se celebrou onte o 37º cabodano. O presidente do goberno provincial expresou que o compromiso da Deputación coa figura de Prada "segue e seguirá", e avanzou que antes de rematar 2017, "aquí nos Peares, diante do predio onde estivo a casa na que naceu, inauguraremos un monumento na súa lembranza, obra de Manuel Buciños, para que as novas xeracións saiban quen foi Rodolfo Prada". O acto contou tamén coa participación do alcalde da Peroxa, Manuel Seoane, e do presidente da Asociación Cultural Rodolfo Prada Chamochín, Francisco González.

Consorcio de Os Peares, 3 de noviembre de 2017. María Soledad Prada, nieta del homenajeado, con las autoridades del Consorcio.


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Ser de Ourense, “un "privilexio" A neta do galeguista agradeceu a homenaxe impulsada pola Deputación, destacando que se avó "sempre considerou un privilexio pertencer a unha terra como Ourense e Galicia", mentres que o escritor e presidente do PEN Galicia, Luis González Tosar, dixo no acto que Prada "defendeu a realidade propia de Galicia, sen necesidade de verse no espello doutros modelos de Europa". Tosar engadiu que un galeguista "non pode caer nunca no separatismo precisamente porque o galeguismo é solidario".

Ourense, noviembre de 2017. Estudio del famoso escultor Manuel Buciños, donde prepara con todo su arte el monumento a Rodolfo Prada Chamochín.


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La Diputación de Ourense crea el premio 'Rodolfo Prada' para reconocer a los gestores culturales de Galicia EUROPA PRESS05.05.2017

La Diputación de Ourense ha presentado este viernes el premio 'Rodolfo Prada Chamochín' para galardonar a los mejores gestores culturales de Galicia.

La Deputación de Ourense crea el premio “Rodolfo Prada”.

La entrega de este premio, que será anual, coincidirá con la celebración de la próxima edición de la ICC Week, la Semana de las Industrias Culturales y Recreativas. Así lo ha dado a conocer el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, con motivo de la presentación de este premio en el Centro Cultural Marcos Valcárcel. El galardón toma su nombre del galleguista Rodolfo Prada, nacido en Os Peares, una figura histórica de la emigración gallega


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en Buenos Aires donde, según Baltar, "llegó a ser el gran valedor de Castelao". Para el presidente de la Diputación provincial este premio "realza el compromiso que tuvo Rodolfo Prada con Galicia, desde la emigración en Argentina", pero también servirá para "reconocer la labor creativa que se hace en Galicia en las artes, el audiovisual, las letras, etnografía, música y patrimonio", entre otras actividades. Las bases del premio se aprobarán la próxima semana en la Junta de Gobierno de la Diputación. Sin embargo Baltar ya ha adelantado que el galardón "será de carácter anual" y que se entregará coincidiendo con la celebración de la ICC Week "porque gestión cultural también es creatividad". El anuncio de este galardón ha contado con el respaldo del presidente de la Asociación Gallega de Profesionales de la Gestión Cultural, Alberto García; el gestor cultural en el Ayuntamiento de Celanova y secretario del Premio 'Ourensanía', Antonio Piñeiro; y el coordinador de la ICC Week, Juan Rivas. Alberto García ha destacado la "descentralización" que supondrá la entrega de este premio convocado por la Diputación de Ourense "fuera del tradicional Arco Atlántico". "MÁS VISIBILIDAD" Para García este premio servirá para "dar más visibilidad a los muchos y buenos proyectos culturales que se hacen en Galicia". Por su parte, Antonio Piñeiro ha reivindicado la convocatoria de este premio para "visibilizar" a un colectivo que normalmente trabaja de forma "solitaria" y en el anonimato.” También ha destacado la oportunidad que supondrá para recuperar la figura de Rodolfo Prada, cuya labor cultural en Argentina fue fundamental para los intelectuales del exilio.


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Ourense, noviembre de 2017. En la fotografía de arriba, María Soledad Prada Allende y Constanza Peirano Prada, nieta y biznieta de Rodolfo Prada Chamochín, visitando el taller del escultor Manuel Buciños, donde el famoso artista está creando el monumento que se colocará en Os Peares en honor del histórico galeguista. Abajo, las autoridades políticas que acompañaron a las familiares de Rodolfo Prada en la visita. Entre ellas, Manuel Baltar, presidente de la Deputación de Ourense, y Luis González Tosar, valedor principal de los multiples homenajes al destacado galeguista ourensano.


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Ourense rinde homenaje a Rodolfo Prada, hombre de confianza de Castelao Participó en todos los movimientos galleguistas del siglo XX FARO DE VIGO. Redacción | Ourense 03.11.2017

Manuel Baltar, presidente de la Deputación de Ourense, entrega a María Soledad Prada, nieta del homenajeado, la figura del “afiador” de Sargadelos en recuerdo de su entrañable visita.

El presidentede la Deputación, Manuel Baltar, reconoció ayer en Os Peares, que Rodolfo Prada "ha sido capaz de unir con su intelectualidad la Xeración Nós y la Transición, en un largo período que abarca gran parte del siglo XX, en el que participó en todos los movimientos galleguistas del referido siglo", desde las Irmandades da Fala, en 1918, hasta la transición política y la autonomía, en 1980, año de su muerte, pasando antes por un estrecho contacto con hombres de la Xeración Nós, el PG, la campaña del Estatuto y el plebiscito, en 1936, la acogida a los exiliados y la recuperación cultural, en Buenos Aires, la Galicia Ideal, los conflictos


234 con los galleguistas del interior, en los que fue mediador válido y, sobre todo, hombre de confianza de Castelao, por lo que llegó a gestionar, como albacea, su legado. La nieta Participó en el acto de homenaje a Rodolfo Prada, que se realizó en Os Peares, la nieta del intelectual galleguista, María Soledad Prada, que visita Galicia por primera vez, procedente de Chile, país donde reside, así como otros familiares, intelectuales ourensanos, representantes institucionales, culturales y sociales. La nieta del galleguista agradeció el homenaje impulsado por la Diputación de Ourense, destacando que su abuelo "siempre consideró un privilegio pertenecer a una tierra como Ourense y Galicia". El escritor y presidente del PEN Galicia, Luís González Tosar, recalcó en el acto que Rodolfo Prada había defendido la realidad propia de Galicia, sin necesidad de verse en el espejo de otros modelos de Europa. "Así lo escribió en 1932, en un ideario político sobre Galicia". Tosar indicó que Prada orientó la corriente galleguista de América hacia la reivindicación de nuestra lengua y nuestra identidad, pero "sin extremismos, porque un galleguista no puede caer nunca en el separatismo, precisamente porque el galleguismo es solidario". Rodolfo Prada nació en Os Peares en 1892 y falleció en Buenos Aires en 1980. Fue el gran valedor de Castelao en Argentina y su albacea testamentario.

Manuel Baltar, Manuel Buciños, Constanza Peirano Prada y María Soledad Prada, delante de parte del proyecto de monumento a Rodolfo Prada.


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María Soledad, “Sole” familiarmente, la nieta de Rodolfo Prada, aprovechando su estancia por primera vez en Galicia, no dejó de visitar los lugares más emblemáticos de la región, que su abuelo recorría con tanta pasión y amor durante sus breves estancias “na Terra”. Chilena de nacimiento y residente en la capital Santiago de Chile, lo mismo que su hija “Coni” que la acompañaba, tuvieron también, con motivo de este homenaje en Ourense, la oportunidad de conocer a sus familiares gallegos.

Chile, 2011. María Soledad y su hija “Coni”.

Visitas obligadas a Santiago de Compostela, a Pontevedra, a Baiona… con la prisa exigida por el corto tiempo disponible. Los parientes de Vigo, Pontevedra, Baiona y Ferrol se citaron con ellas para conocerse y para acompañarlas en aquel pequeño periplo por Galicia. Los tres hermanos Ana, Miguel y Luis Rey Lama, el ferrolano Emilio Lama Bellver, Picuca, la esposa de Luis… todos ellos sobrinos-nietos de su querido tio Rodolfo. Juntos convivieron un par de animadas jornadas, que sirvieron para sellar unos fuertes lazos familiares.


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Pontevedra, 2017. El grupo, Ana, Miguel, Sole, Emilio, Coni y Luis, rodeando la figura urbana del dramaturgo y poeta Valle Inclán.

Baiona, 2017. En el “Parador Nacional Conde de Gondomar”: Ana, Sole, Coni y Luis. (Archivo familia Rey Lama).


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En la Catedral de Santiago, Puerta Santa: Coni, Ana, Sole, Picuca y Luis.

Santiago, 2017. Delante de la Catedral: Luis, Sole, Coni y Ana.


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Baiona, 2017. Picuca, Luis, Sole y Ana, en el Castillo Monte Real, convertido desde los años sesenta en “Parador Nacional Conde de Gondomar”.

María Soledad quedó emplazada por las autoridades gallegas, y también por la familia, para acudir el próximo año a la inauguración del monumento a su abuelo en Os Peares, cuyo proyecto había conocido en el taller del escultor Manuel Buciños.


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XII. “A derradeira leición do mestre” El tío Rodolfo había convencido a Castelao de que pintase una gran obra inspirada en alguna de las estampas de su libro “Galicia Mártir”. Y así fue como el 17 de agosto de 1945, en el “Centro Orensano” de Buenos Aires, con motivo de la celebración por primera vez del “Día dos Mártires Galegos”, se presenta un busto en bronce de Alexandre Bóveda, y la pintura “A derradeira leición do mestre”. El imponente óleo de más de dos metros de alto, en homenaje a su amigo personal Alexandre Bóveda, fusilado por los golpistas en Poio en 1936, a los 33 años, era un obsequio que Castelao le hacía al “Centro Orensano”, presidido por entonces por el tio Rodolfo. Quién le iba a decir al tío que aquella solicitud tan íntima que le hizo en su día a seu irmao Daniel, acabase en aquella excepcional obra, considerada el “Guernica Gallego”, y símbolo del nacionalismo gallego en el exilio. Nunca hubieran pensado ninguno de los dos en la trascendencia que iba a alcanzar la pintura. Expuesta en el “Centro Orensano” durante tres décadas, no hubo gallego en Buenos Aires que no la visitara, y según multitud de testigos, “A derradeira leición do mestre” impresionaba nada más verla al final de unas escaleras, y encontrarla de frente presidiendo un salón. Si ya comentamos repetidamente la ausencia del tío Rodolfo en la historia del galeguismo en el exilio, el hecho que relatamos ahora viene a ser una confirmación más de lo acontecido. ¿Existiría la obra sin la sugerencia y petición de Rodolfo Prada a su maestro Daniel Castelao? Y aún más, ¿sin la amistad que los unía como hermanos?


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“Centro Orensano” de Buenos Aires, 17 de agosto de 1945. En el “Día dos Mártires Galegos”, acto de presentación del busto de bronce de Alexandre Bóveda y del cuadro de Castelao “A derradeira leición do mestre”, obsequio de su autor al centro.

La obra permaneció en el “Centro Orensano” hasta 1979, año de la fundación del “Centro Galicia”, tras la fusión de los centros coruñés, pontevedrés, lucense y ourensano. La pintura es trasladada a la nueva sociedad, depositaria de la conocida como el “Guernica Gallego”. En 2017, con motivo de la Feria del Libro en Buenos Aires, los asistentes políticos de la Xunta de Galicia, consiguen de “Centro Galicia” la autorización para trasladar “A derradeira leición do mestre” a Santiago por unos meses. Por primera vez, el cuadro iba a salir de la capital argentina para ser expuesto a los gallegos. Tampoco Daniel y Rodolfo se hubieran imaginado entonces que la llegada de la obra a Galicia iba a despertar tanta expectación, y al mismo tiempo, tanto debate entre la derecha dominante y los nacionalistas como podremos comprobar en las páginas siguientes.


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GALICIA EXTERIOR EL PERIÓDICO DE LAS COMUNIDADES GALLEGAS EN EL MUNDO

Técnicos especialistas inician el traslado desde Buenos Aires a Galicia de ‘A derradeira leición do mestre’ Esta obra icónica de Castelao se exhibirá por vez primera en Galicia en la exposición 'Castelao Maxistral', que se inaugura el 5 de octubre en la Cidade da Cultura 26 DE SEPTIEMBRE DE 2018

Los especialistas descuelgan el cuadro ‘A derradeira leición do mestre’.


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“A derradeira leición do mestre” -obra icónica de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y considerada el ‘Guernica gallego’- fue descolgada y embalada por técnicos especialistas el 25 de septiembre para iniciar el procedimiento de traslado desde el Centro Galicia de Buenos Aires a Galicia, donde se exhibirá por vez primera en la Cidade da Cultura -del 5 de octubre de 2018 al 3 de marzo de 2019- como eje central de “Castelao Maxistral”, exposición homenaje al papel que jugaron en la construcción de la enseñanza pública los maestros y maestras de las tres primeras décadas del siglo pasado (1900-1936).

Una de las técnicas que prepararon el traslado desde Buenos Aires a Galicia de ‘A derradeira leición do mestre’.

Este procedimiento para poner en marcha la cesión temporal de la obra por parte del Centro Galicia de Buenos Aires se llevó a cabo con las mayores condiciones de seguridad y bajo los estándares profesionales más elevados, toda vez que se trata de una obra simbólica tanto en la trayectoria artística de Castelao como para Galicia, la territorial y la de la diáspora, ya que cabe recordar que Castelao pintó en la capital argentina, en 1945, A derradeira leición do mestre -basado en la estampa nº 6 de su libro Galicia mártir- en homenaje a su amigo e intelectual Alexandre Bóveda, fusilado el 17 de agosto de 1936.


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Trabajos previos a la retirada del cuadro. El procedimiento se llevó a cabo con las mayores condiciones de seguridad y bajo los estándares profesionales más elevados.

El óleo de más de 2 metros de altura nunca había salido del Centro Galicia de Buenos Aires. Por este motivo, se considera esta muestra inédita e irrepetible, por lo que desde el Gobierno gallego y, en concreto, desde la Consellería de Cultura se exalta la generosidad de esta institución en la cesión temporal de la obra. Precisamente, fue el propio titular de este departamento, Román Rodríguez González, quien inició hace más de un año -en la Feria del Libro de 2017 en la capital argentina- las negociaciones que dieron como fruto este acuerdo para poder contemplar este cuadro por vez primera en Galicia. En este sentido, la muestra Castelao Maxistral también pretende ser un reconocimiento a la labor de la Galicia emigrante, en la salvaguarda del legado patrimonial gallego, y de esos gallegos y gallegas que continuaron la actividad cultural durante buena parte del siglo XX hasta la actualidad. A derradeira leición do mestre forma parte de un relato expositivo en el que se quiere contraponer la situación de la enseñanza en la Galicia de principios del siglo pasado -con precariedad de medios, antipedagógica y exclusivamente en


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castellano- con la reforma y modernización que iniciaron los maestros y maestras de la República hacia una enseñanza universal y más profesional -con nuevos materiales pedagógicos, algunos de ellos en gallego-, y que se vio truncada con la explosión de la Guerra Civil.

Preparación del encapsulado del cuadro para el viaje.


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De este modo, la muestra, comisariada por el historiador gallego y vicepresidente de la Fundación Castelao, Miguel Anxo Seixas Seoane, contará con 92 piezas -cedidas por 32 instituciones públicas y privadas-, reconstruirá una escuela de la época y permitirá también poder contemplar reunidos por vez primera en una exposición todos los dibujos (40) que realizó el artista de Rianxo sobre la enseñanza obligatoria en Galicia, que en la época era hasta los 9 años.

Técnicos especialistas se encargaron del embalaje de la obra de Castelao.

Cierre del envoltorio de protección en el que viajará el cuadro.


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Viaje a Galicia de 'A derradeira leición do mestre'

Santiago de Compostela, 24 de Septiembre de 2018

A derradeira leición do mestre —obra icónica de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y considerada el ‘Guernica gallego'— fue hoy descolgada y embalada por técnicos especialistas para iniciar el procedimiento de traslado desde o Centro Galicia de Buenos Aires a Galicia, donde se exhibirá por vez primera en la Cidade da Cultura —de 5 de octubre de 2018 a 3 de marzo de 2019— como eje central de Castelao magistral, exposición homenaje al papel que jugaron en la construcción de la enseñanza pública los maestros y maestras de las tres primeras décadas del siglo pasado (1900-1936). Este procedimiento para poner en marcha a cesión temporal de la obra por parte del Centro Galicia de Buenos Aires se llevó a cabo con las mayores condiciones de seguridad y bajo los estándares profesionales más elevados, toda vez que se trata de una obra simbólica tanto en la trayectoria artística de Castelao como para Galicia, la territorial y la de


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la diáspora, ya que se debe recordar que Castelao pintó en la capital argentina, en 1945, A derradeira leición do mestre —basado en la estampa nº 6 de su libro Galicia mártir— en homenaje a su amigo e intelectual Alexandre Bóveda, fusilado el 17 de agosto de 1936. El óleo de más de 2 metros de altura nunca había salido del Centro Galicia de Buenos Aires. Por este motivo, se considera esta muestra inédita e irrepetible, por lo que desde lo Gobierno gallego y, en concreto, desde la Consellería de Cultura se exalta la generosidad de esta institución en la cesión temporal de la obra. Precisamente, fue el propio titular de este departamento, Román Rodríguez González, quien inició hay más de un año —en la Feria del Libro de 2017 en la capital argentina— las negociaciones que dieron como fruto este acuerdo para poder contemplar este cuadro por vez primera en Galicia. En este sentido, la muestra Castelao magistral también procura ser un reconocimiento a la labor de la Galicia emigrante, en la salvaguarda del legado patrimonial gallego, y de esos gallegos y gallegas que continuaron la actividad cultural durante buena parte del siglo XX hasta la actualidad. A derradeira leición do mestre forma parte de un relato expositivo en el que se quiere contraponer la situación de la enseñanza en Galicia de principios del siglo pasado —con precariedad de medios, antipedagógica y exclusivamente en castellano— con la reforma y modernización que iniciaron los maestros y maestras de la República cara una enseñanza universal y más profesional —con nuevos materiales pedagógicos, algunos de ellos en gallego—, y que se vio truncada con la explosión de la Guerra Civil. De este modo, la muestra, comisariada por el historiador gallego y vicepresidente de la Fundación Castelao, Miguel Anxo Seixas Seoane, contará con 92 piezas —cedidas por 32 instituciones públicas y privadas— reconstruirá una escuela de la época y permitirá también poder contemplar reunidos por vez primera en una exposición todos los dibujos (40) que realizó el artista de Rianxo sobre la enseñanza obligatoria en Galicia, que en la época era hasta los 9 años.


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Santiago, Cidade da Cultura, 10 de septiembre de 2018. Presentación de la exposición “Castelao maxistral” por Román Rodríguez González, Conselleiro de Cultura, Educación y Ordenación Universitaria, Miguel Anxo Seixas, comisario de la exposición, y los presidentes de la “Fundación Castelao” y de la “Fundación Alexandre Bóveda”.


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“A derradeira leición do mestre” de Castelao poderase ver en Galicia o 5 de outubro 25/09/2018

Un cadro que nunca debiu existir, e que nunca, desde que foi pintado en 1945, estivo en Galicia. A derradeira leición do mestre a obra de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao que recolle a brutalidade da represión franquista na Guerra Civil, chegará por fin ao país do seu autor nos vindeiros días. Será a primeira vez que o coñecido como “Guernica galego” pisará Galicia. No Centro Galego de Buenos Aires, onde estivo desde que foi pintado, un equipo de técnicos comezou o proceso para descolgala e embalala antes de cruzar o Atlántico. A derradeira leición do mestre será o eixe principal da mostra Castelao Maxistral, unha exposición que renderá homenaxe aos mestres e mestras galegos


250 e o seu papel na construción do ensino público no primeiro terzo do século XX, ata a chegada da Guerra. Poderase ver na Cidade da Cultura de Galicia entre o 5 de outubro de 2018 e o 3 de marzo de 2019. A exposición ‘Castelao Maxistral’ poderase ver na Cidade da Cultura desde o 5 de outubro. A cesión da obra, pintada en óleo e de máis de dous metros de altura, levouse a cabo, segundo informou a Consellería de Cultura, “coas maiores condicións de seguridade e baixo os estándares profesionais máis elevados, tendo en conta que se trata dunha obra simbólica tanto na traxectoria artística de Castelao como para Galicia, a territorial e a da diáspora”. Castelao ideou A derradeira leición do mestre en homenaxe a Alexandre Bóveda, amigo persoal seu, fusilado polos golpistas en Poio o 17 de agosto de 1936, con 33 anos. A obra tamén se incluíu como a estampa número 6 do seu libro ”Galicia mártir”. A cesión do cadro de Castelao será temporal, e os trámites iniciáronse durante a Feira do Libro de 2017 celebrada en Buenos Aires. O traballo ten un enorme simbolismo, xa que recoñece o labor dos galegos na diáspora, onde tiveron que marchar debido á pobreza e á posterior represión da ditadura. Así, o Centro Galego de Buenos Aires, que hoxe atravesa unha situación complicada, converteuse nun dos cernes da cultura galega durante moitas décadas. A exposición Castelao Maxistral formará parte, segundo a Consellería de Cultura, “dun relato expositivo no que se quere contrapor a situación do ensino en Galicia de principios do século pasado —con precariedade de medios, antipedagóxica e exclusivamente en castelán— coa reforma e modernización que iniciaron os mestres e mestras da República cara unha ensinanza universal e máis profesional —con novos materiais pedagóxicos, algúns deles en galego—, e que se viu truncada co estoupido da Guerra Civil”. A mostra, comisariada polo historiador Miguel Anxo Seixas, tamén vicepresidente da Fundación Castelao, contará con 92 pezas, e tamén amosará unha reprodución dunha escola da época. Ademais, por primeira vez, xuntaranse os 40 debuxos que realizou o intelectual rianxeiro sobre o ensino obrigatorio en Galicia.


