Feria de San Ginés 2018
El pozo de la
“arboleilla” Vaya por delante mi agradecimiento a Segu Alonso; a su madre Dolores; a Carmela, la hija de Encarna la Sastra; a José Luis Montiel; a Paco Hurtado y su hermano José… Muchas gracias por la información y la colaboración que me habéis prestado en la elaboración de este artículo.
En su arco de hierro aún conserva la argolla, como esperando a que alguien llegue y cuelgue la carrucha con la soga y el cubo para volver a dar su agua fresca. Dicen, las personas que la han bebido, que su agua era muy buena. El Pozo de la Arboleilla es el único pozo público que se conserva, junto con uno que había en el camino de la Huerta Sánchez, y que hoy está dentro del Parque Municipal. Aunque José Luis Montiel me habla de uno que hay en el barrio, más o menos a la mitad del paseo Juan de Dios Soto, y que hoy en día está tapado. Estos pozos, junto con otros particulares, prestaban el servicio de abastecer de agua potable a los vecinos de Gines. Había varios que conocí, donde la gente sacaba el agua de ellos para llenar sus cántaros. Recuerdo uno que estaba en el pequeño huerto de la casa de los padres de “Pepito el del Majuelo”, en el callejón del Valle, donde los vecinos del barrio y de aquella zona sacaban el agua con una cubeta. Dicen que era el agua más buena de los pozos de aquellos años. A principio de los años sesenta, siendo mi abuelo José Mensaque alcalde de Gines, se procedió a “meter” el agua por las calles de Gines y a la creación de una serie de fuentes públicas que vinieron a sustituir, en parte, a los pozos que suministraban el agua. Entre otras razones porque era mas cómodo llenar los cántaros y los cubos abriendo el grifo de las fuentes. Aunque, también es verdad que, había veces, se formaban largas colas y alguna que otra discusión para coger agua. Recuerdo las fuentes que estaban en la Plaza, justo donde está el mástil grande de la bandera, en el rincón de la panadería de Herrera, en la calle Capitán Vázquez, hoy José Antonio Cabrera; en la esquina de la Calleja, 56
esquina con la calle Real; en el Barrio, frente a lo que era el cuartel de la Guardia Civil. Esta fuente se trasladó después al rincón de la puerta trasera de dicho cuartel. La última que se inauguró fue en el Sanatorio y estaba, mejor dicho está, adosada a las casas municipales de los maestros. Esta fuente se inauguró en los primeros días de febrero de 1964. Poco a poco la red de abastecimiento fue creciendo y se fueron llevando a cabo las acometidas en los domicilios de Gines. Esto trajo consigo el cierre de los pozos y las fuentes que, hasta aquel momento, prestaban el servicio de agua potable en nuestra localidad. Pero volvamos al Pozo de la Arboleilla. A principio de los años sesenta toda la zona de viviendas que hoy ocupan la margen izquierda de la plaza de la Arboledilla y la calle Virgen de Belén no existían. El camino del cementerio separaba el huerto de Currillo con la viña de Alfredo. Este fue vendiendo la viña por parcelas y los vecinos fueron construyendo sus casas, la mayoría de ellos con el agua del Pozo de la Arboleilla. Todas esta casa ocupan la margen izquierda de la calle Virgen de Belén. Donde esta calle hace la curva, estaba el huerto de Juan Roque. Allí había un pozo donde la gente también cogía agua para sus casas, sobre toda a la caída de la tarde, cuando Juan Roque le daba al motor y este sacaba el agua fresca del pozo. Dicen que el agua es vida y, según me cuentan los vecinos, el agua del Pozo de la Arboleilla dio mucha vida.