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lo largo de la historia humana han existido una cantidad inimaginable de grandes personalidades en el mundo de la ingeniería, como es el caso de Nikola Tesla, Alessandro Volta, Alfred Nobel Arquímedes de Siracusa y Leonardo Da Vinci, de este último se hablará más a detalle adelante, pero, ¿Qué hace que dichas personalidades sean reconocidas como ingenieros?, pues bien la definición de ingeniero según la RAE es “Persona que discurre con ingenio las trazas y modos de conseguir o ejecutar algo.” y conociendo un poco sobre algunos logros de los nombres ya mencionados como por ejemplo: la invención del motor de corriente alterna, por Nikola Tesla; la determinación de la superficie de cualquier esfera, conseguida por Arquímedes y la invención de la dinamita por parte de Alfred Nobel, dejan en evidencia que cumplen con las características de un ingeniero. Pero a pesar de estos logros y de la gran relevancia que han tenido a lo largo de la historia humana, desafortunadamente ninguno de ellos fue el primer ingeniero, y es aquí donde entra nuevamente el nombre de Leonardo Da Vinci, nacido el 15 de abril de 1542 en la ciudad de Anchiano, Italia, es reconocido por ejercer una cantidad increíble de disciplinas, ejemplo de ello es que fue pintor, inventor,
escultor, arquitecto, astrónomo e ingeniero, con esto se puede apreciar realmente el calibre y las dimensiones de Leonardo. Su camino como ingeniero (inventor), dejó trazadas ideas sumamente importantes y muy revolucionarias para sus días, como es el caso de los paracaídas, pues a él le fascinaba la idea de poder volar y al momento de diseñar su prototipo dejó una nota que decía lo siguiente: “Si a un hombre se le proporciona un trozo de tela de lino engomada con una longitud de 12 yardas en cada lado y 12 yardas de alto, puede saltar desde cualquier gran altura sin ninguna lesión”.
