Augusto Fermín Zavala.
Sin guías, ni faros. Herrumbre de humano navegante. (Malversación de fondos corpóreos) Se recuesta y se recompone tirita, tirlanga de sombra. Baila, se desespera; en su verso como una ola, se hunde. Es un anfibio molusco y ostra. La palabra negada del árbol nos sucede, nos alimenta, nos rompe. Sin más paraíso que la carne, avanzamos. Ella. (Soledad) Siembra y engendra suda y sufre. Ella (Poesía) Lengua subterránea enraizada en el pecho herido. La voz de cristal encima del sepulcro. 18
La rima necia llora en el horror de saberse eco. Avanza... Lamenta en su brazo la cabeza de ella ahorra letras abrevia no nunca estallido. (Conclusos) Incompletos. El mundo es ceniza y nosotros, minúsculos; no somos más que hojuelas de piel sobre un río. Trabados, enterrados. Buscamos suspiros en la historia que pertenece a otros cuerpos, a otros otros y otros más. Los ayeres reconocen apenas su oración reducida a una lágrima. Ya nos manchamos de pecado Ya fuimos niños, mariposas y pasto Ya surgimos del fango y nos lavamos las heridas Ya creímos, creamos Ya todo fue un Algo imposible.