CONTEXTOS CLÁSICOS heroínas y héroes
Ariadna, ¿duermes? Teseo es el héroe de Atenas por excelencia. Era hijo de Egeo, el que fue su legendario rey. Teseo pidió a su padre que le permitiera ir hasta la isla de Creta para dar muerte a un monstruo, el Minotauro, con cuerpo de hombre y cabeza de toro, fruto del amor adúltero de la temperamental Pasifae, la esposa del rey cretense Minos, a un toro de belleza excepcional. Minos encerró al monstruo en un laberinto… Y allí había que alimentarlo, saciándolo con la carne de las doncellas atenienses más hermosas. Tal era el tributo que Minos había impuesto a los atenienses para estar en paz con ellos.
Ariadna aportará a Teseo aquello de lo que carecía: inteligencia y sentido común. Le explicó cómo salir del laberinto con un ovillo de lana cuyos, cabos no debían soltar jamás, ni ella ni él. Así es como, con paciencia y al cabo de un buen rato, Teseo pudo salir. Ariadna confesó que le había ayudado porque se había enamorado de él y pidió a Teseo que la llevara con él a Atenas. Teseo asintió y el viaje comenzó como historia de amor, entre caricias y besos. Cansados, llegaron a
ACTIVIDADES
A regañadientes, Egeo autorizó a su hijo a navegar hasta Creta. Le
dio velas negras para el viaje de ida y le pidió que las cambiara por otras blancas si regresaba victorioso, para ser visto desde lejos en el mar. Teseo entró en el laberinto y mató al Minotauro. ¿Pero cómo salir? Aparece entonces en escena otra extraordinaria mujer: Ariadna, hija de Minos, más inteligente que su astuta madre y el héroe.
86
la isla de Naxos a medio camino… Allí se acostaron, y mientras Ariadna dormía rendida por la angustia y el cansancio, Teseo, tumbado, pensaba despierto en lo que dirían en Atenas al llegar con la hija del rey enemigo. En ese trance, casi de puntillas y sin hacer ruido botó las naves y emprendió el viaje sin ella. Ariadna despertó, pero ya era tarde. Las naves se perdían en el horizonte. Ariadna gritaba desesperada y lanzaba una lluvia de insultos contra Teseo: «¡Cobarde, indigno! Me abandonas a traición sin mirarme a la cara». Teseo se ha ido. No viaja relajado. Con todo el ajetreo ha olvidado cambiar las velas negras por las blancas. Y Egeo, el padre ansioso y esperanzado, piensa que el hijo ha muerto y ha fracasado en su intento: se arroja al mar y muere. En recuerdo de esta historia el mar lleva, para la eternidad, el nombre de Egeo.
1 ¿Cómo definirías a Teseo? ¿Te parece alguien leal y responsable? ¿Y Ariadna?
2 ¿Qué era un monstruo en el mundo antiguo? Busca información y nombra alguno más, además del Minotauro.
3 Buscad, en grupos, el mar Egeo en un mapa e intentad trazar el viaje desde Creta a Atenas. ¿En qué islas pudieron parar para obtener agua y víveres? Una vez seleccionadas, buscad información de cada una y preparad una descripción oral de cada una de estas islas.