Nº 122 - Abril de 2022
Luis Mottola protagonista de la película El Hogar
...y cacareando Mientras escribo para cerrar este número de Luz y Tinta —número 122, cifra nada desdeñable—, pensando en recrearme siquiera momentáneamente en la propia dinámica de la revista y de quienes la componemos, resuenan como un grito desesperado las noticias del exterior: una huelga de camioneros recién terminada que ha puesto en jaque la distribución de mercancías en nuestro país y nos ha puesto frente al espejo de la cotidianidad unos precios disparados y en algunos casos disparatados, como salidos de su eje; la convulsión política nacional, con un PP en horas bajas que se aferra al clavo ardiendo de VOX para no perder comba popular; el eco interminable de la corrupción política, que estos días se enfanga en el caso de las mascarillas madrileñas con unas comisiones esas sí, disparatadas por un escaso cuando no nulo servicio al ciudadano; y sobre todo la guerra, la salvaje guerra de Rusia contra Ucrania que, como todas las guerras, está revelándonos lo peor de la condición humana: una guerra que los expertos auguran que será larga y acabará cambiando la fisonomía de Europa y de su economía, dejando un rastro de emigración dolorida y hambrienta en busca de pan y de cobijo. Y sin embargo, parece que la noticia de estos días —por no decir la noticia del año— es la bofetada de Will Smith a Chris Rock, presentador de la gala de los Oscar. Pan y circo, en fin. Por eso, por esta capacidad de la conciencia humana para evadirse de los problemas y de los compromisos, apetezco hoy centrarme en nosotros mismos, en esta revista que lleva caminando más de una década y que de vez en cuando nos da alguna satisfacción. Como en estos momentos. Veamos. Ya en su momento dije, recordando a la gallina en el momento de poner sus huevos, que teníamos que “cacarear” más nuestros logros y me comprometí a hacerlo. Por eso no está de más mirar a nuestro propio ombligo. Nuestro nivel de visitas ha ido creciendo igual que nuestro número de páginas y hoy, a pesar de la ausencia de nuestros amigos y colaboradores rusos y ucranianos, se sitúa en torno a las 20.000 visitas mensuales. Nuestro promotor, José Luis Cuendia, “Guendy”, se ha estrenado como productor ejecutivo de la película “El Hogar”, de Julio de la Fuente, a la que obviamente dedicamos varias páginas en este número. Y en estos momentos prepara a marchas forzadas el rodaje de su primer corto como director, Solo, basado en el cuento homónimo de Armando Palacio Valdés y en el que habré de tener alguna participación. Nuestro colaborador Laudelino Vázquez cierra en este número las correrías de Miguel Miralles y tiene ya comprometida su recopilación y edición en libro con una editorial asturiana. Lógicamente habremos de informar en su día de todos los detalles. Monchu Calvo y su hermano acaban de recibir otro premio fotográfico, éste en Langreo, por sus fotos sobre el concejo de Caso. Y para terminar, yo mismo he publicado una novela corta en Amazon, Vaivén de la memoria se titula, de la que hasta el momento —ya se sabe, en casa del herrero...— no he dado noticia ni estas páginas ni en Moldeando. Aunque todo se andará. En fin, que la vida sigue con sus alegrías y sus miserias, y que Luz y Tinta prosigue dando motivos para “cacarear” sus logros.
Francisco Trinidad
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Fotografía de Portada: Guendy
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Guendy. Sobre la película “El Hogar”
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Foto del mes: A. Polyakov
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Francisco Trinidad. Crimen en la sacristía (I)
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Gloria Soriano. El paraíso
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Rincón para el recuerdo: Franz Kafka
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Julia Navas Moreno. Por favor, arregle la habitación
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Laudelino Vázquez. Dónde estas Miguel Miralles, y XII
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Monchu Calvo. El bar de Leandro
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Juan Depunto. Luis Gordillo
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David du Chemin. ...tomar fotografías más fuertes
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Premio Ortega y Gasset a la mejor fotografía
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Hoang Largo Ly
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Myke Reyfman. Enormes icebergs de Groenlandia
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Zak van Biljon
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Nick Brandt
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Manel Armengol
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Fotos seleccionadas
PROMOTOR y DIRECTOR DE FOTOGRAFÍA: José Luis Cuendia, «Guendy» DIRECCIÓN, DISEÑO Y MAQUETACIÓN: Francisco Trinidad DIRECTORA DE COMUNICACIÓN: Lola González
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Número Marzo de 2022
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©foto guendy 5
el director julio de la fuente con el protagonista, luis mottola. foto pipe pereda
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El Hogar
La película de Julio de la Fuente Conocí a Julio de la Fuente en una de mis exposiciones fotográficas, ese fue el comienzo de nuestra amistad, a partir de entonces fueron frecuentes nuestros encuentros pues mediaba entre los dos nuestra pasión por el cine, de manera que podíamos pasar horas y tardes hablando de lo mismo bajo diferentes enfoques cinematográficos. Fue de visión obligatoria ver toda su filmografía para saber de qué hablaba cuando me enfoca diferentes aspectos de sus distintos trabajos, en los que persistía de forma constante el mismo problema, la falta de financiación para realizar sus trabajos tal y como él se los imaginaba. Lo que ocurre en estos casos siempre es que una cosa es lo deseable y otra muy diferente lo posible. ¿Qué hubiera ocurrido con muchas de sus obras, que por cierto fueron reconocidas internacionalmente con multitud de nominaciones y premios, si hubiera dispuesto de los medios económicos necesarios? Pronto me di cuenta de que estaba ante un personaje que bien podría haber salido de la cabeza del famoso guionista Carl Foreman, como Will Kane (Gary Cooper) el sheriff acosado pero integro que sigue los dictados de su conciencia en “Solo ante el peligro”, la película que todos interpretaron como una alegoría del “maccarthismo” y la caza de brujas. Y es que, hasta aquí, también encuentro cierta similitud con sus trabajos, pues no dejo de intuir a veces cierta caza de brujas. ¿Envidias? ¿Mal alineado políticamente o No alineado? O es Julio un “Verso Libre” de los que se utilizan en la poesía modernista. De lo que si estoy seguro es que como persona imaginativa necesita de total libertad para desarrollar su creatividad. El pasado otoño me encontré ante un gran dilema. Julio me presentó el primer borrador del guión literario de “El Hogar”, como un homenaje a Charles Chaplin con motivo del centenario de la película “El Chico”. Se trataría de una película de unos 87 minutos en blanco y negro y de cine mudo, con música que tendría que componer Isaac Turienzo y la ayuda de los títulos para reemplazar la voz de los personajes. Sinceramente me pareció una idea descabellada, en pleno siglo XXI, en la era de la robotización e inteligencia artificial, del hiperconsumo de imágenes por inmediatez, dar un salto en el tiempo hacia atrás no solo me parecía arriesgado, más bien suicida. Y el dilema era doble, pues su propuesta era que tenía que ser su Director Ejecutivo. La idea fue madurando y las dificultades iban en aumento en la medida en que se desarrollaba el proyecto. Un buen día me llama y me dice que pasamos al plan “B”, pues es inviable la financiación del plan “A” como largometraje, así pues pasamos al “B” como cortometraje. En varios días te paso el guión literario y el técnico, agregó. No pasó una semana cuando nos volvimos a ver y me comenta que hay que volver al plan “A” de largometraje y que, tras intentarlo por activa y pasiva, es imposible contar esta historia en 15 minutos, por lo que hay que ir a los 87 y que salga el sol por donde quiera. Así pues, nos ponemos manos a la obra, estudios económicos, financiaciones, contratación de actores, técnicos, ayudas institucionales, TPA (televisión autonómica), ayudas de empresas privadas, etc. Las películas de “low cost” son como los puñetazos. Hablar de 100.000€, puede que sea una cifra baja dentro del abanico de películas de bajo coste, pero puedo asegurar que es una verdadera obra titánica el poder afrontarla, para ello es necesario que los actores crean en el proyecto y que sean conscientes del riesgo económico de la productora. En honor a la verdad hay que decir que así fue entendido por todos, tanto el equipo técnico como el equipo de actores. Creo que todos acudieron porque el guión y el desarrollo del proyecto, si bien es arriesgado es singular, atrevido, valiente y aunque no llenará las salas como las grandes superproducciones, que no todas las llenan, pues a veces los millones que están detrás no son suficientes para que el público reconozca y estime la obra; pero
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el hombre que susurraba a los burros. foto guendy
si esta obra, “EL Hogar”, al final es digna y reconocible porque no puede ser estimada y reconocida por el público en general. La productora se conforma con cubrir sus costes, y el reconocimiento al autor puede abrir las puertas a producciones de mayor nivel que están vetados para la mayoría de las personas que se dedican a este bello y noble arte del entretenimiento y la cultura. Eso sería lo deseable. Lo deseo de corazón, quiero que este gran director de actores deje de sentirse como el sheriff Will Kane, que cuanto mayor es la tensión mayor es su soledad, cuanto mayor es su soledad mayor es su temor, y evidentemente el de los que le rodeamos. Esta es su apuesta, pero no solo es la suya, es también la de todos los que nos hemos embarcado en ella. Es el amor que todos sentimos por este maravilloso mundo del cine. Decía al principio que cuando llegó a mis manos el proyecto me pareció una idea descabellada, incoherente desde un punto de vista económico dados los tiempos que nos toca vivir en una sociedad y en un mercado cinematográfico muy saturado por sus amplios y variados productos, y lo que es peor para las pequeñas productoras , que los grandes productos son comercializados a escala global, el cine también. Si bien cabe un elemento que diferencia al cine de la práctica totalidad del resto de productos y servicios y es su carácter artesanal
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y artístico. Precisamente, la presencia de este factor nos obliga a apoyarnos en un acercamiento distinto a los consumidores de cine. No debemos buscar la mera atracción, sino la implicación emocional del espectador en el producto, y Julio lo sabe muy bien a la hora de llegar a las emociones de la gente. Estoy convencido de que en el montaje de la película para la que se cuenta con un gran profesional (Benito Sierra) que lo ha ido demostrando en el tiempo con diferentes trabajos, unido todo ello a la idea que el director tiene en la cabeza, estoy convencido, digo, que se manejarán a la perfección los tiempos en la narración en un montaje que hará de esta una gran película Salvando las distancias, quién le iba a decir a Michel Hazanavicius cuando filmó The Artist, drama y comedia romántica, película muda en blanco y negro, que sería la película de 2011 más nominada a los Globos de Oro. Finalmente, ganó en la categoría como mejor comedia o musical, Globo de Oro a la mejor banda sonora, y mejor actor de comedia o musical para Dujardin. En enero de 2012, la película fue nominada para doce BAFTAs. Fue nominada para diez premios Óscar y ganó cinco, incluyendo mejor película, mejor director para Hazanavicius, y mejor actor para Dujardin. Las películas de Julio de la Fuente todas ellas tienen un marcado tinte social y ésta sobremanera. Una vez que se entra en el guión, se nota el paso de la utopía a la realidad, con guiños a la Viridiana de Luis Buñuel, cuando acoge a un grupo de vagabundos, a quienes brinda refugio y alimento, evidentemente sin la irreverete emulación de la última cena de Leonardo. Estos desgraciados menesterosos de Julio de la Fuente ocupan una mansión ante la falta de un hogar donde vivir, y se muestran ante la abundante comida como un regalo de Dios a la hora de bendecir la mesa. El desenlace hace que inevitablemente nos recuerde a la familia Leguineche de Luis Berlanga, pero más si cabe a “Todos a la cárcel”, pues también aquí se dan citan en el “affaire” de los okupas, los policías, el ladrón, gentes de la política, la cultura, la iglesia y la farándula, solo faltó que aprovecharan la ocasión para hacer lucrativos negocios. La película cuenta con un elenco de actores de primera línea, veteranos de las tablas curtidos por cientos de películas muchos de ellos, y que conforman esta historia coral en un cincuenta por ciento y en los papeles más importantes, el otro cincuenta por ciento figurantes especiales al mejor estilo del cine neorrealista, donde coexisten actores profesionales con actores no profesionales, rostros de verdad que se enfrentan por primera vez a una cámara, y que nos recuerda al cine de Roberto Rosellini, Luchino Visconti, etc. Queda otra importante asignatura que revalidar y es la segmentación del mercado a la que irá dirigida
la película. El consumidor de cine como espectador recibe una serie de influencias que le llevan a escoger una u otra película a la hora de ir al cine, tales como las opiniones de la crítica, los actores, etc., en el caso de experiencias pasadas con películas del mismo género. Juega a su favor que es una película atípica y singular, que puede pasar de todo dada su novedad, pero aun así su difusión, publicidad y distribución tiene costes económicos elevados, un gran “hándicap” para las producciones de “low cost”. Habrá que estrujarse la cabeza y sacar el máximo partido a las redes sociales, para el próximo mes esperamos contar con una página web de la película, donde se irá dando cumplida información hasta el día de su estreno el 31 de octubre en el Teatro Filarmónica de Oviedo. Durante quince días hemos convivido cerca de cien personas, entre actores, figurantes, técnicos etc, en torno a una aldea asturiana llamada Llames de Parres, donde se rodó el 90% de la película. Algunos ya nos conocíamos, con otros grabamos nuestra amistad por primera vez. La película no sólo será una bella historia coral, también será el trabajo colectivo de todo un equipo, una familia del cine. Y me gustaría quedarme con una de las partes más humanas y solidarias de esta experiencia, y es la que durante los días de rodaje mantuvo la familia del director Julio de la Fuente, lo que quiero revelar nos da una idea exacta de este tipo de cine artesanal y familiar al que me he referido en varias ocasiones; pues durante estos días su mujer Magdalena, su hija Cristina se encargaron de la intendencia de todo el equipo, no eran la señora o la joven hija del director pavoneándose por los set de rodaje, eran las que todos los días preparaban desayunos, comidas y cenas para más de 50 personas, y aunque la procesión vaya por dentro nunca una mala cara o contestación, siempre pendientes de si querías o necesitabas algo. Lo mismo que su cuñado Gaspar y su esposa Esther, siempre dispuestos a echar una mano, y no es que el tiempo les sobre, todo ello atendiendo a la vez más de cincuenta cabezas de ganado vacuno, por cierto pionero del ganado ecológico en Asturias. No cabe duda de que es otra manera de ver, de pensar y de hacer cine, como bien cantara Luis Eduardo Aute: Cine, cine, cine Más cine por favor Que todo en la vida es cine Que todo en la vida es cine Y los sueños Cine son Durante los próximos meses hasta el mes del estreno que cerrará el Director de la Película Julio de la Fuente, irán desfilando por las portadas de Luz y Tinta los actores cuyos papeles han sido los más importantes, así como entrevistas a los mismos, este mes iniciamos con el actor protagonista, Luis Mottola.
