BERSERKER. LOS GUERREROS DE ODÍN
Por Javier Arries Odín, dios de la guerra y de la sabiduría, al que llaman alfadir, el padre de todos, fue una divinidad nórdica especialmente querida entre las élites guerreras danesas y suecas. De hecho, la cantidad de topónimos que encontramos en Jutlandia y las islas hacen pensar que su culto nació allí y que luego se exportó a Suecia, calando mucho menos en Noruega. Los guerreros noruegos e islandeses, que al fin y al cabo procedían de Noruega, preferían a Thor, un dios especialmente querido por los campesinos, pero querido también por la gente de armas que admiraba su fuerza y coraje. No es de extrañar que un dios con las características de Odín fuera invocado en las batallas, ni que aquellos que participaban en reyertas de todo tipo se encomendaran a él. No obstante uno puede preguntarse si no había guerreros que iban más allá y se juramentaban al dios en un culto más extremo, guerreros que estuvieran enteramente dedicados al señor de la guerra. La arqueología parece confirmarlo. Cerca de Skern, al norte de la península danesa de Jutlandia, se alzan varias piedras rúnicas. Una de ellas, erigida cerca del año 1000, luce una inscripción mandada tallar por una mujer, de nombre Sasgerðr, para honrar la memoria de un difunto: «Sasgerðr, la hija de Finnulfr, levantó la piedra, en memoria del hijo de Óðinkárr Ásbjǫrn, el valioso y leal a su señor. ¡Un brujo sea el hombre que rompe este monumento!». La piedra rúnica de Skern
ANTROPOLOGÍA y TRADICIONES POPULARES
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