MARÍA SILVESTRE
ALTERNATIVAS DE FUTURO MÁS ALLÁ DE LAS VIEJAS DICOTOMÍAS
DIRECTORA DEL DEUSTOBARÓMETRO. UNIVERSIDAD DE DEUSTO
U
na de las cuestiones que deberíamos empezar a cuestionar o incluso a desterrar es el falso dilema libertad vs igualdad. Durante años autores liberales y neoliberales han intentado confrontar ambos principios como si fueran incompatibles, como si la opción por uno de ellos negara el otro. Dahrendorf (2007), por ejemplo, negaba el principio de igualdad propio de los países escandinavos porque entendía que implicaba uniformidad, falta de creatividad y servilismo. En los estudios de valores una pregunta era el posicionamiento y elección entre ambos valores: la apuesta por la libertad, en términos de libertad personal, suponía la elección de los postulados del liberalismo político y económico, la afirmación del esfuerzo individual, de la meritocracia y el emprendimiento. Por su parte, la apuesta por la igualdad, implicaba la apuesta por una mayor presencia del sector público, por el principio de universalidad y de justicia social. En los últimos años, parecía que la libertad se imponía a la igualdad, sin embargo, la apuesta por un Estado de bienestar
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regido por el principio de universalidad sigue prevaleciendo ante cualquier otra forma de organización política. Es lo que bautizamos en su momento como “individualismo placentero protegido” (Elzo, 2010; Silvestre, 2014). Otras dos dicotomías heredadas de las tradiciones clásicas de pensamiento que debemos desdibujar son la distinción entre ámbito doméstico y ámbito público y la diferenciación entre personas autónomas o dependientes. Si somos capaces de de-construir estas tres dicotomías heredadas –que conforman y articulan nuestro pensamiento, percepción y aprehensión de la realidad social– quizá empecemos a ser capaces de definir nuevos escenarios que sepan responder de manera más acertada a los retos que nos plantea el futuro y los aprendizajes que nos deja esta pandemia sanitaria. Cuestionamiento dicotomía 1. Libertad vs. Igualdad. No es cierto que debamos optar entre libertad e igualdad, puesto que es muy difícil ejercer el principio de libertad desde la desigualdad social, económica y política. Situaciones estructurales de desigualdad limitan, por sí mismas, el ejercicio de la libertad. Pongamos un ejemplo derivado de la pandemia: desde una perspectiva internacional los diferentes estados –y por ende los ciudadanos y ciudadanas– tenemos diferentes