José Luis Cuendia, “Guendy”
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l grupo el último día foto jesús álvarez
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foto guendy
Entrevista a Luis Mottola —¿Qué nos puede decir Luis Mottola de Luis Mottola? —Bueno, lo primero saludar a todos. De mi les puedo decir que soy un actor todo terreno, de estos que la luchan, la luchan y la pelean, un guerrero. Hay una frase muy bonita que me han dicho hace muchísimos años y que hay algo que me identifica, tres meses cucaracha, tres meses mariposa, que pueden ser tres horas, tres días, tres meses o tres años, pero lo más importante es como lo sostienes, como sostienes la carrera; ese es el yo actor, también soy el yo padre, el yo marido, que estoy casado, que tengo dos hijos y que vivo aquí en España ya hace veinte años. Bueno son veinte años de carrera aquí pero yo ya venía trabajando en Argentina, así que… las facetas como cualquier otro ser humano, intentando cuidar mis valores y por sobre todas las cosas, la humildad por delante. —¿Y que nos puedes decir de tu experiencia aquí en Asturias con motivo del rodaje de la película “El Hogar” dirigida por Julio de la Fuente? —Mi experiencia fue muy agradable, yo creo que esta película va a dar que hablar, porque nadie hoy por hoy, se la ha jugado en hacer un homenaje a ese cine, en blanco y negro, ese cine mudo, ese cine de Chaplin, y como dicen el que no arriesga no gana y eso es bastante bonito también, poder jugársela y tirar para adelante con un proyecto con estas características que va a ser absolutamente novedoso. Creo que eso fue lo que nos hizo a nosotros entrar también en esta historia con Julio, que Julio se ve realmente un hombre totalmente apasionado por el cine con mucha energía y que creo que todo lo que va a cuidar este material lo definirá en su montaje. El montaje para mi será lo que defina esta película sobre todas las cosas, pero yo estoy pasando un momento de mucho aprendizaje. —Es evidente que en tu carrera habrá habido momentos muy dulces de éxito pero también momentos difíciles, ¿que nos puedes decir sobre ello? —Bueno momentos difíciles es eso que te comentaba de cucaracha-mariposa. Difíciles claro, esta es una carrera con muchos altibajos, muy inestable, entonces hay que saber transitar por esta profesión, no es fácil, eligen otros cuando trabajas y cuando no, aparecen pruebas y a veces no aparece ninguna, tienes que saber buscarte tu plan B, para sostener más cuando tienes familia, tienes niños, es una profesión muy cruel, pero también es maravillosa y apasionante, nosotros tenemos la gran posibilidad de meternos en la vida de otros. Es una profesión difícil de sostener. —Como bien decías eres un todo terreno, ¿cómo puedes explicar el secreto de tus éxitos? —Bueno, yo creo que lo que más define esto es trabajar con mucha profesionalidad, cuidando al equipo y a la gente que hay alrededor, que la gente se sienta bien y a gusto contigo, y que el trabajo sea un lugar donde haya juego también, porque el teatro es juego, esta profesión es juego., entonces cuando tu mantienes una cierta harmonía en todo lo que te rodea pues disfrutas mucho de tu profesión, y mostrar verdad, si no hay verdad esto no sirve para nada. —¿Nos puedes hablar algo de tus nuevos proyectos? —Estoy haciendo un monólogo, estoy intentando meterme en el estándar poco a poco, estoy ahora con eso en la construcción de un monólogo, es verdad que yo venía de mucha gira de teatro, entonces ahora estoy intentando volver a la ficción y hacer una estrategia respecto a…no te puedo decir nada en concreto, acabo de terminar esta película y venía de
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con guendy que también tine un papel en la peli. foto pipe pereda hacer otra que se titula “Mesa para tres” que también la hice con Nerea Garmendia como compañera y ahora la idea es con una estrategia para entrar en la ficción. —Para que nuestros lectores conozcan mejor la personalidad humana de Luis Mottola, nos puedes decir cuál es tu momento de paz, a lo largo de los días de trabajo, cuando encuentras los momentos de paz en tu vida. Lo que tú consideres que son momentos de paz. —Si.., bueno, cuando estoy con mis hijos, esos son momentos de paz, porque los veo sonreír, crecer sanos, los veo muy bien y eso me da paz y tranquilidad. Mis momentos de soledad también, cuanto tengo mis espacios que necesito el silencio, que me acompañe el silencio, y esos momentos me los busco, soy un poco lobo solitario en ese sentido, busco esa noche donde todos se han ido ya a dormir y yo me quedo con mi café agustito, que todos me dicen café por la noche…, no te preocupes que yo duermo perfectamente. —En esas cosas personales sabes que a las personas a veces se las conoce por los libros que leen, la música que escuchan. ¿Cuál es tu canción favorita? —Tengo varias, pero si voy a decir quién es una cantante favorita que es Aretha Franklin, a mí todo lo que tenga que ver con ese estilo de música me fascina, es verdad que también me gusta mucho el “Blues” y la música cubana, es que a mí la música me encanta, por eso te digo, te puedo pasar de una cosa a la otra, pero si es verdad que Aretha es una cantante fascinante. —Y alguna manía que sea confesable. —Que sea confesable es verdad, pero la verdad no soy maniático ni tampoco tengo ritos, no soy de esos que antes de entrar al escenario saltan tres veces a la pata coja, no; pero si soy maniático con eso de que el texto tiene que estar bien sabido y aprendido del día anterior perfectamente, que no puedo ir con el texto a medias, y no me acuesto, no me duermo sin saberlo perfecto.
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Yo creo que esta película va a dar que hablar, porque nadie hoy por hoy, se la ha jugado en hacer un homenaje a ese cine, en blanco y negro, ese cine mudo, ese cine de Chaplin
—¿Coleccionas algo? —Ya no, pero coleccionaba, antes coleccionaba corchos, lo dejé de hacer, pero los corchos de todos los vinos que iba abriendo con amigos, porque me parecía que eran momentos para tenerlos siempre en el recuerdo, hasta que al final me dije que los momentos son los míos vividos, y ya está, dejemos los corchos que sigan su rumbo. —Bien, ¿nos podrías hacer una fotografía en forma de caricatura que represente algo favorito de tu infancia? —Buuf, bueno si, pero algo como caricatura, te diría de la mano de mi padre con un globo en la otra y esa imagen de espaldas con él caminando por un sendero, me parece que esa sería la fotografía. —Caminando hacia un punto de fuga que represente el futuro que estaba por venir. —Absolutamente. —Si no fueras actor, ¿ a que te dedicarías? —Soy profesor de Educación Física también, y licenciado en Educación Física con Educación Especial, he trabajado mucho con discapacitados de la diversidad funcional, creo que seguiría por ese rumbo que era por donde estaba. Ejercí muchos años de eso, hice la carrera de Psicodrama y empecé a trabajar en formación, así que todo lo que fui creciendo como educador lo junté con el teatro y hago formación para empresas también. —Un amor platónico. —Buuf, han pasado también amores platónicos por mi vida, creo que sigo teniendo, pero creo que me enamoro de la música, de esos momentos que te comentaba recién del silencio, no tiene por qué ser un amor platónico una mujer, pero esos momentos a mí me pRECE que son muy respetables, me escapo y solo con eso y mi compañero el silencio y estoy fascinado. —La última mentira que hayas dicho. —Hace un ratito. (Risas) —¿Sigues alguna serie de televisión? —Si, sigo series en Netflix, y te recomiendo una que he visto recientemente y que me ha gustado mucho “Ozark”, es una maravilla, y la última que he visto es “You”, un inquietante thriller psicológico maravilloso. —Lo primero en que te fijas de una mujer. —Su mirada, su boca, fundamental esa cara tiene que ser bellísima que es con lo que te levantas por la mañana, por lo menos para mí. —¿Que te encanta que te regalen? —En verdad, buena onda, positividad, buen rollo, alegría, sonrisas. —Algún placer culposo. —Es que no es culposo, el vino. —Ja,ja,ja, siempre vamos al mismo punto de partida —¿Verdad? Siempre vamos al mismo punto de partida, es como un buen queso, siempre tiene que estar bien acompañado.
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foto pipe pereda 16
—Como hombre de mundo, hombre de cine, supongo que habrás viajado mucho, ¿cuál es tu viaje favorito? —Viaje, viaje, viaje, no, no; yo creo que el viaje favorito que he tenido es justamente con mi padre que en paz descanse, en un barco hace muchísimos años, que fuimos a Rio Gallegos a la punta del sur de Latinoamérica, en la zona austral de la Patagonia, que casualmente estaba próximo a la guerra de Las Malvinas , y mi padre me saco prácticamente de ahí, me vistió de marinero y me metió para ahí para que no tenga problemas, entonces a mí me faltaban aún dos años, pero era muy joven y él tenía miedo que me llamaran para aquella historia, y ese viaje fue fascinante no lo olvidé más. —Luis, yo que he tenido la suerte de viajar algo por este mundo ancho y ajeno, creo que te lo he comentado en algún momento del rodaje, uno de los viajes más fascinantes que he realizado bajo todos los puntos de vista, paisaje y paisanaje, ha sido por tu país, desde la frontera con Brasil en la Cataratas de Iguazú, hasta la ruta que lleva al estrecho de Magallanes. —Qué maravilla, Guendy, conoces más de mi país que yo, te lo aseguro. Bueno Córdoba es una maravilla pero tú has hecho mucho más que yo. —Y qué poderes de superhéroe te gustaría tener. —A mí el tema de la invisibilidad me parece interesante por momentos, estar en momentos como para después decir —¿Por qué me mientes? Si yo estaba allí, huy que bonito sería ese momento —Para terminar, ¿de cuál de tus trabajos te sientes más orgulloso? Te lo digo porque he leído tu biografía y es muy intensa, has hecho muchas cosas. —Si, si puede que en “El Internado” la serie que hecho aquí, puede que haya marcado un antes y un después en mi carrera, pues hasta el día de hoy mucha gente en la calle me recuerda por ese personaje, pero al margen de eso yo creo que cada uno de los proyectos a los que voy entrando tienen una magia especial y hay que buscarles la vuelta para que te apasionen y te metas de lleno en lo que estás haciendo y vuelvo a decirlo que la gente que te rodea este a gusto contigo, que estén bien, que se sientan bien. —Lo he podido comprobar, en esta película eres el eje, te ganaste a todos, te ganaste a los niños, te ganaste al equipo técnico, y yo no soy una persona muy dada al halago fácil y tengo que confesar que también me ganaste desde el primer día en que nos presentó Julio, tu forma de ser también me cautivo, me decía jolín este hombre se gana a todo el mundo. —Qué bueno, es algo que me gusta que se note que la gente está a gusto, que esté bien. —Se nota, se nota que ese es el veneno que necesitas para trabajar libre y a gusto contigo y con los demás. —Esa es la inyección que yo necesito, si yo veo que los demás están bien, y que yo ayudo a que la gente estén bien, esto rula mejor, y las cosas serían mucho mejor en la vida misma, no solo en los trabajos, porque creo que nos estamos haciendo daño entre nosotros los seres humanos, en vez de cuidarnos más y protegernos más los unos a los otros, pues elegimos, la envidia, la bronca, si parece que triunfas a mí me jode, todas esas cosas que son cosas dañinas, es que justo lo decía, mira los niños, no hay maldad, justo crecemos y ya la jodimos. Qué lástima. [La entrevista completa se podrá escuchar próximamente en los Podcast de la Radio de Moldeando la Luz.]