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praza gal .

Feijóo obvia o asasinato de Bóveda ao recibir 'A derradeira leición do mestre' e volve reinterpretar a Castelao

Autoridades e representantes institucionais, ao carón d'A derradeira leición do mestre no Gaiás © Xunta David Lombao, mércores 3, outubro 2018

 'A derradeira leición do mestre' trae dende Bos Aires o espello da barbarie franquista en Galicia  A Agrupación Alexandre Bóveda lamenta que Feijóo "manipule e oculte o significado" d'A derradeira leición do mestre Non foron poucas as ocasións nos nove anos que Feijóo acumula como presidente da Xunta nas que as súas mencións á traxectoria política e artística de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao acaban en polémica. Nestes anos o xefe do Goberno galego empregou a memoria do principal ideólogo histórico do soberanismo galego e figura clave no impulso do Partido Galeguista para, por exemplo, xustificar os recortes ao uso do galego no ensino, eloxiar o labor de Gerardo Fer-


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nández Albor, defender a figura do rei de España ou, máis recentemente, atacar os alcaldes das mareas. A chegada a Galicia d'A derradeira leición do mestre para ser exposto por primeira vez fóra de Bos Aires non foi unha excepción. O presidente do Executivo galego pronunciou un discurso breve, pero o suficientemente prolongado como para indignar a algúns dos presentes, especialmente os representantes de En Marea e BNG e, sinaladamente, á deputada Ánxeles Cuña Bóveda (En Marea), quen ademais de membro do Parlamento é neta de Alexandre Bóveda, intelectual e político galeguista asasinado polos golpistas en 1936 cuxa memoria é tema clave no propio cadro. Feijóo non mencionou a Bóveda, non falou do seu asasinato e nin sequera concretou o contexto de exilio e represión en Galicia que dá sentido á obra. Feijóo eloxiou o cadro como un "símbolo" da "defensa da educación fronte ao fanatismo", pero sen mencionar os asasinatos dos golpistas alén de mencións xenéricas sobre "o que xamais debe volver pasar" Feijóo eloxiou A derradeira leición do mestre como "un símbolo" pola "man que o pintou", a de Castelao, "pola súa calidade" e tamén "pola lección histórica que representa e a homenaxe que dedica aos mestres". "Recuperámola -sinaloupara homenaxear a educación a través dos ollos e dos trazos de Castelao" e da súa "poderosa carga simbólica" como "defensa da educación fronte ao fanatismo" e "dun ensino en liberdade" como "medio de promoción dos valores democráticos". Agregou, no mesmo discurso, mencións xenéricas á "advertencia do que xamais debe volver pasar" ou ao alegato contra a "inxustiza" que contén a obra. Como noutras ocasións o presidente da Xunta tamén interpretou que a Galicia de 2018 é, en boa medida, a desexada por Castelao. "Cando pintou esta obra, nas guerras europeas en 1945, é posterior á guerra civil española", dixo, a Galicia que "quería" Castelao "só se podía soñar". A xuízo de Feijóo, "por fortuna, dende entón o pobo galego logrou alcanzar o autogoberno do que hoxe gozamos" e por iso, coida, "somos, en gran medida, a Galicia que Castelao soñaba”.


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Indignación en En Marea e BNG

Pontón, Leiceaga, Cuña e Villares, contemplando o cadro en presenza de Puy e Feijóo.

Villares: "Este cadro debe lembrar que temos unha conta pendente cos galegos e galegas asasinados e humillados polo franquismo" As mostras de indignación polo ton do presidente e polos aspectos obviados no seu discurso no se fixeron agardar. A deputada Ánxeles Cuña advertiu de que non ía situarse na foto do cadro coas autoridades tras o que viña de escoitar e o voceiro de En Marea, Luís Villares, dirixiuse aos medios presentes na sala para condenar o esquecemento presidencial. "Este cadro debe lembrar que temos unha conta pendente con todos os galegos e galegas asasinados, humillados, violadas" polos golpistas, advertiu. Non é posible, advirte, expor a obra de Castelao e ao tempo "ocultar o pasado de maneira tan clara", cun "exercicio de escapismo e de negación da realidade que viviu este país". Ignorar o que o cadro representa, agrega, é tanto como "non querer recoñecer a realidade das vítimas do franquismo". Pontón: "O cadro denuncia o asasinato de Bóveda e o intento de aniquilación do nacionalismo galego por parte do fascismo" Case ao mesmo tempo a portavoz nacional do BNG, Ana Pontón, visiblemente incómoda coas palabras de Feijóo, diri-


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xiuse ao presidente para aclararlle o significado completo d'A derradeira leición do mestre. Despois, tamén ante os medios, a líder do Bloque censurou que Feijóo se limitase a identificar a persoa representada no cadro como "un mestre". Castelao, subliñou, foi "un nacionalista galego" e a súa obra ten que ser exposta "sen censuras". "Este cadro denuncia o asasinato de Bóveda e o intento de aniquilación do nacionalismo galego por parte do fascismo; non facer un recoñecemento á realidade e ao protagonista deste cadro resulta ofensivo", toda vez que Castelao, con esta obra e as estampas de Galicia mártir, "foi tamén o primeiro cronista do que hoxe chamamos memoria histórica". Tamén o voceiro parlamentario do PSdeG, presente no acto, expresou que para a súa formación esta exposición debera reflectir un maior "compromiso" do Goberno galego na recuperación da memoria histórica e na atención ás vítimas da ditadura. O cadro de Castelao, subliñou o socialista, é "unha obra simbólica contra o fascismo e a represión".

A Agrupación Alexandre Bóveda lamenta que Feijóo "manipule e oculte o significado" d'A derradeira leición do mestre

O álbum Galicia mártir, o cadro 'A derradeira leición do mestre' e selos da República baseados na estampa, todos eles


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incluídos na exposición 'Castelao maxistral' Dominio Público Cidade da Cultura As palabras do presidente da Xunta na recepción d'A derradeira leición do mestre, con alusións xenéricas ao carácter "simbólico" da obra de Castelao e ao "que xamais debe volver pasar", pero obviando a figura de Alexandre Bóveda e o seu asasinato e a condena que destes feitos implica o propio lenzo causaron indignación entre representantes da oposición no propio acto, pero continuaron despois. Unha das entidades que amosou publicamente o seu malestar foi a Agrupación Cultural Alexandre Bóveda, que dende hai máis de 40 anos divulga a figura do emblemático político e intelectual, alén de organizar multitude de actividades culturais e de defensa da lingua galega. Para a A.C. Alexandre Bóveda o acontecido no acto do Gaiás foi unha "terxiversación da nosa historia e das figuras de Castelao e Bóveda" por parte do presidente. "Recibir A derradeira leición do mestre sen mencionar a represión fascista e os asasinatos franquistas" é tanto como "ocultar que esta obra de Castelao se inspira directamente na estampa de Galicia Mártir", que o político e artista de Rianxo elaborou en Valencia en 1937 e foi difundida polas autoridades republicanas. Supón tamén obviar, subliñan, que "representa, en primeiro lugar, a homenaxe directa de Castelao a Alexandre Bóveda, asasinado polos golpistas". "Recibilo sen mencionar a represión fascista é ocultar que a obra se inspira directamente na estampa de Galicia Mártir e que representa, en primeiro lugar, a homenaxe directa a Alexandre Bóveda, asasinado" Pero é que ademais, agregan, o cadro "non só homenaxea o grande artífice do nacionalismo galego, membro do Partido Galeguista, do que era secretario", senón que "eleva o seu martirio á categoría de máxima representación da memoria histórica feita dende a Galiza e para a Galiza". Neste sentido, cren, "é unha manipulación absoluta e unha ignominia que se oculte o verdadeiro significado desta obra, documentado sobradamente" e que "se oculte coa pretensión de homenaxear a profesión docente".


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Neste sentido, a A.C. Alexandre Bóveda explica que este cadro "non ten un sentido fúnebre". Os dous meniños que "acompañan o asasinado" son unha representación "do futuro da nación". Por iso "dicimos que A derradeira leición do mestre é unha obra de arte para nós, para o futuro de Galiza que Bóveda non só soñara, senón que axudara a construír decisivamente". Ocultar todo isto, conclúen, é "un atentado contra a historia de Castelao e Bóveda. As controvertidas verbas de Feijóo contrastan cos contidos da propia exposición Castelao Maxistral, da que o cadro é o eixo fundamental. Non en van, na mostra que acolle o museo da Cidade da Cultura do 5 de outubro ao 3 de marzo si se inclúen explicacións sobre o álbum Galicia mártir, as escolas da II República e os asasinatos dos golpistas.

Santiago, Cidade da Cultura, 2018. Sala de la exposición “Castelao Maxistral”, donde se expuso la mítica obra de Castelao.


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GALICIA RECIBE EL CUADRO A DERRADEIRA LEICIÓN DO MESTRE QUE, POR PRIMERA VEZ, SALE DE BUENOS AIRES PARA SER EL EJE DE LA EXPOSICIÓN “CASTELAO MAXISTRAL”, EN EL GAIÁS El presidente del Gobierno gallego asistió a la recepción de la obra, en la Cidade da Cultura Destaca la importancia de tener esta obra, que nunca antes había salido del Centro Galicia de la capital argentina, durante unos meses,"ya que se trata de una obra muy significativa en su trayectoria y también un símbolo para Galicia" Ensalza la capacidad de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao para demostrar que Galicia no es una realidad pequeña, aislada o limitada, sino que tiene infinitas posibilidades para proyectarse en el mundo Hace un reconocimiento expreso a la colectividad gallega en la Argentina y, de manera especial, al Centro Galicia de Buenos Aires, que siempre mostró la mejor disposición para hacer realidad este proyecto


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Santiago de Compostela, 3 de octubre de 2018. El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, expresó hoy la emoción ante la llegada del cuadro A derradeira leición do mestre que, por primera vez, sale "de la otra Galicia, la que Castelao y muchos más construyeron en Buenos Aires desde la emigración o el exilio", para ser el eje de la exposición Castelao maxistral, en el Gaiás.


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Durante el acto de recepción, Feijóo destacó la importancia de tener esta obra, que nunca antes había salido del Centro de Galicia de la capital argentina, durante unos meses, "ya que se trata –afirmó– de una obra muy significativa en su trayectoria y también un símbolo para Galicia: por la mano que la pintó; por su excepcional calidad; y por la lección histórica que representa y el homenaje que dedica a los maestros". El titular de la Xunta destacó el fuerte contenido simbólico del cuadro: "Si algo define la obra de Castelao es su intolerancia con la injusticia, que se configura como una advertencia de lo que no debería volver a pasar", ensalzó, recordando que en cada creación de Castelao "encontramos la vocación de construir un mundo mejor". Sobre este punto, Feijóo resaltó la capacidad de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao para demostrar que Galicia no es una realidad pequeña, aislada o limitada, sino que tiene infinitas posibilidades para proyectarse en el mundo. "Cuando Castelao pintó esta obra en 1945 la Galicia que él quería solo se podía soñar. Y, por fortuna, desde entonces el pueblo gallego logró alcanzar el autogobierno del que hoy disfrutamos", dijo, a lo que añadió que, "en gran medida, somos la Galicia que soñaba". Después de resaltar el homenaje a la educación que representa la obra de Castelao. Un papel el de la educación, "fundamental para llegar hasta aquí y también para nuestro porvenir", Feijóo concluyó con un agradeciendo expreso a la colectividad gallega en la Argentina y, de manera especial, al Centro de Galicia de Buenos Aires, que siempre mostró la mejor disposición para hacer realidad este proyecto. Hay que destacar que la obra, un óleo de dos metros de altura, viajó desde Argentina a Madrid en avión, durante el pasado fin de semana, y fue trasladado por carretera hasta el Gaiás, con todas las condiciones de seguridad y atendiendo a los estándares profesionales más rigurosos. El cuadro formará parte de la muestra Castelao maxistral, cuya inauguración tendrá lugar el viernes 5 de octubre, y que rendirá un homenaje a los maestros y maestras de las primeras décadas del siglo pasado.


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Santiago, Cidade da Cultura, 3 de octubre de 2018. El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, dirigiendo unas palabras a los asistentes, en su mayoría políticos de los distintos partidos y medios informativos.

Las primeras palabras del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el acto de recepción del cuadro, provocaron de inmediato un fuerte debate político por parte de los nacionalistas. La prensa compostelana, con la periodista Ágeles San Luis de Onda Cero en primer plano, recoge las declaraciones iniciales de Luis Villares, representante de As Mareas.


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¿Por qué ‘A derradeira leición do mestre’ genera polémica? El titular de la Xunta destacó el fuerte contenido simbólico del cuadro. No obstante, la polémica no tardó en producirse. 04 de octubre de 2018 (20:38 h.)

El presidente de la Xunta asistió a la recepción de la obra. / Xunta

El presidente del Gobierno gallego, Alberto Núñez Feijóo, manifestó la emoción ante la llegada del cuadro A derradeira leición do mestre, una de las obras más simbólicas y reconocidas del intelectual galleguista Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. La obra por primera vez sale “de la otra Galicia, la que Castelao y muchos más construyeron en Buenos Aires desde la emigración o el exilio”, para ser el eje de la exposición


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Castelao magistral, en el Gaiás. Durante el acto de recepción, Feijóo destacó la importancia de tener esta obra, que nunca antes había salido del Centro Galicia de la capital argentina, durante unos meses, “ya que se trata de una obra muy significativa en su trayectoria y también un símbolo para Galicia: por la mano que la pintó; por su excepcional calidad; y por la lección histórica que representa y el homenaje que dedica a los maestros”. El titular de la Xunta destacó el fuerte contenido simbólico del cuadro: “Si algo define la obra de Castelao es su intolerancia con la injusticia, que se configura como una advertencia de lo que no debería volver a pasar”, ensalzó, recordando que en cada creación de Castelao “encontramos la vocación de construir un mundo mejor”. Sobre este punto, Feijóo resaltó la capacidad de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao para demostrar que Galicia no es una realidad pequeña, aislada o limitada, sino que tiene infinitas posibilidades para proyectarse en el mundo. La polémica no tardó en llegar. Luís Villares (En Marea) cargó contra Feijóo e insistió en que "este cuadro debe recordarnos que tenemos una cuenta pendiente con todos los gallegos asesinados, 'paseados', humillados, a las violadas...". En su opinión, el presidente de la Xunta "se había olvidado de decir algunas cosas". Por su parte, Ana Pontón trasladó a Feijóo lo inconveniente que resulta "ocultar y manipular" el significado del cuadro. Asimismo, remarcó que Castelao era "un nacionalista" que intentó plasmar "el intento de aniquilación del nacionalismo y del mártir Bóveda a manos del fascismo". Al tiempo, subrayó que el cuadro también representa "el futuro", que son los niños, y la necesidad de apostar "por una Galicia libre y digna". La obra, un óleo de dos metros de altura, viajó desde Argentina a Madrid en avión, durante el pasado fin de semana, y fue trasladado por carretera hasta el Gaiás, con todas las condiciones de seguridad y atendiendo a los estándares profesionales más rigurosos. El cuadro formará parte de la muestra Castelao magistral, cuya inauguración tendrá lugar el viernes 5 de octubre, y que rendirá un homenaje a los maestros y maestras de las primeras décadas del siglo pasado.


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3 Outubro, 2018

A derradeira leición do mestre

A AC Alexandre Bóveda denuncia a terxiversación que o Goberno do Partido Popular fai da nosa historia e das figuras de Castelao e Bóveda. Recibir A derradeira leición do mestre sen mencionar a represión fascista, os asasinatos franquistas é ocultar que esta obra de Castelao se inspira directamente na estampa de Galicia mártir (Valencia, 1937) e representa, en primeiro lugar, a homenaxe directa de Castelao a Alexandre Bóveda, asasinado o 17 de Xullo de 1936 polos golpistas. Mais na A derradeira leición do mestre Castelao non só homenaxea o grande artífice do nacionalismo galego, Alexandre Bóveda, membro do Partido Galeguista, do que era secretario, senón que eleva o seu martirio á categoría de máxima representación da memoria histórica feita desde a Galiza e para a Galiza.


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Mais o cadro non ten un sentido fúnebre. Miremos os dous nenos que acompañan o asasinado: eles representan o futuro da nación e por iso dicimos que a Derradeira leición do mestre é unha obra de arte para nós, para o futuro da Galiza. Ese futuro que Bóveda non só soñara senón que axudara a construír decisivamente. É unha manipulación absoluta e unha ignominia que se oculte o verdadeiro significado desta obra, documentado sobradamente, e se oculte coa pretensión de homenaxear á profesión docente. Como Agrupación Cultural que se honra portando o nome de Alexandre Bóveda, denunciamos semellante atentado contra a historia de Castelao e de Bóveda e lembramos que hai xa tres anos defendemos, a través dunha ILP no Parlamento Galego, a necesidade de que esta obra de arte viñese a Galiza, ficase aquí e se acompañase do coñecemento, divulgación e visitabilidade da obra artística de Castelao, obxectivo que aínda non se cumpriu.


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Castelao e Bóveda, e o cinismo de Feijóo MANUEL MERA 09/10/18

Pode chocar a algunhas persoas que os partidos da oposición non participasen da presentación, na exposición “Castelao Maxistral” na Cidade da Cultura, da pintura de Alfonso R. Castelao “A derradeira lección do mestre”. Mais é lóxico que fose así, despois da intervención do presidente da Xunta de Galiza no acto de recepción da obra, na que Feijóo obviou que a obra representa a sanguinaria e masiva represión militar franquista, o golpe contra a República, e a negación da Autonomía de Galiza (cun Estatuto moito máis ambicioso co actual, ademais baleirado a esta altura de boa parte do contido inicial). Mesmo atreveuse a negar ao nacionalismo galego un papel destacando na obra de Castelao, cando o lenzo escenifica o asasinato do secretario do Partido Galeguista, e o autor da pintura é a figura máis significativa do proxecto nacionalista nesa etapa. Mais cinismo imposíbel. A resposta, que a oposición debeu dar no propio acto, marchándose, fíxose posteriormente. Faltou valentía. Os representantes do BNG e En Marea destacaron en senllas notas, coa contundencia necesaria, os atributos do cadro de Castelao, que simboliza a cruel represión dun réxime fascista (detencións a esgalla, xuízos sumarios, fusilamentos, fuxidos, represión económica, tortura e violacións). Unha ditadura que esmagou durante catro décadas os dereitos máis elementais. Tampouco se pode igualar, como fixo Feijóo, o réxime fascista de Hitler e Mussolini coa ditadura (proletaria) de Stalin,


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ignorando que a URSS, durante seu governo, foi o maior antagonista político e ideolóxico do nazismo, fascismo, falanxismo, e outros sistemas da ultra-dereita, e que tivo un papel esencial na súa derrota. Pódenselle facer criticas a Stalin, mais non se pode ignorar que durante súa presidencia a URSS tivo un papel fundamental nos procesos de liberación das colonias de Asia, África e América. Ademais, fortaleceu o movemento obreiro internacional, conseguindo grandes conquistas laborais, sociais e democráticas, que hoxe se están a perder nas supostas democracias. O estalinismo hai que colocalo no seu contexto histórico, como a resposta dun país sometido a todo tipo de bloqueos e intervencións, tanto do fascismo como das potencias imperialistas. Non se poden obviar os 27 millóns de mortos como consecuencia da invasión nazi. O cadro de Castelao simbolizaba a cruel represión dun réxime fascista O Presidente da Xunta amosou a mesma insensibilidade con esa etapa histórica, co drama da ditadura e a represión, que a que ten neste intre en relación coa precariedade, a pobreza, a caída da natalidade, o retroceso demográfico da Galiza, a desfeita ecolóxica, as guerras imperialistas, e a corrupción sistémica. Eivas e atrancos que lle lembra acotío a oposición. Porén esta debería ir máis alá, poñendo nome á clase social e potencias que se favorecen coa explotación e opresión. Este cadro de Castelao lembro, disto hai medio século, penduraba dunha das parades do Centro Ourensán. Esta entidade estaba situada fronte ao Centro Galego, na rúa Belgrano, da cidade de Bos Aires, cando eu vivía na Arxentina. Chamoume a atención a primeira vez que entrei neste edificio, no ano 1967, para me poñer en contacto coa Irmandade Galega (IG). Ao subir a escaleira e chegar ao primeiro andar, alí de carón a poucos metros na parede que había diante estaba a pintura. Impresionaba. Tamén había unha vitrina horizontal cun especial de A Nosa Terra publicado co gallo da morte de Castelao (do que aínda teño algúns exemplares). Vin este


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cadro os seguintes cinco anos, cando se facían as reunións da Irmandade, algún acto ou encontro especifico da colectividade galega. Era polo tanto un cadro que estaba exposto e coñecido polo galeguismo. Castelao foi o principal activo político do nacionalismo, especialmente no exilio en Bos Aires (na Irmandades da Fala e o Partido Galeguista compartiu este protagonismo con Alexandre Bóveda, Vítor Casas, Viqueira, Suárez Pícallo, Ánxel Casal, Peña Novo, Villar Ponte, Lousada Diéguez, etc). Se cadra nesta xeira americana non se debería esquecer ademais que tivo un papel sobranceiro Alonso Ríos, tanto no Consello de Galiza como na Irmandade Galega. Castelao foi o principal activo político do nacionalismo, especialmente no exilio en Bos Aires Agora ben, ademais Castelao era a persoa que mellor soubo retratar cos seus gravados e narracións á realidade galega do momento, dándolle vida, interpretando os sentimentos e o contexto político e social. Foi a televisión galega da época, o axitador de conciencias e o creador de expectativas de liberación. Era o xenio ao servizo do povo e da Patria. Daquela que fose nas eleccións o máis votado do Partido Galeguista, e figura central no exilio americano. Pódeselle pedir máis? Debo recoñecer que nos anos sesenta e setenta, na conxuntura da América Latina, para persoas coma min non abondaba. Pesaba moito a Galiza colonizada que expulsaba medio millón de emigrantes, de aldeáns marxinados dentro e no exterior, pola súa cultura e lingua, pola súa pobreza. Asemade, eran períodos de revolución, tamén na Arxentina, semellaba que a liberación dos povos estaba próxima. Dende moito antes, até a súa morte en 1950, Castelao sen propor a revolución, falaba coa voz do povo, expresaba súas inquedanzas e arelas de traballo digno, democracia e soberanía. Daquela que dende o marxismo Moisés Da Presa, dende o socialismo Cupeiro, dende o anarquismo Montero e Lema, así como ex-membros da Pondal sempre ¡sempre! debuxábanmo como un exemplo. Respecto do Partido Galeguista había máis debate.


