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Aprendiendo budismo zen y el código bushido con Hiroki senséi en los alrededores del monte Haguro Como todo buen descendiente de samurái practicante del budismo zen, el código bushido7, y, por supuesto, un yamabushi maestro (senséi), Hiroki senséi no iba a esperar para comenzar sus enseñanzas. A las seis de la mañana me levantó. Se agachó y me dijo: Te voy a enseñar las tres grandes lecciones más importantes de tu vida. Yo me comprometo contigo a enseñártelas; y tú, tienes que comprometerte conmigo a obedecerme de forma humilde para aprender y crecer como persona. Medio dormido, le contesté: sí, senséi. La respuesta fue, por supuesto, sin pensar lo que me esperaba. La razón es que yo estaba adormilado y sorprendido por su discurso. Posteriormente, me levanté del futón y fui a un barril pequeño a lavarme la cara, me puse un pantalón de mezclilla, una camisa de manga larga y una sudadera. Y me dirigí a la entrada de la casa, donde Hiroki senséi me esperaba. Las tres lecciones de las que hablaba Hiroki senséi fueron: 1. Observación sistemática y enfoque en la tarea: reto del río y las truchas 2. Atención plena y meditación en busca de la felicidad: reto en la pagoda de cinco pisos y el santuario Sanjin Gosaiden 3. Paciencia y serenidad para adaptarse al cambio: reto de escalar el monte Gassan 7 Bushido significa literalmente Bu (guerrero) shi (señor) do (camino o prácticas). En otros términos «el camino del guerrero».
Es un código ético estricto y particular que los samuráis practicaban y al que entregaban sus vidas, que exigía lealtad y honor hasta la muerte (Nitobe, 2005).
Universidad de las Américas Puebla