Hay que crear conciencia entre los productores del campo del valor de la asociatividad, de las ventajas de trabajar colectivamente y de combinar las buenas prácticas de cultivo con las buenas prácticas de pos cosecha, empaque y comercialización. Solo así, podrán sacar productos, que cumplan con las exigencias del mercado de las grandes cadenas. Ya se han dado los primeros pasos, dice doña Ofelia. "Nosotros abrimos una plaza en Envigado, pero cuando ya se tenía la plaza abierta, el mercado y la cantidad, cuando el campesino, vio que era una sociedad, no funciono. Pues un socio presto todo su empeño, pero el otro dijo, yo sigo vendiendo como lo hago tradicionalmente a mis clientes de siempre en la plaza. Eso es muy complicado. Esto se deberá hacer más lentamente, con gente que tenga esa visión del mercado o de tener una oportunidad de transformar. Hay que proyectar mirando a la transformación y valor agregado de los productos agropecuarios. La leche es fácil, porque es una producción diaria y el campesino necesita asegurar la comercialización de esa producción diaria. En cambio la parte agrícola es estacional, de cosechas". Doña Ofelia es una eterna convencida del proceso que lidera. Trabaja día y noche en pro de ese compromiso, pues, su filosofía de vida está enmarcada dentro del ideal de la entrega total sin condicionamiento: "Nosotros somos cuerpo y alma, y el alma nuestra vive del servicio que ofrecemos a los demás, desinteresadamente. Somos cuerpo y alma, el cuerpo no vive de eso, pero el alma sí. Uno nutre mucho el espíritu de esta oportunidad de compartir, de conocer. Yo no sirvo para enseñar, pero si sirvo para decir venga vamos, venga hagamos, venga aprendamos. En común somos valientes. Este es un servicio que nos da satisfacción personal, además enriquece nuestro espíritu. "Eso no llena el bolsillo, pero si llena las manos. Uno con las manos llenas va a cualquier parte". Con su manera de pensar, con su ideal de trabajo y con su aliento constante, doña Ofelia Guarín, ha podido seguir trazando rutas y encaminando a sus compañeros de labor en este difícil trance del quehacer cooperativo. Su visión esta adelante, el horizonte lejano solo es un referente que la guía.
Foto: Doña Ofelia Guarín recibiendo la leche en el tanque de Abreo
75