características para una alimentación saludable. En otras palabras, debe ser adecuada a edad, género, actividad física, condición clínica; equilibrada en cuanto a la proporción adecuada de los macro y micronutrientes; completa en cuanto a calorías y que contenga todos los nutrimentos; suficiente en la cantidad de acuerdo a la edad y actividad física, principalmente; variada, que incluya todos los grupos de alimentos y formas de preparación; y, por último, debe ser inocua para que no afecte la salud de las personas, es decir, debemos tener cuidado en ver las fechas de caducidad, comprar latas no abolladas, evitar el exceso de conservadores y aditivos en los alimentos y de azúcares, grasas trans, colorantes y saborizantes artificiales, cocción deficiente, mala higiene en la preparación de los alimentos, etc. Esta es la base de la nueva normalidad para una sana nutrición, que vamos a tener que implementar en nuestras familias y en nuestra sociedad, para evitar riesgos y mejorar nuestra calidad de vida. El médico del futuro no dara medicamentos, sino que interesará a sus pacientes en el cuidado del cuerpo humano, en la alimentación y en la prevencion de las enfermedades. Thomas A. Edison. 35