FIESTAS EN HONOR A NUESTRA SEÑORA LA VIRGEN DE LA VEGA
PEQUEÑA CRÓNICA DE UNA VIDA DEDICADA A LA MEDICINA Por Francisco Javier Casalduero Araiz
P
ocos podrán decir que no conocen al doctor Casalduero, durante años médico de Asistencia Pública Domiciliaria (A.P.D.) o Medicina rural de Haro, que en la actualidad disfruta de un merecido y perenne descanso de su profesión, aunque con inquietudes que le hacen seguir relacionándose con los jarreros, en su día pacientes y no pacientes suyos, como demuestra su asistencia a la Universidad de la Experiencia o, sencillamente, colaborando con quien le solicita colaboración para conocer la historia médica desde su llegada a la Ciudad. Por lo que, para poder comprender la labor de este colectivo, nos ha redactado una pequeña reseña en la que nos hace llegar sus inicios, sensaciones, improntas opiniones y vivencias en Haro, diciéndonos:
Francisco Javier Casalduero Araiz “En la actualidad es un cuerpo médico a extinguir, en su momento, durante muchos años fue necesaria su existencia para poder cubrir las necesidades sanitarias del País. Dependía de la función pública estatal y para pertenecer a dicho estamento se tenía que realizar CONCURSO OPOSICIÓN. A su cargo se encontraba todo lo referente a los asuntos sanitarios de los municipios y las zonas rurales del territorio Español, asistencia sanitaria de la población (incluida beneficencia y listado de familias pobres sin recursos reconocidas en los municipios) las veinticuatro horas del día. Inspección sanitaria de locales públicos (bares, restaurantes, comercios,
Haro | Del 7 al 10 de Septiembre de 2018
salas de espectáculos, recintos deportivos, hoteles, hostales, fondas, pensiones, fábricas e industrias) Saneamiento y cuidado de las agua así como legislación mortuoria y otras muchas que seguro no cito por olvido. Con la creación y el inicio de la Seguridad Social (régimen que acogía a los pacientes asalariados por cuenta ajena, trabajadores de empresas que cotizaban por dicha prestación) se hace necesario dar asistencia médica en el medio rural a todo este colectivo que posteriormente se ve aumentado por la introducción de forma obligatoria por el estado del colectivo de autónomos (mayoritario en el medio rural) con lo cual la asistencia será del cien por ciento de la población. El médico A.P.D., como funcionario de carrera por oposición, tenía unos honorarios (nivel A dentro de la función pública) Por contrato obligado por la Seguridad Social cobraría honorarios por asistencia a sus afiliados como ya hemos relatado (estos honorarios se basaban en el número de cartillas asignadas) y además la presencia de las llamada “Igualas médicas familiares” que trataban de compensar la asistencia médica familiar durante las veinticuatro horas al día en los consistorios médicos municipales, donde los había, o en domicilio particular del médico en la mayoría de las ocasiones. El profesional se sentía sin duda recompensado moral y económicamente pero estaba sumido en una esclavitud máxima, con dedicación plena aceptada con resignación. Todo este sistema que subsistió durante décadas cambiará posteriormente cuando el Estado asume y moderniza las Instituciones invirtiendo grandes cantidades de dinero público en la creación de Centros de Salud y puntos de asistencia continuada que proporciona un horario matinal de consultas médicas y asistencia posterior de urgencia, liberando al médico de horarios de más de ocho horas laborables que le proporcionarán calidad de vida. Todos estos hechos que sin duda marcaron un hito y un gran avance en el devenir de la sanidad Española 42