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Tensión no acto de recepción en Galicia do cadro de Castelao 'A derradeira leición do mestre' Os líderes da oposición galega acusan a Feijóo de manipular o significado da obra

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 03/10/2018.- O titular do Goberno galego, Alberto Núñez Feijóo, (c) acompañado por representantes de todos os grupos políticos e da cultura galega, asisten ao desembalaxe do cadro 'A derradeira leición do mestre', de Castelao, esta mañá na Cidade da Cultura en Santiago de Compostela. FOTO: EFE/LAVANDEIRA JR

03.10.2018

'A derradeira leición do mestre', unha das obras máis simbólicas e recoñecidas do intelectual galeguista Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, chegou para ser exposta en Galicia e na súa recepción na Cidade da Cultura suscitouse a polémica e mesmo se deron momentos de tensión despois do discurso de benvida que o presidente galego, Alberto Núñez Feijóo, pronunciou ante o cadro. No acto de desembalaje da obra, que viaxou desde Arxentina a Galicia protexido por importantes medidas de seguridade, estivo presente Feijóo, pero tamén o vicepresidente do Parlamento, Diego Calvo; e os portavoces de todos os grupos con representación na Cámara: Pedro Puy (PPdeG), Luís Villares


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(En Marea), Xoaquín Fernández Leiceaga (PSdeG) e Ana Pontón (BNG). Unha vez finalizado o desembalaje, do que se ocuparon catro técnicos, e xa colocado o cadro, Feijóo pronunciou unhas palabras e congratulouse de poder "incrustar no corazón da cultura galega contemporánea" unha obra que identificou con "a defensa da educación fronte ao fanatismo" que lembra que "unha educación en liberdade é o medio para a promoción dos valores democráticos". Feijóo destacou a importancia de ter esta obra, que nunca antes saíra do Centro Galego da capital arxentina, durante uns meses, "xa que se trata -afirmou- dunha obra moi significativa na súa traxectoria e tamén un símbolo para Galicia: pola man que a pintou; pola súa excepcional calidade; e pola lección histórica que representa e a homenaxe que dedica aos mestres". O titular da Xunta destacou o forte contido simbólico do cadro: "Se algo define a obra de Castelao é a súa intolerancia coa inxustiza, que se configura como unha advertencia do que non debería volver pasar", enxalzou, lembrando que en cada creación de Castelao "atopamos a vocación de construír un mundo mellor". Sobre este punto, Feijóo resaltou a capacidade de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao para demostrar que Galicia non é unha realidade pequena, illada ou limitada, senón que ten infinitas posibilidades para proxectarse no mundo. "Cando Castelao pintou esta obra en 1945 a Galicia que el quería só se podía soñar. E, por fortuna, desde entón o pobo galego logrou alcanzar o autogoberno do que hoxe gozamos", dixo, ao que engadiu que, "en gran medida, somos a Galicia que soñaba". CRÍTICAS DA OPOSICIÓN POR "MANIPULAR" O SIGNIFICADO DA OBRA No o seu discurso do presidente non houbo referencias máis expresas ao significado do cadro ligado á "crítica contra a represión e os axustizamentos fascistas", como non tardou en afearlle a oposición. E é que 'A derradeira lección do mestre' simboliza o pranto de dous nenos ante o cadáver fusilado do seu mestre. Historicamente sublíñase que Castelao puido buscar con esta obra render homenaxe aos mestres perseguidos polo réxime franquista e, máis en concreto, ao nacionalista Alexandre Bóveda, quen foi executado. Nesta conxuntura, a polémica non tardou en producirse e, nada máis terminar de falar o presidente, a primeira en apartarse da


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foto de familia foi a deputada de En Marea Ánxeles Cuña, quen trasladou a un asesor presente no acto que "non" quería saír nesa imaxe. Minutos despois e elevando o ton de voz, Villares dirixiuse ás cámaras para lanzar duras críticas a Feijóo. "O MESTRE QUE APARECE FOI ASASINADO" "O primeiro é lembrar que o mestre que aparece nesta obra foi asasinado, palabra que non foi amentada por Feijóo; e evoca a Alexandre Bóveda. Este cadro debe lembrarnos que temos unha conta pendente con todos os galegos asasinados, 'paseados', humillados, ás violadas...", esgrimiu Villares, quen puxo o acento en que ”o presidente se esqueceu de dicir algunhas cousas". "É necesario que mestres que aínda están enterrados nas cunetas poidan ser exhumados e recibir unha sepultura digna; é necesario anular todos os xuízos sumarísimos que foron unha verdadeira farsa como o do propio Alexandre Bóveda; e é preciso que a memoria sexa completada coa devolución do espolio da Guerra Civil singularizada en Galicia coa devolución do Pazo de Meirás", proclamou. Con similar contundencia pronunciouse Ana Pontón. "Eu estou aquí porque son galega, por Castelao e porque creo que é importante que a súa obra non veña só de visita, senón que esa visita sexa permanente", sinalou, antes de ratificar ante os medios que, mentres observaban o cadro, trasladou a Feijóo o inconveniente que resulta "ocultar e manipular" o significado do cadro. Pontón remarcou que Castelao era "un nacionalista" que tentou plasmar "o intento de aniquilación do nacionalismo e do mártir Bóveda a mans do fascismo". Ao tempo, subliñou que o cadro tamén representa "o futuro", que son os nenos, e a necesidade de apostar "por unha Galicia libre e digna". "Non facer este recoñecemento non deixa de ser ofensivo", esgrimiu, antes de ”lamentar que Castelao sempre chegue envolvido de polémica, manipulación ou censura". "UN MAIOR COMPROMISO" COA MEMORIA HISTÓRICA Tamén Leiceaga incidiu no carácter simbólico do cadro pola "denuncia que fai Castelao do fascismo e da violencia como forma de exercer a política". "É unha obra de significado aberto, hai quen identifica á persoa que está no chan con Alexandre Bóveda, algo perfectamente factible; ou pode facer referencia aos mestres represaliados ou ajusticiados”, analizou.


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Sexa "unha ou outra" interpretación, o dirixente socialista ha incidido en que o seu significado pode ser compartido "por todos os galegos". Así mesmo, engadiu que o PSdeG desexaría que a exposición simbolizase "un maior compromiso futuro da Xunta coa recuperación da memoria histórica e coa eliminación da simboloxía franquista; e tamén dun tratamento adecuado daqueles que aínda teñen aos seus enterrados sen identificar". O popular Pedro Puy incidiu na importancia de que o cadro estea por primeira vez en Galicia "para o que é a reconciliación entre o pasado e as xeracións actuais". "Debemos estar moi agradecidos de que todos os galegos poidan gozar e aprender de 'A derradeira leición do mestre', unha lección na que Castelao eloxia a ejemplaridad dos mestres personalizado moi posiblemente, con toda probabilidade, na figura de Alexandre Bóveda", dixo. Que a obra se poida ver en Galicia é "un sinal", segundo Puy, "do que se debe aprender do pasado para facer un futuro mellor, un futuro que pasa pola reconciliación, pola memoria do que pasou para non repetilo nunca, pola convivencia, pola autonomía e pola democracia". PROTECCIÓN E MEDIDAS DE SEGURIDADE Antes da polémica, na súa intervención, Feijóo deu a benvida a un óleo que, por primeira vez, "sae da outra Galicia, a que Castaleo e moitos máis construíron en Buenos Aires desde a emigración ou o exilio", para ser o eixo da exposición 'Castelao maxistral', que albergará o Gaiás e será inaugurada este venres. "Un fito histórico", constatou. 'A derradeira leición do mestre', un óleo de dous metros de altura, viaxou desde Arxentina a Madrid en avión, durante o pasado fin de semana, e posteriormente foi trasladado por estrada até o Gaiás. Todo iso, segundo explicou a técnica Carmen Menéndez, con elevadas medidas de protección e seguridade para preservar o cadro. Á marxe da escolta policial no percorrido até o Gaiás, sinalou que se contratou unha empresa especializada para o transporte e un seguro de "cobertura total" ante calquera incidencia nun "moi delicado" procedemento de traslado.


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Castelao ya imparte en Galicia «A derradeira leición do mestre» La gran obra pictórica del galleguista, símbolo de la represión franquista, se expone en el Museo de la Ciudad de la Cultura como parte de una muestra que recoge su contribución a la educación

Mario Nespereira 05/10/2018

La represión, el cainismo y la ignorancia revestida de ideología están todas ahí. En el rostro céreo del cadáver de Alexandre Bóveda, en la llorera del niño arrodillado que despide al maestro y en la tenebrosidad lúgubre y funesta de una escena que Castelao reprodujo, casi ciego, para honrar a los pasados por las armas en la Guerra Civil. «A derradeira leición do mestre» (1945) ya se imparte en Galicia. La obra -ópera prima del padre de la patria gallega- cuelga de las paredes del Museo de la Ciudad de Cultura de Santiago, como parte de una exposición estrenada este viernes y que abarca, de todos los Castelao posibles (intelectual, político, dibujante), al Castelao «maxistral». Su última 'leición' se sitúa


273 al final de un recorrido que recuerda su defensa en pos de una educación libre y en gallego (-a mestra berroume por dicir ollomol / - debeches dicir ojo blando, narra una de sus viñetas) y su paso como profesor de dibujo en Pontevedra hasta la insurrección franquista. Ambas etapas desembocan en el cuadro, traído del Centro Galicia de Buenos Aires, la quinta provincia gallega, ciudad de acogida de su destierro, donde murió en 1950. Castelao puso su talento al servicio del combate. La composición original fue concebida desde Valencia, lugar al que partió tras el estallido de la guerra para ingresar en el departamento de propaganda de la República. Allí dibujó la primera lámina, que hoy se conserva en el Museo de Pontevedra, como ficha número seis del álbum Galicia mártir (1937). Sus trazos goyescos, su inspiración en los trabajos que Louis Raemaekerse creó para denunciar las atrocidades germanas, volvieron a tener eco casi una década más tarde. Con su vista nublada por la ceguera, Castelao volvió a reproducir la escena en un óleo de grandes dimensiones. El 17 de agosto de 1945 lo presentaría en la capital argentina en conmemoración por el Día de los Mártires Gallegos. Castelao hizo de «A derradeira leición» lo que Picasso con el «Guernica» o Goya con «Duelo a garrotazos». Una conmiseración de las penurias de la guerra que, de cerca, induce el escalofrío que acosó a Sthendal al ver la basílica de Santa Cruz de Florencia, en el siglo XIX, y que dio nombre al síndrome de los epatados por la belleza de una pintura. Pero la obra es también un homenaje a su gran amigo, Alexandre Bóveda. De él tomó las facciones y la expresión del maestro caído por las balas. «En el rostro de Bóveda están todos los asesinados», ha recordado el comisario de la exposición, Miguel Anxo Seixas Seoane, en el acto institucional celebrado en el Gaiás. Allí, flanqueadas por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, estaban presentes Amalia y Valentín, hija y nieto del inspector de Hacienda con el que Castelao compartió batallas en el seno del Partido Galeguista. Juntos diseñaron el Estatuto de Autonomía que catapultó a Galicia al primer vagón constitucional de las nacionalidades históricas. Bóveda, sin embargo, no pudo entregar el texto en Madrid: se quedó en Galicia «echando cuentas», preparando la arquitectura fiscal de una futura autonomía que nunca llegó a ver. Murió asesinado en 1936. Antes de ser enterrado, Xosé Sesto le colocó la bandera gallega a escondidas bajo su chaqueta.


274 Todo aquello «sucedió aquí», como ha subrayado Feijóo, criticado días atrás por la oposición por omitir las referencias de la pintura a la represión franquista. En su intervención de hoy, el presidente autonómico las ha solventado con continuas referencias no solo a Franco y al «fascismo», sino también al «instinto criminal» de quienes vieron en Bóveda un enemigo y cercenaron con su muerte su mensaje autonómico y federalista. Hoy para escucharlo solo ha estado presente el portavoz de los socialistas en la Cámara, Xoaquín Fernández Leiceaga. Con todo, el popular no ha dejado de reivindicar a un Castelao que, lejos de ser «exclusivo de ninguna tendencia política», engrosa el acervo cultural e identitario de toda Galicia. «¿No es propio de una gran nacionalidad contar con símbolos, lenguas y personajes de la historia con los que todos nos sintamos representados? Yo creo que sí», ha enfatizado. «Danieliño», como le llamaban en casa, ejerció como delineante de esa identidad. Así, en una carta escrita a Eduardo Blanco Amor—retomada en su discurso por Seixas Seoane— Castelao habla de su entrega a Galicia como quien se desvela por los cuidados de una madre. «Eu non vou a ningunha parte onde non vaia miña nai». Ahora «Danieliño» ya está en casa.


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Feijoo lamenta las interpretaciones «exclusivas» de la obra de Castelao Invita a la oposición a escuchar este viernes su discurso sobre la muestra y asegura que él no va a silenciar el fascismo

J. CAPEÁNS M. GARCÍA SANTIAGO / LA VOZ 05/10/2018 05:00 H

El presidente de la Xunta está sorprendido por la reacción de Luís Villares (En Marea) y Ana Pontón (BNG) tras el acto simbólico de la recepción de la obra A derradeira leición do mestre, que forma parte de la exposición Castelao maxistral, que se inaugura este viernes en el Gaiás. Feijoo ofreció un breve discurso en este acto en el que, a juicio de los


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dos portavoces, se hizo una interpretación ligera del simbolismo del cuadro. Feijoo aseguró que él no tiene ningún problema en denunciar el fascismo, y cree que el objetivo de poner el foco en esa pieza de Castelao es recordar a todos los gallegos lo que ocurrió durante la Guerra Civil. El líder gallego lamentó que se desvíe la atención sobre el hecho de que vaya a exponer por primera vez en la comunidad, «unha oportunidade histórica que a ninguén debera molestar», y puso en entredicho que se sigan haciendo interpretaciones «exclusivas» sobre la obra del rianxeiro, en este caso pintada en el exilio. «Castelao é patrimonio de todos, non dos nacionalistas nin de partido ningún», dijo antes de insistir en que él no va a silenciar el fascismo, como quedará reflejado en el discurso de esta mañana, según adelantó. Al menos, ironizó, «imos mellorando» respecto a los incidentes que se produjeron en 1984 cuando llegaron los restos de Castelao a San Domingos de Bonaval. Las críticas al discurso de Feijoo en el acto protocolario no llegaron únicamente desde En Marea y BNG. La Agrupación Cultural Alexandre Bóveda también se pronunció denunciando «a terxiversación que o goberno do Partido Popular fai da nosa historia e das figuras de Castelao e Bóveda». Considera que el hecho de no mencionar la represión fascista supone ocultar que está inspirada en una estampa de Galicia mártir y que representa un homenaje directo del intelectual de Rianxo a Bóveda, asesinado el 17 de julio de 1936. «É unha manipulación absoluta e unha ignominia que se oculte o verdadeiro significado desta obra e se oculte coa pretensión de homenaxear á profesión docente», asegura en un comunicado.


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«A derradeira leición do mestre» de Castelao atópase co país ao que deu voz MONTSE GARCÍA

En Marea e BNG critican a explicación «descafeinada» que Feijoo deu sobre o cadro. O 17 de agosto de 1945 presentábase en Bos Aires con motivo do Día dos Mártires Galegos o óleo A derradeira leición do mestre. Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, a pesar da súa cegueira, recreou nun cadro de grandes dimensións a estampa número 6 do seu álbum Galicia mártir, publicado en Valencia en 1937, no que denunciaba a represión exercida polo bando franquista. Este mércores, despois de 73 anos, era a primeira vez que se vía en Galicia ese lenzo no que dous nenos choran ante o cadáver do seu mestre asasinado. Un feito histórico, tal e como o definiu o presidente da Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que presenciou a desembalaxe da obra na Cidade da Cultura, nun acto no que tamén participaron pola importante simboloxía da peza representantes dos grupos parlamentarios da oposición -En Marea, PSdeG e BNG-, outros membros do executivo e representantes do Centro Galicia de Bos Aires, institución propietaria da pintura.


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NON Á MANIPULACIÓN DE CASTELAO 03.10.2018

Desde Galiza Nova, organización xuvenil do BNG, rexeitamos unha vez máis a manipulación e deturpación


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que dende o poder se tenta facer da figura de Castelao co discurso do presidente da Xunta, Alberto Núñez Feixóo na recepción do cadro “A derradeira lección do Mestre” a Galiza esta mañá. No seu discurso obviou por completo a figura de Alexandre Bóveda, un patriota asesinado polas súas ideas, por ser nacionalista e responsábel de organización do Partido Galeguista a quen lle dedicou Castelao este cadro, retratándoo despois do seu asasinato por parte do réxime franquista. Fíxoo intencionadamente porque pretende borrar a nosa Historia e manipulala para perpetuar o actual deseño autonómico que nos fai dependentes politicamente. A ofensa ao legado de Alexandre Bóveda non foi a única, pois mesmo chegou a afirmar que “A Galiza pola que loitou Castelao nos anos 30 é a que temos actualmente”, cuspindo así en todo o que Castelao representou ao longo da súa traxectoria vital. Continúa o traballo iniciado no ano 1984, cando se trouxeron os restos de Castelao ao país en contra da súa vontade, pois dixo que só querería voltar a Galiza cando esta fora verdadeiramente dona de si, e entronca coa tradición que se levou a cabo dende o poder de obviar a faceta política de Castelao, quedando unicamente coa artística ou literaria e tratando de baleirala de contido. É por iso que a Galiza de hoxe, totalmente desposuída de soberanía, dependente do estado español, na cal as mozas nos vemos afogadas pola precariedade no emprego e no ensino, na que o idioma cada día perde falantes por unhas políticas lingüicidas aplicadas polos herdeiros dos que asasinaron a Bóveda non é nin moito menos a Galiza pola que loitou Castelao. En Galiza Nova témolo claro, recollemos o legado que deixou escrito Castelao no Sempre en Galiza e rexeitamos a súa manipulación, porque sabemos que Galiza só deixará de loitar pola súa liberdade o día no que a conquiste.


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Cartel anunciador de una de las tantas visitas guiadas que se ofrecieron durante la exposición “Castelao Maxistral” en la Cidade da Cultura.


