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con la universidad, no debía dejarlas, tenía esa responsabilidad llamada ‘’cuádruple rol’’, sentí como se vio afectada mi salud mental, es decir, a pesar de no tener Covid-19 ni familiares con este, sentí como me empezó a invadir sentimientos de enojo, frustración, tristeza y resignación, las noches de insomnio aparece acompañado muchas veces de recuerdos dejándome un llanto en silencio. Esta cuarentena reduce mucho las relaciones sociales, esto afecta a la condición de varias personas. He escuchado casos de personas con problemas psicológicos, debido a la sensación de encierro, presentando cuadros de depresión y angustia. Para todos y todas resulta importante mantener contacto con otras personas, es decir, relacionarnos e interactuar con el otro/a como un vínculo. Las únicas veces que he salido han sido para ir al médico, el estrés ha llevado a mi abuelita a enfermarse de varias cosas, como la; depresión, gripe, dolores de las articulaciones, crisis de ansiedad, lo mejor que he hecho en esta cuarentena es cuidar de mi abuelita, tanto física como mental, buscar cosas diferentes para que ella no se estrese, como salir al parque, jugar con el perrito, caminar, estar en constante comunicación, cambiar la alimentación como ya lo he venido haciendo desde el inicio de la cuarentena, y evitar a todo costa los pensamientos existenciales y no transmitirlos a mi abuelita, he tratado de poco a poco aumentar la felicidad dentro de mí y de ella, pero todo esto que he estado haciendo me ha alejado un poco de mis estudios universitarios, y los efectos fueron, tener un aprovechamiento muy bajo. Creo que la educación virtual a distancia es ineficaz, cuando el mismo sistema educativo sigue siendo ´´retrógrada´´, y desigual, y muchos niños/as y jóvenes de niveles primarios, secundarios y hasta universitarios, decidieron desertar en algún momento, por el simple hecho de no tener una computadora o un servicio de internet y otros factores como la economía. Y para las y los que siguen estudiando a nadie le importa aprender si no tienes una buena nota serás excluido o no pasarás de año. Estas realidades resultan desesperantes y en índices muy altos de desigualdad en la educación. Pero lo que nos dicen más, es que debemos cuidarnos y mantenernos bien de salud. Podríamos decir que la sociedad no cambió en casi nada, salvo en ese tiempo de cuarentena extrema, y la generación del medio ambiente. Y ahora que sigo estudiando, mis momentos se redujeron a estrés mental debido a las muchas horas que pasó frente a la computadora, lidiando a veces con la mala conexión a internet y esforzándome en las tareas del hogar y el cuidado especial que requiere mi abuelita. Lo más importante ha sido valorar el tiempo que he tenido con mi abuelita, especialmente su compañía, porque con ella estoy viviendo más de 5 años y en esta cuarentena nos cuidamos el uno al otro. Puedo expresar que el encierro o confinamiento me ha traído buenas y malas cosas, entre las malas, son las clases que se mantienen, sin embargo, el estar de forma virtual ha disminuido la interacción entre alumno/a y profesor/a. lo que deseo es volver a salir y regresar a nuestras actividades normales. Lo bueno que estará conmigo es la compañía y el cariño que le puedo brindarle a mi abuelita y el saber que ella en ningún momento se contagió ni tuvo síntomas de Covid-19. He aprendido también a valorar la vida, la salud física y mental, aprendí a tener más paciencia, controlar