46 · ABRIL 2021
MODE
MILAGRO La vida, a veces, imita al arte… o al mejor cine. Y la historia detrás de nuestra portada con Zión Moreno es el guión de una película de amour fou. Por: JAVIER QUESADA / Fotografía: DIEGO VOURAKIS
Cuando el año pasado aún no había acabado y nuestra portada de diciembre no había llegado a imprenta, yo tuve que cerrar el calendario editorial de este año en medio de la incertidumbre global: ¿en 2021 estaremos vivos? ¿Seguiremos con trabajo? ¿Habré engordado cinco kilos más? Afortunadamente —incluso en el caso de la última pregunta—, la respuesta es sí y aquí estamos, escribiendo esta declaración de amor a Zión Moreno. Contar con ella ha sido un lujo, una revelación y, aunque nadie se lo podía imaginar, uno de esos regalos que el universo a veces maquilla en forma de milagro. Oficialmente, según el calendario que pergeñé hace meses, la edición de abril era nuestro Especial Art. Y entrevistando a Zión me topo con esta frase que, literalmente, me ha puesto los pelos de punta (por su clarividencia): «el arte nos debe hacer sentir, reflexionar y crecer». Tal cual, así ha sido. Conocerla, poder trabajar con ella y contar con todas las facilidades que nos brindó, trabajando a contrarreloj y arañando horas en su apretadísima agenda en pleno rodaje del reboot de Gossip Girl, ha sido una experiencia que, como el Guernica, de Picasso, o All About Eve, de Joseph Leo Mankiewicz, han transformado nuestra vida. Y la de la revista. Su participación en la versión centennial de un clásico contemporáneo ha hecho que su carrera haya detonado a nivel global y que todas las miradas se concentren en esta actriz nacida en El Paso, Texas, hace 26 años. «Vi la serie original religiosamente cuando estaba en High School. Así que conozco mucho sobre ella, aunque dejé de
verla hace tiempo. La mayor diferencia es la diversidad; desafortunadamente, en la original no había muchos temas sobre la identidad o la raza y cómo estas cuestiones nos afectan. Creo que esta versión es mucho más cool, divertida e inclusiva», nos devela en una pausa del rodaje. Zión dio el salto de la moda a la interpretación hace escasamente dos años, sin embargo siempre se ha considerado actriz. «No recuerdo mi carrera como modelo con mucho cariño. Nunca me he sentido tan insegura de mí misma: mucho rechazo, que, obviamente, es normal también en la actuación; pero más enfocado en mi apariencia que en mis habilidades. Lo que sí recuerdo con mucho afecto son las personas que conocí en ese mundo, gente muy linda que me ha enseñado mucho y me inspiró a contar historias y romper barreras. Creo que siempre existirá el cliché de la modelo-actriz, pero no me molesta. Mientras pueda hacer arte que toque la vida de individuos, yo estaré feliz», afirma. Zión sabe mucho de romper barreras. Como La Agrado, el personaje transgénero en Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, ella también puede decir que «una mujer es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma». Ella lo es —la mejor versión de sí misma—, pero convertir ese sueño en realidad no ha sido fácil. «La verdad es que estoy muy feliz. Claro que hay muchos obstáculos por
vestido de poliéster reciclado,
EN PÁGINA OPUESTA —
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