BRINDIS POR EL MAR Dejó la sal patrimonio del océano fue nube y luego nieve sobre las altas cumbres para descender gota por gota un verano de torrentes tumultuosos y ser después sangre de viñas o mejor aún, savia húmeda savia y agua, agua y savia inflamando las perlas del racimo. Y ahora en esta copa, con el auspicio del sol y del trabajo, trocada ya su cristalina indumentaria en este líquido rojo que resume los colores de la noche y el rubí. Es fuerza y es vida es alegría que acompaña el alimento hermanando el espíritu y la carne para dejar establecidos nuevamente el valor de la amistad o el parentesco celebrar los hechos de la historia, 83