PSICOLOGÍA
¿Está hecho el cerebro para pensar?
H
En épocas difíciles, esta sorprendente lección de la neurociencia podría ayudarte a reducir tus niveles de ansiedad.
ace 500 millones de años, una diminuta criatura marina cambió el curso de la historia: se convirtió en el primer depredador. De alguna manera, sintió la presencia de otra criatura cercana, se dirigió hasta ella y se la comió a propósito. Esta nueva actividad de cazar dio inicio a una carrera armamentística evolutiva. Durante millones de años, los depredadores y las presas evolucionaron para tener cuerpos más complejos que pudieran sentir y moverse con mayor eficacia a fin de atrapar o eludir a otras criaturas. Con el tiempo, algunas criaturas evolucionaron hasta tener un centro de comando que dirigiera esos cuerpos complejos. Lo llamamos cerebro.
Por ejemplo, todas las mañanas cuando despiertas, tu cerebro prevé la energía que necesitarás para arrastrar tu organismo fuera de la cama y comenzar el día. De manera preventiva, inunda tu torrente sanguíneo con la hormona cortisol, que hace que la glucosa esté disponible para obtener energía con rapidez. Tu cerebro administra tu cuerpo usando algo parecido a un presupuesto, que monitorea recursos como el agua, la sal y la glucosa cuando los ganas y los pierdes. Cada acción que gasta recursos como pararte, correr y aprender, es una especie de retiro de tu cuenta. Las acciones que reabastecen tus recursos, como comer y dormir, son como depósitos.
el agua llegue a tu sangre. Cada pensamiento que tienes, cada sentimiento de felicidad, enojo o asombro, cada acto de bondad que brindas y cada insulto que soportas o pronuncias forman parte de los cálculos que hace tu cerebro mientras asigna un presupuesto para tu metabolismo. Esta perspectiva sobre el cerebro tiene muchas consecuencias en el entendimiento de los seres humanos. Por ejemplo, con mucha frecuencia, nos concebimos en términos mentales, separados de lo físico. Un fuerte dolor de estómago después de una comida indulgente podría mandarnos al gastroenterólogo pero, si experimentamos ese mismo dolor durante un divorcio desagradable, tal vez mejor
El cerebro Esta historia sobre la evolución de los cerebros pone énfasis en un concepto clave sobre los seres humanos. Y es que la función más importante de tu cerebro no es pensar; sino dirigir los sistemas corporales que te mantienen con vida y saludable. Es que aunque tu cerebro produce pensamientos conscientes y sentimientos, estos sirven más a las necesidades de administración de tu cuerpo de lo que podrías darte cuenta. Además, en tiempos de estrés, esta perspectiva podría ayudarte a aminorar tus ansiedades. Una gran parte de la actividad cerebral ocurre sin que te des cuenta. En todo momento, tu cerebro debe descubrir las necesidades de tu cuerpo para el próximo momento y ejecutar un plan para cubrir esas necesidades por adelantado. 34
no es significativa. La ansiedad no provoca dolores estomacales; más bien, los sentimientos de ansiedad y los dolores de estómago son mecanismos del cerebro para darle sentido al malestar físico. Esta es una razón por la cual las acciones físicas como respirar profundo, o dormir más, pueden ayudar mucho a resolver problemas psicológicos.
El presupuesto corporal Si estás agotado de la pandemia y luchas contra la falta de motivación, considera tu situación desde la perspectiva del presupuesto corporal. Tu carga podría sentirse más ligera si comprendes el malestar como algo físico. Cuando aparezca un pensamiento desagradable en tu mente, como “ya no puedo soportar esta locura”, hazte preguntas relacionadas con el presupuesto corporal: “¿Dormí suficiente anoche? ¿Estoy deshidratado? ¿Debería salir a caminar? No es un juego de semántica. Se trata de encontrar un nuevo significado a tus sensaciones físicas para guiar tus acciones.
¿Qué es la alostasis? El nombre científico del presupuesto corporal es alostasis, consideremos qué ocurre cuando tienes sed y bebes agua. Esta tarda 20 minutos en llegar a la sangre, pero sientes menos sed en pocos segundos. ¿Qué alivia la sed con tanta rapidez? Tu cerebro, que aprendió de experiencias pasadas que el agua te hidratará, por eso calma tu sed mucho antes de que
iremos con un psicoterapeuta. En el consultorio del gastroenterólogo, experimentamos nuestro malestar como un problema físico subyacente; en el consultorio del terapeuta, experimentamos el mismo malestar como ansiedad: una perturbación psicológica que se manifiesta físicamente. Sin embargo, en términos del presupuesto corporal, esta distinción entre lo mental y lo físico
No digo que puedas chasquear los dedos y disolver una tristeza o la depresión con un cambio de perspectiva. Sugiero que es posible reconocer qué está haciendo en realidad tu cerebro y encontrar algo de consuelo en eso. Tu cerebro no está hecho para pensar. Todo lo que conjura, desde pensamientos y emociones hasta sueños, le sirve a tu presupuesto corporal. Si adoptas esta perspectiva, puede ser una fuente de resiliencia en tiempos difíciles. • Por Lisa Feldman Barrett. Psicóloga y neurocientífica