Solidaridad frente a pandemia JULIANA CABRERA GÓMEZ
E
sar y nuestra seguridad de primer mundo, en el que todo está tan planificado que creemos que nadie nos va a alterar nuestra ¿segura? línea de vida: me casaré, tendré un hijo que estudiará…, me compraré…).
Este año, sin ningún género de dudas, ha sido y es una puesta a prueba en nuestra forma de vida, un año que ha tambaleado, en primer lugar, nuestra forma de pen-
Y de pronto, como si de un albadonazo se tratase, se presenta un huésped inesperado: un virus nos arrebata los planes de futuro, solo podemos vivir el presente. Ese vivir el presente, que es tan habitual con solo desplazarnos unos kilómetros y adentrarnos en nuestra vecina África u otros continentes o países a los que solemos llamar Tercer Mundo.
scribir este año para nuestra Revista local —que fiel a su cita anual llega puntualmente— y no hablar de la Pandemia, aunque el tema nos sature por ser demasiado manido, equivaldría a no haber vivido “este devenir” tan inusual como inesperado. Todos tendríamos, de una forma u otra, algo de que hablar, diferente y diverso según las vivencias experimentadas.
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AGOSTO 2021
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