ZAPATOS
LOS MODELOS CLÁSICOS Desde el verano hasta la ocasión más formal, una breve guía para elegir el calzado adecuado y, de paso, saber su nombre. 1. Derby con hebilla También conocidos como monkstrap, nombre que deriva de las sandalias con un cierre semejante propias de los monjes. Con una o dos hebillas, son apreciados por su comodidad de cierre y ajuste y por adaptarse a una situación formal con la misma garantía que los derby.
una frecuencia de sustitución de uno o dos pares al año, garantizaría la absoluta eficacia de este aspecto tan fundamental del guardarropa. Y contribuiría, por supuesto, a facilitar la capacidad de elección, que también tiene sus reglas. El esquema clásico al respecto sigue una pauta horaria, adaptada a los momentos del día y a las ocupaciones, que, grosso modo, aconseja zapatos más desenfadados por la mañana, que van ganando en elegancia a medida que transcurre la jornada hasta la noche. Una última reflexión está dirigida a los calcetines. Aunque la estética sport ha flexibilizado muchos dogmas, hay algunos que siguen firmas en lo que a elegancia se refiere. Por ejemplo, que los calcetines cortos están prohibidos con unos zapatos de cierta envergadura. De hecho, puede servir de orientación para calcular la medida saber que, cuando nos sentamos, no debemos dejar al descubierto la piel, por lo que en verano, más que acortarlos, habrá que optar por tejidos más frescos, como lana fría o seda. Solo los mocasines, indicados para las estaciones más calurosas, permiten su uso sin calcetines.
2. Brogue Se suele confundir con el tradicional calzado modelo oxford, pero en el caso del brogue el troquelado es mucho más vistoso y profuso. Este modelo puede acompañar perfectamente trajes con un cierto toque sport, pero a medida que la indumentaria gana en formalidad el zapato debe reducir sus adornos; y viceversa: mientras más profuso sea el troquelado, más informalidad aporta. 3. Derby o blúcher Considerados hermanos de los zapatos oxford, una de las características definitorias es su puntada de contorno entre la suela y el cierre. Así, su suela de caucho de goma frente a las de cuero del oxford. En el mundo del calzado, el derby se conoce como el zapato elegante para el ocio. Por su versatilidad, es un imprescindible en cualquier fondo de armario masculino. Por su estructura, se ajusta mejor a pies más anchos que el zapato oxford. Pueden ser lisos o con cierta decoración en forma de troquelado (lo que los convierte en semi-brogues). 4. Oxford Uno de los modelos más conocidos, compañero perfecto para el traje formal. Sus únicos adornos son sus pespuntes y los cordones, del mismo color que el cuero con el que se realizan. La versión de zapatos enteros, en la que el empeine está elaborado con una única pieza de cuero, redunda en su elegancia. De horma más estrecha que los derby, en el oxford el cierre de la cordonera es una prolongación de la pala, de forma que cuando se cierra no queda espacio en medio. Con un traje y una corbata, completa el look perfecto. 5. Mocasín Carece de cordones, hebilla o cualquier forma de sujeción. De cuero y suela de goma, es un zapato apto para ocasiones smart casual, pero difícilmente combina con un traje formal. Sus posteriores versiones en todo tipo de materiales y acabados lo han convertido en el preferido para las situaciones más sport y las estaciones más calurosas.
Trasera Cartera Pala o Empeine
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Puntera
Tacón Suela Cerco
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MARZO 2022
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