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CRISIS SANITARIA
Posibles escenarios en otoño para librar la batalla contra el virus Los últimos datos publicados por el Instituto de Salud Pública sitúan la transmisión del virus en Navarra en un nivel medio, y se dibujan tres posibles escenarios ante los próximos meses Asistimos en este final de septiembre a una situación poco halagüeña en cuanto a la propagación del virus. Según los últimos datos hechos públicos por el Gobierno de Navarra, la propagación del virus sigue en progresión ascendente (la semana del 7 al 13 de septiembre subió un 72% respecto a la anterior, con 300 personas contagiadas por cada 100.000 habitantes). En su informe semanal, el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra situaba la transmisión del virus en Navarra en un nivel medio, estando nuestra Comunidad entre las regiones europeas con mayor circulación del virus. Ante la incertidumbre de qué nos deparará el cambio de estación y los próximos meses, el Instituto de Salud Pública dibuja 3 escenarios diferentes:
Escenario 1: Segunda onda epidémica El SARS-CoV-2 mantiene potencial para producir una segunda onda epidémica en los próximos meses, y a juzgar por la fuerza de propagación que mantiene, esta onda podría no demorarse. La llegada de una meteorología favorable para la propagación del virus, el aumento de la interacción social y la relajación parcial de medidas preventivas, pueden definir el momento. Hay muchos argumentos que respaldan que una nueva onda epidémica no llegará a ser tan devastadora como la primera: el conocimiento científico de la infección mucho mayor, la disponibilidad de pruebas diagnósticas suficientes, la experiencia adquirida en la organización del sistema asistencial, los avances en el manejo clínico de los pacientes, el entrenamiento de la sociedad en la aplicación de medidas preventivas (uso de mascarillas, distanciamiento, higiene de manos), y la existencia de una parte de la población con inmunidad frente al virus. El sistema sanitario podría verse sobrepasado en algunos momentos, aunque no debería llegar a los niveles que se produjeron en marzo. Para ello es clave extremar al máximo la prevención en torno a las personas mayores, y sobre todo en las residencias de mayores y de personas dependientes. Eventualmente, podría ser necesario recurrir a medidas restrictivas para modular el curso de la epidemia.
Reunión de padres y madres en el patio del centro escolar de Mendigorria
O O O «Hay muchos argumentos que respaldan que una nueva onda epidémica no llegará a ser tan devastadora como la primera» Escenario 2: Circulación sostenida A priori es el escenario más probable. Si las medidas de prevención se mantienen, puede producirse un cierto equilibrio entre la capacidad de propagación del virus y las barreras preventivas que le pone la sociedad y el sistema sanitario. En este caso no llegaría a producirse una onda epidémica en toda su magnitud, pero se produciría una sucesión de ondas pequeñas y medianas que se prolongarían durante el otoño e invierno. Esta situación podría no llegar a desbordar al sistema sanitario en ningún momento, pero tendría un efecto de desgaste por su duración prolongada. Si durante este tiempo se relajan las medidas preventivas se podría romper el equilibrio, pasando rápidamente al escenario 1.
Escenario 3: Circulación contenida La circulación del SARS-CoV-2 contenida durante todo el otoño e invierno sólo podría mantenerse a través de una actitud prudente y responsable de la ciudadanía. El nivel de interacción física mantenido durante el verano podría no ser suficiente para la contención durante el invierno, y además, habría que mantener la disciplina hasta la primavera de 2021. La información epidemiológica de años previos indica que Navarra, así como otras comunidades autónomas del norte peninsular, están entre las regiones de Europa que tienden a afectarse antes y más intensamente por epidemias de virus respiratorios estacionales, lo cual es resultado de la confluencia de dos circunstancias: una meteorología más desfavorable que en el sur de la península y una interacción social durante el invierno más intensa que en otros países del norte de Europa. Esto evidencia las dificultades que ha de enfrentar Navarra para mantenerse en este escenario. La disponibilidad de una vacuna eficaz ayudaría a consolidar este escenario; sin embargo, parece improbable que esté antes de 2021 y al principio las cantidades disponibles pueden ser insuficientes para modificar de forma apreciable el curso epidémico.