problemas SIN NÚMERO
Todos tienen UN LUGAR Claudia Hernández García www.sxc.hu
De todas las virtudes
relacionadas con el funcionamiento intelectual, la más pasiva es la virtud de saber la respuesta correcta. Saber la respuesta no requiere decisiones, no implica riesgos y no exige nada. Es una cuestión automática y precipitada. Más aún, e incluso más adecuado en este contexto, saber la respuesta está sobrevaluado. Es una virtud (eso no se discute), pero dentro de las visiones convencionales de la inteligencia se tiende a darle demasiado peso. En la mayoría de las clases lo que se aprecia es la respuesta correcta y rápida. Saber la respuesta con anterioridad es, en general, más valorado que las formas en las que se llega a ella. De igual modo, la mayoría de las pruebas de habilidad intelectual buscan establecer lo que los niños ya dominan. Tanto si las pruebas tienen que ver con la habilidad verbal, matemática, con el razonamiento general o con cualquier otra cosa, lo que le piden al niño es que complete el espacio en blanco y pase al siguiente. Es verdad, las pruebas de inteligencia requieren que se descifren ciertas cosas, pero este proceso no cuenta. Si conduce a la respuesta correcta, entonces lo que cuenta es la respuesta. Pero ningún examinador sabrá, ni ningún puntaje podrá revelar, si la respuesta correcta fue un triunfo de la imaginación y una osadía intelectual, o si el niño ya conocía la respuesta de antemano. […] En última instancia, las virtudes que realmente cuentan son las que están implícitas en el no saber. Lo que uno hace con lo que no sabe es, en el análisis final, lo que determina aquello que uno finalmente sabrá. ELEANOR DUCKWORTH
Tomado de Cuando surgen ideas maravillosas y otros ensayos sobre la enseñanza y el aprendizaje, de Eleanor Duckworth, Gedisa, Barcelona, 1999, p. 99-100, 104. Eleanor Duckworth (n. 1935) es una educadora canadiense cuya área de investigación se centra en el aprendizaje progresivo, corriente educativa que parte del supuesto de que los seres humanos aprendemos mejor a través de actividades y cuando socializamos el conocimiento.
CORREO del MAESTRO
núm. 174 noviembre 2010
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