Notas bibliográficas 1
Esta síntesis histórica andina, nominada posteriormente “Tradición de las Cuatro Edades”, ha sido tomada de Luis E. Valcárcel, Historia del Perú antiguo, a través de la fuente escrita, 6 tomos, Edit. Mejía Baca, 5ª edic., Madrid, 1985, T. VI, pp. 75–77.
2
Felipe Cossío del Pomar, El mundo de los Incas, 4ª reimpresión, FCE, México, 1986, p. 19.
3
En Valcárcel, Historia..., T. VI, pp. 75–76.
4
Huamán Poma, en Valcárcel, Historia..., T. V, p. 186.
5
Huamán Poma, en Valcárcel, Historia..., T. VI, p. 76.
6
Huamán Poma, en Valcárcel, Historia..., T. VI, p. 76.
7
Huamán Poma, en Valcárcel, Historia..., T. VI, p. 76.
8
Huamán Poma, en Valcárcel, Historia..., T. VI, pp. 76–77.
9
Manuel Burga, Nacimiento de una utopía, Inst. de Apoyo Agrario, Lima, 1988, p. 258.
10
Véase por ejemplo Gran Historia del Perú, Edic Libris – El Comercio, Lima, 1998, pp. 42–43.
11
Jordi Gussinyer, La cultura inca, en Historia Universal, Salvat, Navarra, 1986, T. XV, p. 1881.
12
Véase Federico Kauffman, Manual de arqueología peruana, Edic. PEISA, Lima, 1983, pp. 549–555. / Véase también Max Hernández y otros, Entre el mito y la historia, Edic. Psicoanalíticas Imago, Lima, 1987, pp. 1–26.
13
Cossío del Pomar, El mundo..., p. 14.
14
Véase el esquema general de expansión y ocupación del territorio que hemos desarrollado ampliamente en Alfonso Klauer, Los abismos del cóndor, Tomo I, INTERNET: www.nuevahistoria.com
15
Cossío del Pomar, El mundo..., p. 21.
16
Franklin Pease G.Y., Los Incas, Fondo Editorial, Pontificia Universidad Católica, Lima, 1991, p. 35.
17
A quien el historiador peruano José de la Riva Agüero (1885–1944) llamó “acérrimo detractor del imperio incaico”, y a quien el también historiador peruano Raúl Porras Barrenechea atribuye, por el contrario, un testimonio “sólido y directo”. Véase Raúl Porras Barrenechea, Fuentes históricas peruanas, Edic. Mejía Baca y Villanueva, Lima, 1954, p. 187.
18
Pedro Sarmiento de Gamboa, Historia de los incas, 3ª edic., Emecé Editores, Buenos Aires, 1947, pp. 129–135. / El relato recogido por el cronista deja de tener los visos de una supuesta exageración cuando se le contrasta con los cuerpos seccionados y las visceras regadas que muestran las piedras de Sechín –que, aunque en la costa y en el norte, corresponden sin embargo a un período histórico muy anterior–.
19
Tan grande como Bélgica. O como Israel y Líbano juntos.
20
Cieza, en Francisco Carrillo, Cronistas del Perú antiguo, Edit. Horizonte, Lima, 1989, p. 51.
21
Pease, Los Incas, p. 40.
22
Cieza, en Carrillo, Cronistas..., p. 55.
23
Véase Inca Garcilaso de la Vega, Comentarios Reales de los Incas, 3 tomos, Univ. de San Marcos, Lima, 1960, T. I, p. 102.
24
Cieza, en Carrillo, Cronistas..., p. 55.
25
Véase Damián de la Bandera, en Valcárcel, Historia..., T. II, pp. 154–155.
26
Gran Historia del Perú, p. 34.
27
Gran Historia del Perú, p. 34.
28
Véase José A. del Busto Duthurburu, Perú preincaico, 8ª edic., Studium, Lima, 1986, p. 330 / María Rostworowski, Historia del Tahuantinsuyu, IEP, Lima, 1988, p. 46; y Max Hernández y otros, Entre el mito..., p. 31.
TAHUANTINSUYO: El cóndor herido de muerte • Alfonso Klauer
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