Jorge Domenech de Farmacia Don Bosco, Montevideo
Desde hace casi 30 años, Jorge Domenech y su esposa, Elizabeth Correa, están dedicados al servicio de la farmacia comunitaria. Lo que comenzó siendo un proyecto de pareja con la adquisición de Farmacia Don Bosco, se ha convertido en un emprendimiento familiar en el que también trabajan sus dos hijos, con la ampliación de otras dos farmacias en Montevideo. Juntos comparten la pasión por la atención al público y el compromiso por saber escuchar a cada cliente. ¿Cómo es la historia de Farmacia Don Bosco? A comienzos del año 1993, con mi señora, Elizabeth, decidimos incursionar en el rubro farmacéutico. Ella es contadora pública y licenciada en Administración, y proviene de una familia de comerciantes en el rubro de artículos para el hogar. Siempre tuvo una vocación especial y una
faceta natural por la atención al público. El rubro farmacia nos parecía ideal porque sin dudas brinda un servicio de primera línea a la comunidad, mientras permite desarrollar otros rubros accesorios para el cuidado personal. Todo esto era un desafío personal para mi mujer, que siempre ha disfrutado lo que hace, anticipándose a lo que el cliente
pueda necesitar. Es así que en noviembre de ese año y luego de recorrer varias farmacias, llegamos a Don Bosco, que vaya casualidad, es la farmacia del barrio donde vivíamos. Adquirirla excedía nuestras posibilidades económicas, pero la cercanía con nuestro hogar y el hecho de tener hijos chicos hizo que realizáramos todos los esfuerzos para llegar
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“Somos expendedores de confianza”