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gaspar, jesús, pipe, luis motola, lisardo foto guendy
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con los niños foto pipe pereda
con zoe t la gallina.foto de guendy
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con noa. foto guendy 20
con pipe que también trabaja en la peli. foto guendy
Luis Mottola Luis Gustavo Mottola García (n. Buenos Aires; 21 de febrero de 1968), conocido artísticamente como Luis Mottola, es un actor, presentador, entrenador y formador español de origen argentino. Luis Mottola comienza en Argentina su carrera en 1988 como actor de televisión mientras realiza sus estudios de interpretación y la licenciatura de Profesor de Educación Física (INEF). Tras participar como secundario en múltiples series juveniles de Telefé, Canal 13, Pol-ka y Azul TV (El gordo y el flaco, Muñeca brava, Verano del 98, El oro y el barro o Ilusiones, entre otras), pronto da el salto a las producciones de mayor éxito del país con papeles fijos principales en Los buscas de siempre, Los simuladores, ¡Grande, Pa!, Life College, Chiquititas, Montaña rusa, Amigovios, El 22 o Enamorarte, convirtiéndose en uno de los rostros más populares del país gracias a sus particulares creaciones de arquetipos como el malo o el galán clásico. Durante esta etapa, participa también en múltiples proyectos teatrales, entre los que destaca su trabajo en El acompañamiento del clásico autor argentino Carlos Gorostiza junto con el actor y cantante argentino Pepe Mariani, en La tempestad de William Shakespeare como el Príncipe de Nápoles o en No hay que llorar de Roberto Cossa como Osvaldo. Tras varias estancias temporales en España, Luis Mottola decide fijar su residencia en Madrid a partir de 2004 y retoma su carrera con personajes episódicos en la mayoría de las series de la época dorada de la ficción española, participando en Física o química, 21
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Los Serrano, Aquí no hay quien viva o Amar en tiempos revueltos, entre otras. En 2006, interpreta su primer papel protagonista en España en En l’aire, ficción producida por Canal 9 en la que interpreta a Emilio. El proyecto En l’aire, que se cancela inesperadamente tras la grabación de los primeros diez episodios, conducirá directamente a la incorporación de Luis Mottola en Negocis de familia, la serie de mayor éxito de la televisión valenciana de los últimos años en la que interpretará a un perverso pero atractivo Fabián Sabinelli y cuya tramas fueron seguidas por miles de espectadores hasta desembocar en un inesperado y emocionante final en 2007. Gracias a Negocis de familia, Luis Mottola es un actor ampliamente reconocido y popular en la Comunidad Valenciana y limítrofes en las que se ha emitido (y reemitido repetidamente) esta serie producida por Estudios Valencia Televisión y Zebra Producciones para Canal 9. Durante esta etapa, también co-produce en colaboración con el productor y director español Nacho A. Llorente la última versión realizada en España de El acompañamiento de Carlos Gorostiza, en la que esta vez dejará el papel de Sebastián en manos del actor argentino Pablo Centomo e interpretará el personaje de Tuco que en su momento hiciera Pepe Mariani. El acompañamiento en la producción de Artematopeya fue pre-estrenado el 14 y 15 de mayo de 2005 en el Teatro Lope de Vega de Chinchón y estrenado para temporada en el Teatro Tribueñe de Madrid entre septiembre y noviembre de 2005 con gran éxito de crítica y público. La producción introdujo importantes innovaciones en el tratamiento escenográfico y en la dirección de actores y contó con la música en directo de los instrumentistas Carlos Echegaray y Lucho Baigo. Tras El acompañamiento, interviene en diferentes producciones teatrales como ¿Dos? del dramaturgo español Borja Ortiz de Gondra, Criminal del dramaturgo y guionista argentino Javier Daulte o Esperando a Godot de Samuel Beckett en producción de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. En 2006, y tras una breve colaboración en La distancia del director español Iñaki Dorronsoro, participa en las películas 3:19 Nada Es Casualidad del guionista y director mejicano Dany Saadia y en The Bourne Ultimatum, dirigida por Paul Greengrass y protagonizada por Matt Damon en 2007. Desde 2008, interpreta el papel de Andrés Novoa, uno de sus mayores éxitos en la televisión española, en la serie El internado, producida por Globomedia para la cadena española Antena 3, en las cuatro últimas temporadas de la serie que concluye en 2010. A partir de 2008, Luis Mottola también participa en dos importantes proyectos internacionales de HBO, uno de los canales de televisión por cable y satélite más populares de Estados Unidos propiedad de Time Warner. Será anchorman y presentador de La Liga en acción, un programa sobre la liga española de fútbol emitido en exclusiva para Estados Unidos y Latinoamérica y en la IPTV de la LFP que incluye reportajes, documentales y entrevistas a los miembros más destacados de la Liga Española de Fútbol Profesional. En 2010, Luis Mottola volverá a presentar para HBO la serie-limitada ‘Destino Sudáfrica 2010, un programa documental emitido en las
semanas previas a la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de 2010 en Sudáfrica. En 2009, Luis Mottola regresa a la Comunidad Valenciana para rodar la TV-movie Desátate, una comedia del director valenciano Jesús Font producida por Malvarrosa Media y Diagonal TV en la que interpreta al paranoico Rafa. Desátate participó en las secciones oficiales a concurso de la XXX Mostra de València, la I Edición de Seminci TV 2009, la 3ª Mostra de Cinema i Audiovisual SomCinema 2009 y la Sección Oficial Festival Tirant Avant 2010, en el que fue galardonado con los premios a Mejor actor (Jaime Pujol), Mejor Película para TV, Mejor Dirección Artística y Mejor Versión Valenciana. También en 2009 participará en la producción teatral Caídos del cielo de la dramaturga y directora Paloma Pedrero estrenada en el XXV Festival de Otoño de Madrid y reestrenada el 19 de mayo de 2009 en el Teatro Fernando Fernán Gómez de Madrid. Caídos del cielo fue finalista en los Premios Valle Inclán de Teatro concedidos por el suplemento «El Cultural» del diario El Mundo del Siglo XXI como acontecimiento teatral más importante del año 2009. En octubre de 2012, se emite en España Mitos y leyendas, la serie de La 2 en la que interpreta el personaje de Egisto. Su siguiente participación cinematográfica es en Alacrán enamorado, basada en la novela de Carlos Bardem, dirigida por Santiago Zannou y protagonizada por Álex González que será estrenada en 2013. Desde abril de 2013, graba la serie musical de ficción Dreamland, producida por Mediaset España y que será emitida en 2014 en Cuatro. En 2014, graba la exitosa serie de ficción Sin identidad, producida por Diagonal TV para Antena 3 y escrita por Sergi Belbel, que se estrena el 13 de mayo con un arrollador 25,7% de audiencia (4.931.000 espectadores). También protagoniza los cortometrajes Misila y Solos en la noche, escrito y dirigido por Javier Alonso y con fotografía de Jacobo Vázquez Dodero, candidato al Óscar 2014 por su participación en el cortometraje Aquel no era yo. En el mes de marzo se incorpora a la Academia del verso de Alcalá de Henares, para preparar bajo la dirección de Yayo Cáceres y Álvaro Tato, fundadores de la compañía de teatro Ron Lalá, un nuevo proyecto de teatro para revisitar el Tenorio clásico. En el mes de abril, vuelve al canal internacional HBO de Time Warner como presentador de la serie documental Destino Brasil 2014, un programa deportivo de entretenimiento emitido en Estados Unidos e Iberoamérica en las semanas previas a la celebración de la Copa Mundial de Fútbol de 2014 en Brasil. También colabora en el largometraje documental Messi escrito por Jorge Valdano y dirigido por Álex de la Iglesia como voiceover de uno de los personajes (periodista). En mayo, estrena en Madrid un texto de microteatro (Álvaro o la fuerza del vino) escrito por el actor y director Nancho Novo y en junio encarna el personaje del Comendador en J - Variaciones sobre Don Juan, función de estreno absoluto en el festival Clásicos en Alcalá 2014 escrita por Álvaro Tato y dirigida por Yayo Cáceres, que interrumpirá por una intervención quirúrgica. Tras unas semanas de recuperación, retoma sus proyectos para 2014 con la grabación del largometraje Legionario, escrita y dirigida por Eduardo H. Garza, del cortometraje La Doña, del
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realizador y productor Alejandro Marcos, y de la serie de ficción Aquí paz y después gloria, protagonizada por Antonio Resines. El 12 de diciembre de 2014 se estrena en Italia Senza identità, la versión internacional de Sin identidad que alcanza el primer puesto de lo más visto con 4.439.000 espectadores y un 19,1% de share en Canale 5. En 2015, cancela su participación en los largometrajes Una historia criminal y El faro por necesidades de agenda y junto con Fernando Albizu protagoniza, en su regreso al teatro, el nuevo texto de Íñigo Ramírez de Haro, el musical Trágala, trágala en una producción de Yllana dirigida por Juan Ramos con música de Ron Lalá estrenada en la programación del Teatro Español de Madrid en marzo de 2015. En noviembre, el musical Trágala, trágala, en una nueva producción de Yllana de nuevo dirigida por Juan Ramos, protagoniza la reapertura del clásico Teatro Nuevo Apolo de Madrid, convirtiéndose en el espectáculo que devuelve al Teatro Nuevo Apolo a la vanguardia del teatro musical en Madrid. También colabora en 2015 con proyectos de musicales como la grabación de los cuentos del compositor Alejandro Vivas Puig. En 2016, se presenta en el Auditorio Nacional de Música con el personaje Gaucho Colate en el concierto En busca de la llama perdida de Alejandro Vivas Puig y protagoniza su primer videoclip musical Sentado junto a ti con la banda española Noviembre, producido y dirigido por Jorge Escobedo de Sôber. También dirige y protagoniza Yo me bajo en la próxima, ¿y usted? y Feliz Aniversario de Adolfo Marsillach, en la gira Viajando con Marsillach producida por Valera Producciones. En junio, protagoniza junto con Lolita Flores el cortometraje Carne, de nuevo escrito y dirigido por el realizador y productor Alejandro Marcos, y comienza con el rodaje del largometraje Es por tu bien, escrito por Manuel Burque y Josep Gatell. Comienza 2017 con los estrenos de los largometrajes Legionario y Es por tu bien y del cortometraje Carne, que protagoniza junto con Lolita Flores. Además, en el primer trimestre comienza la grabación de un nuevo largometraje. En abril, estrena en el Teatro La Latina de Madrid Prefiero que seamos amigos de Laurent Ruquier, en una producción de Jesús Cimarro y Pentación Espectáculos dirigida por Tamzin Townsend que co-protagoniza con Lolita Flores y que gira a partir de agosto hasta verano de 2018 por los mejores teatros del circuito nacional hasta completar una gira de 200 funciones con multitud de referencias en prensa, presentaciones en televisiones y radios y éxito de crítica y público, que llena la mayoría de los teatros incluidos en la programación. Además, comenzará a girar con Teatro para incluir, un proyecto de teatro con proyección social. En 2018, durante su gira teatral, regresa al canal internacional HBO de Time Warner como presentador de la serie documental Destino Rusia 2018, la serie de entretenimiento sobre las figuras deportivas de la Copa Mundial de Fútbol de 2018 que se emite en todo el mundo a través de la plataforma digital HBO. También concluye junto a junto a Antonio de la Torre y Chino Darín la grabación de la película La noche de 12 años, de Álvaro Brechner, basada en el libro autobiográfico Memorias del calabozo sobre el encarcelamiento de José “Pepe”
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Mujica. La película es ovacionada en la Bienal de Venezia y multipremiada en varios festivales (Biarritz, Bélgica) y, finalmente, La noche de 12 años es nominada en varias categorías de los Premios Goya 2018 de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, entre las que destacan la de Mejor Película Iberoamericana y Mejor Guion Adaptado. También es candidata a la nominación en los Oscars de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas americana, en el apartado de Mejor Película de Habla no Inglesa. En 2019, comienza la gira de la producción teatral de La fuerza del cariño, en producción de Jesús Cimarro y Pentación Espectáculos dirigida por Magüi Mira y que vuelve a co-protagonizar con Lolita Flores. Además, estrena el programa de radio No me cambies la vida, que dirige y presenta en COPE Sureste. En 2020, durante el parón de la gira de La fuerza del cariño ocasionado por el coronavirus, protagoniza junto a Lolita Flores la película Llévame hasta el cielo, basada en el libro del mismo título de Nacho A. Llorente y dirigida por Juan Carlos Rubio, prevista para su estreno en plataforma digital a finales de 2020. Coincidiendo con la reapertura de los teatros, Llévame hasta el cielo se convierte también en producción teatral, que comienza su andadura en el Teatro Galileo con el mismo equipo y que de nuevo co-protagoniza junto con Lolita Flores. Durante el confinamiento, también produce un formato casero de cocina, Mottola en la cocina, accesible desde sus cuentas sociales en YouTube, Facebook e Instagram. TEATRO Llévame hasta el cielo, de la obra teatral de Nacho A. Llorente. Dir. Juan Carlos Rubio. Producción de Lolita Flores y Lerele Producción. Estreno en julio de 2020. Gira nacional 2021. La fuerza del cariño, de la película de J.L. Brooks y la obra teatral de Dan Gordon. Dir. Magüi Mira. Producción de Jesús Cimarro y Pentación. Estreno Julio 2018. Gira nacional. Prefiero que seamos amigos, de Laurent Ruquier. Estreno abril de 2017. Producción de Jesús Cimarro y Pentación, dirigida por Tamzin Townsend. Teatro de La Latina y gira nacional 2017-2018. Esperando a Fofó, de Ozkar Galán. Producción de Artematopeya, dirigida y protagonizada por Luis Mottola. Proyecto Teatro para incluir, gira 2017. Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?, de Adolfo Marsillach. Producción de Varela Producciones, dirigida y protagonizada por Luis Mottola. Gira Viajando con Marsillach 2016. Feliz Aniversario, de Adolfo Marsillach. Producción de Varela Producciones, dirigida y protagonizada por Luis Mottola. Gira Viajando con Marsillach 2016. En busca de la llama perdida, una producción de Grupo Concertante Talia dirigida por Silvia Sanz Torre con música y libretto de Alejandro Vivas Puig - narrador, personaje Gaucho Colate - estreno noviembre 2015 en el Auditorio Nacional de Música de Madrid. Trágala, trágala, de Íñigo Ramírez de Haro, una producción de Yllana dirigida por Juan Ramos Toro con
luis mottola con jesús álvarez. foto pipe pereda
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julio dirige a la fa 26
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música de Ron Lalá - estreno noviembre 2015 en el Teatro Nuevo Apolo. Trágala, trágala, de Íñigo Ramirez de Haro, una producción de Yllana dirigida por Juan Ramos con música de Ron Lalá - estreno marzo 2015 en el Teatro Español. Still, de Nacho A. Llorente. J (Variaciones sobre Don Juan), de Álvaro Tato, dirigida por Yayo Cáceres - estreno Clásicos en Alcalá (2014). Álvaro o la fuerza del vino, microteatro de Nancho Novo, 2014. Caídos del cielo de Paloma Pedrero - Teatro Fernando Fernán Gómez, 2009. El Acompañamiento de Carlos Gorostiza como Tuco. 2005. Dir. Nacho A. Llorente. Criminal de Javier Daulte. 2005. ¿Dos? de Borja Ortiz de Gondra. 2005. Esperando a Godot de Samuel Beckett en producción de la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid. 2003. El Acompañamiento de Carlos Gorostiza como Sebastián. (2001) No hay que llorar de Roberto Cossa. 1999. La Tempestad de William Shakespeare. 1995. CINE 2020 - Llévame hasta el cielo, de la obra teatral de Nacho A. Llorente. Dir. Juan Carlos Rubio. Producción de Lolita Flores y Lerele Producción. Pendiente de estreno. 2018 - La noche de 12 años, largometraje escrito y dirigido por Álvaro Brechner para Tornasol Films, Manny Films, Salado Films y Haddock Films (2017). Reparto. 2016 - Es por tu bien, largometraje escrito por Manuel Burque y Josep Gatell y dirigido por Carlos Theron (prod. Telecinco Cinema y Queixito Films). 2016 - Carne, cortometraje protagonizado por Luis Motola y Lolita Flores escrito y dirigido por Alejandro Marcos. 2014 - Messi (voiceover), largometraje escrito por Jorge Valdano y dirigido por Álex de la Iglesia. 2014 - Legionario, largometraje escrito y dirigido por Eduardo H. Garza. 2014 - La Doña, cortometraje escrito y dirigido por Alejandro Marcos. 2014 - Misila cortometraje (TBA). 2014 - Solos en la noche, cortometraje escrito y dirigido por Javier Alonso y Jacobo Vázquez Dodero. 2013 - Alacrán enamorado, largometraje dirigido por Santiago Zannou. 2013 - Se busca, cortometraje escrito y dirigido por Miguel A. Postigo y David Hebrero. 2011 - Vuelo cancelado, cortometraje escrito y dirigido por Gabriel Beitia y Susan Béjar. Finalista de la Novena Edición de Jameson Notodofilmfest (2011). 2010 - Despedida y cierre, webisode escrito y dirigido por Carlos de los Santos. Sección oficial festivales Fantastics’ 10, Postmortemfest (Méjico), Rodinia.
