Lisboa
# 36 • OCTUBRE 2021 • Pág 48
Hay quienes dicen que es la ciudad más cool de Europa, con una vida nocturna fascinante, pintorescos barrios históricos, playas paradisiacas y una atractiva ruta gastronómica. Una capital auténtica en la que se cruzan costumbres ancestrales con innovación tecnológica. Lisboa es una ciudad con muchas historias que contar. En un enclave donde el sol puede brillar 290 días al año, no es de extrañar que haya tantas playas para visitar: desde las urbanas a lo largo de la Linha de Cascais a las multiculturales en Costa da Caparica y misteriosas arenas de Sintra, no hay falta de zonas costeras para disfrutar días a pleno sol y mar. Este destino, que no tiene edad, destaca por su hospitalidad y su seguridad para caminar las calles tanto durante el día como la noche. La gastronomía se dedica a definir más de mil formas de cocinar el adorado
bacalao y hay restaurantes para todos los gustos y presupuestos. A Lisboa se la puede amar por sus monumentos, sus condiciones ideales para practicar deporte o su deliciosa cocina. Pero una cosa es segura: todo el tiempo del mundo no alcanza para disfrutar la variedad de paseos por hacer. Para aquellos que no son fan de planificar su viaje, esta es una ciudad con varios itinerarios para improvisar por sus buenas conexiones de transporte. Desde autobuses que siguen los barrios más importantes, hasta los anfibios originales que permiten visitar el centro
y el río, hay muchas formas de descubrir la antigua capital imperial sin miedo a perderse. Algunas de las atracciones más populares invitan a experiencias absolutamente inolvidables: el romanticismo de tomar el tranvía 28 y adentrarse en las casas que decoran la subida hasta Graça, la impresión única al llegar a Cascais en tren bordeando el río Tajo, el ambiente de tranquilidad que se vive en el Jardín Zoológico y las espectaculares panorámicas desde el Arco de Rua Augusta forman parte de un itinerario que vale la pena descubrir. Esta última parada es uno de los