MANUFACTURA
ARTESANOS DEL LUJO El nuevo libro Louis Vuitton Manufactures, editado por Assouline, presenta un exquisito recorrido visual por los talleres que dan vida a las piezas más emblemáticas de la maison. TEXTO PAULA POLIZZOTTO FOTOGRAFIA OLIVER PILCHER
EXISTEN ALGUNOS NOMBRES EN LA HISTORIA de la cultura francesa que explican por qué este país es considerado desde hace siglos la cuna del lujo artesano y la vanguardia artística. Uno de los más relevantes es Luis XIV, nombrado rey de Francia en 1643 con apenas cuatro años, cuya afinidad por el estilo de vida barroco sirvió para recuperar –tras dos siglos en manos del Renacimiento italiano– el liderazgo del país en el mundo de la moda, las artes y la cultura. El palacio de Versalles, una de las mayores extravagancias construidas para este rey que creía poseer autoridad divina, se convirtió en un punto de encuentro para artistas y artesanos de
toda Francia, que confeccionan los caprichos del monarca y de los miembros de su corte. Los talleres de esta nueva actividad, situados en el propio palacio, revitalizaron la economía del país utilizando materias primas producidas dentro de sus fronteras e iniciando una industria del lujo que situaría a Francia como su centro neurálgico durante los cinco siglos posteriores. Al igual que Luis XIV, otras figuras han ayudado a construir el clásico art de vivre francés. Louis Vuitton, el empresario que transformó el viaje de la alta sociedad de finales del siglo XIX con sus innovaciones técnicas y estéticas, es uno de ellos. Así lo cuenta el nuevo libro editado por
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En la página siguiente, artesano trabajando sobre la lona Monogram. Los talleres de Louis Vuitton, distribuidos por localizaciones de referencia histórica y cultural para Francia, son símbolo de cómo la maison integra el trabajo artesano y los procesos analógicos en la era digital.