garon a ser representantes del Inka en territorios dominados.
La pirámide social
Entre las mujeres hubo ascensos equivalentes. Así, ascendieron un peldaño las hermanas y viudas 503, o las hijas de los kurakas que pasaban a ser esposas del Inka, o las hijas de hatunrunas que eran entregadas como mujeres de funcionarios.
Si como seguimos presumiendo, a fines del siglo XV el Imperio Inka tenía una población de diez millones de personas, es posible sintetizar la composición de su compleja estructura social con una distribución como la que –a título de hipótesis–, presentamos en el Cuadro N° 9. De ese modo, la representación gráfica de la pirámide social sería entonces muy similar a la que a su vez muestra el Gráfico N° 14, en la página siguiente.
Escalaban dos peldaños las acllas hijas de hatunrunas inkas que eran dadas por esposas secundarias a miembros de la élite imperial. Y tres escalones cuando provenían de familias de mitimaes y yanaconas de pueblos conquistados. Dadas las condiciones imperantes, el ascenso social en el caso de los hombres tenía, sin duda, una dosis relativamente grande de carácter discrecional. De hecho, dependía en mucho de lo que el individuo hiciera o dejara de hacer, cotidiana o excepcionalmente, pero de manera deliberada, en relación con los objetivos del poder imperial. En las mujeres las posibilidades de acción deliberada para ascender en la estructura social, si bien existían, eran a todas luces más restringidas, de momento que eran escasas sus esferas de actuación pública.
Las cifras que se presenta no tienen otro objeto que mostrar probables –y muy verosímiles– órdenes de magnitud. Y en todo caso –como veremos– no son absolutamente arbitrarias. Murra 504, por ejemplo, estima que puede suponerse la existencia de una población de yanaconas, “de 2 al 3 %, en la región cabecera de los lupaqa” y “mucho menor” en las provincias de ese grupo étnico altiplánico. De allí seguramente que Pease habla de 1 % “en el caso de los lupaqa de Chucuito” 505, en la zona suroeste del lago. A partir de ese dato –que, dicho sea de paso, nunca ha cuestionado la historiografía tradicional–, estamos pues planteando que a nivel de todo el imperio la población yanacona fue del orden del 5 %. Veamos porqué.
Cuadro Nº 9
Población del Imperio Inka Sector
Condición
Grupo social
Población
%
Hegemónica
Élite imperial
10 000
0,1
No hegemónica
Burocracia intermedia
1 000 000
10,0
Hatunrunas y mitimaes
8 500 000
85,0
500 000
5,0
Dominante
Dominado Yanaconas y piñas
TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte • Alfonso Klauer
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