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Más de un centenar de escolares debaten alrededor de los valores de la obra de Castelao ‘A derradeira leición do mestre’ El legendario cuadro con el que Castelao homenajeó a Alexandre Bóveda es el hilo conductor como imagen icónica de la importancia de la educación para transmitir valores de respeto, libertad y justicia

Un grupo de escolares ante el cuadro de Castelao cedido para la exposición por el Centro Galicia de Buenos Aires.


282 28 DE FEBRERO DE 2019

La Cidade da Cultura inició el pasado 26 de febrero el ciclo de debates escolares El valor de la educación para la construcción de sociedades libres, una actividad con la que la Xunta de Galicia quiere poner el broche de oro -junto al concierto del 1 de marzo de la Orquesta de Cámara Gallegaa la exposición del Museo Centro Gaiás ‘Castelao maxistral. A boa obra ao mestro honra’. La muestra, que exhibe por vez primera en Galicia el legendario cuadro ‘A derradeira leición do mestre’ se clausura el 3 de marzo y ya está cerca -a estas alturas- de alcanzar las 40.000 visitas, de las cuales unas 8.000 fueron de chicos y chicas de centros escolares. Precisamente, más de un centenar de alumnado procedente del último ciclo de la ESO y del Bachillerato serán los protagonistas de los seis turnos que componen este ciclo de debates escolares, que se celebra desde el día 26 y hasta el 1. La presencia de la obra legendaria A derradeira leición do mestre en la exposición Castelao maxistral, en la Cidade da Cultura de Galicia, resulta de lo más adecuado para transmitir en esta actividad la importancia de la educación para la construcción de sociedades libres, una de las principales luchas del artista e intelectual galleguista al que se dedica esta exposición. Llegado de Argentina, del Centro Galicia de Buenos Aires, este cuadro emblemático que nunca antes se había exhibido en Galicia, busca en el relato expositivo de Castelao maxistral ser una imagen icónica contra la intolerancia, siendo la educación la mejor herramienta para enseñar en valores, libertad y justicia. Con este hilo conductor, desde la Cidade da Cultura de Galicia se quiere poner a la juventud en relación con periodistas, que en su labor profesional cotidiana analizan la actualidad. El objeto de este ciclo es establecer un diálogo con las generaciones de chicas y chicos vinculando los logros educativos exaltados en la exposición -que ponen en valor la tarea de los maestros y de las maestras de la Segunda República en la renovación pedagógica, y en la consecución


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de una enseñanza universal y en gallego- y el vínculo con el sistema educativo actual como herramienta. En cada uno de los seis turnos de debate se promoverá un foro de discusión dialéctica en el que dos aulas diferentes puedan poner en común sus ideas sobre la sociedad actual y el peso de la educación para su construcción. Cada jornada está moderada por un/una periodista diferente. De este modo, serán un total de seis, procedentes de los principales medios gallegos de comunicación escrita. Así, la primera profesional en abrir este ciclo fue el día 26 Irene Bascoy (Faro de Vigo) que moderó la disputa dialéctica entre centros escolares del CPI Cabo de Area (Laxe) e IES de Beade (Vigo) sobre los valores que les transmite A derradeira leición do mestre. El día 27 fue el turno de Marta García Márquez (El Ideal Gallego), a quien seguirán Ángel Orgaz (El Correo Gallego), Tamara Montero (La Voz de Galicia), Xabier Limia (La Región) y María Varela (Diario de Pontevedra), como cierre del ciclo el viernes, día 1. Concierto de despedida de la Orquesta de Cámara Gallega Precisamente, ese mismo día, el 1 de marzo, tendrá lugar el concierto de despedida de la exposición -que podrá verse hasta el domingo 3 de marzo y que cuenta con visitas comentadas gratuitamente- a cargo de la Orquesta de Cámara Gallega. El acceso será gratuitamente previa retirada de la invitación en la recepción del Museo Centro Gaiás. El programa del concierto incluirá composiciones vinculadas a Castelao como Na Catedral, movimiento de la obra musical Alba de Gloria compuesta por Rogelio Groba Groba inspirándose en el histórico discurso del intelectual de Rianxo en el exilio. Además, se interpretarán piezas de compositores gallegos, como Andrés Gaos, o de argentinos, como Astor Piazolla.


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Más de 40.000 visitantes -303 diarios- pasaron por la exitosa exposición “Castelao maxistral” en la Cidade da Cultura de Santiago. Después de cinco meses, del 5 de octubre al 3 de marzo, 9.000 escolares, pertenecientes a 120 centros educativos, se acercaron a la exposición para admirar y “recibir” “A derradeira leición do mestre”. La obra se trasladará a Ourense, donde permanecerá al público en el Pazo Provincial de la Deputación hasta el 3 de abril, fecha en la que será devuelta al “Centro Galicia” de Buenos Aires.


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XIII. Homenaje en Os Peares Pasado un año desde el anterior, la Xunta de Galicia y la Deputación de Ourense rinden homenaje de nuevo a Rodolfo Prada Chamochín, siguiendo su trayectoria de reconocimiento al gran patriota galeguista. Ambos organismos, bien secundados por José Manuel Rodríguez, presidente de la “Asociación Cultural Rodolfo Prada Chamochín” de Os Peares, y sobre todo, por Luis González Tosar, escritor, presidente de PEN Galicia y gran valedor de Rodolfo Prada, celebran el 5 de noviembre de 2018 un entrañable acto en el “Museo do Tren”, situado en la histórica estación de Os Peares. Con la presencia de la nieta mayor del homenajeado, María Elena Prada Alliende, las autoridades dedican a los númerosos vecinos sumados al acto, unos ilustrativos discursos sobre la inmensa labor en Buenos Aires de su paisano, Rodolfo Prada Chamochín, en la defensa de Galicia y en el apoyo incondicional a tantos galeguistas llegados exiliados a Buenos Aires, y en especial al gran líder Alfonso Daniel R. Castelao. María Elena Prada, agradeció con emocionadas palabras los homenajes que estaba recibiendo su abuelo, que según explicó con lágrimas en los ojos, “luchó por Galicia y por Ourense toda su vida”. Les suplicaba ahora a las autoridades gallegas, al final de su disertación, que recuperasen sus restos del “Panteón del Centro Gallego” de Buenos Aires, para depositarlos en el cementerio de Os Peares, tal como eran los últimos deseos de su abuelo. A continuación del acto institucional, las autoridades inauguraron con solemnidad un monumeto en su honor delante de la casa en donde había nacido.


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Os Peares rinde homenaje a su vecino ilustre, Rodolfo Prada 05/NOV./18 El Museo do Tren, en Os Peares, acoge el acto este lunes a las 13,00 horas El Museo do Tren, en Os Peares, acoge este lunes a las 13,00 horas un homenaje al intelectual Rodolfo Prada Chamocín, con motivo del 38 aniversario de su muerte. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presidirá el acto. Asistirá el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, la nieta del galleguista y representantes institucionales, culturales y sociales. Rodolfo Prada Chamocín fue el hombre de confianza de Castelao en Argentina, miembro de un ourensanismo militante en América y uno de los ourensanos más universales. A Castelao le consiguió el visado y fue su protector durante los primeros años de exilio. Presidió el Centro Gallego de Buenos Aires, fue miembro de la Real Academia Galega y secretario de la Casa de Galicia. También fundó la revista Acción Gallega.

Estación del tren de Os Peares. A la derecha, se encuentra el “Museo do Tren”, en donde se celebró el homenaje a Rodolfo Prada Chamochín, con un lleno total de vecinos de la comarca.


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Os Peares: Feijóo rinde homenaje a Rodolfo Prada 4 noviembre, 2018

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ensalzó la figura de Rodolfo Prada Chamochín cuya trayectoria, aseveró, contribuye a incrementar nuestro orgullo colectivo. Durante la celebración del XXXVIII aniversario de su fallecimiento, Feijóo se refirió a Rodolfo Prada como un luchador contra el olvido “que logra que aquel Daniel Castelao que había arribado a las Américas con la tristeza de perder el sueño de Galicia y con la imagen aún viva de tantos amigos y compañeros que habían sido víctimas del odio incivil, resurja como gran patriarca de la galleguidad”. Y como un luchador de la esperanza, que consigue que el Buenos Aires de aquel tiempo no sea una capital de expatriados que capitulan y de emigrantes que desfallecen en medio de la nostalgia, sino una auténtica capital de la Galicia que espera el momento de reiniciar su camino. A lo largo de su intervención, el responsable del Gobierno gallego destacó también la inmensa fe que Prada Chamochín tenía en los gallegos y que lo llevó a construir “el puente más grande de todos”. “Un puente que aún no fue superado y que resistió el paso del tiempo y de las tempestades: el puente que une América, y especialmente Buenos Aires, con Galicia y por el que hubo un tráfico incesante de esperanza, de orgullo y de ejemplo”, aseveró. El presidente de la Xunta concluyó afirmando que la coherencia, la solidez y la fidelidad a la tierra que caracterizan la obra de Manuel Buciños, el artista encargado de inmortalizar este aniversario con una escultura, son virtudes que comparte con Rodolfo Prada y con las gentes de Os Peares.


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Feijóo destaca la voluntad de "unión" del galleguista Rodolfo Prada en el 38 aniversario de su fallecimiento Europa Press

Lunes, 5 de noviembre de 2018

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha destacado la voluntad de "unión" del galleguista Rodolfo Prada 'Chamochín' (Os Peares, 28 de agosto de 1892 - Buenos Aires, 3 de noviembre de 1980) en el trigésimo octavo aniversario de su fallecimiento, conmemorado este lunes en el museo del tren de Os Peares, en el ayuntamiento de A Peroxa (Ourense). El titular del Gobierno gallego ha cerrado el acto tras las intervenciones del poeta Luís González Tosar; la nieta del homenajeado, María Elena Prada; el presidente de la Asociación Cultural Rodolfo Prada, Francisco González; el alcalde de A Peroxa, Manuel Seoane; y el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar. "Su idea de unir está siempre presente en nosotros. Se propuso construir el puente más grande del mundo, entre Buenos Aires y Galicia, por el que ha habido tráfico de esperanza, orgullo y ejemplo, y convierte a Buenos Aires en una capital de Galicia que espera el momento de reiniciar su


289 camino. Le debemos que Galicia no hubiera muerto", ha destacado el titular del gobierno gallego. Asimismo, Núñez Feijóo ha puesto en valor la necesidad de tener "faros inspiradores" como Rodolfo Prada, al que ha definido como un "referente" y "luchador" que consiguió que Alfonso Daniel Rodríguez Castelao se convirtiera en el "gran patriarca de la galleguidad" tras haber llegado a las Américas "con la tristeza de perder el sueño de Galicia y con la imagen aún viva de tantos amigos y compañeros que habían sido víctimas del odio incivil". "OLVIDADO" POR LA SOCIEDAD GALLLEGA. Por su parte, el presidente de la Asociación Cultural Rodolfo Prada, Francisco González, ha destacado la "generosidad" del escritor pearense, "activista y referente" del galleguismo en la diáspora en toda Sudamérica y "gran olvidado por la sociedad gallega". Mientras, el presidente de la Diputación Provincial, Manuel Baltar, ha destacado la participación de Rodolfo Prada "en todos los movimientos de la historia del galleguismo" y su "sentimiento" de ser de Ourense y de Galicia. "Es el ourensano que mejor ha entendido América. Haremos todo lo posible para que las cenizas descansen en la tierra que lo vio nacer", ha añadido. Además, ha demandado al presidente de la Xunta de Galicia su colaboración para instalar en Os Peares un centro de interpretación "para reponer la memoria del ideario galleguista en América", ya que "no hay ningún sitio mejor que éste". Al término del acto, los representantes institucionales, en compañía de la nieta del protagonista, han descubierto una escultura elaborada por el artista Manuel Buciños en homenaje a Rodolfo Prada, situada en el jardín adyacente al museo del tren de Os Peares, donde han tenido lugar las intervenciones.

Os Peares, “Museo do Tren”, 5 de noviembre de 2019. Aspecto de la sala durante la “Lembranza de Rodolfo Prada”. Al fondo, los hermanos Luis Alberto, Ana y Miguel Rey Lama, sobrinos-nietos del homenajeado.


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OS PEARES RENDIU HOXE HOMENAXE O SEU ILUSTRE VECIÑO RODOLFO PRADA. FEIXOO DESTACA A SÚA FIGURA COMO EXEMPLO DE GALICIA CON “HISTORIA COMPARTIDA” Noviembre 5, 2018

El Museo do Tren, en Os Peares, acogio este lunes a las 13,00 horas un homenaje al intelectual Rodolfo Prada Chamochín, con motivo del 38 aniversario de su muerte. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, presidió el acto. Asistió el presidente de la Diputación, Manuel Baltar, la nieta del galleguista y representantes institucionales, culturales y sociales.


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Rodolfo Prada Chamocín fue el hombre de confianza de Castelao en Argentina, miembro de un ourensanismo militante en América y uno de los ourensanos más universales. A Castelao le consiguió el visado y fue su protector durante los primeros años de exilio. Presidió el Centro Gallego de Buenos Aires, fue miembro de la Real Academia Galega y secretario de la Casa de Galicia. También fundó la revista “Acción Gallega”.

El presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, ha ensalzado este lunes en Os Peares la figura del intelectual gallego Rodolfo Prada, figura que simboliza la idea de “unidad” de una Galicia que posee “una historia compartida” frente a aquellos pueblos que “separan” y que viven “en un conflicto permanente”. Así lo ha indicado con motivo de la celebración de un homenaje en el trigésimo octavo aniversario del fallecimiento del intelectual, un acto que contó con la presencia del secretario general de Política Lingüística, Valentín García; el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, y la nieta del galleguista orensano, María Elena Prada, entre otras personas. En su intervención, Feijóo ha puesto a Prada como ejemplo de “unidad” y ha destacado el protagonismo de Galicia como un pueblo que posee, ha dicho, una “historia compartida” frente a aquellos que “reparten la historia entre bandos irreconciliables, están condenados a desaparecer o a vivir en un conflicto permanente”, desde un “recelo empobrecedor”. Dentro de esta idea de unidad, ha puesto en valor la importancia de figuras como “Castelao y toda la generación coetánea” -Xeración Nós e Irmandades da Fala- a la hora de impulsar “un patriotismo de afectos” Con todo, ha abogado por la necesidad de recuperar a figuras con las que se demuestra que la “historia puede ser in-


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justa” y que se vieron abocadas al olvido “con trayectorias ensombrecidas”. En el caso de Prada, ha insistido en que “no sólo se comete una injusticia sino que se hurta a un pueblo de un referente”. Entre otros valores, ha destacado que fue “un luchador contra el olvido y la esperanza” y que “construyó el puente más grande de todos, el que une América con Galicia” contribuyendo a incrementar “nuestro orgullo colectivo”. Así, el presidente de la diputación orensana ha manifestado su compromiso para lograr que los restos del galleguista puedan ser trasladados de Buenos Aires a su localidad natal, a fin de que “descansen aquí” “Galicia le debe mucho y vamos a hacer lo posible para traerlo”, ha proclamado Baltar, quien ha situado a Prada como “una figura fundamental” a la hora de impulsar esa “Galicia democrática y autónoma”. Por otro lado, ha lanzado el guante al presidente de la Xunta para que se pueda crear un centro de interpretación que recoja “el ideario galleguista” en el exilio. Por su parte, la nieta de Prada ha mostrado su interés en que se puedan trasladar los restos que descansan en el Panteón del Centro Gallego de Buenos Aires a Galicia Durante el acto, en el cual se descubrió una escultura, el presidente de la asociación cultural que recibe el nombre de Rodolfo Prada, Francisco González, ha subrayado la necesidad de “recordar al gran olvidado por la sociedad gallega, activista y un referente del galleguismo en la diáspora”. Prada Chamochín (A Peroxa, 1892-Buenos Aires, 1980) fue elegido en 1920 secretario de la Casa de Galicia y dirigió la revista “Acción Gallega” y el ateneo de Cultura Galega. En 1932 participó en la fundación de la Organización Nacionalista Republicana Gallega, y al año siguiente fue nombrado presidente del Centro Gallego de Buenos Aires. Como miembro del Centro Orensano dirigió su órgano periodístico `El Orensano`, y posteriormente Opinión Gallega, y consiguió la publicación de “Sempre en Galicia”, de Castelao.


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FARO DE VIGO

Núñez Feijóo define a Rodolfo Prada como "un luchador contra el olvido" Os Peares rinde homenaje al albacea testamentario de Daniel Rodríguez Castelao con la colocación de una escultura de bronce y piedra elaborada por Manuel Buciños Redacción | Ourense 06.11.2018

La nieta del intelectual, Elena Prada, con Alberto Núñez Feijóo y Manuel Baltar. // Brais Lorenzo

El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, contempla al galleguista ourensano Rodolfo Prada como "un luchador contra el olvido" que "logra que aquel Daniel Castelao, que arribara a las Américas con la tristeza de perder el sueño de Galicia y con la imagen aún viva de tantos amigos y compañeros que fueron víctimas del odio incivil, resurja como gran patriarca de la galleguidad". También define a Prada como "un luchador de la esperanza" que "consigue


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que los Buenos Aires de aquel tiempo no sea una capital de expatriados que capitulan y de emigrantes que languidecen en medio de la nostalgia, sino que sea una auténtica capital de Galicia, de la Galicia que espera el momento de reiniciar su camino". El presidente del Ejecutivo gallego pronunció estas palabras en el transcurso del homenaje que le rindió Os Peares al albacea testamentario de Castelao, Rodolfo Prada, en el 38 aniversario de su fallecimiento. Núñez Feijóo destacó "la inmensa fe que Prada Chamochín tenía en los gallegos", que lo llevó a construir "el puente más grande de todos. Un puente que aún no ha sido superado y que ha resistido el paso del tiempo y de las tempestades: el puente que une América, y especialmente a Buenos Aires, con Galicia y por el que hubo un tráfico incesante de esperanza, de orgullo y de ejemplo", destacó. El presidente de la Xunta indicó que "la coherencia, la solidez y la fidelidad a la tierra que caracterizan a la obra de Manuel Buciños", el artista encargado de "inmortalizar este aniversario" con una escultura, "son virtudes que comparte con Rodolfo Prada y con la gente de Os Peares". El acto contó con la participación de la nieta del intelectual, María Elena Prada, que propuso crear en Os Peares "un centro de interpretación que recoja la memoria del ideario galleguista en América". El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, destacó que el gobierno provincial "sentó las bases", al poner en marcha el Premio Rodolfo Prada de gestión cultural, organizado en colaboración con la Asociación Galega de Profesionais da Xestión Cultural, además de asumir la propuesta formulada por el titular de la Asociación Cultural Rodolfo Prada de Os Peares, Francisco González, consistente en colocar un monumento que "permita visibilizar al insigne galleguista", en la localidad en la que nació en 1892. Baltar destacó que Prada participó desde América en todos los movimientos que conforman la historia del galleguismo a lo largo del siglo XX.


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Baltar compromete a la nieta de Rodolfo Prada "facer todo o posible” para retornar a su abuelo a Os Peares

El presidente de la Deputación planteó al de la Xunta impulsar en Os Peares "un centro de interpretación que recolla a memo ria do ideario galeguista en América"

O Museo do Tren de Os Peares fue el escenario este lunes del homenaje al galeguista ourensano Rodolfo Prada, "persoeiro fundamental na historia contemporánea de Galicia, tanto polo seu labor no asociacionismo migratorio, como pola súa reinvindicación dunha Galicia democrática e autónoma e o seu constante activismo cultural", señaló al respecto el presidente de la Deputación de Ourense, Manuel Baltar. Al acto asistió también el titular de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, al que Baltar Blanco aprovechó plantearle impulsar en Os Peares "un centro de interpretación que recolla a memoria do ideario galeguista en América". En el acto estuvo presente también la nieta del homenajeado, Maria Elena Prada, quien planteó el retorno de los restos de Rodolfo Prada de Buenos Aires a Galicia. A lo que Baltar Blanco correspondió señalando que "faremos todo o posible para cumprir a derradeira vontade do seu avó, para que as cinsas daquel home


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bo e xeneroso, do patriota nunca excluínte nin sectario, descansen na terra que o viu nacer". Por su parte, el presidente de la Xunta glosó la figura de Rodolfo Prada como la de "un loitador contra o esquecemento e a prol da esperanza", subrayando que en su momento consiguió que Buenos Aires "non fose unha capital de expatriados senón da Galicia que agardaba reiniciar seu camiño", afirmó Núñez Feijóo. Rodolfo Prada nació en Os Peares en 1892 y murió en Buenos Aires en 1980. Considerado el gran valedor de Castelao en la Argentina, se convirtió en su albacea testamentario, referente del galeguismo y artífice de la unión de las asociaciones de emigrantes existentes por entonces en la capital argentina: los centros de cada una de las provincias gallegas que convergieron en uno. Destacó también por su implicación en el Partido Galeguista y su afiliación a las Irmandades da Fala en 1917.

