74
REPORTAJE
La labor filantrópica de quienes hicieron fortuna permitió construir centros escolares en todas las provincias
La emigración creó una extensa red de colegios por toda Galicia
G
alicia es lo que es gracias, en gran parte, a sus emigrantes. Su papel en el desarrollo de la tierra que dejaron atrás fue decisiva por muchos motivos. Las remesas económicas a las familias es una de las más conocidas, porque contribuyeron al sostenimiento de los que quedaron atrás aportándoles los ingresos necesarios para poder mejoarr su situación. Pero hay otras que, incluso, han sido superiores, dejando una profunda huella en las generaciones posteriores. Fueron las escuelas de la emigración, una desinteresada contribución que hicieron aquellos que mayor éxito alcanzaron con el fin de dar educación a los niños que quedaban en Galicia para que no tuvieran que tomar el mismo camino. Pero, si llegaba el mometno de hacerlo, para que tuvieran los conocimientos necesarios para poder optar a empleos cualificados. Esta realidad histórica ha sido documentada por el Consello da Cultura Galega a través del Arquivo da Emigración Galega en su obra “As escolas da emigración”. Un trabajo de investigación que ha rastreado las huella de aquellos filántropos que a lo largo de la geografía gallega dejaron un legado insuficientemente valorado. En este trabajo se pone de manifiesto que la salida a América de miles y miles de gallegos, muchas veces de forma definitiva, provocó en un profundo sentimiento de compromiso y solidaridad con su tierra natal, no solo en la familia, sino que también se extendía a toda la comunidad. Uno de los destinos de estas remesas, que dejó una mayor huella en el desarrollo de la sociedad y la cultura gallegas, se concretó en el ámbito educa-
TOMARON CONCIENCIA DE LA IMPORTANCIA DE LA FORMACIÓN PARA PODER OPTAR A PUESTOS DE TRABAJO CUALIFICADO
ARQUIVO DA EMIGRACIÓN GALEGA
tivo y tuvo como beneficiarios directos a sus vecinos, ya que contribuyeron a formar la primera red escolar gallega. SOLIDARIDAD
Esta intervención en el proceso de equipamiento de las escuelas en casi toda Galicia se debió en gran parte a una situación de graves carencias. Muchos emigrantes se sintieron solidarios con el problema educativo que existía en Galicia. Este fue el germen del envío de remesas para la creación de escuelas de instrucción que vivieron los propios emigrantes, quienes a menudo padecían un alto grado de analfabetismo. Cuando llegaron a América se encontraban en una situación de clara inferioridad en el mercado laboral debido a su escassa cualificación académica y profesional. Por eso se vieron obligados a aceptar los trabajos más ingratos, dolorosos y peor pagados. Su experiencia los llevó a tomar conciencia de que la educación era clave para mejorar su condición en el país anfitrión. La educación se convertía así “en un vehículo regenerador y un manantial de transformación social”, según explican los autores del estudio. Esta intensa labor educactiva no siempre fue bien recibida. En algunos ámbitos, como en Labor Gallega, se lamentaba que la formación y cualificación de los jóvenes serviría para incentivar sus ansias por emigrar.
En la foto superior e izquierda las Escuelas República Argentina en Cortegada financiada por Guillermo Álvarez Pérez. Debajo las escuelas de Punxín, sufragada por Benigno Quiroga, emigrante en Chile, que hizo fortuna en el sector minero.