Cultura
¿Eres un “picky” del idioma?
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Lo importante es disfrutar nuestro lenguaje y aceptar su evolución.
i bien todos deberíamos aspirar a ser ilustres exponentes de la lengua en tiempos modernos, es preciso aceptar que, para lograrlo, se requiere tiempo y una educación constante. Aún así, hoy ya existen personas que le dan mucha relevancia al uso correcto del lenguaje y se convierten en intensos de la ortografía o guardianes del lenguaje. Por: Rita Santoyo Venegas, Lingüista mexicana. Editora de Español en el Departamento de Didáctica en Babbel. https://es.babbel.com/ @Babbel_es
A veces no los ves, pero están por todas partes. Te persiguen en whatsApp, en las publicaciones de twitter o facebook y no pierden oportunidad para hacer notar cualquier falta de ortografía o puntuación. Literalmente actúan como la policía proactiva del idioma. Probablemente muchos de nosotros hemos adoptado este papel de correctores insufribles alguna vez, ya sea desde el rol de jefe, compañero de trabajo, amigo, o padre. Así como también, seguramente, hemos sido víctimas de algún otro fanático de la corrección de estilo, quienes no desaprovechan la oportunidad para resaltar hasta el más mínimo error en alguna frase dicha o escrita.
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REVISTA CONSULTORÍA NÚM 103
Si esto te suena, en definitiva, este texto es para ti. Te compartimos un par de recomendaciones para lidiar de la mejor manera en situaciones de debate o de corrección, donde no todos reaccionan de la mejor manera y pueden surgir discusiones innecesarias.
1. No corrijas la gramática de las personas en público Destacar un error frente a todo el mundo, es algo muy mal visto. Hay que tener tacto cuando se corrige a otras personas, aun siendo un profesor o el editor más reconocido. 2. Hay que saber dónde y cuándo Si se tiene un debate serio, es absolutamente inapropiado subrayar los errores gramaticales o de vocabulario del otro. 3. No todo lo que se dice es lo “correcto” No significa que expresiones coloquiales o de las “nuevas generaciones” deban aceptarse como las nuevas palabras “correctas” de la actualidad. 4. Los modos sí importan La forma es importante y definitivamente marca una gran diferencia. Lo importante es la forma asertiva para hacer notar estas equivocaciones y evitar que la persona se sienta atacada. 5. No es personal, es profesional En el fondo, cada maestro o guardián de la lengua quiere evitar la “fosilización” de ciertos errores, y parar que el uso incorrecto del lenguaje se convierta en un hábito muy difícil de corregir.