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2010 - Buen rollito, cortometraje escrito y dirigido por Elena Lario. 2009 - Anagnórisis, cortometraje escrito y dirigido por Pedro Cisneros y coprotagonizado por Luis Mottola y Sara Casasnovas. 2009 - Desátate (Jesús Font). 2007 - The Bourne Ultimatum (Paul Greengrass). 2006 - 3:19 Nada es casualidad (Dani Saadía). 2005 - La distancia (Iñaki Dorronsoro). TELEVISIÓN Documental y series limitadas (HBO USA) Destino Rusia 2018 (2018) Destino Brasil 2014 Archivado el 14 de julio de 2014 en Wayback Machine. (2014) Destino Sudáfrica 2010 (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última). (2010) La liga en acción (2009) Protagonistas y principales La que se avecina (2020) Aquí Paz y después Gloria (2015) Sin identidad (2014) Dreamland (2014) Mitos y leyendas (2012) El internado como Andrés Novoa (2008-2010) Negocis de familia como Fabián Sabinelli (2006-2007) En l’aire como Emilio. Los buscas de siempre Los Simuladores Grande Pa Life College Chiquititas Montaña Rusa Amigovios El 22 Enamorarte Personajes episódicos Física o química Los Serrano Aquí no hay quien viva Amar en tiempos revueltos Un paso adelante Cuéntame cómo pasó RIS Científica El comisario Amistades peligrosas Círculo rojo El gordo y el flaco Muñeca brava Verano del 98 El oro y el barro Ilusiones
solo ante el peligro. foto guendy
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guendy con luis mottola y ner
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Nuestra fo
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oto del mes Helplessness_Desamparo, por A.Polyakov
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Crimen en la sacristía (1) No supo si por su perfume, o por un reflejo a través de la celosía que los separaba, pero don Argimiro estuvo seguro, aun antes de que empezara a hablar, de que era aquella beata —no se atrevía a llamarla “penitente”— que ya había venido otras veces contándole al por menor sus pecados de erotismo culpable. No sabía cómo se llamaba ni podría identificarla si se cruzaran en la calle, pues a través de la rejilla del confesionario solo podía adivinar su silueta. Estaba seguro, por su voz, de que era joven y estaba más seguro aún, por lo que contaba, que era una desvergonzada. —Padre, me acuso de haber pecado contra el sexto mandamiento…—“Ya estamos”, pensó don Argimiro—. Fue ayer por la tarde, yo estaba sola en casa y llegó mi vecino, que es muy atrevido, y me tocó una teta… —No hacen falta detalles, hija; ya entiendo que pecaste con él. ¿Alguna cosa más? —Verá —siguió ella como si no hubiera oído su recriminación—, me tocó una teta, y luego el culo… —Por favor, calla. —…así que yo me abrí de piernas y… —¡Calla de una vez! —gritó el cura golpeando con sus nudillos la celosía. En ese momento adivinó que la provocadora beata sonreía, así que dio por terminada su confesión, le impuso una soberbia penitencia y salió del confesionario hacia la sacristía. Respiró profundamente, apuró un vaso de agua y abrió la puerta de la calle para refrescar su sofoco con el aire helado de la tarde. Se puso a colocar unos ornamentos y no tardó más de cinco minutos en entrar una mujer en la sacristía. Le llegó su perfume antes que su figura y antes de que comenzara a hablar —una blusa azul, una melena suelta— ya la había reconocido y había comenzado a desconfiar de su presencia. —Querido don Argimiro… —comenzó diciendo; pero el cura reaccionó como movido por un resorte. —No, no y no. Tengo que aguantar tus pejigueras en el confesionario, pero aquí no es de recibo. Así que adiós. Presa de los nervios, salió hecho una furia por la puerta de la calle, cruzó el jardinillo y se encerró en el despacho parroquial. Cogió el breviario y se puso a leer la oración del día:
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Se acercó a ella, intentó tomarle el pulso, pero le temblaban las manos y solo acertó a coger una mano de la mujer. No le costó darse cuenta de que estaba muerta. O solo lo intuyó por la cantidad de sangre que le salía a borbotones de una de las heridas en el cuello. Exaltábo te, Deus meus rex, et benedícam nómini tuo in sæculum et in sæculum sæculi. Per síngulos dies benedícam tibi et laudábo nomen tuum in sæculum et in sæculum sæculi. Y así estuvo un rato, leyendo el Breviario —sin enterarse de nada, claro está— hasta que oyó un grito. Era un grito agudo de mujer, de dolor quizás; en todo caso, un grito penetrante que rompió la escasa concentración de don Argimiro, que supuso el grito proveniente de la sacristía. Luego, un breve silencio durante el cual el cura volvió a leer su última oración: Per síngulos dies benedícam tibi et laudábo nomen tuum in sæculum et in sæculum sæculi. Y a continuación se oyeron varios gritos más: de mujer sin duda y provenientes con toda seguridad de la iglesia. Se levantó el cura y fue corriendo hasta la sacristía donde una mujer seguía dando gritos, mientras que otra se desangraba en el suelo con varias heridas en el pecho y en el cuello. No le costó identificar a la herida con la que venía acosándole en el confesionario desde hacía tiempo y a la que había dejado sola en la sacristía minutos antes. Se acercó a ella, intentó tomarle el pulso, pero le temblaban las manos y solo acertó a coger una mano de la mujer. No le costó darse cuenta de que estaba muerta. O solo lo intuyó por la cantidad de sangre que le salía a borbotones de una de las heridas en el cuello. Tuvo todavía la suficiente entereza para alargarle su móvil a la otra mujer, que ya había dejado de gritar. —Toma, llama a la Guardia Civil. —¿Llamaré al médico antes? —Creo que no va a hacer falta. Argimiro se sentó en una silla, apoyó la cabeza en sus manos manchadas de sangre y empezó a sollozar. Después de unos minutos la sacristía comenzó a llenarse de gente, mientras el cura seguía sentado, la mirada perdida, dominado por los nervios que de vez en cuando se traducían en suspiros y sollozos. Varias personas se acercaron a consolarle, a preguntarle, pero él no estaba para contestar. Se levantó de aquella silla en el momento que entraba el teniente Ramírez del Olmo. —Argimiro, ¿qué ha pasado? —No lo sé, no lo sé. Esto es como una maldición. Un crimen en la sacristía. —Pero tú, ¿has tenido algo que ver? —el teniente estaba desencajado—. Tienes las manos y las ropas manchadas de sangre. —Intenté socorrer a la herida, pero no sé nada más. Fuera se oyó la sirena de una ambulancia y dentro de la sacristía todo el mundo chapoteaba en murmullos, comentarios, especulaciones. Don Argimiro lloraba. Hasta que el teniente Ramírez del Olmo pegó un grito, mandó callar a todo el mundo y pidió que salieran todos los curiosos y quedaran únicamente los miembros de la Benemérita y los sanitarios que acababan de llegar en la ambulancia. En ese momento, entró en la sacristía un hombre vestido de gris, enjuto y cejijunto, y que parecía cargar con todo el peso de la situación sobre sus hombros. Se dirigió al teniente, se presentó como el forense y ambos cuchichearon unos momentos en una esquina, mientras miraban alternativamente al cadáver y al cura manchado de sangre. El forense se arrodilló al lado de la mujer, procurando no mancharse los pantalones, y tras tomarle el pulso certificó su muerte y ordenó el levantamiento del cadáver, a expensas de lo que dijera el señor juez, que no tardaría en ellgar. Se acercó al teniente Ramírez del Olmo y le dijo que le enviaría el resultado de la autopsia cuando la concluyera. “La causa de la muerte”, agregó, “está clara: arma blanca o un pincho bien afilado, tendré que verificarlo”. Luego salió como había llegado, cargando sobre sus hombros más peso del que parecía poder soportar. El teniente se acercó a don Argimiro y le levantó de la silla donde nuevamente lloraba desconsolado. —Vente conmigo, Argimiro. Vamos al cuartel y me cuentas lo que sepas. Y de paso, tomas algo que te reanime, porque esta mujer, sea quien sea, está muerta, pero tú pareces llevar el mismo camino.
(Concluirá)
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Gloria Soriano
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El Paraíso Se observan en el zaguán del Edén sin atreverse a levantar la tranca del portón. Mula imagina peligros que habrá al otro lado y clava las pezuñas en el suelo. Mentalmente da pasitos adelante, pero sigue desconfiando, no hay paraíso perfecto. Hija de caballo y burra, nació asustadiza como su padre. De él es también la voz relinchadora, la de los enfados, y ese porte que Buey contempla con ojos de deseo. De su madre ha heredado la inteligencia y las orejas grandes que estira con orgullo. Buey admira lo alto que apuntan. Si al menos supiera qué vaca lo amamantó, se pregunta Mula. Con los ojos de la razón solo ve a un desconocido, y a la entrada del Edén se debate entre la curiosidad y la prudencia. Tendrá que decidir de acuerdo con sus mugidos y los movimientos de su corto cuello. Piensa que Buey tiene la cabeza demasiado ancha y los ojos desorbitados, pero no le importa. Aprecia su temperamento tranquilo. A veces nota repeticiones insípidas en su conversación, y lo atribuye a la oquedad de sus cuernos. No se le puede exigir a un buey que se comporte como una mula. Lo mira con complicidad y juntos cruzan la puerta. La pareja avanza por caminos cubiertos de flores. Huele a jara, tomillo, romero… Se embriagan. Una vez sosegada la pasión doblan sus cuatro patas sobre la hierba y ven como el rojo sangre del cielo se vuelve azul noche. Antes de que centelleen las estrellas se quedan dormidos. Los despertares son blancos y amarillos. A veces por algún quehacer se tienen que separar. En el paraíso no existe la palabra trabajo y la forma de vida parece perfecta en todos los sentidos. Buey participa en romerías y competiciones de arrastre, también ha protagonizado la película “Bailando con Bueyes”. Mula triunfa en el monte: transporta con buen equilibrio pesadas cargas de corcho, y mientras ara en barbecho o separa el trigo de la paja, recuerda nostálgica cosas de la niñez. A la caída de la tarde se reúnen y hablan un rato. Cuando se enciende el crepúsculo la mula lengüetea el lomo del buey, él la rodea, la abraza impetuoso. Ambos se sumergen en el lenguaje del amor, donde las palabras les faltan y les sobran. Un día, libres de servicio, el placer les resulta pesado, la tranquilidad agotadora y se aventuran a explorar los contornos del Paraíso. En una bifurcación ella dice: es por aquí. No, vamos por allá, contesta él con la idea envarada entre los cuernos. Mula le sigue, pero pronto el camino se acaba. Volvamos, dice ella. No, detrás de estos matorrales seguro que se abre
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una senda. Mula no avanza ni un paso más y le ve perderse entre la maleza. Le espera vigilante. Como tarda, empieza a gritar su nombre con voz relinchadora: Bueeey, Bueeey… A él le llegan los eys reverberados. Por fin se encuentran y toman la otra pista. Él, arañado por los zarzales, insiste: por allí ya hubiéramos llegado si no fueras tan miedosa. Ella aún relincha. Regresan a su prado florido riendo entre juegos, sin haber vislumbrado los confines. Mula se fija en la cabeza de Buey y le viene a la memoria una visión antigua que había tenido en el zaguán, y que había olvidado casi al instante. La ceguera que provoca la entrada en el Paraíso, le ha permitido disfrutar de una felicidad bobalicona durante un tiempo indeterminado. Allí el tiempo se mide con un reloj de sol sin aguja, sin sombras. Mira la cabeza de Buey con espanto, incapaz de concretar cuándo ha empezado su macrocefalia. Te ha crecido, le dice. Bobadas, sigo con el mismo yugo. Mula guarda en su retina las nuevas proporciones y cierra los ojos tratando de recuperar la naturalidad amorosa. Vivir sin remover, concentrarse en el canto meloso de los pájaros. Desde su llegada al Paraíso, Buey ha ido cambiando sin darse cuenta. Después del comentario de Mula empieza a notar una mayor carga sobre su cerviz, y decide tomar conciencia de sí mismo. Descubre que además de ser una cabeza con ventanas abiertas al oxígeno y al forraje, también forma parte de él un yugo invisible y pesado. Pero si tenemos alfalfa y soja de sobra, por todas partes hay pasto de calidad, comemos sin trabajar, le dice Mula. Él no responde. Para distraerle de tanta introspección, organiza una salida: al día siguiente intentarán de nuevo llegar a los confines. Está obcecado como un toro con un capote, cosa de los genes, piensa Mula, mientras siente que roza las nubes con la punta telescópica de sus orejas. Sí, los genes.
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Nunca habían llegado tan lejos en la exploración del más allá, hay hierbas altas, entre la ruda el siseo amable de una serpiente. Se dejan guiar por ella hasta una alambrada, detrás reverdece una plantación de soja, brotes alineados convergen en el horizonte. La serpiente que iba deslizándose por los surcos, al verlos detenerse ante la valla, se acerca a la tranquera, abre el cierre, y con un contoneo reptante les invita a pasar. Están sorprendidos por el cercado y la puerta. Su Paraíso era un lugar abierto: el portón de la entrada, recubierto de flores, después de su llegada desapareció volatilizado como un aroma más. Contemplan boquiabiertos el campo de soja: las plantas crecen, grandes hojas cubren la tierra, las vainas engordan. Buey imagina frutos poderosos, manjar de dioses, babea. Mula solo tiene ojos para la serpiente: una onda de escamas erguida entre los vegetales que muestra y esconde compulsivamente su lengua dividida. Ese movimiento la llena de desconfianza. A Buey le parece que el reptil se relame y él lo acompaña con sacudidas de cabeza, quiere soja. La serpiente les huele por separado con su olfato bífido y capta los desacuerdos. Cuando Buey levanta una pata dispuesto a cruzar, Mula le intercepta, no te seguiré, al otro lado te espera la soledad, y se aleja con paso lento pensando, si al menos fuera trigo. Buey se queda embistiendo al alambre hasta que se astilla un cuerno. Entonces siente la cabeza más ligera, como si el peso invisible se hubiera escapado por el orificio recién abierto, y corre para alcanzar a Mula. No ve como la serpiente golpea las matas del campo marchito.
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Franz Kafka
Franz Kafka (Praga, 1883-Kierling, Austria; 1924) fue un escritor bohemio en lengua alemana. Su obra, una de las más influyentes de la literatura universal,es una de las pioneras en la fusión de elementos realistas con fantásticos, y tiene como principales temas los conflictos paternofiliales, la ansiedad, el existencialismo, la brutalidad física y psicológica, la culpa, la filosofía del absurdo, la burocracia y las transformaciones espirituales. Escribió las novelas El proceso, El castillo y El desaparecido, la novela corta La metamorfosis y un gran número de relatos cortos. Además, dejó una abundante correspondencia y escritos autobiográficos.
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Ante la ley Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián, y solicita que le permita entrar en la Ley. Pero el guardián contesta que por ahora no puede dejarlo entrar. El hombre reflexiona y pregunta si más tarde lo dejarán entrar. —Tal vez —dice el centinela— pero no por ahora. La puerta que da a la Ley está abierta, como de costumbre; cuando el guardián se hace a un lado, el hombre se inclina para espiar. El guardián lo ve, se sonríe y le dice: —Si tu deseo es tan grande haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo mirarlo siquiera. El campesino no había previsto estas dificultades; la Ley debería ser siempre accesible para todos, piensa, pero al fijarse en el guardián, con su abrigo de pieles, su nariz grande y aguileña, su barba negra de tártaro, rala y negra, decide que le conviene más esperar. El guardián le da un escabel y le permite sentarse a un costado de la puerta. Allí espera días y años. Intenta infinitas veces entrar y fatiga al guardián con sus súplicas. Con frecuencia el guardián conversa brevemente con él, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y, finalmente siempre le repite que no puede dejarlo entrar. El hombre, que se ha provisto de muchas cosas para el viaje, sacrifica todo, por valioso que sea, para sobornar al guardián. Este acepta todo, en efecto, pero le dice: —Lo acepto para que no creas que has omitido ningún esfuerzo. Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se olvida de los otros y le parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la Ley. Maldice su mala suerte, durante los primeros años audazmente y en voz alta; más tarde, a medida que envejece, sólo murmura para sí. Retorna a la infancia, y como en su cuidadosa y larga contemplación del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de piel, también suplica a las pulgas que lo ayuden y convenzan al guardián. Finalmente, su vista se debilita, y ya no sabe si realmente hay menos luz, o si sólo lo engañan sus ojos. Pero en medio de la oscuridad distingue un resplandor, que surge inextinguible de la puerta de la Ley. Ya le queda poco tiempo de vida. Antes de morir, todas las experiencias de esos largos años se confunden en su mente en una sola pregunta, que hasta ahora no ha formulado. Hace señas al guardián para que se acerque, ya que el rigor de la muerte comienza a endurecer su cuerpo. El guardián se ve obligado a agacharse mucho para hablar con él, porque la disparidad de estaturas entre ambos ha aumentado bastante con el tiempo, para desmedro del campesino. —¿Qué quieres saber ahora? —pregunta el guardián—. Eres insaciable. —Todos se esfuerzan por llegar a la Ley —dice el hombre—; ¿cómo es posible entonces que durante tantos años nadie más que yo pretendiera entrar? El guardián comprende que el hombre está por morir, y para que sus desfallecientes sentidos perciban sus palabras, le dice junto al oído con voz atronadora: —Nadie podía pretenderlo porque esta entrada era solamente para ti. Ahora voy a cerrarla.
