/ / /
TEXTOS
¿Virtualidad o viruosismo? Por Humberto Busto*
C
uando escuchaba en las primeras semanas de encierro el debate primigenio sobre la posible virtualidad de las artes escénicas, inmediatamente pensé en Room Service, la pieza interactiva realizada por el colectivo Gob Squad en 2003 donde sus cuatro performers pasaban una noche en vela, cada uno de ellos encerrado en un cuarto de hotel, mientras los espectadores se reunían en una sala de conferencias contigua para observar sus acciones a través de monitores en circuito cerrado. El subtítulo de la pieza (Help me make it through the night) constituía la variable de interacción entre ambas realidades que sólo podía adquirir materialidad a través de una línea telefónica. Recuerdo que los busqué ese día de abril por internet (hace tiempo que no les seguía la pista ) y me sorprendí con la graciosa coincidencia de que acababan de subir un video editado de una de las presentaciones de dicho evento a su canal de Youtube, producto de reflexiones similares tras el encierro. Y escribo sobre ésto porque desde ese momento no ha parado (afortunadamente) en México una imperiosa necesidad de encontrar la forma de seguir generando contenidos que, si bien tienen un origen “teatral”, no dejan ya de circular de la mano con otras manifestaciones artísticas o audiovisuales. Durante semanas hemos sido testigos de una abundante (y lo digo, con toda sinceridad viviendo en el extranjero: abundante) cantidad de contenido. Estoy casi seguro que no hay ningún otro lugar en el planeta donde se hayan realizado tantas acciones híbridas teatrales, tan disímiles y complementarias, y tan sorpresivas como desbordadas. La distancia social (enemigo del alma) no significa distancia emocional ni intelectual. Y eso lo ha asumido nuestra comunidad teatral de una manera vivificante y
20