EN OTOÑO Nos conocimos un otoño. Pasó ella caminando por la tarde, Sus pasos sobre las pálidas hojas resignadas, eran un contraste a la gris melancolía. Su gracioso andar le imprimía un tono de poesía a la vereda. Después vino el encuentro Y nos fuimos creciendo y conociendo en ese otoño. Era ella una presencia energizante que a todo mi ser, ponía en movimiento. Y cuando entre nosotros se imponía en absoluto la ternura, en contados susurros encontramos la caricia más profunda. Eran toda mi luz, sus inquietantes ojos. Y cuando el sueño o la pasión bajaban sus enternecidos parpados, en ese instante eterno de ocultarse su mirada era mi mejor puesta de sol, 39