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Julia Navas Moreno
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Por favor, arregle la habitación Me despierto, intento abrir los ojos, pero no puedo: algo me lo impide. Mi respiración se agita y siento un fuerte dolor en el pecho. La voz de una desconocida aumenta mi angustia: —Tranquila, no se agite. Ya está fuera de peligro. ¿Peligro? No me tranquiliza en absoluto descubrir gracias a esa voz que he estado “en peligro”; que una venda cubre mis ojos y que me encuentro en un hospital. Tengo un montón de preguntas que se quedan en un reducto de mi atribulado cerebro y de mi garganta apenas sale un penoso gemido. Intento respirar hondo, pero ello vuelve a infringirme un tremendo dolor. Entonces, me asalta una imagen y me veo a mí misma en una de las habitaciones del hotel, de rodillas, obcecada limpiando una mancha en la moqueta. Vuelco el bote de amoniaco y recojo el cepillo de cerdas que he dejado a mi derecha. La mancha rebaja su oscuro bermellón y regala una espuma rosada que absorbe la bayeta. Repito la operación esperando que aparezca de una maldita vez el dibujo geométrico repetido en toda la estancia. Cuanto más froto más se extiende Y yo, rabiosa y frenética, acabo vaciando todo el contenido sobre la dichosa mancha. Estiro el brazo buscando a tientas otro bote. Me pica la garganta y los ojos me lloran del escozor, pero logro alcanzar el nuevo recipiente. Lo abro y derramo un buen chorro. De repente, la espuma rosácea se desdibuja para convertirse en un lienzo negro que cubre todo el espacio. Me empieza a faltar el aire y hago un esfuerzo para levantarme, pero no puedo: es como si la moqueta me atrajera hacia sí y ya solo tengo conciencia de su mullida urdimbre bajo mi mejilla. Agitada, asustada, me incorporo. La voz intenta calmarme y unas manos me devuelven con suavidad a mi posición horizontal. —Enseguida viene el doctor. Y el doctor vino y me informó del «accidente»: he estado a punto de perder la vida. — Ingresó con insuficiencia respiratoria aguda grave y obstrucción de la vía aérea alta y baja. Ha permanecido con ventilación mecánica, broncodilatadores y continúa con antibióticos. También sufre quemaduras oculares. Responde bien a los tratamientos y esperamos que se recupere en un par de semanas y que no le queden secuelas. Las voces se alejan y siento que las lágrimas se desbordan empapando las gasas que cubren mis ojos produciéndome una insoportable quemazón, pero no puedo parar de llorar. Llevo años en esta profesión y he limpiado cientos de manchas en alfombras, moquetas… Jamás había sufrido ningún contratiempo más allá de una jaqueca que solucionaba con un ibuprofeno. Manchas de vino, de champagne, de semen…, de sangre. Pero había cometido un error de principianta mezclando dos productos incompatibles y peligrosos: amoniaco y limpiador con cloro. La sangre inocente y aún cálida de aquella chica me había hecho perder los nervios.
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Me gusta mi profesión, pero no corren buenos tiempos para la mayoría de las trabajadoras del sector. Las grandes cadenas hoteleras y el turismo masivo nos están convirtiendo en meras mujeres de la limpieza explotadas, cobrando menos de ochocientos euros al mes por dejar listas cuatrocientas habitaciones; unos dos euros la hora. Una auténtica locura. Afortunadamente yo trabajo en un hotel de cuatro estrellas de los de toda la vida: sin yacuzzi, sin gimnasio, con sus habitaciones enmoquetadas, muebles antiguos, sábanas de lino con las iniciales bordadas y un bombón sobre la colcha de la cama recién hecha. Somos camareras de piso y no solo “las que limpian”, las Kellys. Somos el alma de un hotel y el motor principal para que todo funcione. Rendimos cuentas a la gobernanta y al
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valet o mozo de habitaciones y nos desvivimos para que el cliente abandone su estancia satisfecho. El ambiente de trabajo es bueno y la “ratio” de habitaciones nos permite tomarnos de vez en cuando un respiro. Mis compañeras aprovechan los tiempos muertos para cotillear sobre los clientes o quejarse de sus dolencias y de sus maridos. Para ellas soy rara porque no entro en esos “grupitos” y respeto la tácita regla de “ver oír y callar”. Además, no tengo marido ni hijos; nadie me espera en mi alcoba y para mí no hay vida más allá de aquel laberinto de habitaciones y de las existencias que las llenan transitoriamente. Me siento revivir cuando atravieso las puertas giratorias del suntuoso edificio y comienzo mi jornada enfundada en mi uniforme, Sé que me llaman “la fisgona” y no les faltan motivos: me gusta espiar a las parejas. Mi carro de la limpieza y yo recorremos los pasillos deteniéndonos de vez en cuando para acercar el oído a la puerta. No en las que cuelga el cartelito de “por favor, arregle la habitación”, no. En esas entro sin miramiento, impaciente por respirar aromas, humores… Sobre todo, cuando han sido ocupadas por parejas ocasionales, amantes con hambre atrasada o matrimonios intentando orear su aburrida convivencia. Cuando el cartel está del otro lado rogando “no molestar”, el silencio de la habitación vacía suele dar paso a los gemidos, las risas, las súplicas y, a veces, al llanto. Amantes exultantes o amantes que agonizan en un encierro que acaba asfixiándoles por ausencia de futuro, inmersos en una rutina más cruel aún que la conyugal. Vivo la excitación de los primeros. Intento asistir desde el principio a ese encuentro en el que apenas hay cruce de palabras, donde los gemidos se manifiestan desde el primer momento y, si tengo suerte y nadie aparece por el pasillo, les acompaño en el estertor del orgasmo agazapada al otro lado de la puerta. Me sofoco con ellos en una especie de trio y me gusta sentir que mi sexo se humedece. A veces, al volver a casa, rememoro las sensaciones e imagino a los amantes en todas las posiciones, sudorosos y entregados, usurpando el lugar de “ell” hasta que alivio con mis dedos la tensión acumulada.
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Si prolongan su estancia el disfrute puede llegar a alcanzar el éxtasis. Me encanta colarme en la intimidad de sus pertenencías. ¡Las maletas son tan reveladoras! Tanto si es la amante o la esposa que acompaña a su marido en una escapada romántica, siempre llevan lencería fina; esa tan picajosa e incómoda que nunca te pondrías en tu día a día La saco con sumo cuidado, estudiando la posición y la doblez. Pero lo que me vuelve loca es la ropa interior usada que suelo encontrar sobre la moqueta; restregarme la cara con los sujetadores y las braguitas y aspirar su olor con deleite aunque a veces esté demasiado enmascarado por desodorantes y perfumes. En los hoteles esas prendas abandonan la piel con demasiada premura. Después, las dejo caer para que vuelvan a su casual posición. Y solo me pongo los guantes para limpiar, vaciar las papeleras y hacer los baños. Me asombra la cantidad de preservativos que se pueden llegar a usar en un encuentro. Sonrío. Los hoteles son muy afrodisiacos. Desde hacía un par de meses espiaba a una pareja que “nos” visitaba con cierta asiduidad. Ambos estaban muy lejos de cumplir los cincuenta. Aún no puedo entender el porqué, pero la mujer despertó en mí una ternura inusitada. La primera vez que los vi fue en recepción. Ella, roja como un tomate, parecía querer esconder la cabeza entre los hombros, desaparecer mientras él dilataba en exceso el check-in haciéndose el simpático con María, nuestra guapa recepcionista. Por fin, recogió las llaves. «Quinta planta, habitación 509». Su acompañante emitió un suspiro que se escuchó en el silencio del vestíbulo. Se dirigieron hacia el ascensor. Por supuesto, no llevaban equipaje. Yo también subí a la quinta planta y deambulé por el pasillo hasta que pasaron unos minutos y me acerqué a la puerta para asistir a la liturgia. Gemidos como otros tantos gemidos; silencios que hablan de culpabilidad; conversaciones que dan paso a nuevos gemidos y abandono del hotel sin aprovechar la estancia adquirida. Así durante varias semanas.
Poco a poco los gemidos disminuyeron y las conversaciones contenidas en susurros dieron paso a voces airadas, a reproches. «Estoy harta». «Harta de este hotel; de todos los hoteles donde me has llevado durante estos años», lloriqueaba ella. «Ten paciencia, amor mío». «Es cuestión de tiempo. Los niños ya son mayores». «De estas navidades no pasa: me separaré», aseguraba él. «¿Me lo prometes?». «Te lo juro». Aquel día ella no parecía querer desaparecer mientras él tonteaba, como de costumbre, con María. Nos cruzamos la mirada. En sus ojos adiviné un brillo de fiereza, de determinación. Me sonrió y yo bajé la vista, avergonzada. Se adelantó y empujó el botón del ascensor con rabia. Él cogió la llave de la “509”—siempre que estuviera libre, ocupaban la misma habitación— y miró a su alrededor. Parecía contrariado: no estaba a su lado, agazapada y sumisa. La alcanzó justo cuando la puerta se abría y desaparecieron camino del quinto piso. Les seguí con prudencia y con una zozobra que nunca antes había sentido. Era un día complicado de muchas salidas, y los carteles de “Por favor, limpie la habitación” se sucedían, pero el de la habitación 509 rogando no molestar ejercía una poderosa atracción por encima de la prudencia, por encima de mis obligaciones. Dejé el carrito frente a la 507 y me agaché. Después de un interminable silencio la voz del hombre sonó ronca, entrecortada. —Así no puedo follarte… Pareces una momia —Yo tampoco puedo. Y soltó una carcajada. —¿Te burlas de mí? —Esto es patético…. Esta semana he estado dándole vueltas a lo “nuestro”. Creo que deberíamos dejarlo aquí. Voy a volver con mi marido. Silencio
—Estás de broma…. Lo haces para presionarme, pero no serás capaz… —Seré capaz —le interrumpió—. Y también seré más feliz. Ahora lo sé. Sonreí para mis adentro imaginándolo desnudo, estupefacto frente a una mujer también desnuda, pero poderosa y retadora. —¿Tú qué vas a saber? Tú, eres mía. ¡Mía! ¿Lo has entendido? —¡Suéltame, por favor! Me haces daño… Primero, la súplica; luego un grito desgarrador. Después, el silencio.
*** Tengo el corazón acelerado. Me incorporo y me apoyo en la pared. Abro la 507 y me pongo a limpiar como una autómata, pero mi mente sigue en la habitación de enfrente. Acabo y me dispongo a seguir con la 506, pero retrocedo e, incumpliendo la rogativa de no molestar, doy dos golpecitos con los nudillos en la puerta de la 509. Nadie contesta, pero se oyen unos sollozos entrecortados. Decido avisar a la gobernanta. Acude e intenta comunicarse con el cliente, pero tampoco obtiene respuesta y llama al guarda de seguridad que decide entrar abriendo con la llave maestra. El hombre, desnudo, sentado sobre la cama con la mirada vacía y las manos sobre sus rodillas Las sábanas blancas salpicadas con motitas rojas como la réplica de Pollock que preside la cafetería. A sus pies, el cuerpo de ella desnuda con el rostro y el cráneo destrozados. Y una lamparilla de bronce con restos sanguinolentos.
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Laudelino Vázquez
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Dónde estás Miguel Miralles y XII: al final llegó el final El ruido atronador despertó de golpe a Natalia y a Mingo. Sin saber muy bien qué hacía, éste saltó de la cama y cogió la tablet de la mesita con ánimo de lanzarla contra el monstruo que se había colado en sus sueños arrancándolo del terciopelo de los brazos de Natalia con un estruendo que amenazaba reventar su corazón. —¡Eh, tú! –balbuceó, fijando la vista en el bulto que se desmadejaba lentamente en la esquina contraria de la habitación– , ten cuidado que estoy armado. Una confusa Natalia acertó a encender la luz de la lámpara y, somnolienta y aterrada a partes iguales, consiguió articular un ¿qué? Tras el cual se hizo un silencio abrumador: Mingo se vio entonces desnudo a la luz de la lámpara, reflejado en el espejo del armario, desencajado y con el sentimiento de ridículo que impone la desnudez inesperada. —¿Tú? –exclamó convencido de que aún estaba en el territorio de lo onírico–. No puede ser. —Puede –contestó una voz ronca, extraña, casi desarticulada, desde la esquina del cuarto–. Para vuestra desgracia, puede. Natalia, que casi se había convencido de que lo mejor era darse la vuelta y seguir durmiendo, que aquello sería un simple susto nocturno, abrió los ojos de golpe y se incorporó acercándose temblorosa a la figura. —¿Miguel? –murmuró con la esperanza de obtener una respuesta negativa–.¿Eres tú? —¿Y quien iba a ser si no? —¿Pero cómo, dónde…? —Pues cómo no lo sé –respondió ácidamente Miguel–, pero dónde, es fácil: en mi habitación. Y con la agradable sorpresa de faltar un par de días y encontrarme a mi mujer y mi mejor amigo, juntos en la cama. Aunque supongo que sería por el frío, porque la pobre Natalia, sufre tanto en invierno… —¿Un par de días? –la voz de Mingo denotaba auténtica sorpresa, que se incrementaba a medida que seguía hablando–: Apareces a las tres de la mañana por la parte de la habitación que sólo tiene paredes, después de siete años de ausencia, de haberte llorado con desconsuelo, de haberte declarado oficialmente muerto, sin más noticias tuyas que un móvil que entró hace cinco años por ese mismo rincón, ¿y te extraña que nos preguntemos cómo y dónde? —¿Siete años? El silencio se hizo abrumador entonces. Solo Natalia acertó a moverse para buscar una camiseta con la que taparse y acercar de paso la suya a Mingo. Se sentaron en el borde
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la cama contemplando a Miguel, cogidos de la mano, esperando cada uno a que el otro encontrara las palabras que les permitieran entender qué estaba pasando allí. —No puede ser. Es verdad que perdí la noción del tiempo porque allí nunca luce el sol, pero no hace más de tres o cuatro días desde que el Sumiciu me arrastró en el cruce hacia el otro… Se interrumpió al ver la expresión de extrañeza de su mujer y de su amigo, y abarcando con un gesto todo lo que le rodeaba, se limitó a musitar «Y si no buscad una explicación mejor» antes de volver a callar. —¿Quién es ese Sumiciu? —Es verdad que siempre os reísteis de mi por la afición a las leyendas y los mitos –respondió desganadamente Miguel–, pero al menos, los dioses de casa, deberíais recordarlos ¿no os parece? De pronto la puerta se abrió, y la menuda figura de un niño, asomó la cabeza. —Mami, papi, ¿qué pasa, que no me dejáis dormir? —¿Mami, papi? ¿Pero esto qué es? Sintió una sacudida de ira, el deseo salvaje de destruirlo todo, incluso a aquellos que tanto había querido, incluso a aquel ser inocente que le miraba con ojos de espanto, pero entonces, penosamente primero y como un río desbordado después, cuando pareció destaparse de golpe el tapón que sujetaba su escasa razón, volvió la memoria, la despedida de la Xana y la voz. Aquella voz. —¿Por qué hiciste lo mismo que Robert Johnson? Y vino también a la memoria su respuesta y la pregunta final desde la sombra. —¿Estás seguro que estás dispuesto a darlo todo? ¿Cualquier cosa? ¿Renunciar a amor, familia, amigos..? —Todo. Había respondido «todo» y si aquel que gobierna en y desde la Sombra, aquel al que llamaban Su Grandísima, cumplía su palabra, no había tiempo que perder. Robert Johnson no sabía de cuánto disponía, pero Miguel Miralles, sí; exactamente del mismo que el rey del Delta Blues dispuso desde que se encontró en el cruce de la sesenta y uno con la cuarenta y nueve en Clarksdale, Mississippi. —Al menos, conserváis mi guitarra –silabeó mientras caminaba lentamente hacia ella. —Conservamos todo lo que pudimos… Mingo quería explicarse, justificar que en realidad Miguel Miralles estaba muerto y ellos sufrieron tanto y que no lo habían olvidado, pero de apoyarse el uno a la otra y la otra al uno, pues, bueno, este era el resultado, pero Miguel le calló con un gesto, acarició el pelo de Natalia, descolgó la guitarra y salió por la puerta de la habitación. Natalia y Mingo, han contado esa historia cientos, miles de veces. Tantas que ya no saben cuánto hay de cierto y cuánto de añadido, pero saben que no importa lo que hayan podido imaginar, porque la realidad supera con mucho cualquier ficción.