Os Peares, 5 de noviembre de 2018. Inauguración del Monumento a Rodolfo Prada Chamochín, obra del escultor Manuel Buciños.


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Los sobrinos-nietos de Galicia no podíamos faltar a la cita en Os Peares, y allí estuvimos para acompañar a María Elena en el homenaje. Tras los previos contactos telefónicos con ella, nos conocimos físicamente en la misma estación.

Os Peares, 5 de noviembre de 2018. El “Grupo de Gaitas” de la “Asociación Cultural Rodolfo Prada” estuvo presente en el homenaje. Junto a uno de sus músicos, los sobrinos-nietos del Rodolfo, se hacen una fotografía: Luis, Marta, Emilio y Miguel. Falta en la imagen Ana, también asistente al emocionante acto.

En la estación de Os Peares, María Elena hace una fotografía al “Grupo de Gaitas” de la “Asociación Rodolfo Prada”, mientras amenizan el acto con una galegada. A su lado, Luis González Tosar, máximo valedor de Rodolfo Prada para su reconocimiento.


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La casa donde naciรณ Rodolfo Prada, y el Monumento en su honor.


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Os Peares, 5 de noviembre de 2018, inauguraciĂłn del Monumento a Rodolfo Prada ChamochĂ­n


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XIV. El traslado de los restos Días después del emotivo homenaje a Rodolfo Prada en Os Peares y de la inauguración de su monumento, el diario “La Región” publica una interesante entrevista a María Elena, la nieta que tan bien representó a su familia chilena en todos los actos. Con anterioridad a la entrevista, en su breve y emocionada alocución en el “Museo do Tren” de Os Peares, María Elena Prada, además de agradecer los múltiples homenajes que le estaban dedicando a su abuelo Rodolfo, extendió una súplica familiar a las autoridades gallegas: cumplir la última voluntad de su abuelo. No era otra que trasladar sus restos mortales a su tierra natal, ahora que la democracia, la autonomía y la libertad se habían instalado en Galicia, tal como él mismo demandaba para el retorno. Dieciséis días más tarde, llegaban a la Deputación de Orense las cenizas de Rodolfo Prada Chamochín y de su esposa Manuela Fraga Bonfanti. El escritor y amigo personal de Prada, Luis Glez.Tosar, y Emilio G. Afonso, subdelegado del Gobierno de Ourense, atendiendo las órdenes de la Xunta de Galicia y de la Deputación de Ourense, se ocuparían en Buenos Aires de retirar los citados restos mortales del Panteón del Centro Gallego en el Cementerio de Chacarita, para trasladarlos de inmediato a Galicia. Los deseos de la familia Prada en cumplir la última voluntad del abuelo, no se hicieron esperar. Más rápido imposible. Pronto se trasladarán a su destino definitivo, el Cementerio de Casdavil en Os Peares.


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Mª Elena Prada: "Desde Buenos Aires mi abuelo trabajó toda su vida por Ourense y Galicia"

María Elena Prada Alliende, la nieta del ilustre galleguista Rodolfo Prada

14/11/2018

María Elena Prada Alliende (Buenos Aires, 1945) se ha sentido toda la vida ligada a Ourense, aún sin haber pisado tierra gallega en sus 73 años de vida, hasta la pasada semana. Su abuelo, Rodolfo Prada (Os Peares, 1892-Buenos Aires, 1980), que emigró con nueve años a Buenos Aires y se convirtió, con el paso del tiempo, en una pieza clave para los galeguistas exiliados, se encargó de trasmitirle un profundo amor por Galicia y por su idioma. El que fue presidente del Centro Gallego de Buenos Aires, miembro de la RAG, fundador de la revista Acción Gallega y redactor jefe de Correo de Galicia, era un hombre "amoroso y respetuoso", muy querido por su familia. Además, era "muy comprometido con su tierra" y al que no le importaba mantenerse en la sombra, detrás de figuras de amigos tan reconocidos como Alfonso Rodríguez Castelao. La argentina, afincada en Santiago de Chile desde sus 12 años, acudió al homenaje institucional a Rodolfo Prada que se realizó el pasado 5 de noviembre frente a la que fue su casa familiar en Os Peares. El viaje le servirá para, además de conocer el pueblo natal de su abuelo, conocer también a los parientes Prada que viven en diversas zonas de la comunidad.


303 ¿Cómo se imaginaba la tierra natal de su abuelo? Él no me hablaba mucho de Os Peares, aunque sí lo hacía de Galicia. Quizás quería protegerme o lo ponía triste recordar a su familia, a sus amigos y su casa. ¿Tenía ganas de visitarla? Muchísimas, la verdad. Por diferentes circunstacias nunca pude venir antes, aunque sí había llegado a Madrid alguna vez. No me atrevía a venir sola y nadie quería acompañarme, por eso ahora estoy feliz y quiero conocer Galicia. Sabiendo que quizás sea el último viaje de estas características que puedo realizar, lo quiero aprovechar bien. En el homenaje en Os Peares, las autoridades se comprometieron a traer su cuerpo de vuelta. Me haría mucha ilusión repatriar su cuerpo a Ourense. Es lo que más quería él, descansar en su tierra cuando fuese "democrática y autónoma". Ahora mismo sus restos mortales descansan en Buenos Aires, en el Panteón del Centro Gallego. Pero sí, siempre manifestaba que quería que sus cenizas, descansasen en Ourense, y ojalá en el cementerio de Os Peares que está situado en una colina. Ojalá que se consiga, porque entonces yo también me puedo morir tranquila.

Dicen que su abuelo no superó la "morriña" nunca. Toda su vida trabajó por Galicia, por Ourense especialmente. Y recuerdo que volvió varias veces durante toda su vida porque echaba mucho de menos su tierra. ¿Qué papel jugó Castelao en la vida de su familia? Todos teníamos muy buena relación con Castelao. Yo era muy pequeña en aquel momento, tenía cuatro años cuando él murió, entonces poco lo recuerdo, pero posteriormente escuché hablar mucho de él, era como un hermano para mi abuelo.


304 Después de su muerte, la relación continuó. Después de que él falleciese, su viuda, doña Virginia, iba mucho a mi casa y era muy compañera mía. Aunque yo era muy pequeña, estaba solita, porque mi padre y mi hermano se marcharon a Chile y me quedé a vivir en casa de mis abuelos. Doña Virginia nos acompañaba mucho a mí y a mi abuela. ¿Su familia guarda algún regalo de Castelao? En casa, mi abuelo donó todo lo que tenía de él a instituciones y museos, quiso compartirlo todo con los demás. Creo que el único que tenía una lámina suya era mi padre, porque había sido un regalo de boda. ¿Qué recuerdos tiene de aquella generación de gallegos emigrados? Recuerdo mucho haber escuchado conversaciones de gallegos en el escritorio de mi abuelo allá en Buenos Aires, donde los recibía a todos cuando llegaban. Yo escuchaba mucho hablar en gallego y me gustaba mucho. ¿Su abuelo le enseñó literatura? Recuerdo descubrir a Rosalía de Castro y también a Federico García Lorca gracias a él. Le gustaba enseñarme sus libros favoritos. Son lecturas que me han acompañado toda la vida. ¿Cuánto tiempo vivieron juntos en Buenos Aires? Desde que nací y hasta los doce años viví en la misma casa que mi abuelo, porque mi madre murió cuando yo tenía cinco años, mi padre y mi hermano mayor se fueron a Chile y yo me quedé sola allá, con ellos. Mi abuelo fue como mi padre, de ahí el amor y la emoción que siento ahora al conocer el lugar en el que nació. ¿Siguieron viéndose después? Mi abuelo vivió muchos años, casi hasta los 90 años. Nos seguimos viendo muchos años más, porque ellos vivían en Buenos Aires y nosotros en Santiago de Chile. Nos visitábamos mutuamente muchísimo, y mucho después, mis vacaciones las tomaba en Buenos Aires junto a mis abuelos. Por eso, el conocimiento de él fue muy extenso y durante muchos años. Fue bisabuelo poco antes de morir. Vino a mi matrimonio, yo le llevé a mi primera hija para que la conociese, su primera bisnieta. Al año siguiente de ese episodio, murió. Pero estaba muy feliz cuando conoció a su bisnieta, fue un acontecimiento espléndido. Me decía que yo los había elevado a la categoría de bisabuelos. Era un hombre muy familiar. Muy cariñoso, buenísimo, honrado, muy enérgico, muy cabal. Yo, la verdad, todavía no conozco a otro igual. Y no porque sea mi abuelo, sino porque analizando toda su vida... era así, así nomás. Y amaba a


305 Galicia profundamente, por eso creo que todo lo que hagan por él ahora es sumamente merecido. ¿Qué opina de este homenaje en su tierra? Me parece emocionante que se ponga en valor la imagen de mi abuelo. Todo lo que sea en honor a él es maravilloso, porque jamás dejo de luchar por Galicia y por los gallegos. Ayudó a muchos personajes en el exilio y siempre mantuvo una posición secundaria con todos. Estuvo detrás, nunca alardeó, en ese sentido fue muy humilde, como con Castelao, que era su máximo referente en todo. ¿Qué tiene planeado para su primera estancia en Ourense? Me quedo muchos más días acá para viajar y visitar a varios parientes que tengo en diferentes partes de Galicia.

Ourense, Salón de Plenos del Pazo Provincial, 21 de noviembre de 2018. María Elena Prada, ante la urna con los restos mortales de Rodolfo Prada Chamochín y de su esposa Manuela Fraga Bonfanti, depositada sobre la bandera de Galicia, y junto al crucifijo que ya les acompañaba en el panteón de Buenos Aires. A la derecha, un volumen del libro “Sempre en Galiza” de Castelao. Delante, un cuadro con la fotografía del matrimonio.


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La Deputación de Ourense recibió este miércoles los restos de Prada Chamochín en su retorno de Argentina a Galicia Ourense, 21 de Noviembre de 2018:

La Deputación de Ourense considera haber vivido este miércoles, 21 de noviembre de 2018, un día "histórico" con el acto institucional de recepción de los restos mortales del galeguista Rodolfo Prada Chamochín, considerado "o máximo valedor de Castelao na Arxentina e seu albacea testamentario". El titular de la Deputación ourensana, Manuel Baltar, subrayó que se cumple así "o desexo que no seu día expresara o insigne intelectual dos Peares", y, también, el de su nieta, María Elena Prada, en nombre de toda la familia. Precisamente el acto de recepción de las cenizas de Rodolfo Prada en el Salón de Plenos del Pazo Provincial contó con la asistencia de Maria Elena Prada, entre otros, al tiempo que Manuel Baltar confirmó que A derradeira lección do mestre de Castelao estará en el mes de marzo de 2019 en la capital ourensana, "porque a historia deste cadro está moi vencellada a Prada e á nosa provincia. Deste modo xuntaremos a Rodolfo Prada e a Castelao en Ourense", añadió el titular de la Deputación ourensana. El acto de este miércoles contó con numerosas personalidades del entorno cultural y la propia institución provincial, así como con un grupo de alumnos de Primaria del Colegio Padre Feijóo-Zorelle que leyeron fragmentos de la obra Sempre en Galiza de Castelao, uno de cuyos ejemplares de la primera edición de la Editorial As Burgas ocupó un lugar destacado junto a las cenizas de Prada Chamochín y su esposa.


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A derradeira vontade de Rodolfo Prada cúmprese e os seus restos descansarán en Galicia As cinzas do galeguista dos Peares foron entregadas onte na Deputación de Ourense

OURENSE / LA VOZ 22/11/20

A derradeira vontade de Rodolfo Prada Chamocín (Os Peares, 1892 - Bos Aires, 1980) era volver a Galicia. Mais non á da ditadura e da falta de liberdades, senón a unha terra que vivise nun tempo democrático e cun goberno de seu. Lembrouno a súa neta, María Elena Prada, cando hai uns días se inaugurou o monumento na súa memoria fronte á casa natal. Demandaba daquela a neta do galeguista -amigo de Castelao, editor do “Sempre en Galiza” e albacea do rianxeiro- o apoio da Xunta e da Deputación


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para cumprir o desexo do seu avó agora que se dan as condicións que el desexaba. E os restos de Rodolfo Prada foron recibidos onte na Deputación de Ourense nun acto solemne. O presidente do PEN Clube Galicia, Luís González Tosar, foi o responsable de traelos dende Arxentina e onte fixo entrega dos mesmos ao organismo provincial. José Manuel Baltar Blanco calificou de «xornada histórica» a volta de Rodolfo Prada «a unha Galicia cun goberno de seu».

Deputación de Ourense, 21 de noviembre de 2018. De manos de Luis González Tosar, llegada de la urna con los restos mortales de Rodolfo Prada Chamochín y de su esposa Manuela Fraga Bonfanti. A un lado del cortejo, María Elena Prada y Emilio González Afonso. Le siguen detrás, Manuel Baltar y Francisco González. Les escolta la Real Banda de Gaitas de Ourense.


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Las cenizas del galleguista Rodolfo Prada ya reposan en su Ourense

La Región Internacional 22/11/2018

"Benvido á túa terra, Rodolfo Prada". El ilustre galleguista ourensano volvió a la que siempre fue su patria. Las cenizas del que fue albacea testamentario y gran valedor de Castelao en la Argentina, llegaron a Ourense, junto con las de su esposa, Manuela Fraga, y reposan ya en el Salón de Plenos del Pazo Provincial, donde estarán varias semanas. En una emotiva celebración, en la que la urna accedió al Salón de Plenos escoltada por la Real Banda de Gaitas, se dio por finalizada "a longa noite de pedra" a la que fue condenada la figura de este célebre hijo de Os Peares (A Peroxa), fallecido en 1980. "Volveu. En 16 días transcorridos desde que a súa neta pediu a repatriación conseguímolo", destacó el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar. Y volvió porque se cumplieron los requisitos: "Una Galicia democrática y con gobierno propio". Con esta llegada y la confirmación de que el cuadro "A derradeira lección do mestre", obra representativa de Castelao, estará en


310 Ourense, se vivirá un hito histórico, ya que la ciudadanía ourensana podrá apreciar ese cuadro en el mismo lugar donde reposarán los restos de su promotor.

Baltar no olvidó los agradecimientos a los grandes promotores del regreso de Rodolfo Prada a Ourense. "Temos que agradecerllo á súa familia, á asociación cultural "Rodolfo Prada" e ao xurado do premio Ourensanía, que, no seu momento, fixo un chamamento para recuperar da memoria a persoas que, malia o seu impagable labor a prol de Galicia, atopábanse no esquecemento". El presidente de la Asociación "Rodolfo Prada", creada en 1982, Francisco González, calificó el día como "histórico" al dignificar a un "hombre de consensos" y "pilar fundamental" en la vida de Castelao. De él dijo que fue un "galleguista convencido" y que luchó por lo que "parecía una utopía pero que hoy es una realidad": la autonomía de Galicia. Manuel Baltar agradeció también la presencia en el acto de miembros de la actual directiva del Partido Galeguista, “no que militaron persoeiros como Castelao, Risco, Xaquín Lorenzo ou Rodolfo Prada, quen contribuíu a facelo máis grande en toda América". Elena Prada: "Fui fiel testigo del inmenso trabajo que hizo por su patria" La gran protagonista del evento fue María Elena Prada, nieta de Rafael Prada Chamochín, muy arropada durante el acto, se emocionó a la hora de hablar, pero pudo dibujar unas pocas palabras. "Viví con mi abuelo y mi abuela 12 años, después de la trágica muerte de mi madre, y fui fiel testigo del inmenso trabajo que hizo él por su patria, Galicia. Como dirían mi abuelo y su hermano Castelao: "Terra Nosa". El presidente de PEN Galicia, Luis González Tosar, relató la historia de Prada en Argentina, una trayectoria "de traballo, sacrificio e co obxectivo de todo emigrante: prosperar", destacando que comenzó en


311 Buenos Aires "a facer Galicia", conectando con el galleguismo, Grupo Nós-, y que fue un "bo e xeneroso". Una homenaje con muchos cargos y con la lectura de partes de "Sempre en Galiza". El homenaje al galleguista de Os Peares contó con la presencia del secretario xeral de Política Lingüística de la Xunta, Valentín García; el subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González Afonso; diputados provinciales de todas las formaciones políticas, alcaldes del Consorcio de Os Peares, y representantes del ámbito cultural y social. En el acto participaron, además, alumnos de Primaria del Colegio Padre Feijoo-Zorelle, que leyeron fragmentos de la obra "Sempre en Galiza", de Castelao. De hecho, uno de los primeros ejemplares de la primera edición, de la editorial As Burgas, ocupó un lugar destacado en el acto, al lado de las cenizas de Rodolfo Prada Chamochín y de su esposa.

Ourense, Salón de Plenos del Pazo Provincial, 21 de noviembre de 2018. Presiden el solemne acto Manuel Baltar, presidente de la Deputación, Francisco González, presidente de la “”Asociación Cultural Rodolfo Prada Chamochín”, María Elena Prada y Luis González Tosar, presidente del PEN Club Galicia.


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La Diputación de Ourense acogerá los restos del galleguista Rodolfo Prada durante varias semanas Europa Press | Miércoles, 21 de noviembre de 2018.

El Pazo Provincial, sede de la Diputación de Ourense, acogerá durante varias semanas los restos del galleguista Rodolfo Prada, que han sido recibidos en el salón de plenos del mismo edificio este miércoles con un acto en el que han intervenido el presidente de la Deputación de Ourense, Manuel Baltar, el presidente del Centro PEN Galicia, Luis González Tosar, y el presidente de la Asociación Cultural Rodolfo Prada, Francisco González. Así lo ha anunciado el presidente de la Diputación, quien ha señalado que se ha tratado de un "momento absolutamente emotivo y de alegría" con "trasfondo galleguista", que ha permitido cumplir la petición de Rodolfo Prada de volver a una Galicia "con democracia" y "gobierno propio". En el evento también han estado varios diputados de las formaciones representantes de la Diputación de Ourense; el subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González Afonso; el secretario xeral


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de Política Linguística, Valentín García; la nieta de Rodolfo Prada, María Elena Prada; y alumnos del colegio Padre Feijoo-Zorelle, que han leído fragmentos de “Sempre en Galiza”, obra de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao. Por su parte, la nieta de Rodolfo Prada ha destacado a los medios de comunicación, minutos antes del inicio del acto, que la recepción de sus restos es un momento "importante", ya que su abuelo "quería que sus cenizas descansaran en Galicia", algo que "siempre dijo", por lo que ahora "se cumple su voluntad". Para concluir el acto de recepción de los restos de Rodolfo Prada se ha reproducido una grabación de éste en la que valora la labor de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao en el primer aniversario de su muerte y ha sonado el himno de Galicia, interpretado por la Real Banda de Gaitas.

María Elena Prada Alliende, nieta del galeguista, dirigiendo unas emocionadas palabras, no exentas de lágimas, a los asistentes al acto.


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XV. “Castelao e Prada: ¡Irmaus!” Siguiendo esa merecida y repentina serie de homenajes a Rodolfo Prada Chamochín, iniciadas en 2016, se inaugura el 7 de marzo de 2019, en el Pazo Provincial de la Deputación de Ourense, la exposición “Castelao e Prada: ¡Irmaus!”, que acoge al mismo tiempo la presencia de la famosa obra “A derradeira leición do mestre”, en la que el pintor gallego escenifica el asesinato del maestro ourensano Alexandre Bóveda en el comienzo de la guerra civil. La exposición permanecería abierta hasta el 7 de abril, fecha en la que el cuadro regresará a Argentina, donde se conserva en la “Casa Galicia”. Los medios de comunicación dan puntualmente la información del acto, como suelen proceder con todas las actividades institucionales de la Deputación de Ourense.

Cartel anunciador de la exposición.


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Invitación al acto de la inauguración de la exposición.

Invitación del presidente de la Deputación de Ourense, Manuel Baltar, a la exposición “Castelao e Prada: IRMAUS!”


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A derradeira leición do mestre", el "Guernica gallego" de Castelao llega a Ourense para "no olvidar"

El presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, y la hija de Alexandre Bóveda, Amalia Bóveda, durante la inauguración de la exposición "Castelao e Prada: Irmaus!", muestra que cuenta con la obra icónica de Castelao, el cuadro "A derradeira leición do mestre".

Agencia EFE / Brais Lorenzo El cuadro más representativo de Castelao, "A derradeira leición do mestre", el "Guernica gallego", que escenifica el asesinato del maestro Alexandre Bóveda, ha coronado este lunes en Ourense la apertura de la exposición "Castelao e Prada: Irmaos!", "que deja el mensaje de que no debemos olvidar el pasado ni el futuro", ha señalado el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez. Esta icónica obra permanecerá en la antigua biblioteca del Pazo Provincial hasta el 7 de abril, cuando regresará al Centro Galicia de Buenos Aires, donde fue ideada, en "la Galicia exterior", para denunciar la represión franquista.


