CURIOSITY
MUY SEXUAL
PERSONAS TRANS*
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“ABRE TUS OJOS Y TU CORAZÓN Y APRENDE A VER LO QUE NO VES”. ESE ES EL ESTRIBILLO DE LA CANCIÓN DE PEDRO GUERRA ‘OTRA FORMA DE SENTIR’, Y ES LA ACTITUD QUE SE DEBERÍA MANTENER PARA ENTENDER TODO LO QUE RODEA A LAS PERSONAS TRANS*.
as realidades son complejas. De ahí que, como señala la sexóloga Noemi Parra, de Malegría Sexología, el tradicional esquema binario que reduce todo a dos posibilidades no dé cabida a todas las personas. El modelo –el cuerpo, o macho o hembra; la identidad, u hombre o mujer; la expresión de género, o masculina o femenina– es excluyente y poco realista. De igual manera que lo es quedarse en la heterosexualidad, la erótica reproductiva o la monogamia. La sexualidad, en todos sus ámbitos, se conjuga en plural o está POR CARLOS DE LA CRUZ mal conjugada.
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Sexólogo
El término trans* –escrito así, con asterisco– trata de ser inclusivo. De ahí que trate de ampliar el significado de transexualidad. Un vocablo que popularizó Harry Benjamin, a partir de 1953, para referirse, en sus palabras, “a las personas que tratan de ajustar el cuerpo a la mente”. Trans* va más allá y evita patologizar. Según se indica en la web de la Asociación de Familias de Menores Trans* (chrysallis.org), el término abarca a “todas aquellas personas cuya identidad sexual no coincide con la asignada al nacer. Trans*, por consiguiente, da amparo a múltiples formas de expresión de la identidad de género o categorías como personas transexuales, transgénero, travestis, variantes de género, queer o personas de género diferenciado, así como
a quienes definen su género como ‘otro’ o describen su identidad en sus propias palabras”. Todo esto que pudiera parecer nuevo no lo es tanto. Es una realidad que está presente en la historia y en distintas culturas. Algunas de las referencias más antiguas están recogidas en el Código de Hammurabi de los babilonios. La mitología clásica está plagada de referencias. Como se indica en la Guía de atención integral a las personas transexuales editada por el Gobierno del País Vasco, en la antigua Roma lo eran las sacerdotisas Gallae, adoradoras de la diosa Cibeles. En sánscrito existe la palabra kliba, que designa a las personas que no podían considerarse claramente ni mujeres ni hombres. Los estudios antropológicos evidencian