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Miguel Miralles, músico aficionado y poco virtuoso, desapareció un día cerca de un cruce de caminos rurales en el límite de Asturias y León. Curiosamente, una era la ruta 49 y la otra la 61. Nunca más supieron de él hasta que dos años después su teléfono móvil cayó de la nada en la habitación. Hubo que esperar otros cinco años hasta que se presentó una madrugada y pocos minutos después desapareció con su guitarra. Un año después, una figura desconocida hasta entonces irrumpió a través de las redes sociales. En apenas una semana, se había convertido en un fenómeno mundial. R. Leroy Miralles, que así se hacía llamar, revolucionaba el viejo y declinante rock con una música asombrosa. Una mezcla de estilos reconocibles pero que en sus manos sonaban distintos, nuevos. «El rey del Omega Blues», le llamaron, porque, después de oír su música, ya no quedaban ganas de oír nada más. Nada. Y al igual que apareció, un día, su cuerpo apareció flotando en el río. O con un disparo. O envenenado. O reventado por las drogas, que estas y otras muchas historias corrieron sobre su muerte, convirtiéndolo definitivamente en leyenda. —Me encanta cómo tocas la guitarra. —Lo hago solo para ti. La Xana sonrió, mientras Miguel Miralles, como todos los días desde su vuelta, dejaba que la guitarra hablara por él con aquella a la que amaba más que a nada y más que a nadie. —Después de todo, no se está mal aquí –le dijo al acabar la canción–. Si tú estás conmigo, cualquier rincón es mi patria, y todas las patrias merecen la pena. Ella apagó las luces de «La cueva la Xana» y le cogió de la cintura para dar su paseo diario a la luz de la luna. —Totalmente de acuerdo –exclamó.
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Monchu Calvo
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El bar de Leandro Les Yanes es un caserío, cerca de la capital de Caso, cobijado por grandes peñas, y con mucha historia que contar. Allí todavía se conservan las edificaciones que albergaban uno de los bares mas concurridos del concejo. Fue venta, donde paraban arrieros y trajinantes en dirección a Castilla o para la marina, salvando el escobiu (peña vertical) por un antiguo camino de piedra que libraba la fragosidad de la cueva Deboyu. El bar de Leandro era un lugar de encuentro, donde los paisanos hablaban alto y soltaban juramentos. En el exterior, unas barricas de vino hacían de improvisadas mesas, y un banco corrido donde hombres y mujeres aprovechaban los escasos rayos de sol que se atrevían a asomarse entre las montañas. Afuera quedaban las madreñas y el palo de avellano, y entrabas con las zapatillas de cuadros a buscar tertulia frente aquel mostrador cuyo anaquel redondo estaba atiborrado de botellas de coñac, anís y ponche. Allí paraban cazadores a comer jabalí y venado. Americanos que retornaban de Cuba o Argentina, con sus guayaberas de blanco impoluto, y a su alrededor un coro de amigos o de los que se arrimaban a ver si caía una invitación. Por allí solía andar Angelin con su gaita, y cuando la sidra o el vino aliviaba la garganta, enseguida la tonada al alto la lleva hacia su aparición, mezclándose con el murmullo de las conversaciones. Solamente cuando el cantante, interpretaba con buena voz, amainaba el ruido para prestarle atención El merendero bolera, también fue una referencia para todo el concejo, por la multitud de fiestas asados y celebraciones en aquel paraje donde el rio la Veciella mantenía docenas de botellas de sidra en su óptima temperatura, y que Leandro Capellín y señora atendían con presteza, y la gente gozaba de la sombra vegetal y los baños infantiles en las frías aguas del rio, mientras la concurrida bolera enlazaba partida tras partida, luego, jugadores y amigos compartían un cordero a la estaca que Leandrin o Manolin de Balquemau asaban en su punto. Famosas las truchas que preparaba Palmira, en aquellas inagotables jornadas de trabajo, pero que como me decía su dueño: ¡ganábamos mucho dinero ¡¡ Años en que los pueblos estaban concurridos, y todo eran fiestas y encuentros que en este bar de Les Yanes tenían su epicentro. Los mineros de la cercana mina del Chato salían con una sed histórica, y no precisamente de agua, que en aquel bar la combatían con vino, sidra o cubalibres Tuvo su horno de cal, con cantera incluida, y estuvimos viendo las grandes puertas por donde metían los sementales equinos de la parada, mientras los militares se alojaban en los pisos superiores. También el viejo lavadero donde la concurrida vecindad de Les Yanes lavaba sus humildes ropas. Recuerdos no tan agradables, las marcas de tiros en los dinteles de las puertas. Allí todo no fue alegría. Hoy, de toda aquella actividad, no queda nada, quitando la casa que habitan las hermanas Luci y Paulina, y algo de movimiento en la parrilla aledaña. Solo el recuerdo que trasmiten
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Clientela del bar de Leandro en tiempos diferentes
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Les yanes, 1960 las narraciones de Leandrin, cuando nos cuenta alguna movida del Japonés o de Cesarón, personajes casinos, célebres por sus ocurrencias, azuzados por Ramón Blanco, experto en estas lides. Y aquel suceso que tenia como protagonista a un pájaro divino, y que propiciaba peregrinaciones a contemplarlo, según nos cuenta Juanchi Estrada en su labor de cronista. En las estanterías de peculiar diseño, los últimos licores, ya añejos, y la vieja fotografía de una Marta Sanchez, en plena y lozana belleza contemplando el abandono. Mesas , sillas, potas y sartenes, esperan el saco que las cargue, y acabada su función culinaria, las deposite en algún basurero. De aquella época quedan algunas fotografías, donde grupos de jóvenes y viejos, de los que perviven muy pocos, nos muestran retazos de un tiempo que ya no vuelve, y en aquellas viejas casas, solo algún murciélago asustado por nuestra presencia, da fe de que allí hay vida todavía. Se nos fue un mundo, sin duda mejor, y lo echaremos de menos, porque con él se acaba una manera tranquila y armoniosa de habitar este planeta. Lugar de leyendas y de historias. Desde luego aquellos parajes se prestan para ello, y la cercana cueva Deboyu horadada por el Nalón, hábitat de unos murciélagos únicos en su especie zoológica, según dicen, pero también de un gran cuélebre, esa serpiente gigantesca, del cual hablaremos en otro momento, que como tantas leyendas, una princesa mora escondió un cuenco con monedas de oro, y ordenó al gran reptil su custodia.
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Juan Depunto
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MANICROMÁTICO Luis Gordillo “Una lágrima pesa tres toneladas (de recuerdos)” Luis Gordillo (de su libro Little Memories) En estos días del tercer año de pandemia hemos tenido el placer de asistir a la inauguración de una nueva exposición del pintor sevillano afincado en Madrid, Luis Gordillo, titulada “Manicromático”. Gordillo, nacido en agosto de 1934, va camino de superar a Picasso en años de producción y actividad en esta etapa madura de su producción (Picasso pintó su último cuadro con 92 años e hizo su última exposición en 1970, con 88 años)1. Cuando se lo comenté, me dijo que de aquí (Sevilla) iba a inaugurar otras exposiciones suyas en Barcelona, Jaén, Berlín y algún sitio más, con lo que terminará este año de exposiciones ya con 88 años cumplidos... Terminó la licenciatura de Derecho, pero sin gran vocación jurídica como él mismo comenta en la revista Ronda Iberia: “Tuvimos una profesora de piano… Estas clases, junto a la afición musical de mi padre, forjaron mi primera vocación. Yo pensaba que iba a dedicarme a la música, pero me di cuenta de que era un camino muy largo y excesivamente duro. Por eso lo cambié casi sin darme cuenta por la pintura… Pasaba las horas en la azotea de la casa de mis padres, en Sevilla. Allí empecé a hacer mis primeros dibujos. Mientras repasaba los apuntes de Derecho, cogía una hoja y la estilográfica y dibujaba un mundo formado por los tejados, las terrazas y las torres de las iglesias, con la Giralda al fondo.” Tras ello, comenzó los estudios de Bellas Artes y marchó a París, donde se formó en el arte de vanguardia. Se internó en el Informalismo muy influido por Tapies. Luego desarrolló
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el Pop Art durante los años 60. Ha trabajado la serie y la repetición como herramienta compositiva. Piensa que la imagen está sometida a un continuo proceso de reproducción, y nunca alcanza un estado definitivo. Estudió y practicó el psicoanálisis, interesándose a través de él por los significados y las vinculaciones entre el pensamiento, la experimentación y la expresión estética. Una de sus aportaciones más singulares al arte contemporáneo ha sido la definición de estrategias cromáticas apropiadas de fenomenologías urbanas actuales, relacionando la fotografía documental y de culturas populares con el diseño gráfico. Entre los premios conseguidos, destacan entre otros muchos el Premio Nacional de las Artes Plásticas 1981, el Premio de Andalucía de Artes Plásticas 1991, la Medalla de Oro al Mérito en las BB.AA. del Ministerio de Cultura 1996, el Premio Velázquez2 de las artes plásticas en 2007 y el nombramiento de Hijo Predilecto de Andalucía en 2012. Es quizás la máxima figura viva del arte contemporáneo en España y goza de prestigio internacional con obra en los principales museos de Arte Contemporáneo de Europa y Norteamérica. Esta exposición, comisariada por el Prof. de la Facultad de BB. AA. de Sevilla y director del CICUS3, Luis F. Martínez-Montiel, se presenta como un recopilatorio de buena parte de
2. El Premio Velázquez, para los no expertos en pintura, es la máxima distinción española en las Bellas Artes,
3. CICUS: Centro Culturales de de
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equivalente al Cervantes de Literatura. de Iniciativas la Universidad Sevilla.
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sus obras que vienen a exponer las transformaciones de color en la evolución del pintor, desde el color de imprenta al del ordenador. Montiel considera que Gordillo, del que es uno de los mayores conocedores de su obra, “tiene algo de matemático futurista”, y lo explica viendo como pone orden al caos usando cada una de sus obras como fórmulas matemáticas a las que con constancia termina dándole solución. Dice el comisario Montiel que nada en la obra de Gordillo es fruto del azar (aunque paradójicamente el autor considere que sus mejores hallazgos han sido fruto del azar), y así se ha ido analizando en sus numerosas exposiciones previas, y lo demuestran sus “trabajos con series, sus estudios del fragmento, la multiplicidad de la imagen o la adición de elementos”. Pero a lo que hasta ahora no se le había dado el merecido valor ha sido a la reiteración transformadora del colorido en su obra, lo que viene a hacer precisamente esta exposición. El color en su obra es tan importante que en este mundo plástico los artistas hablan de “colores gordillo: verde gordillesco, azul gordillo”... Y a las ya importantes aportaciones al color que le proporcionaba la imprenta tradicional, se han venido a sumar las infinitas posibilidades de la impresión digital actual. Todo esto viene a aumentar la respuesta emocional a esta obra organizada por la Fundación Luis Gordillo y el Ayuntamiento de Sevilla en su centro expositivo “Espacio Santa Clara”, que fue sede de un antiguo monasterio, y en el que el pintor tiene una sala con su nombre. Y no hay que dejar en el tintero, como reconoce Montiel, que “el alma de la muestra es Pilar Linares”, Presidenta de la Fundación y esposa del artista. En la exposición se presentan, entre otras, una serie de obras ya consagradas del artista, desde los años 70 a la actualidad, como Nueva York de 1974, las Variaciones del Trío Gris y Vinagre de 1977, Los pulmones no son las almas de 1996, Mi querida hormiga de 2008, Derivaciones en color de Autorretratos con ojos artificiales de 1999 a 2014, la serie Colouring book de 2016 o Transmigración de las almas de 2020. En declaraciones a ABC el comisario dice que “esta exposición tiene que ver con la música, la poesía y otros temas, porque Luis Gordillo es un matemático que juega con las variaciones y las permutaciones”. Esta matemática de su obra no es ajena a la vocación musical del pintor, ya comentada al principio, pues es sabida la relación entre las matemáticas y la música. Entre otras declaraciones a los medios con motivo de esta exposición, Gordillo ha dicho: Los jóvenes emplean hoy mucho color, quizás porque tienen esperanza. Me meto todos los días en el estudio, con pandemia y sin pandemia (a El Diario.es). Siempre he sospechado de mi obra (a Canal Sur). En la inauguración, el artista tomó la palabra comentando las dos exposiciones previas que hizo en este centro: En 2019 se inauguró, en este Espacio Santa Clara, una exposición permanente del artista en su “Sala Luis Gordillo”, en lo que fue el refectorio alto del monasterio, con varias series
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de su obra gráfica y dibujos, entre ellos los dedicados a su colección “Carmenmásetcéteras” (su abuela Carmen, trianera, también fue cigarrera) que el autor donó a su ciudad, así como con su obra “Paiseyes2”, dejando además en depósito buena parte de su obra gráfica, obras de los años 60 y 70. Esta muestra permanente es igualmente comisariada por el prof. Luis Montiel, para el que el artista es el pintor más icónico que tenemos en España. La Universidad le dio su “Premio de Cultura”. En las entrevistas dadas con este motivo comentó su trabajo alternante en sus dos estudios cercanos, su afición a la poesía (de la que tiene publicado un libro, “Little Memories”), su conocimiento del psicoanálisis (“hablar me tranquiliza y lo hago muchísimo”), como al principio de su carrera fue “informalista”, luego “pop” e incluso llegó a admitir el barroquismo del amontonamiento de su obra. Y él, cuyo mundo era París, Londres y Nueva York, terminó confesando que “a la vejez me he reconciliado con Sevilla”. En una segunda exposición en el Espacio Santa Clara presentó “Triplex”, en 2020, comisariada por Sema D’Acosta, junto con artistas promocionados por el autor, Rubén Guerrero y Miki Leal. El alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, anterior concejal de cultura, le trasmitió al artista su satisfacción por poder estrechar el compromiso de continuidad y relaciones entre el Ayuntamiento y su obra, así como el comentario de Pilar Linares sobre que “a Luis se le cambia la cara cuando viene a Sevilla”, porque Luis necesita a Sevilla y “yo digo que Sevilla necesita a Luis”. Terminó definiendo al artista como “una figura inagotable porque su obra nunca se acaba”.