318 La presentación de hoy ha celebrado "el hermanamiento de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y Rodolfo Prada, dos intelectuales gallegos y buenos que ayudaron a construir la Galicia en la Argentina", ha sostenido el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez. Esta muestra, "Castelao e Prada: Irmaos!", supone la "renovación de las alianzas entre la Galicia territorial y la exterior" de la mano de Castelao y Prada, "dos hijos de un momento convulso", ha proseguido Rodríguez. En el acto, también ha estado el presidente del Centro Galicia de Buenos Aires, José María Vila Alén, que ha deseado que el legado de los gallegos que han emigrado llegue a los más jóvenes: "Ojalá los niños en las escuelas tomen conciencia del pasado, de la emigración, como parte de lo que ellos son". Vila Alén ha definido "A derradeira leición do mestre" como "una llamada al pueblo gallego". La obra fue pintada por Castelao en Buenos Aires en el año 1945 como homenaje a su amigo e intelectual galleguista Alexandre Bóveda, maestro ourensano fusilado por sus ideas políticas en 1936 a manos del franquismo. El cuadro estuvo expuesto en la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela y ahora permanecerá durante este mes en Ourense, los dos únicos puntos que gozarán de su presencia antes de que regrese a su lugar de origen, Argentina. En la presentación, además, han participado el poeta Luis González Tosar; el presidente de la Diputación de Ourense, Manuel Baltar, que ha disertado sobre esta importantísima iniciativa; y la hija del mismo Alexandre Bóveda, Amalia, quien ha recordado la época vivida entonces con "dolor extendido en el tiempo" y ha reclamado la necesidad de una "memoria pública".

Manuel Baltar, presidente de la Deputación de Ourense, en su disertación.


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O forxador do mito de Castelao O ourensán RODOLFO PRADA foi “outro eu” do intelectual galego e o seu home en Bos Aires dende 1940.

Ourense, Biblioteca de la Deputación, enero de 2019. Luis González Tosar, Ramón Villares, Manuel Baltar y Román Rodriguez, en la presentación del acto “Castelao e Prada: Irmaus”

MAITE RODRÍGUEZ OURENSE / 08/01/2019

O cabodano de Castelao, de cuxo pasamento se cumprían onte 69 anos, serviu para poñer de relevo a figura dun ourensán que traballou man con man co intelectual de Rianxo para sentar as bases do movemento galeguista en Bos Aires desde os anos corenta do pasado século. A Deputación de Ourense organizou o acto «Castelao e Prada: Irmaus» para lembrar a Rodolfo Prada Chamochín, un galeguista dos Peares que foi «o home de Castelao en Bos Aires», en palabras do escritor Luis González Tosar -quen falou como representante da familia Prada Allende- ou «o outro eu», de Castelao nunha das definicións que deu Ramón Villares, expresidente do Consello da Cultura Galega. O acto celebrouse na antiga biblioteca da Deputación, hoxe sala de recepcións e protocolo, onde se gardan temporalmente os restos, cinzas, de Rodolfo Prada. Villares, como mantedor do acto, lembrou que o vocativo irmaus era común entre os militantes das Irmandades da


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Fala. O catedrático de Historia Contemporánea da USC relatou como as traxectorias de Castelao e Prada xuntáronse na «Galicia Ideal» -o proxecto político e cultural que Castelao non puido facer na terra logo do 36- e que levou a cabo no Bos Aires de 1940. Prada non foi unha figura de primeiro plano, mencionou Villares, pero contribuíu de forma esencial «na forxa do símbolo e do mito de Castelao». Gardou a súa memoria, organizou o seu enterro -levando terra de lugares especiais das catro provincias galegas- e preocupouse de que a lexitimidade política do Consello de Galicia acadara no exilio se transferise aos herdeiros da transición e da futura nacente autonomía galega. Segundo Villares, Rodolfo Prada fixo catro grandes cousas por Castelao: xestionou persoalmente a súa acollida en Bos Aires, traballou con el nunha estrutura institucional de Galicia no exilio, foi a figura máis próxima, sen pertencer ao Consello de Galicia, que converteu a Castelao nun símbolo e coidouse moito de que o seu legado fose gardado e transferido. Prada tiña liberdade para viaxar, pois era comercial das pastillas Dr. Andreu, e actuou como unha sorte de embaixador ou ministro sen carteira do Consello de Galicia, o referente político do galeguismo. Antes, axudou a que Castelao acadase o visado para poder entrar nunha Arxentina a que chegaría sen recursos económicos e convenceu á comunidade galega de que a presenza do Daniel Rodríguez sería produtiva. Ademais, Prada tivo un papel clave nas relacións cos vascos e cataláns e na configuración da asociación Galeuzca, que sería o xerme do apoio posterior das outras nacionalidades para a creación da autonomía galega. Foi «o outro eu» de Castelao en Bos Aires, que antes definira así a Risco. Un asesor ideolóxico como foran Valentín Paz Andrade ou Alexandre Bóveda para o insigne galeguista, referiu Villares. Luis González Tosar rememorou o seu primeiro encontro con Prada, a quen coñeceu e tratou, en Bos Aires. «Foi quen me guiou polo camiño da Galicia verdadeira», dixo. Lembrou que coa chegada de Castelao comezou a apostarse polas unidades provinciais coa creación do Centro Ourensano, que naceu cunha vocación concreta exposta por Castelao e desenvolvida por Prada. «Foi un home do ourensanismo, que está no cerne do galeguismo», e «un patriota», destacou.


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«A derradeira leición do mestre» de Castelao llega a Ourense La Diputación inaugura la muestra «Castelao e Prada: Irmaus!»

OURENSE 06/03/2019

Una de las obras con mayor alcance crítico de Castelao se expondrá en las dependencias de la antigua biblioteca provincial de la Diputación, hasta el próximo 7 de abril. Se trata de «A derradeira leición do mestre» que visita Ourense, recién llegada de Santiago de Compostela, en el que es su primer viaje a Galicia desde que fue pintada en 1945. Popularmente conocida como el “Guernica gallego”, Castelao retrató en ella, la represión franquista durante y después de la Guerra Civil española. La obra se enmarca dentro de la exposición titulada «Castelao e Prada: Irmaus!» concebida como un homenaje a dos de los intelectuales gallegos más reconocidos, el propio Castelao y su gran amigo Rodolfo Prada, entre otras muchas cosas, activista galeguista y presidente del Centro Gallego de Buenos Aires.


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'Castelao e Prada: Irmaus!', unha gran exposición para a "Atenas de Galicia" Román Rodríguez destaca o gran patrimonio cultural de Ourense // Exhibición de 'A derradeira leición do mestre' ata o 7 de abril

Román Rodríguez, a esquerda, acompañado de Amalia Bóveda, Manuel Baltar, José María Vila Alén e Luís González Tosar diante do insigne óleo de Rodríguez Castelao - FOTO: Xunta de Galicia

JUAN DAVID. Ourense, 8.3.2019.

Dobre alegría a do conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, e a do presidente da Deputación de Ourense, Manuel Baltar, coa apertura da mostra Castelao e Prada: Irmaus! que, á súa vez, inclúe a exposición ata o 7 de abril do cadro A derradeira


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leición do mestre, da que foi autor o primeiro dos homenaxeados. Na inauguración no Pazo Provincial, Rodríguez destacou a importancia da exhibición para difundir e ensalzar o patrimonio cultural e os " importantísimos" valores que Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, Rodolfo Prada e Alexandre Bóveda defenderon na súa vida. Neste sentido, que se referiu a cidade das burgas como a Atenas galega, sinalou a relevancia de ambos á hora de "honrar" e "homenaxear" a Bóveda no exilio, dous homes que axudaron a construír a comunidade no exterior e que ensinaron a importancia de "colaborar a favor de Galicia" e "sumar esforzos para construír o futuro". Tamén subliñou que a exposición é unha "ocasión propicia" para "estreitar lazos" e "renovar alianzas" entre a Galicia territorial e a exterior a través dun "acto de confraternidade" e "galeguismo cordial" no que se celebra a "unión fraterna" e "colaboración" de ambos insignes persoeiros. Nesta mesma liña, valorou que estes dous galeguistas levasen a cabo as súas vontades cun "resultado brillante" en circunstancias "extraordinariamente duras" e opostas á actualidade da comunidade galega, un territorio que é "máis próspero, máis culto, con liberdades, tolerante, integrador, con niveis de benestar elevados e que sente unido a España, a Europa, ao mundo e entre si". O encontro estivo en todo momento presidido pola presenza do óleo. Baltar dixo que "reflexa un intre tráxico co que Castelao denuncia a acción reaccionaria da barbarie asasina. Mais coas figuras dos nenos, co seu pranto e, sobre todo, co rostro de Bóveda, o artista consegue que aínda alente a esperanza. Alexandre, os seus ollos e a súa valentía fronte á morte, representa a luz da redención, unha Galicia martirizada pero aínda viva, xamais rendida". Rematou Baltar o salientando que con Castelao, Bóveda e Prada, e con Otero Pedrayo, Risco e Cuevillas, "sentaremos os alicerces do centenario de Nós, porque cremos no galeguismo sen epítetos nin apelidos, e porque temos o deber de honrar a todos os bos e xenerosos". Neste salientable evento cultural, tamén participaron o presidente do Centro Pen Galicia, Luís González Tosar; o responsable máximo do Centro Galicia de Buenos Aires, José María Vila Alén, e a filla de Bóveda, Amalia, entre outros presentes.


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Na inauguración da exposición "Castelao e Prada, irmaus!" Por

Celso Delgado, viernes, 8 de marzo de 2019

Asisto onte pola tarde ao acto inaugural na antiga biblioteca do Pazo Provincial a exposición "Castelao e Prada, irmaus!", que acolle a obra pictórica icónica do galeguismo, A derradeira leición do mestre, de Alfonso Rodríguez Castelao, que se exhibe por primeira vez na provincia de Ourense. Un acto contou coa participación de Manuel Baltar, presidente da Deputación de Ourense; de Amalia Bóveda, filla de Alexandre Bóveda; do conselleiro de Cultura, Román Rodríguez; do escritor e presidente do PEN Galicia, Luís González Tosar, e do presidente do Centro Galicia de Bos Aires, José María Vila Alén. O presidente da Deputación de Ourense dixo que "a irmandade e a conciencia galeguista foron os elos que mantiveron unidos a Castelao e Prada nunha mesma causa, a do recoñecemento da nosa identidade como pobo". Manuel Baltar salientou a significación da exposición: "Castelao e Prada mantiveron unha estreita amizade e unha leal colabo-


325 ración política, a cal, desde a Deputación de Ourense, quixemos salientar cunha soa palabra: "irmaus", engadindo que foron moitas as accións desenvolvidas por ambos desde 1931, cando se coñeceron en Pontevedra -na fundación do Partido Galeguistaata o 7 de xaneiro de 1950 en Bos Aires, data do pasamento de Castelao", "unha irmandade que para eles foi lei de vida, entrega absoluta e xenerosa, amor e servizo a Galicia. E volve ser a forza imparable da irmandade a que os xunta de novo, hoxe, en Ourense". Lembrou que para dar testemuña da tarefa de recuperación política e cultural do galeguismo, "trouxemos, hai poucos meses, as cinsas mortais de Rodolfo Prada e da súa dona, Manuela Fraga. Lembramos así unha figura comprometida -Prada estivo en case todo-, e cumprimos a súa vontade de patriota de descansar na terra onde naceu, en palabras de Rodolfo Prada, "cando a democracia e a autonomía volvan ser os piares de Galicia". Rematou o seu discurso salientando que con Castelao, Bóveda e Prada, e con Otero Pedrayo, Risco e Cuevillas, "sentaremos os alicerces do centenario de Nós, porque cremos no galeguismo sen epítetos nin apelidos, e porque temos o deber de honrar a todos os bos e xenerosos".

Pola súa banda, Luís González Tosar destacou na súa intervénción o papel do Partido Galeguista, "do que recibimos a estirpe dos bos e xenerosos", e referiuse ao importante valor testemuñal


326 da correspondencia entre Castelao e Prada, "capítulos de bonomía e de irmandade entre dous homes, que nos ensinan o máis luminoso de Galicia, un compromiso de autenticidade e liberdade". Amalia Bóveda expresou "a dor que supón contemplar este lenzo, mais hai compromisos dos que non se pode fuxir", e salientou que a leición do mestre ten dor pero tamén orgullo, "a memoria e grata pero tamén e molesta; e pasado e presente, e debemos facela aínda máis presente e máis pública, sen medias tintas e con valentía", dixo a filla de Alexandre Bóveda, quen expresou o seu agradecemento á Deputación de Ourense. "Os nosos irmáns do pasado non entenderían situarse de perfil neste momento -afirmou-, e calquera que coñeza a Rodolfo Prada, a Castelao, a Alexandre Bóveda..., entenderíao como unha traizón máis á que someteríamos á súa memoria", destacando que é momento "de espallar con orgullo e de poñer en práctica a leición do mestre". José María Vila Alén defendeu que a pegada "do noso galeguismo e da nosa emigración se dea a coñecer entre os novos, nas escolas", subliñando que este cadro "xúnguenos coa nosa historia e representa a Galicia que non coñece de fronteiras artificiais, homenaxeando a Alexandre Bóveda, que loitou a prol da súa terra e espallou esperanzas de futuro, algo que Castelao soubo reflectir perfectamente". E rematou: "Oxalá aprendamos a leición". Pola súa banda, Román Rodríguez dixo que a senlleira obra de Castelao "é máis ca un cadro, forma parte do ser de Galicia", e que a súa mensaxe "non a debemos esquecer senón mirar ao futuro coa forza da cultura e da educación". O acto contou na súa parte musical coa participación do gaiteiro Marco Foxo, quen interpretou ao inicio da celebración a Alborada de Ourense, rematando co Himno de Ourense e co Himno Galego.

Rematado o acto tive oportunidade de saudar á Dona Amalia Bóveda, filla de Alexandre Bóveda., diante desta obra maxistral de Castelao´


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La Diputación apuesta por rescatar la figura de Rodolfo Prada Chamochín Baltar lo define como "O mellor irmán" de Castelao, en el 69 aniversario de su muerte FARO DE VIGO. Redacción | Ourense 08.01.2019

González Tosar, Ramón Villares, Baltar y Román Rodríguez, en la antigua biblioteca de la Diputación.

La Diputación de Ourense conmemoró ayer el 69 aniversario de la muerte de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao con un acto que, bajo el título "Castelao e Prada. Irmaus!", reunió a representantes institucionales, sociales y culturales en la antigua biblioteca del Pazo Provincial, donde reposan temporalmente las cenizas del insigne ourensano, Rodolfo Prada Chamochín, y de su mujer, Manuela Fraga. Participaron en el acto el presidente de la Diputación, Manuel Baltar; el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez; el presidente del Pen Galicia, Luis González Tosar; y el catedrático de historia contemporánea de la Universidad de Santiago y miembro de la Real Aca-


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demia Galega, Ramón Villares, que actuó como mantenedor. Manuel Baltar destacó el empeño de la institución provincial por "rescatar la destacada trayectoria de Rodolfo Prada Chamochín, emigrante ourensano que desarrolló un importantísimo e ingente labor, político y cultural en América, principalmente en la capital argentina, donde residió a lo largo de siete décadas que abarcan un período fundamental de la historia en el siglo XX, desde las Irmandades da Fala hasta la preautonomía". Baltar agradece la colaboración de los nietos de Rodolfo Prada para poner en valor "una figura fundamental para el conocimiento del ideario y de la acción del galleguismo en América que, por diversas razones, permanecía injustamente olvidada". Manuel Baltar destacó que en la jornada de ayer se conmemoró el 69 aniversario de la muerte de Castelao, acontecido en el Centro Gallego de Buenos Aires, "donde recibió durante su enfermedad el incondicional apoyo de quien era amigo verdadero y fiel ejecutor de sus ideas y proyectos, Rodolfo Prada, 'o mellor irmao', si se me permite, tomando el concepto de 'irmandade' que los dos profesaban". El presidente de la Diputación sostiene que Alfonso Daniel Rodríguez Castelao "amaba Ourense. Buena prueba de su cariño y simpatía por nosotros está en los testimonios de Otero Pedrayo, Alexandre Bóveda, Manuel Martínez Risco, Eduardo Blanco-Amor y muchos ourensanos amigos suyos. Pero en el caso de Rodolfo Prada, la empatía y la confianza fueron creciendo desde 1931, cuando se conocieron en Pontevedra, en la constitución del Partido Galeguista, incrementaron en la década del exilio bonaerense de Castelao, de 1940 a 1950, y perduraron más allá de su hora final, el fatídico 7 de enero de 1950". Baltar dijo que el nacionalismo de la xeración Nós "poco tenía de soberanismo y casi nada de independentismo".


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Presidencia del acto “Castelao e Prada: Irmaus!”: Luis González Tosar, presidente de PEN Galicia, Román Rodríguez, Conselleiro de Cultura, Manuel Baltar, presidente de la Deputación de Ourense, y Ramón Villares, expresidente del Consello da Cultura Galega.

Luis González Tosar, en un momento de su disertación en el acto. De fondo, las imágenes de Rodolfo Prada, la entrega de Prada a Castelao del primer volumen de “Sempre en Galiza”, en el entierro de Castelao y el “Centro Orensano” de Buenos Aires..


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XVI. El entierro Treinta y nueve años después de su fallecimiento, los restos mortales de Rodolfo Prada Chamochín ya reposan na Terra, tal como era su última voluntad. El cementerio de Casdevil de Os Peares, desde el 3 de noviembre de 2019, acoge las cenizas del patriota gallego, junto a las de su esposa Manuela Fraga Bonfanti, en una sobria pero significativa sepultura de granito, que testifica en la lápida sus emocionantes últimos deseos: "Descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia".

Tras tres años de permanentes homenajes y reconocimientos a la hasta entonces olvidada figura de Rodolfo Prada, el enorme esfuerzo de su gran valedor, Luis González Tosar, consigue recuperar sus restos del “Panteón del Centro Gallego” de Buenos Aires, para trasladarlos y depositarlos en la tierra donde nació, en Os Peares. “¡TERRA A NOSA!, como él decía y como reza en el monumento erigido en su honor delante de la casa donde nació. Un día antes del definitivo entierro, el escritor, filólogo y profesor González Tosar, es entrevistado en “La Región Internacional” por el periodista Brais Iglesias. Con toda clase de detalles, repasa la vida de Rodolfo Prada, desde que salió de Os Peares en 1892, hasta que regresa ahora en 2019. Una vida entregada por completo al galleguismo, aún válida incluso después de muerto.


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Luis González Tosar: "Rodolfo Prada foi o galego que mellor coñeceu o exilio en América"

Luis González Tosar Brais Iglesias, 02/11/2019

Os restos mortais do histórico intelectual galeguista e "ourensán exemplar" Rodolfo Prada Chamochín repousarán este domingo, por fin, no cemiterio dos Peares, a terra que viu nacer o albacea testamentario de Castelao, e referente do galeguismo do exilio. As súas cinsas repousarán na súa terra canda as da súa muller, Manuela Fraga, nun acto, ás 12,00 horas, cumprindo así o seu desexo de ser enterrado na súa terra cando Galicia tivese goberno autónomo de seu. Grazas ao impulso de Luis González Tosar, quen trouxo os restos do galeguista de Buenos Aires, será posible acadar este fito histórico. Quen era Rodolfo Prada? Case toda a súa vida pasouna en Arxentina, pero falou e escribiu perfectamente en galego, e sen acento arxentino. É asombroso, como el dixo, que na súa casa se empezase a falar galego na Arxentina, porque nos Peares estaba mal visto, pois eran clase media... É un dos grandes salvadores da cultura galega. Unha


333 autoridade para falar sobre Castelao. Foi un patriota e activista galeguista, sempre desde unha perspectiva ourensá. Foi o referente do galeguismo en América, todo pasou por el. Era un home de unidade e consenso. Que supón para vostede o acto de enterrar a Rodolfo Prada nos Peares? É memoria histórica verdadeira, non é palabrería. É un galeguista histórico e vaise cumprir a súa derradeira vontade. Cando empezou este labor de recuperación da súa memoria? Empezamos no ano 2016, cando se plantexou concederlle a “Ourensanía de Honra” a Rodolfo Prada no xurado do “Premio Ourensanía”. A partir de aí, fíxose un acto nos Peares e foi cando a Deputación asumiu o compromiso de rescatar a figura deste gran home inmediatamente. Eu fun o vínculo, coñecía a familia, coñecérao a el, fora ás súas clases de lingua e historia galegas no ”Centro Gallego”. Púxenme en contacto cos netos e déronme a confianza e responsabilidade de rescatar a súa memoria. Logo busquei o respaldo institucional, coa Deputación, e inmediatamente deron o seu apoio. E iniciamos as xestións para o traslado. Os netos déronme os poderes no 2017 para poder exhumar as cinsas e cumprir o seu desexo de ser enterrado nos Peares. Mira se tiña apego polos Peares, que con 70 anos, no 1962, fixo unha viaxe para festexar o cumpreanos na súa terra, nunha celebración á que foi todo o mundo. Porque el era o referente en América. Cales foron as súas orixes? Os pais tiñan un comercio nos Peares. Eran de Barra de Miño e Coles, pero establecéronse nos Peares coa chegada do ferrocarril. Montaron un comercio de venda e hospedaxe, ao lado da estación. Sufriron un incendio, ardeulles todo e quedaron na ruína. Tiñan familia en Mendoza, provincia arxentina perto de Chile, e alí marcharon. El tiña 10 anos. Volveu aos tres ou catro anos, viviu na cidade e estudou no Irmáns Villar e nos Maristas. Con 15 anos volveu á Arxentina, pero toda a súa vida estivo vencellada a Ourense. Como empezou na Arxentina? Fixo estudos de comercio e comezou a traballar no Banco Anglo Hispano Americano en Mendoza. Casou novo e, pola súa valía, marchou aos 20 anos a Buenos Aires, á central do banco. Alí fundou a primeira Casa de Galicia, da que foi secretario. Coincidiu nos anos 20 con Blanco Amor, que marchou nese tempo, e outro grupo de ourensáns. Nos inicios vinculouse co agrarismo de Basilio Álvarez. Foi un galeguista moderado, non independentista, e católico. Sempre loitou polo estatuto de


334 autonomía para Galicia. Era un home culto e intelixente, puido ser un creador, pero sacrificouno pola súa acción política.

