AUTÉNTICA
En el cine soy muy llorón; en la realidad, casi nada —me cuesta la vida—, pero en la pantalla, basta con que algo me emocione, para que se me llenen los ojos de lágrimas. Hay una frase del monólogo de La Agrado en Todo sobre mi madre, de Pedro Almodóvar, que siempre consigue arrancarme alguna: «Cuesta mucho ser auténtica, señora; y en estas cosas no hay que ser rácana [tacaña], porque una es más auténtica cuanto más se parece a lo que ha soñado de sí misma». En efecto, cuesta mucho —cada vez más— ser auténtica, especialmente en este momento en que todo el mundo parece esperar que te ajustes a un molde y en que sacar los pies del plato seguro que ofende a alguien que pasaba por ahí. Esta edición está dedicada a todos aquellos que, como Zión Moreno, se han atrevido a ser lo que siempre soñaron de sí mismos: personas con una mirada única que no tienen miedo a lo que les dice el espejo: eres una artista, eres especial, eres lo mejor porque, sobre todo, eres tú misma.