Discapacidad e Inclusión Social Dr. en Derecho Armando Hernández Cruz. Presidente de la Asociación Civil "Soy Asperger" y especialista en Derechos Humanos La discapacidad es toda condición limitante para el desarrollo de las actividades cotidianas de una persona. Durante décadas, el abordaje o aproximación principal para la atención de la problemática asociada a las distintas condiciones discapacitantes, fue la perspectiva médica, sin embargo, en épocas recientes el paradigma médico (que en esencia veía a la discapacidad como enfermedad) fue sustituido por el paradigma social, que atiende y aborda la discapacidad desde la perspectiva, no de la condición en sí misma, sino a partir de la necesidad de eliminar las barreras sociales, así como la discriminación y la exclusión. Existen distintos tipos de discapacidad: Física, Sensorial, Intelectual y Psicosocial. La discapacidad física puede incluir la pérdida de funcionalidad de algún miembro u órgano, incluso la discapacidad motriz, limitando el desplazamiento de una persona. Entre las principales formas de discapacidad sensorial, se encuentra la visual. La discapacidad mental o intelectual afecta el desarrollo de las facultades cognitivas, mientras que la discapacidad psicosocial impone barreras o limitantes al contacto social. Por otro lado, en el actual contexto de abordaje de este tema, resulta importante la revisión del concepto histórico de igualdad y la noción de equidad. No es posible atender la discapacidad planteando que todas las personas somos iguales, pues es precisamente, en las diferencias realmente existentes, en donde se presenta el mayor obstáculo para el normal desarrollo de las personas con discapacidad (PcD). En mi opinión, el discurso histórico de la igualdad entre las personas ha sido rebasado. Hoy nos enfrentamos a un contexto de análisis del fenómeno de la discapacidad, a través de la incorporación de valores como la tolerancia y la solidaridad social. Pasamos en un par de siglos de pugnar por la igualdad, a hablar ahora del reconocimiento del derecho a la diferencia. Hace siglos buscamos ser iguales, y hoy se exige el respeto a la diferencia, a la otredad o alteridad (la condición de otros). La inclusión social requiere un cambio en las pautas de conducta social. La eliminación de la discriminación y la exclusión social. La sociedad no tiene lugar para las personas con discapacidad, porque se les considera “inferiores” o “débiles.” Desperdiciamos así la oportunidad de enriquecer al mundo con el valor infinito de la diversidad. Pretender la uniformidad, y discriminar lo distinto, ha 6
sido una práctica común y poco eficiente. Sin embargo, afortunadamente la visión está cambiando. Cada vez más personas impulsan la idea de la diversidad y la inclusión. Se trata de eliminar la discriminación que existe por origen étnico, género, preferencias sexuales, o discapacidad. Además, particularmente la discapacidad requiere la aplicación de ajustes razonables y medidas de accesibilidad para eliminar esas barreras sociales. Para lograrlo, es necesario conocer y aplicar las normas contenidas en la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, la Ley General para la Inclusión de Personas con Discapacidad, entre otras disposiciones aplicables. La inclusión requiere un cambio en las pautas de conducta social, por ello, debemos transitar hacia un modelo social donde todos quepamos, y podamos vivir una vida plena y sin discriminación.