Buenos Aires, 1937. Entre otros: Rodolfo Prada, Basilio Álvarez -líder del agrarismo gallego- y Castro Insúa. Como era a súa relación co galeguismo do interior? El, desde América, ten contacto epistolar, ten un epistolario intenso, con miles de cartas, coas “Irmandades da Fala”. Convértese en home referencia do galeguismo. Participa na creación da Organización Republicana Gallega Autónoma (ORGA), do que foi presidente. No 1931 faise o ”Partido Galeguista”. El no 1933 viaxa á asemblea e noméano responsable do partido en América. Nesa asemblea coñece en persoa a Castelao, Bóveda, Otero Pedrayo, Risco... Desde Buenos Aires, no 1939, xestiona a chegada dos exiliados, fundamentalmente mestres, algún médico, exalcaldes que se libraran...O seu fillo contaba que tiña que compartir sempre o cuarto con xente exiliada. Estivo esquecido? Fixo un labor impresionante e hai nuns anos non se falaba del nin se tiña en conta na historiografía. Na Real Academia Galega non saben nin quen é, cando fundou a asociación protectora da Academia na Arxentina, da que foi presidente, desde onde se enviaban grandes remesas de diñeiro. Manuel Murguía nomeouno académico correspondente polo seu apoio. E agora o presidente da Academia nin se presta a estar nun acto como o que se vai facer esta fin de semana...


335 Así e todo, nunca ostentou moitos cargos... Era unha persoa de carácter afable, de pouco figurar, sempre en segunda fila, pero rigoroso e traballador. Nunca lle gustou o protagonismo. Nos anos da guerra recibe unha oferta da familia Andreu, familia catalanista conservadora. Contactan con el e encomendáronlle abrir na Arxentina un laboratorio. Ao final da guerra, os anarquistas toman Barcelona e toman o laboratorio central dos Andreu. Entón, el conserva o da Arxentina e abre máis por Sudamérica, pasando a ser xerente de América. Empezou a viaxar moito por eses países, foi o galego que mellor coñece América, contactando coa comunidade galega que residía neles. Foi quen reconstituíu o galeguismo e o artífice de que Castelao acabase na Arxentina, converténdose no seu home de confianza. Como foron eses anos de posguerra para Prada? Conseguiu unificar as sociedades ourensás, que daquela estaban divididas en comarcas, concellos, nun “Centro Orensano”, e púxolle a Castelao un despacho alí. O “Centro Orensano” foi centro referente, foi o primeiro en reivindicar a morte de Bóveda, o primeiro lugar on se celebrou o “Día da Galicia Mártir”. E tamén é o que edita por vez primeira o "Sempre en Galiza", coa Editorial As Burgas. Castelao encoméndalle resucitar o Partido Galeguista, chamoulle Irmandade Galega. Prada contacta con exiliados e emigrantes e apoia que Galicia ten que ter un gobierno no exilio igual ca Cataluña ou País Vasco. Foi o secretario de organización daquel goberno no exilio, que non recoñecían galeguistas do interior como Ramón Piñeiro ou Fernández del Riego. Incluso viaxou a Galicia para resolver esta cuestión e limar asperezas. Como continuou co legado de Castelao? El estaba en contra de liquidar o Partido Galeguista e quería manter o “Centro Orensano”. O seu nome incluso se barallou como presidente preautonómico, volvendo do exilio, como Josep Tarradellas, inda que ao final foi Xosé Quiroga. No caso do traslado dos restos Castelao a Galicia, foi reacio naquel momento, ata que se deran as condicións, xa vía que podía haber conflito.


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Os restos do galeguista xa descansan na súa localidade natal, Os Peares, xunto ós da súa dona, Manuela Fraga, cumprindo así a derradeira vontade deste ilustre exiliado que nunca esqueceu o lugar que o viu nacer.

Un 3 de novembro de 1980 deixaba este mundo o galeguista ourensán Rodolfo Prada Chamochín en Bos Aires, Arxentina. Agora, 39 anos despois, a súa travesía rematou no lugar que o viu nacer. As súas cinzas descansan no cemiterio de Casdevil nos Peares, xunto coas da súa muller, Manuela Fraga, para cumprir o desexo deste "patriota galego, ourensán exemplar". "As homenaxes comezaron cando, en 2016, Luis González Tosar propuxo a este ilustre galeguista ao “Premio Ourensanía” dese ano", apuntou Manuel Baltar, presidente da Deputación. Desde ese momento, iniciouse o traballo da Deputación para recuperar e dar a coñecer a "figura e o pensamento dun persoeiro fundamental de Galicia", sinalou o presidente provincial. Tamén destacou a "inxusta" posición de esquecemento na que viviu e a loita que fan desde a Deputación, en colaboración coa familia Prada e con González Tosar,


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biógrafo do ourensán, para lograr deixar a Rodolfo Prada no lugar que lle corresponde. Baltar tamén confirmou que, xunto co biógrafo e coa documentalista da Biblioteca Provincial, Ángeles Fernández, farán unha edición de 40 cartas e outros documentos de Castelao dirixidos a Rodolfo Prada, que se publicará en Colección As Burgas, "herdeira daquela outra na que Prada e outros emigrantes ourensáns derón ó prelo o ´Sempre en Galiza de Castelao´". Ademais, o organismo provincial creará un Centro de Interpretación do Galeguismo no terreo onde estaba a casa na que naceu Prada. Baltar deu por finalizado este traballo que continúa co rescate da súa figura: "Neste día -por este domingocúmprese a vontade dun galeguista exemplar que defendeu os seus ideais con convicción, por iso saldamos unha débeda e seguiremos honrando a súa memoria e traxectoria". Por outra banda, Gónzalez Tosar destacou a figura dun galeguista que coñeceu de primeira man: "Estivo en todo, foi o ourensán que mellor entendeu Galicia desde América". Aproveitou para facer un percorrido polo qu foi a súa vida, cando tivo que marchar a Arxentina, o que alí fixo e o recordo que sempre levaba consigo dos Peares e a súa terra. Tamén revisou a súa amizade con Castelao: "Coa súa chegada a Arxentina, converteuse no home máis fiel e leal ao rianxeiro". María Elena Prada agradeceu emocionada todos os esforzos para acadar esta última vontade do se avó e desexoulle que "descanse en paz en su tierra". En todo o acto, que contou coa interpretación da Coral De Ruada de "Negra Sombra" de Rosalía de Castro e os himnos de Ourense e Galicia, estiveron presentes unmerosas personalidades das fundacións de persoeiros do galeguismo e das institucións culturais. Os restos descansan nunha sepultura que representa a amizade que mantivo con Otero Predrayo e Castelao. A


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parte frontal leva a cruz de Igrexa de San Pedro de Trasalba, aldea de Otero Pedrayo, e que Castelao incluíu en "As cruces de pedra na Galiza". A lápida do galeguista ourensán recolle a súa última vontade: "Descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia".

Os Peares, 3 de noviembre de 2019. Manuel Baltar, Presidente de la Deputación de Ourense, dirigiendo unas palabras a los asistentes al acto. (Foto Miguel Ángel de “La Región”)


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Rodolfo Prada volveu aos Peares como quería: coa democracia recuperada e cun goberno galego No cemiterio de Casdevil, en Os Peares, recibiron sepultura as súas cinzas e as da súa esposa, Manuela Fraga

OURENSE / LA VOZ 04/11/2019

Rodolfo Prada foi un dos valedores dos sinais de identidade galegos en Arxentina, principalmente, e en toda a emigración americana. Home de confianza de Castelao -foi amigo, estreito colaborador e editor do Sempre en Galiza, ademais do seu albacea-, deixou ben acreditada a súa von-


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tade derradeira: «Descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia». No cemiterio de Casdevil (Os Peares), 39 anos despois do seu pasamento, as cinzas de Rodolfo Prada e a súa esposa, Manuela Fraga, foron depositadas nunha sepultura elaborada con pedra de Trasalba e decorada con motivos ornamentais románicos -da igrexa de San Pedro (Amoeiro)- que foran recollidos por Castelao na súa obra As cruces de pedra na Galiza. O presidente Deputación, organismo que trouxo as cinzas e que promove a recuperación da figura de Prada, salientou que co acto de Os Peares «cúmprese a súa vontade», sinalou Baltar. Luís González Tosar, biógrafo do insigne ourensán; Elena Prada, a neta de Rodolfo Prada; e Amalia Bóveda, filla de Alexandre Bóveda, participaron no acto.

Amalia Bóveda, hija de Alexandre Bóveda, y María Elena, nieta de Rodolfo Prada, se disponen a introducir la urna con las cenizas de Rodolfo Prada Chamochín y Manuela Fraga en la sepultura. (Foto Miguel Ángel de “La Región”).


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El entierro de las cenizas de Rodolfo Prada en Os Peares, en imรกgenes FOTOS MIGUEL ร NGEL. 03/NOV/19


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En la primera fotografía del reportaje de Miguel Ángel, el escritor Luis González Tosar dirige unas palabras a los asistentes al acto. En la segunda, la comitiva de autoridades, junto a María Elena Prada y Amalia Bóveda, se dirige con la urna al cementerio de Casdevil. En la siguiente, las autoridades, entre ellas Manuel Baltar y Emilio González, escuchan la liturgia del entierro proclamada por el párroco del cementerio, antes de introducir la urna en la sepultura, tal como se observa en la última de las imágenes.


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Na lápida aparece o seguinte texto: "Os Peares, 3 de novembro de 2019. A Deputación de Ourense, atendendo a solicitude da familia Prada-Allende, trasladou desde o Panteón do Centro Galego de Bos Aires as cinsas mortais do patriota galego Rodolfo Prada, ourensán exemplar, e as da súa dona, Manuela Fraga, dando así cumprimento á súa vontade: "Descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia".


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La prestigiosa “Coral de Ruada” estuvo presente en el acto, interpretando “Negra Sombra” -letra de Rosalía de Castro-, y los himnos de Ourense y Galicia. (Foto Miguel Ángel de “La Región”).


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As cinzas mortais de Rodolfo Prada e da sĂşa esposa, Manuela Fraga, repousan no cemiterio de Casdevil nos Peares.


346 o A Deputación de Ourense compre coa vontade deste insigne ourensán de descansar na súa terra "cando Galicia recupere a democracia e acade o autogoberno". o Manuel Baltar dixo que o soterramento dos restos de Prada nos Peares é "un exercicio de memoria histórica, un acto de xustiza e de reparación, que chega trinta e nove anos despois do seu pasamento". Ourense, 3 de novembro de 2019.- O cemiterio de Casdevil, nos Peares, acolleu hoxe o enterro das cinsas mortais do insigne ourensán Rodolfo Prada e da súa esposa Manuela Fraga, nun acto cívico-relixioso organizado pola Deputación de Ourense para dar cumprimento da súa vontade: "Descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia". No acto participou o presidente da Deputación de Ourense, Manuel Baltar; a neta do intelectual, María Elena Prada Alliende, quen viaxou expresamente desde Santiago de Chile para asistir en representación da familia; o escritor e biógrafo de Rodolfo Prada; xunto con outras autoridades e representantes das Fundacións de persoeiros do galeguismo e de institucións culturais. A Deputación de Ourense e nomeadamente o seu presidente, Manuel Baltar, vén traballando desde o ano 2016 no rescate da obra e do pensamento de Rodolfo Prada. Resultado deste compromiso e da estreita colaboración coa familia Prada-Alliende, hoxe o intelectual Rodolfo Prada, máximo valedor de Castelao na Arxentina, descansa nunha Galicia democrática e con goberno de seu. O soterramento dos restos de Rodolfo Prada na terra na que naceu é un "exercicio de memoria histórica, un acto de xustiza e de reparación que chega, trinta e nove anos despois do seu pasamento, para perdurar, para ser un facho de luz que nos guie e ilumine", dixo o presidente da Deputación de Ourense. "Hoxe cómprese a vontade dun home bo e xeneroso, dun galeguista cabal e dialogante que defendeu os seus ideais con convicción, lonxe de sectarismos e intransixencias, dun católico que teimou na necesidade dunha Igrexa que falase na lingua do pobo e que atendese á realidade do país. Por elo, hoxe cumprimos unha débeda", sinalou o presidente do goberno provincial. Manuel Baltar anunciou unha importante achega do biógrafo de Rodolfo Prada, en colaboración coa documentalista da Biblioteca Provincial, Ángeles Fernández Pérez, "a edición de corenta cartas e outros documentos de Alfonso Rodríguez Castelao dirixidos a Rodolfo Prada, que publicaremos na Colección As Burgas, herdeira daquela outra na que Prada e os emigrados ourensáns deron ó prelo o Sempre en Galiza de Castelao, o 25 de xullo de


347 1944". Así mesmo, o presidente da Deputación de Ourense dixo que "proxectamos o "Centro de Interpretación do Galeguismo" no predio onde estaba a casa onde naceu Rodolfo". Pola súa parte, Luis González Tosar, quen dixo que Rodolfo Prada "estivo en todo, foi o ourensán que mellor entendeu Galicia desde América", fixo un repaso pola vida do intelectual afirmando que "a biografía de Rodolfo Prada coincide coa historia política do galeguismo desde a emigración en Bos Aires. Empezou sendo agrario, dos de Basilio Álvarez, estivo en Acción Gallega. En 1918 pasou ás Irmandades da Fala. E así foi evolucionando, da ORNG á Irmandade Galega (PG)". O escritor e biógrafo de Rodolfo Prada lembrou que o pearense foi "presidente e motor principal da Organización Republicana Nacionalista Galega e, coa chegada de Castelao a Bos Aires, converteuse no home máis fiel e leal ao rianxeiro". Así mesmo, engadiu Luis González Tosar, "Rodolfo Prada viaxou por toda América, nos anos 40, para organizar a Irmandade Galega e para afianzar o Consello de Galiza e o pacto GALEUZCA". María Elena Prada agradeceu á Deputación de Ourense, en nome da súa familia, que fixera posible que desde hoxe o seu avó "descanse en paz, na súa terra". O acompañamento musical durante o acto correu a cargo da Coral de Ruada que interpretou a peza "Negra Sombra" de Rosalía de Castro, ademais dos Himnos de Ourense e de Galicia. Sepultura No proceso de realización e concepción da sepultura buscouse o simbolismo, dada a estreita e fraterna relación de Prada con Otero Pedrayo e Castelao. Por elo, para a elaboración da sepultura utilizouse pedra da canteira de Trasalba, moi citado por Otero Pedrayo en diversas obras. A parte frontal, unha cruz inscrita nun círculo con motivos ornamentais románicos, está tirada do tímpano da porta principal da Igrexa de San Pedro de Trasalba (Amoeiro). Castelao incluíu na súa monumental obra "As cruces de pedra na Galiza", editada por Rodolfo Prada e Luís Seoane, un debuxo desta cruz do século XIII, feito nunha das súas visitas á casa grande de Otero Pedrayo, en Cimadevila. Na lápida aparece o seguinte texto: "Os Peares, 3 de novembro de 2019. A Deputación de Ourense, atendendo a solicitude da familia Prada-Alliende, trasladou desde o Panteón do Centro Galego de Bos Aires as cinsas mortais do patriota galego Rodolfo Prada, ourensán exemplar, e as da súa dona, Manuela Fraga, dando así cumprimento á súa vontade: "Descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia".


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El cementerio de Casdevil, situado en una colina de Os Peares, es un bello lugar que irradia paz, respeto y un profundo culto a los muertos. Pequeño y bien cuidado, acoge unas tumbas de significativo valor funerario, a las que hay que añadir desde el 3 de noviembre de 2019, la sencilla, solemne y artística sepultura de Rodolfo Prada Chamochín.


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Arriba: María Elena Prada Alliende, con Amalia Bóveda, y con varios vecinos de Os Peares, delante de la tumba de Rodolfo y Manolita. Abajo: La tumba, hecha con piedra de la cantera de Trasalba, lleva en su parte frontal la Cruz de la Iglesia de San Pedro de Trasalba, aldea de Otero Pedrayo, y que Castelao incluyó en su libro “As cruces de pedra na Galiza”. Simbolizan la amistad que Rodolfo Prada mantuvo con los dos intelectuales.


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La familia gallega casi al completo acompañó en el acto civil-religioso a María Elena y a su marido Héctor Pino, que llegó con ella desde Chile en ésta su primera visita a Galicia. Los hermanos Ana, Marta, Miguel y Luis Alberto Rey Lama, con sus parejas José Manuel Penide Colomer, Pili Mallén y Picuca Martínez, además de Emilio Lama Bellver y su esposa Asún Parguiña Fojo, estuvieron presentes en el emocionante entierro de los restos de los tíos Rodolfo y Manolita.

Cementerio de Casdevil, 3 de noviembre de 2019. Delante de la tumba de los tíos Rodolfo y Manolita: a la izquierda, Miguel, Marta, María Elena, Ana y Héctor; a la derecha, Luis Alberto.


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"Mi abuelo estaría feliz de ver esta Galicia moderna", afirma María Elena Prada La nieta de Rodolfo Prada acaba de ver cumplido el sueño del ourensano de que sus cenizas reposen en Casdevil, Os Peares

María Elena Prada, flanqueada por su esposo y por Amalia Bóveda, en Os Peares - FOTO: G. LUIS MONTERO SANTIAGO | 09.11.2019

De visita en la comunidad gallega durante estos días, donde el pasado fin de semana pudo ver cumplido el sueño de su abuelo, Rodolfo Prada, de ser enterrado en Galicia junto a su esposa, Manuela Fraga, la nieta, María


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Elena Prada Alliende asegura que el insigne ourensano "estaría hoy muy feliz de ver esta Galicia moderna, que ha avanzado muchísimo". Muy vinculada a ellos durante su infancia, en una conversación con este periódico explica que "a la muerte de mi madre, mi padre se trasladó a Chile y yo me quedé con los abuelos hasta los doce años, si bien mantuve siempre el contacto hasta su muerte". Enormemente agradecida por el apoyo recibido, las cenizas de sus abuelos reposan desde el pasado domingo en el cementerio de Casdevil, en Os Peares. Algo que, reconoce, le hace sentirse muy satisfecha, puesto que Rodolfo Prada siempre le había manifestado su deseo de ser enterrado en su tierra natal. No en vano, y tal y como se recordó en el acto cívico religioso organizado por la Deputación Provincial de Ourense, su voluntad fue la de "descansar na paz de Deus na terra na que nacín, cando Galiza recupere a democracia, arrebatada pola forza da barbarie, e acade o autogoberno do que é merecente como pobo con identidade propia". Preguntada sobre su impresión con respecto a la Galicia actual, señala que le parece "mucho más linda de como me la imaginaba, y siento por ella un amor profundo".