Referencias Documentales: 1. L. Gordillo. Little Memories. Los Sentidos Ed. Barcelona 2009. 2. Ronda Iberia, nov 1975. 3. https://es.wikipedia.org/wiki/Luis_Gordillo 4. Luis F. M-Montiel. Folleto oficial de la exposición. Sevilla 2022. 5. José M. Rguez. Gordillo y cols. Pregordillo Goes to París. Ed. VEGAP, Madrid 2004. 6. Catálogos de varias de sus exposiciones.
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¿A una decisión de tomar fotografías más fuertes? Creo que muchos fotógrafos ponen todos sus huevos creativos en muy pocas canastas. Consideran el trabajo que hacen con la cámara como el trabajo número uno, y lo es. Pero no es el único trabajo. Es el trabajo sexy, seguro. Pero es insuficiente. Algunos se apoyan mucho en el posprocesamiento o el desarrollo; también podrías llamarlo estilización. Quizá menos sexy, pero al igual que tú, disfruto mucho al ver que mis imágenes elegidas se refinan y cobran vida. Hay tantas formas de pensar tanto en el trabajo de cámara como en el trabajo de desarrollo, y las oportunidades creativas en esas dos áreas son casi ilimitadas. No conozco a nadie que niegue que las decisiones tomadas con la cámara y durante el desarrollo tienen un papel importante en el éxito o no de la imagen final. Ya sea poético o icónico, o lo que sea que esperas que sea o haga tu fotografía. Pero, ¿y la edición? ¿Qué pasa con la elección de esa imagen final entre muchas? En el caso de un cuerpo de trabajo, ¿qué pasa con la elección de la docena o dos docenas de fotografías finales que se extraen de lo que podrían ser cientos o miles de bocetos o posibles alternativas? ¿Cómo podríamos estar pensando en eso y en las otras elecciones y procesos que rodean esas elecciones? ¿Y por qué son tan pocos los fotógrafos que hablan de ello cuando sé que muchos de ellos están abrumados por ello? Me pregunto si es tan simple como creer que
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no es tan importante. ¿Simplemente elegir algo nítido y bien expuesto y seguir adelante? ¿Seleccionar todas las imágenes que no son apestosas y terminar? Creo que una de las formas más ignoradas de mejorar tu fotografía en este momento, sin la necesidad de actualizar tu cámara u obtener la última versión de tu lente favorito, es ser más exigente. Para empezar a pensar en la edición o elección de fotogramas finales de forma más creativa. Más intencionalmente. Ansel Adams dijo que 12 imágenes al año era una buena cosecha. Generalmente no pienso en mis fotografías como plantas, pero me gusta su punto. Y creo que nuestro trabajo sería mejor si fuéramos más selectivos, más creativos sobre las formas en que vemos la edición y más intencionales en lo que hacemos con nuestras imágenes. Creo que haríamos fotografías mejores y más fuertes. Me pregunto . . . cuando editas o seleccionas tu mejor trabajo, ¿qué preguntas te haces? ¿Qué criterio tienes para hacer esa selección? ¿Cuánto confía en ese proceso? ¿Sigues eliminando todo lo que no pasó la primera vez? ¿Está buscando cantidad o calidad, y tiene un sistema claro para comprender lo que eso significa para usted? He oído decir que los fotógrafos son sus peores editores, pero me pregunto si eso es solo porque a menudo no pensamos tanto en la edición como en nuestro equipo o nuestro trabajo con la cámara. Y, debido a que he sido ese tipo, me pregunto cuántos solo confían en el filtro Un-Suck en Photoshop para “pulir un excremento” en lugar de elegir una imagen que, ejem, no es un excremento en primer lugar. Tengo dos puntos para esto. La primera es una súplica. Es más que el empujón que normalmente te daría. Prácticamente te estoy rogando que te preguntes:
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¿Qué necesitarías para ser más exigente con las imágenes que eliges como selección final y cuáles relegas a los archivos? ¿Podría dedicarle un poco más de tiempo a todo el proceso o, en realidad, debido a que mi enfoque de la edición lleva menos tiempo, podría dedicarle más atención y enfoque? ¿Podría ser más claro acerca de sus criterios de selección y más intencional acerca de para qué está eligiendo esas imágenes en primer lugar? ¿Cómo se vería su trabajo acumulado en un año si no se conformara con las 3 estrellas sino que eligiera, en cambio, las que fueron un rotundo «¡Diablos, sí!»? Creo que nuestro trabajo puede ser mucho más fuerte simplemente en virtud de elegir fotografías más fuertes. En multitud de ocasiones hablé sobre tres formas en las que podemos amar más nuestras fotografías. Este es el grande: desear más de ellos. Espera lo mejor de ellos. Nunca conformarse. Doce fotografías realmente geniales en un año superan a 1200 fotografías mediocres cualquier día. “Acabo de tomar un montón de fotografías; ¿ahora qué?” Se trata de editar, pero más que eso, se trata de cómo pensamos sobre la edición: cómo podemos hacer que sea menos abrumador, qué criterios podemos usar para seleccionar nuestro mejor trabajo y cómo podemos usar las herramientas de Lightroom para ayudar con eso. Se trata de hacer algo hermoso y significativo con sus fotografías, como monografías, presentaciones multimedia o galerías web, y usar las herramientas que ya tiene en Adobe Lightroom para hacerlo mucho más fácilmente de lo que cree posible. Más sobre este tema en el próximo número.
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Premio Ortega y Gasset a la mejor fotografía El jurado de la 39ª edición de los premios Ortega y Gasset, que convoca el diario El País, dio a conocer recientemente los ganadores de sus galardones, entre ellos el de Mejor Fotografía que recayó en esta foto de Sáshenka Gutiérrez.
El galardón a la Mejor fotografía ha sido para la periodista mexicana Sáshenka Gutiérrez, de la agencia Efe, por una imagen tomada a Sandra Monroy, paciente de cáncer que se sometió a una mastectomía bilateral que le salvó la vida. El jurado ha resaltado que la imagen, publicada en varios medios, “captura un momento de máximo dolor, en el que la herida es todavía reciente y que aun así logra transmitir esperanza”. Para el jurado, el valor de esta fotografía reside “en el inusual retrato de una intimidad cruda, que afecta a muchas mujeres en todo el mundo”.
El galardón a la Mejor fotografía ha sido para la periodista mexicana Sáshenka Gutiérrez, de la agencia Efe, por una imagen tomada a Sandra Monroy, paciente de cáncer que se sometió a una mastectomía bilateral que le salvó la vida. El jurado ha resaltado que la imagen, publicada en varios medios, “captura un momento de máximo dolor, en el que la herida es todavía reciente y que aun así logra transmitir esperanza”. Para el jurado, el valor de esta fotografía reside “en el inusual retrato de una intimidad cruda, que afecta a muchas mujeres en todo el mundo”. [Diario El País, 6 de abril de 2022]
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Hoang Largo Ly (Vietnam, 1965) Ly Hoang Long nació en 1965 en Dalat, una ciudad ubicada en las altas mesetas del centro de Vietnam. Desde niño, el fotógrafo ha estado fascinado por los colores y las imágenes y comenzó su carrera profesional como diseñador gráfico. Descubrió la fotografía en 1993 a través de un amigo, compró su primera réflex analógica y dos años más tarde hizo un cuarto oscuro en su apartamento. Una cosa llevó a la otra y abandonó definitivamente el diseño para dedicarse a sus imágenes. Con más de veinte años de experiencia a su nombre y 310 premios internacionales, incluido el de mejor fotógrafo de viajes en 2014 (TFOTY). Varias de sus fotografías también ganaron premios en el mismo año en el Fotógrafo Urbano del Año de CBRE y de National Geographic.
Lucha de barro La lucha en el barro con una pelota era un juego tradicional organizado cada cuatro años en el pueblo de Van, provincia de Bac Ninh, al norte de Vietnam. Con el baloncesto, pero en lugar de las canastas colgadas, aquí había dos hoyos (como una portería) y el terreno de juego estaba lleno de lodo húmedo, había 16 jugadores divididos en dos equipos, competían vigorosamente para anotar poniendo el pesada bola de madera en el hoyo de sus competidores. El público apoyó a todos los equipos, gritaban y reían porque el juego se veía muy divertido; no fue nada fácil agarrar una pelota, mantenerla en brazos y correr sobre la superficie resbaladiza y cruzar una barrera de competidores. Después de tres días de competencia, ambos equipos se reunían en el patio del templo para adorar a sus antepasados, el juego terminó completamente en paz y felicidad.
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Enormes icebergs de Ilulissat Icefjord y Disco Bay Groenlandia occidental La capital mundial del iceberg El fiordo helado de Ilulissat (Kangia) es una de las atracciones turísticas más conocidas y populares de Groenlandia. Alimentado por el glaciar Sermeq Kujalleq, este fiordo de 6 kilómetros de largo está lleno de icebergs de todas las formas y tamaños y fue inscrito en la lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO en 004. Sermeq Kujalleq es el glaciar que fluye más rápido en Groenlandia, solo superado por la gran Antártida. y escupe gigantescos icebergs que siguen el fiordo de 60 kilómetros hacia la bahía. Este fiordo es una delicia para los fotógrafos, caracterizado por días interminables iluminados por el sol de medianoche. Es un lugar mágico para experimentar tanto desde la tierra como desde el agua, con abundantes oportunidades fotográficas.
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Zak Van Biljon (Sudáfrica, 1981) El césped rojo es la patria de Zak van Biljon. El fotógrafo sudafricano, nacido en 1981, pasó su infancia y adolescencia tanto en Johannesburgo como en Ciudad del Cabo. En 2003 se graduó como mejor alumno del Colegio Nacional de Fotografía. Con un estudio de impresión en blanco y negro, irónicamente, para alguien que creció bajo las coloridas impresiones de Rainbow Nation. En 2004 abandonó el país y emigró a Europa. Fue en Roma, donde descubrió otra luz del sol y en Londres, donde se situó en lo más alto de las listas de reservas de prestigiosos sellos underground. Continuó su carrera como fotógrafo comercial a tiempo parcial en Zúrich, Suiza, ejerciendo su maestría en sus proyectos de bellas artes. Su trabajo abarca desde digital a analógico con habilidades en publicidad contemporánea y fotografía de arte moderno. Su enfoque principal es el manejo de la luz como director, como se muestra en su obra de arte reciente, capturar el mundo en infrarrojo. El mundo visto en colores rojo y rosa ofrece una visión nueva e impresionante de la realidad tal como la conocemos.
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Nick Brandt
Nick Brandt (n. 1964, Londres) estudió pintura y cine en la St. Martin s School of Art de Londres. Se mudó a California en 1992 . En 1995, Brandt se dio cuenta de la terrible devastación del paisaje y la fauna de África Oriental, lo que lo llevó a realizar su trilogía seminal On This Earth ( 2005), A Shadow Falls ( 2009), Across the Ravaged Tierra (2013). En 2010, Brandt cofundó Big Life Foundation, que trabaja para proteger a los animales y el ecosistema de una gran área de Kenia y Tanzania. La creciente destrucción del mundo natural en África y su impacto tanto en los animales salvajes como en los pobres de las zonas rurales inspiraron al artista a crear las series fundamentales Inherit the Dust (2016) y This Empty World ( 2019). Brandt ha expuesto en todo el mundo, incluidas exposiciones individuales en Fotografiska, Estocolmo; Museo de Arte Multimedia, Moscú; y el Museo Nacional de Finlandia, Helsinki. El artista vive y trabaja en California.
