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universidad, además que el post COVID-19 ha sido un proceso muy largo de recuperación Mi hija una niña de 5 años sufrió mucho al tener que dejar su escuelita a donde ella le encantaba ir y donde podía jugar con demás niños y niñas fue la más afectada, creo yo, aparte de luchar con las tareas escolares que eran demasiado para una niña de esa edad, el encierro no poder salir y aguantarse el estrés de los adultos, siempre me tuvo con muchas preguntas que yo como su mamá no sabía que responderle entre ¿Por qué no podemos salir mami?, ¿Qué es el coronavirus?, ¿Cuándo podremos salir?, ¿Por qué tenemos que usar la mascarilla?, ¿Por qué no puedo ir a la escuelita? y ¿Cuándo se acabará el coronavirus?, entre las pocas que puedo escribir. A pesar de todo ella tuvo obligadamente que acostumbrarse a esta nueva realidad y seguir con lo poco que existe para su desarrollo emocional. Después del confinamiento el mismo síntoma que sigue afectando mi salud emocional es el estrés, aunque mi suegra y mi esposo están bien emocionalmente, tuve una etapa de ansiedad post confinamiento por el motivo que mi mamá y mi hermano se contagiaron de esta enfermedad, hasta el punto de llegar a la hospitalización fueron dos semanas, donde en realidad había momentos que me encontraba en otro mundo y continuar con mi vida era algo muy agotador para mí como persona. Hoy en día son cuatro meses que sucedió esto y puedo decir que he aprendido a sobrellevar mi estabilidad emocional porque siento que si no puedo controlar me va afectar de manera muy significativa a mi salud mental, aunque en la actualidad mi salud no está del todo bien después del contagio del COVID-19, sigo teniendo estragos de esta enfermedad.