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XVII. El próximo homenaje El traslado de las cenizas y el posterior entierro en el cementerio de Casdevil, nos parecía que pondrían fin definitivamente a los sucesivos homenajes al tío Rodolfo. Después de permanecer ignorado durante casi un siglo, ahora se venían celebrando actos en su honor, año tras año. Xunta de Galicia, Deputación de Ourense, AA.CC. Rodolfo Prada Chamochín y su gran valedor, Luis González Tosar, han sido los promotores de esas emotivas citas que asemejan un intento de saldar la deuda histórica con el tío. Pero las noticias recibidas en el mismo cementerio de Os Peares, nos hablan de un nuevo acto en el próximo cuarenta aniversario de su muerte, en noviembre de 2020. El motivo en esta ocasión será la presentación de una biografía de Rodolfo Prada Chamochín, obra en curso de Luis González Tosar, que ya lleva un tiempo trabajando sobre ello. El escritor, nacido en Buenos Aires en 1952, hijo de emigrantes, conoció personalmente a Rodolfo Prada antes de su regreso familiar a Galicia en 1969. Según nos contaba, el tío Rodolfo fue quien lo introdujo en el mundo del galeguismo, del que ya se sentiría atrapado a lo largo de su vida. Poeta, filólogo y profesor, es autor de muchas obras en poesía y prosa, algunas de ellas premiadas. “A caneiro cheo” (1986), “Remol das travesías” (1989), “Estúrdiga materia” (2008), son varios de sus libros destacados. Entre otros galardones, le concedieron el “Premio Julio Camba” (1999) de Periodismo, y la”Medalla Castelao” (2005). Vive en Santiago, y es presidente del PEN Clube de Galicia.


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Luis González Tosar Escritor y profesor

07.04.2013

De familia gallega, nació en Buenos Aires en 1952 y regresó en 1969. Escritor, es licenciado en Filoloxía Hispánica por la Universidade de Santiago y profesor de lengua y literatura gallega. En su currículum figuran cargos como director de la revista Dorna y coordinador de la colección Dombate de poesía. Es presidente del PEN Club de Galicia desde 1995. En sus múltiples obras cultivó la poesía (A caneiro cheo, Coa forza da palabra…), la narrativa (Estación marítima) y también es editor literario. Posee múltiples distinciones, entre ellas la Medalla Castelao de la Xunta en 2005 y el Premio da Crítica Galicia.


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CULTURA DE GALICIA

LUÍS GONZÁLEZ TOSAR Luís González Tosar (Buenos Aires, 1952) es el gran poeta argentino-gallego de nuestros días. Nacido en el barrio de Palermo Viejo, donde fueron a vivir sus padres emigrantes, se estableció en Galicia en 1969. Desde entonces, no ha dejado de trabajar por el hermanamiento de ambas culturas, de las que es un destacado embajador como miembro de la Academia Argentina de las Letras en representación de Galicia. Filólogo y profesor, fue uno de los cofundadores de la emblemática revista de expresión poética Dorna de la Universidad de Santiago de Compostela y también codirector de la referencial colección Dombate de la editorial Galaxia. Desde 1995 es, además, presidente del Centro PEN Galicia, responsabilidad desde la que lleva a cabo una importante labor para la literatura gallega y su proyección internacional. Como poeta se dio a conocer al ganar el Premio Esquío con Clavijera de agua (1986), libro que pronto se convirtió en uno de los titulos más sobresalientes de su tiempo, siendo galardonado también con el Premio Antón Losada Diéguez y gozando de unánime reconocimiento crítico. Tras él vinieron la separata Seis cánticos labrados con el recuerdo de seis ciudades moras (1986), el poemario Rescoldo de las travesías (1989) Premio de la Crítica Española-, la antología Con la fuerza de la palabra (1992), las bilingües Madeira do meu canto/ Madera de mi canto (1998) e Invocació d’un


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temps. Poesía 1986-2000/ Invocación dun tempo. Poesía 1986-2000 (2001) y, finalmente, Áspera materia (2008) Premio de la Crítica de Galicia. Prosista en Estación marítima (1996), coautor de la versión gallega del Martín Fierro (2003), traductor al gallego de la novela El regreso del joven Príncipe (2013) del escritor argentino Alejandro Guillermo Roemmers y coordinador del libro colectivo Francisco Luis Bernárdez. Poeta de fe, leal a Galicia (2015), González Tosar es también un importante orador y colaborador en diversos medios de comunicación, quehacer que le ha sido reconocido con el Premio Julio Camba de Periodismo (1999), al que se une la concesión de la Medalla Castelao de la Xunta de Galicia en 2005.

__________________________________________ María Elena Prada, en una entrevista para el diario santiagués “El Correo Gallego” en el noviembre pasado, tras el entierro de las cenizas de sus abuelos, ya anunciaba su firme deseo de regresar a Galicia para asistir a la presentación de la biografía de su abuelo.

LUIS MONTERO SANTIAGO | 09.11.2019

Biografía a cargo de González Tosar. <<El conocimiento y apego por la tierra de sus antepasados -declaraba María Elena entre otras cuestiones- me lo transmitió el abuelo con sus historias y a través de las numerosas fotografías y material documental que guardaba, parte del cual he entregado a Luís González Tosar, quien está realizando una biografía sobre Rodolfo Prada Chamochín. >>


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<<Previsiblemente verá la luz el próximo año -apunta la propia María Elena-, quien espera poder regresar a Galicia para su presentación. Antes, volverá a Chile de inmediato, donde está a punto de convertirse en abuela. >>

María Elena Prada Alliende, con su primer nieto Noah, y quinto tataranieto de Rodolfo Prada y Manolita Fraga, que tanto les hubiese gustado conocer.


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Cuando María Elena vuelva para la presentación de la biografía del abuelo, los parientes gallegos tenemos el compromiso pendiente de llevarla a conocer Barra de Miño. En ese lugar tan entrañable para la familia, nació la bisabuela Felisa Chamochín, madre de Rodolfo, y donde él vivió de niño varios años antes de emigrar.

Barra de MIño (Ourense), 2018. Tres de los primos gallegos de María Elena, que le enseñarán Barra de Miño Por estos lugares pasó el abuelo los primeros nueve años de su vida.

Iglesia de San Miguel de Melias, al otro lado del río, a donde Mamá Felisa acudía a misa de vez en cuando, después de enviarle al párroco el aviso por el barquero de que esperaran por ella para comenzar la eucaristía.


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A su paso por la aldea de Barra de Miño, el río forma un embalse natural de una belleza y una paz incomparables. En el pequeño pueblo, a orillas del río, nació Mamá Felisa, la madre de Rodolfo Prada Chamochín. En estas aguas se bañó su hijo muchas veces, y tanto él como sus padres, lo cruzaron a menudo con el barquero David para visitar a sus amigos, los Feijóo, en la otra orilla.

La estación del tren, inaugurada en 1894, fue el lugar más emblemático de Barra de Miño, y hoy en día, aún se mantiene casi igual de cómo era en los años de Mamá Felisa, la madre de Rodolfo, que ha vivido múltiples anácdotas en este lugar.


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Vigo, 1941. Felisa Chamochín, “Mamá Felisa”, (Barra de Miño, 1857 / Vigo, 1941), unos meses antes de su fallecimiento, con su biznieto Gonzalo. Andando los años, el biznieto mantendría una estrecha relación con su tío-abuelo Rodolfo. Rodolfo fue el hijo preferido de Mamá Felisa, y entre ellos se guardaban una auténtica devoción. Hasta los últimos días de su vida, estuvo suspirando por que su hijo regresara de Buenos Aires.


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Tal vez este acto de presentación de la biografía de Rodolfo Prada Chamochín, obra de Luis González Tosar, ponga fin a esa serie de homenajes que el tío-abuelo viene recibiendo anualmente. Para entonces, noviembre de 2020, esperamos asimismo que el presente libro que estamos escribiendo entre todos, vea la luz como testimonio incuestionable de estos últimos años de su “vida”, y como particular homenaje de los sobrinos-nietos gallegos al tío Rodolfo, y también a las recién conocidas familias de Argentina y Chile.

El regreso del tío Rodolfo Luis Alberto Rey Lama

Posible portada del libro.


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XVIII. “Centro de Interpretación do Galeguismo” Recapacitando y haciendo memoria sobre todos los actos vividos estos años -dando por hecha la próxima presentación de su biografía-, es muy posible que aún se ofrezca un homenaje más al tío Rodolfo. Quiero recordar que algún orador lanzó la sugerencia en uno de los encuentros -aceptada de palabra por el presidente Alberto Núñez Feijóo y por Manuel Baltar, de la Deputación ourensana-, y parece ser que el proyecto sugerido no se ha desechado, que se encuentra en pleno estudio. En cualquier momento puede hacerse realidad. Se pretende convertir la casa donde nació el tío Rodolfo, en un “Centro de Interpretación do Galeguismo” que recoja la memoria histórica de todo el ideario galeguista en el exilio.

Os Peares, 2018. La casa donde nació Rodolfo Prada en 1892.


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El marco escogido, de tanto contenido sentimental para los pearenses y para los galleguistas, constituiría un hermoso lugar para albergar el amplio pensamiento de los gallegos en América. Con sus líderes intelectuales a la cabeza, el insigne Alfonso Daniel Rodríguez Castelao y seu irmao Rodolfo Prada Chamochín, su fiel escudero, y con toda su imponente doctrina sobre “a Nosa Terra”. La emigración, la defensa de la lengua, el derecho de los gallegos, la lucha por la justicia, la autodeterminación… en definitiva, los múltiples pensamientos de Castelao que conforman la doctrina del galeguismo más auténtica.

Obra de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao.


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A Castelao lo quisieron convertir los políticos del régimen franquista en un “simpático dibujante”, ocultando deliberadamente todo su ideario, que tan bien recoge su famosa y cuantiosa colección de dibujos.


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Con que maestrĂ­a Castelao define en unos cuantos trazos y en unas cuantas palabras la idiosincrasia de los gallegos.


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Todos estos mensajes que expresan gráficamente el pensamiento de Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, compartido y heredado a su fallecimiento por Rodolfo Prada Chamochín, darían materia más que sufíciente para llenar el esperado “Centro de Interpretación do Galeguismo”. Lo que no deja de ser llamativo, es que los sucesores de los dirigentes políticos que ”han pretendido en su día enterrarlo bajo siete losas -según representantes del BNG-, y que su pensamiento no


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fuese difundido en el seno de la sociedad gallega”, sean los que ahora, después de casi un siglo, tengan entre sus proyectos la ejecución de dicho centro histórico. Los políticos del Bloque Nacionalista Galego declaran repetidamente que “las ideas de Castelao son tan actuales como incomodas para muchos”

También el BNG reivindica que el 17 de agosto, fecha del asesinato de Alexandre Bóveda, sea declarado “Día da Galiza Mártir”.


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Prohibido la reproducciรณn en Galicia.


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No podrían faltar en este “Centro de Interpretación do Galeguismo”, algunos de los discursos editados de Rodolfo Prada, como los que impartió en Montevideo, en México y en Buenos Aires.

Publicaciones de las conferencias de Rodolfo Prada. La primera publicación, a la izquierda, corresponde a una conferencia en Montevideo, en 1935, como miembro de la “Academia Galega”, y editado por la “Irmandade Galeguista de Montevideo” . La segunda, en el centro, es el Discurso que, representando al “Partido Galeguista”, pronunció en México en 1944, con motivo del “Homenaje al Presidente Lluis Companys”, organizado por el “Consell Nacional de Catalunya”. La tercera publicación, a la derecha, corresponde a la conferencia que impartió sobre Antolín Faraldo, en julio de 1953, en el “Centro Gallego” de Buenos Aires.

Estarán presentes en sus salas los grandes personajes que han conformado la historia de Galicia del pasado siglo, e incluso más de uno que ya lucharon por nuestra tierra en un tiempo anterior: Antolín Faraldo, Manuel Curros Enriquez, Rosalía de Castro, Eduardo Pondal…


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Antolín Faraldo (Betanzos, 1823 / Granada, 1853). Escritor y periodista, fue el precursor del rexurdimento de Galicia, y participante e impulsor de la fracasada Revolución Gallega de 1846 contra el centralismo. Murió a los 31 años, y dejaría el inicio del pensamiento galeguista en la defensa de Galicia como país.

Eduardo Pondal, (1835 / 1917), uno de los tres grandes poetas del rexurdimento de Galicia, junto a Rosalía de Castro y Manuel Curros Enriquez. Autor de la letra del Himno de Galicia.


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Rosalia de Castro, (Santiago, 1837 / Padrón, 1885)

El libro de versos más popular de Rosalía de Castro.


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Manuel Curros Enriquez, (1851/1908). Escritor, poeta y periodista, autor del polémico libro de poemas “Aires d´a miña terra”, por cuyo contenido anticrerical fue excomulgado.

Intelectuales galeguistas de la época. Sentados: Ojea, Manuel Murguía, Curros Enriquez, y Martínez Salazar. De pie: Carré Aldao, Florencio Vaamonde, Tettamancy y Eladio Rodríguez.


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Los estudiosos de la historia de Galicia encontrarán materia más que abundante para hacer del “Centro de Interpretación do Galeguismo” un lugar de excepción que ningún gallego pueda dejar de visitar. Os Peares debe convertirse, cuando el proyecto sea llevado a cabo, en ruta obligada de peregrinaje para aquel gallego que quiera saber de los ideales de nuestros famosos intelectuales de antaño, liderados por Alfonso Daniel Rodríguez Castelao, considerado aún hoy en día, “padre del nacionalismo moderno”, según declaran abiertamente los seguidores del Bloque Nacionalista Galego. El tío Rodolfo, desde el más allá, contemplará con enorme satisfación cómo la casa donde nació, va a ser centro de culto del más amplio sentir galeguista del siglo pasado. Con su maestro al frente, pasarán por las salas los Otero Pedrayo, Valle Inclán, Rafael Dieste, Paz Andrade, Isaac Díaz Pardo, Luis Seoane, Alexandre Bóveda, Vicente Risco, Carballo Calero, Filgueira Valverde, Núñez Búa…

Ramón Otero Pelayo y Ramón María del Valle Inclán, en la Plaza Mayor de Ourense, año 1935.


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Rafael Dieste y Luis Seoane, en Buenos Aires, en 1946.


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Pontevedra, Ruinas de Santo Domingo, 1928. Miembros del “Seminario de Estudos Galegos”. De pie: Otero Pedrayo, Losada, López Cuevillas, Vicente Risco, Carballo Calero, Filgueira Valverde, García Paz, Pintos Fonseca, Fraguas y Fernández OsorioTafall. Sentados: Parga Pondal, Moralejo, Carro, Cabeza de León, Arias Sanjurjo, Álvarez Limeses y Novás.

Alexandre Bóveda, nombrado socio activo del Seminario de Estudos Galegos en 1928, en Santiago de Compostela.


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Buenos Aires, 1955. Laxeiro, Isaac Díaz Pardo y Luis Seoane.

En la Fábrica de La Magdalena, años cincuenta. Entre otros: Luis Seoane, Isaac Díaz Pardo, Núñez Búa, Sofovich, Sheimberg…

Años cincuenta. Fábrica Cerámica de La Magdalena en Argentina.


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Recordará desde su tumba en el cementerio de Casdevil, aquellos años en los que ejerció como marchante de Castelao para ayudarle en sus primeros tiempos en Buenos Aires. Rodolfo Prada vendía sus obras a los amigos gallegos, y más de una vez se quedó él mismo con alguna para proporcionarle unos ingresos necesarios. Mucha de la obra pictórica de Castelao es anterior a su exilio en Buenos Aires. Se haya reunida en el Museo de Pontevedra.

¡Hay que casarse!, acuarela. Obra de Castelao, 1912.


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En primer lugar, “O neno das piñas”, 1926. En medio, “Cego”. Abajo, “Regreso do indiano”, 1916. (Museo de Pontevedra).


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“Moza con cabuxa”, óleo sobre lienzo, 1914.

“Cegos”, óleo sobre lienzo, 1915.


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Si los honores a Rodolfo Prada Chamochín fueron a cada cual mejor, este ilusionante último homenaje, la ejecución del “Centro de Interpretación do Galeguismo”, sería para él una felicidad completa. Nunca, ni en sueños, pudo imaginar que su casa de nacimiento albergaría un siglo después la esencia del más puro galleguismo. Desde su descanso eterno en Casdevil, su alma se podrá levantar cada mañana para visitar su casa y vagar alrededor de sus grandes compañeros, comenzando con Castelao, y siguiendo con Otero Pedrayo, Xesús Carro, Ben-Cho-Shey, Valentín Paz Andrade, Paco Fernández del Riego, Lamas Carvajal, Luis Seoane, Alonso Ríos, Blanco Amor… Y contemplar los dibujos precisos y significativos del maestro… las obras de sus amigos y grandes pintores gallegos, como el mismo Castelao, Isaac Díaz Pardo, Luis Seoane, Carlos Maside…

“Xentes que ollan”, de Isaac Díaz Pardo.


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“Xente alporizada”, de Isaac Díaz Pardo.

“Home da cunca”, de Isaac Díaz Pardo. Óleo sobre lienzo. 1950


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“As mariscadoras”, de Luis Seoane. Óleo sobre lienzo, 1969.

“Figura”, de Luis Seoana, 1974.


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“Lavandeiras ao abeiro do río”, de Carlos Maside.

“Corrillo bajo el paraguas”, de Carlos Maside, 1935.


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… Y el tío Rodolfo también podrá hojear los libros de su tiempo: de poesía, novelas, más de una obra de teatro…

… libros de Castelao, de Rosalía de Castro, de Manuel Murguía…


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‌ y leer la letra del himno de Galicia en el libro de Eduardo Pondal‌


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… hasta podrá escuchar los acordes del himno en uno de tantos videos que se ofrecerán en la sala de audiciones… Os Pinos. ¿Qué din os rumorosos na costa verdecente ao raio transparente do prácido luar? ¿Qué din as altas copas de escuro arume arpado co seu ben compasado monótono fungar? Do teu verdor cinguido e de benignos astros confín dos verdes castros e valeroso chan, non des a esquecemento da inxuria o rudo encono; desperta do teu sono fogar de Breogán. Os bos e xenerosos a nosa voz entenden e con arroubo atenden o noso ronco son, mais sóo os iñorantes e féridos e duros, imbéciles e escuros non nos entenden, non. Os tempos son chegados dos bardos das edades que as vosas vaguedades cumprido fin terán; pois, donde quer, xigante a nosa voz pregoa a redenzón da boa nazón de Breogán.

HIMNO DE GALICIA Música de Pascual Veiga y letra de Eduardo Pondal.

… y vendrán a su memoria las entrañables fiestas en el “Centro Orensano”, en el “Centro Gallego” , con los grupos de baile danzando al són de la gaita, el tamboril, o pandeiro… las muiñeiras, las jotas, as ribeiranas… o aturuxo... y el “Ballet Gallego Rey de Viana”, que tanto éxito cosechó en Buenos Aires en su actuación en los años sesenta…


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… y disfrutará de las canciones populares más cálidas y festeiras, con los cientos de discos que se brindarán en esa sala de audición musical. “Airiños, airiños, aires”, “A rianxeira” “O andar miudiño”, “Camariñas”, “Vexo Vigo, vexo Cangas”, “Árdelle o eixo”, “O rodaballo”…

Grupos musicales modernos interpretando el cancionero popular.


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Y cada día que su alma vague por el “Centro de Interpretación do Galeguismo”, Rodolfo Prada verá al pasar, ondear las banderas de Galicia de su tiempo…

Bandera y escudo de Galiza, de Castelao.


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Bandeira do Consello de Galiza. Bos Aires, 1946.


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Algún día de aquellos en los que sus almas revoloteen por la antigua casa, los abuelos Manolita y Rodolfo se encontrarán con la emocionante sorpresa de la aparición por Os Peares de sus nietos, de sus biznietos, y hasta puede que de sus tataranietos. Vendrán plenos de amor a visitarles al “Centro de Interpretación do Galeguismo”, después de ofrecerles un hermosa corona de flores y de rezarles una sentida oración en su tumba del cementerio de Casdevil, y pararse un rato largo contemplando el monumento del abuelo allí mismo, delante del centro. Los tres nietos Maria Elena, Sole y Carlos; los once biznietos, Daniela, Carolina, Bárbara, Matías, Francisca, Alejandra, Constanza, Josefina, Carlos Alberto, Federico y Vicente; y los cinco tataranietos Antonia, Dominga, José Tomás, Sofía y Noah. Y los casados, acompañados de sus respectivas parejas. Allí estaremos también los sobrinos-nietos de Galicia, para unirnos a la fantástica visita. ¡¡¡ TERRA A NOSA !!! _________________________


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“Olla meu irmao” Olla meu irmáu honrado o que acontez con Daniel: os que o tiñan desterrado agora falan ben del. O palurdo de alma lerda, o tendeiro desertor, o vinculeiro da merda disfrazado de señor. O lurdo carca refrito, o monifate de entroido, o aprendiz de señorito, marqués de quero e non poido. O badoco endomingado, o franquista pousafol, o forricas desleigado, o pequeno burgués mol. O devoto do onanismo, o feligrés de pesebre, o tolleito de cinismo o que dá gato por lebre. O rateiro de peirao, o refugallo incivil, válense de Castelao pra esconder a caste vil. Escoita puto nefando, criado na servidumbre: non pasará o contrabando dise teu noxento estrume. Grotesco escriba sandéu, inxertado nun raposo. Castelao nunca foi teu, porque Castelao é noso. I anque a ti che importa un pito, sabrás que é cousa sabida, que estás incurso en delito de apropiación indebida. de Celso Emilio Ferreiro


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