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Nick Brandt sobre The Day May Break Fotografiada en Zimbabue y Kenia a fines de 2020, The Day May Break es la primera parte de una serie global del aclamado fotógrafo Nick Brandt, que retrata a personas y animales que se han visto afectados por la degradación y destrucción del medio ambiente. Todas las personas de estas fotografías se han visto gravemente afectadas por el cambio climático: algunas desplazadas por ciclones que destruyeron sus hogares, otras como agricultores desplazados y empobrecidos por sequías que duran años. Fotografiados en cinco santuarios/ reservas, los animales son casi todos rescatados a largo plazo, víctimas de todo, desde la caza furtiva de sus padres hasta la destrucción del hábitat y el envenenamiento. Estos animales nunca podrán ser devueltos a la naturaleza. Como resultado, están habituados, y era seguro que extraños humanos estuvieran cerca de ellos y fueran fotografiados en el mismo marco al mismo tiempo.s proyectos requieren mucha preparación. ¿Cómo surgió la idea de esta nueva serie? Antes de COVID, tenía una idea mucho más elaborada que trataba sobre el cambio climático, solo para filmar en California. Sin embargo, debido a COVID, eso se volvió poco práctico, aunque es donde vivo. Pero también, la niebla que había planeado usar como humo en las fotografías adquirió una capa completamente nueva de simbolismo con COVID: esta sensación, para mí, de vivir en una especie de limbo, de no tener idea de cómo resultarían las cosas. Por supuesto, esto también se aplica a nuestra situación ambiental actual en el planeta: ¿cómo resultarán las cosas? ¿Sobreviviremos nosotros y nuestros semejantes a este apocalipsis que se avecina? Entonces sentí que podía hacer una serie global, conectando tanto a humanos como a animales afectados por la degradación ambiental y el cambio climático, y que la niebla también se convirtió en un símbolo de un mundo que alguna vez fue reconocible y que ahora se desvanece de la vista. ¿Cómo se hizo realidad? Una vez que tengo una idea, me obsesiono. Encuentro que no tengo más remedio que ejecutarlo, sin importar cuán aterradoras puedan ser las implicaciones financieras de hacerlo. En 2020, el mundo estaba paralizado con la pandemia de Covid 19, ¿cómo lograste viajar a Zimbabue y Kenia? ¿Por qué elegiste estos dos países? Empecé en Zimbabue y Kenia porque en todos los lugares del mundo en los que planeo filmar podría llegar a ambos países en los últimos meses de 2020. El momento fue afortunado, entre oleadas. Por supuesto, había un nivel de familiaridad con Kenia que ayudó. Y, lo que es más importante, ambos países tenían santuarios y áreas de conservación con animales rescatados habituados que permitirían que los extraños humanos estuvieran cerca de ellos de manera segura. ¿Qué precauciones adicionales o dificultades tuviste que superar a causa de la pandemia? Traje una gran cantidad de 95 y máscaras quirúrgicas para todos los involucrados durante los dos meses de rodaje. Cada vez que alguien subía a un vehículo, tenía que usar un 95. Afortunadamente, nadie se enfermó. Todos eran mucho más maduros en usar máscaras allí
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Regina, Jack, Levi and Diesel, Zimbabue 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery que algunos de los llorones en Estados Unidos, etc. Tu serie anterior tenía en común la idea de que el mundo tal como lo conocemos está desapareciendo debido a la actividad humana, pero denuncias los efectos del desarrollo a través de la lucha de los animales. ¿Por qué este proyecto es diferente? Este proyecto es el primero que también aborda el cambio climático además de la biodiversidad y la pérdida de hábitat. Es la primera en la que las personas son, literalmente, el centro de las fotografías. ¿Por qué elegiste este título The Day May Break? A pesar de su pérdida, las personas y los correos de estas fotografías son sobrevivientes. Y ahí, en esta supervivencia a través de penurias tan extremas, yace la posibilidad y la esperanza. Tan... El día puede romper. . . y el mundo puede romperse. O quizás... El día puede romper... y el amanecer aún llega. La elección de la humanidad. Nuestra elección. Todas las personas que aparecen en el proyecto se han visto directamente afectadas por el cambio climático, ¿cómo las conociste? Durante un par de meses antes de llegar, tuvimos investigadores buscando personas cuyas vidas se hubieran visto dramáticamente afectadas por los efectos del cambio climático. Siempre has sido un defensor de la preservación de la vida silvestre, incluso con la creación de Big Life Foundation,
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Pero ¿por qué te pareció importante en este nuevo proyecto sobre el cambio climático incluir historias sobre personas? El cambio climático finalmente afectará negativamente a todos los seres humanos del planeta, pero sobre todo, de manera más inmediata, a los pobres de las zonas rurales. Por supuesto, los pobres de las zonas rurales también se ven afectados por la pérdida de biodiversidad y la degradación ambiental, pero el cambio climático añade un nuevo horror a nuestras vidas. ¿Qué historias de Jack, Regina, Helen y los demás te conmovieron más? ¿Por qué? Hay tres que perdieron a dos / ambos de sus hijos arrastrados por las inundaciones, para nunca más ser vistos: Kuda de Zimbabue y Robert y Nyaguthii de Kenia. Cómo tuvieron la fuerza para continuar, no lo sé. Simplemente me hubiera derrumbado. Siempre hay una fuerte estética visual en tu obra pero en esta en particular la niebla y la bombilla en medio de la nada son extremadamente poéticas. ¿Por qué eligió este ángulo para hablar de un tema tan difícil? Como se mencionó, la niebla crea una especie de limbo, un mundo que alguna vez fue reconocible y ahora se desvanece de la vista. La niebla también convierte a los animales en casi un sueño, o un recuerdo de lo que las personas alguna vez experimentaron en sus vidas. Es también un eco del humo asfixiante de los incendios forestales, impulsados por el cambio climático, que devastan gran parte del planeta. En cuanto a las bombillas, elegí accesorios que representaban los huesos más básicos para vivir: una silla, una mesa, una cama. Y para la luz, una sola bombilla desnuda. ¿Por qué es tan importante para ti como artista ser testigo del destino del mundo? ¿Como un individuo? No tengo elección. Me consume y me obsesiona. Necesito hacer lo que pueda con las habilidades que tengo para expresar mis sentimientos sobre lo que se está desarrollando. Y quizás otros también puedan verse afectados en el camino. ¿Crees que hay esperanza de salvar nuestro planeta, sus habitantes y el ecosistema? Gran suspiro cansado. Nunca me he sentido más desesperado que este año. Se siente como si todo el planeta estuviera en llamas. Pero no estaría haciendo este trabajo si sintiera que no hay esperanza. Estas personas y animales en las fotos son sobrevivientes de eventos traumáticos en sus vidas, pero aún están vivos. Y donde todavía hay vida, hay esperanza. Debemos, debemos, debemos, luchar para preservar lo que queda. Como digo una y otra vez, no estés enojado y pasivo, sé enojado y activo. ¿Puedes describir el proceso mediante el cual hiciste las imágenes? Los rodajes fueron muy espontáneos. Los animales estaban maravillosamente relajados gracias a sus cuidadores, al igual que las personas en las fotos. La niebla fue creada por máquinas de niebla en el lugar, que fue, con mucho, la parte más desafiante del rodaje, ya que a menudo trabajábamos en condiciones extremadamente calientes, secas, soleadas y ventosas, por lo que la niebla se disipaba casi de inmediato. Como resultado, muchas de las fotos se tomaron 0 minutos antes del amanecer y después del atardecer. Disparar a la luz del sol fue, como siempre, para mí, no una opción. Pero trabajé muy libremente, intercambiando personas hasta que se sintió como la combinación correcta de animales y personas, y viendo
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Alice, Stanley and Najin, Kenya 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery qué se desarrollaba por casualidad. Para mí fue como jazz fotográfico. Si bien la mayoría de las imágenes están en blanco y negro. ¿Por qué algunas están en colores? Sí, casi todas las imágenes están en blanco y negro, y esa era la intención del proyecto: un mundo brumoso y monocromático, pero para solo cuatro imágenes, esas funcionaron mejor en color, más específicamente la fotografía de Sofía y su padre y Fatu, el rinoceronte, por los vivos colores de su vestido azul y bordados dorados, enfatizando la impresión de ella como una joven reina sentada en su trono de madera, mientras su padre la acompaña como su cortesano. Las chicas jóvenes en los secuestros se proyectan deliberadamente como los sujetos más fuertes: no estaba dirigiendo de mi parte, solo transmitían esa impresión. Y para generalizar, los jóvenes son y deben ser la esperanza del futuro, y sobre todo las mujeres, con (normalmente) su mayor empatía. Esperemos que surja muy pronto una Greta Thunberg africana. ¿Qué equipo usaste? Debido a que la niebla cambiaba constantemente, de cuadro a cuadro, tuve que disparar digitalmente para poder revisar lo que había fotografiado al final de cada sesión. Usé una cámara de formato medio Fujifilm GFX 100. The Day May Break es parte de una serie global, ¿Ya la filmaste? ¿Cuándo planeas lanzarlo? Todavía no. Espero poder empezar a trabajar en otros países. Eso sí, entre el COVID y todo lo demás, todo puede cambiar...
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Halima, Abdul and Frida, Kenia 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Helen and Sky, Zimbabue 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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James, Peter and Najin, Kenya 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Patrick and Flamingos, Zimbabue 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Richard and Sky, Zimbabue 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Teresa and Najin, Kenya 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Kuda and Sky II, Zimbabue 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Fatuma, Ali & Bupa, Kenia 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Making of The Day May Break © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Harriet and people in fog, Zimbabue 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Richard and Grace, Zimbabue 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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James and Fatu, Kenya 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Sofia, Mohammed and Fatu, Zimbabue 2020 © Nick Brandt, cortesía de Fahey/Klein Gallery
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Repertorio de Fotógrafos Españoles
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Manel Armengol En 1975 estudió en la escuela de Fotografía de Joaquín Muntaner (Barcelona) como complemento a su formación periodística y, al año siguiente, sus fotografías de la represión policial de una manifestación en Barcelona dieron la vuelta al mundo, convirtiéndose en iconos de la transición. Manel Armengol continuaría su trabajo como fotorreportero y corresponsal hasta sufrir un grave accidente en 1982. Desde entonces, ha evolucionado hacia una fotografía de observación, que desarrolla en Barcelona y a lo largo de viajes fotográficos (Nepal, india, Islandia...). El estilo plural de sus fotografías se adapta a la variedad de temas que trabaja. Destacan las imágenes de texturas y planos detalle donde el color es protagonista. sus series de cielos abiertos también ocupan un lugar importante en su obra, así como los tonos monocromáticos en azul que aparecen en distintos trabajos, como Gaudí, Viaje en azul o Arquitecturas. Gran parte de su producción de los 90, y sobre todo a partir del año 2000, es en blanco y negro, con una especial devoción por los paisajes naturales, que plasma en imágenes oníricas cargadas de poesía. en 2010 inició un ingente proyecto personal y documental sobre Los antiguos olivos del Mediterráneo. Fotógrafo independiente, tras la aparición de sus fotografías sobre la transición en Paris-Match, The New York Times, Der Spiegel y Plana durante los 70, y más adelante con Connaissance des Arts y otras revistas de arquitectura nacionales y extranjeras, además de con diversas editoriales Newsweek, colaboró asiduamente con Interviú y Primera Participó en PHotoEspaña en 1999 y 2005. entre sus exposiciones más recientes figuran Terrae y USA 70’s, en la Galería Pente 10 (Lisboa, 2010), y Viaje en azul, en la galería Tagomago de Barcelona (2011). su obra forma parte de diversas colecciones privadas e institucionales, como las del Museu Nacional d’art de Catalunya (Barcelona), el centre de recrea i Difusió de la imatge (Gerona), la DLK Collection (Nueva York), el Banco Espírito Santo (Lisboa) o la Taniguchi Collection (Tokio), entre otras.
Publicaciones seleccionadas El jardín de los guerreros, Barcelona, Lunwerg, 1987; Voices of Wáter, Tokio, Shiseido-Word, 2001; Memories of Winds, Tokio, Shiseido-Word, 2001; Herbarium, Madrid, Turner, 2007; Transiciones, Barcelona, Fundació Foto Colectania, 2008; Cirlot en Vallcarca, Barcelona, Alpha-Decay, 2008; Terrae, Madrid, Turner, 2009.
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a medio gas, por kamarón viesca
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amazon, por alejandro
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anna karenina, por eleonor
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another pain and new scar, por a.poluakovvfr
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ardillas y golpes, por vadim trunov
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atlántico, por ildefonso robledo
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autumn walks, por michael
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call, por s. ivanov
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camino de espejos, por loco matarov
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cascada de oneta, por j.l.maylín
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cucharilla..., por antonio martinez rodriguez
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desnudo en blanco y negro, por vladimiro 240
detalles panorámicos de gijón, amanecer, por pepe latas
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detalles panorámicos de gijón, playa de san lorenzo, por pepe latas
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días de sol en febrero, por antonio martinez rodriguez
243
el gamo rey del sueve-, por kamarón viesca
244
el glaciar, por carlos gianoli
245
el pescador, por carlos gianoli
246
el-cazador, por vaio
247
en blanco y negro, por semy
248
enchanted forest, por alex
249
enrique simón (actor), por mario eduardo blanco garcía
250
espejo, por loco matarov
251
esta foto me encontró a mi, por koldo basauri
252
exhibitionism or claim, por arkady
253
faces, por m.dasha 254
faces, por m.dasha_ 255
faces, por m.dasha__ 256
fv 13, por e.gorobets
257
girlfriend, por igor
258
halcón, por s. ivanov
259
happy dreams, por alejandro
260
herrerilo común - cyanistes caeruleus, por maniel palacio castro (yerbatu)
261
hilos, por pedro mg
262
huida de los infiernos, por pedro mg
263
indian summer, por lucas
264
just calla me, baby, por kezzin
265
kid, por dimitriv
266
l r -condao, por josé luis garcía de condao 267
la velocidad al aire libre, por noly
268
la velocidad al aire libre, por noly_
269
laetitia, por enrique santamaria cortes
270
laetitia, por enrique santamaria cortes_
271
le regard, por dominique
272
life farmee, por saravut whan
273
lizza, por sergey s
274
magic of winter baikal, por nicolás
275
magritte life-sized, por kezzin 276
mam te quiero, por antonio martinez rodriguez
277
manuel linares (pintor), por mario eduardo blanco garcía
278
maternity, por igor 279
mayo, por semy
280
mañana de niebla, por sergio vido
281
memorizing , por nadima (shibina nadegda) 282
model, diana ageeva, por sstudy mr. krolik
283
murals&walls. buenos aires, por maikel reyfman
284
murals&walls. buenos aires, por maikel reyfman_
285
my cat and her, por george
286
natural rugs, por viad s
287
no a la guerra. not to the war. не до войны., por arantxa
288
no title. speechless, por svetlava
289
no war, por j.l.maylín
290
noir et or, por dominique 291
not-to-the-war, por anna
292
nude art, por duong dinh 293
nude art, por duong dinh_
294
nude art, por duong dinh__
295
nude art, por duong dinh___
296
nude, por paulina stpetersburg
297
océano, por pedro mg
298
océano, por pedro mg_
299
océano, por pedro mg__
300
otoño en somiedo, por kamarón viesca
301
overbooking de pescadores, por kuriaki
302
passo..., por kristof browk
303
paz y tranquilidad (isla bonita), por kamarón viesca
304
petra. jordania, por karol poland 305
polina, por semy
306
portrait, por nodia
307
portraits of women, por catherina 308
portraits of women, por lemin kaspov 309
portraits of women, por zachar
310
pustynia wadi rum.jordania, por karol poland
311
pustynia wadi rum.jordania, por karol poland_
312
quiet evening..., por kristof browk
313
red, por pavel
314
remembering, por nadima (shibina nadegda)
315
retratos de mujer, por natalia 316
session with fumes, por lenin kaspov 317
soledad, por juan pablo rodríguez garcía e
318
sombras que llegan, por oscar rubén suárez
319
spring, por haruki kamura
320
still life, por michael
321
still life, por sla bertz
322
story with a violin, por sasha
323
sveta, por semy
324
the beginning of the road future, por a.polyajovvfr
325
the bicycle, por saravut whan
326
the bus, por sstudy domohozjaika
327
the bus, por sstudy domohozjaika_
328
the future, por aleksandre
329
the girl in red, por eric
330
the girl in red, por eric_ 331
the light from the windows, por george
332
the mysteries of the haunted house, por rekhov. s
333
the old rockers never die, por ignachenco 334
the old rockers never die, por ignachenco_
335
the philosopher stone, por vladimir
336
the pigeons, por david d 337
the pigeons, por david d_
338
the recycling of venus, por kezzin 339
the shelter, por arkady 340
tre cime..., por kristof browk
341
two, por poli artur 342
vineyards, por alex
343
warrior, por eric 344
was looking for you, por pavel
345
не до войны. not to the war. no a la guerra., por arantxa
346