LCA 81 AGO 2018 >>
La historia de los bosques de Sierra Espuña (Murcia) contada a través de los anillos de sus árboles Cristina Valeriano Peñas / Ambientóloga y doctoranda en Investigación Forestal Avanzada. Especialidad Dendroecología.
Dra. Emilia Gutiérrez Merino / Dpto. de
Biología Evolutiva, Ecología y Ciencias Ambientales. Sección de Ecología. Universidad de Barcelona.
LAS REPOBLACIONES DE RICARDO CODORNIU EN MURCIA SE ACLIMATAN FRENTE AL CAMBIO GLOBAL Hasta el siglo XIX no comenzaron las repoblaciones forestales en España, de manera sistemática y con criterios científico-técnicos. Murcia es un caso paradigmático, ya que a finales de 1888 las denominadas “Comisiones Repobladoras de la Cuenca del Guadalentín”, decidieron repoblar el territorio para prevenir las avenidas e inundaciones que asolaban la región. Sobre todo, después de lo ocurrido en la madrugada del 14 al 15 de octubre de 1879: la riada más devastadora de la historia de Murcia, denominada la “Riada de Santa Teresa”. El caudal que se registró fue de 1.900 m3/s y el número de víctimas mortales fue de 761, junto a 22.000 animales y miles de barracas totalmente destruidas. Al frente de aquel gran proyecto de repoblación se encontraban los ingenieros forestales Don Ricardo Codorniu, Don José Musso y Moreno, y Don Juan Ángel de Madariaga. Los trabajos de reforestación se iniciaron en Sierra Espuña, en este caso no fue para prevenir las inundaciones, si no para prevenir la erosión del terreno. Además, Sierra Espuña reunía una serie de condiciones especiales (complejidad del terreno, muchas hectáreas sin vegetación, erosión, 64
fuentes de agua…) que permitía poner en la práctica métodos y técnicas de reforestación, que más adelante ayudarían a resolver los problemas que se produjeran repoblando el resto de la cuenca, y al mismo tiempo servía de escuela al personal técnico e ingenieros. Antes de empezar el siglo XX, todas las operaciones de repoblación ya habían comenzado en S. Espuña, 20 años después (aproximadamente en 1917) comenzarían en El Valle (ciudad de Murcia) y continuarían por el resto de la Cuenca del Guadalentín (Archivo Central de Medio Ambiente “El Valle” 1907). La repoblación de S. Espuña fue llevada a cabo entre 1891-1905, en total se repoblaron más de 5000 ha con pino carrasco (Pinus halepensis Mill.) como especie más abundante acompañado de encinas (Quercus ilex L.) y diferentes especies arbustivas mediterráneas. La repoblación tuvo un gran éxito, la supervivencia de los árboles fue altísima, y el paisaje se transformó en pocos años. De manera que la zona se declaró Sitio Natural de Interés Nacional en 1931, en 1978 se recalificó como Parque Natural y en 1992 se le otorga la categoría de Parque Regional de Sierra Espuña. El ámbito territorial definido en su Plan de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) es de 19.679 ha y se sitúa en el centro geográfico de la Región de Murcia.