Pasión Cofrade
Semana Santa: manifestación de piedad popular
E
n una sociedad, cada vez más secularizada, resulta paradójico que la Semana Santa siga siendo un evento anual capaz de suscitar tanto interés general. A nadie deja indiferente. Desde los más acérrimos defensores hasta los más furibundos detractores no pueden evitar posicionarse. La presencia de múltiples artículos de información, de opinión, revistas, reportajes, vídeos, blogs… y una más que frenética actividad en las redes sociales son la prueba más evidente de la fuerza social que conserva este fenómeno religioso-cultural; cuyo análisis, por otra parte, es enormemente complejo Descubrir las claves de su genuino sentido rechazando tentaciones reduccionistas es, probablemente, la tarea más difícil a la hora de abordar tan peculiar fenómeno. Las geniales palabras de G. K. Chesterton en su libro El color de España, al describir la Semana Santa como “un drama completo y concreto perfectamente sencillo e insondablemente profundo”, ayudan, cuanto menos, a focalizar inteligentemente la comprensión de tan poliédrica realidad.
Lo incuestionable es que la Semana Santa viene mostrando desde la época bajomedieval y, principalmente, desde principios del siglo XVI el desarrollo de un modo de creatividad religiosa cuyo fin ha sido perpetuar la esencia del misterio pascual de Jesucristo. Una vivencia del misterio que desbordando la práctica litúrgica, progresivamente irá cristalizando en determinadas formas devocionales, auténtico centro de la piedad popular. En concreto, será en el tránsito del medioevo a la edad moderna, durante los siglos XVI y XVII, cuando eclosionen multitud de devociones piadosas y cultos populares. Las vicisitudes históricas que llevaron a la aparición y sucesiva proliferación de estas prácticas religiosas populares son múltiples. Algunos apuntan directamente al
Semana Santa • León 2017