Revista COMPLICIDÁ | Enero, 2022
SALUD SEXUAL
FOR YOUR PLEASURE Los orgasmos deben interpretarse no solo a través de mecanismos biológicos, sino también a través de tendencias psicológicas, sociológicas e históricas.
S
e conoce que el orgasmo es un tema tabú o controversial de hablar en nuestra cultura desde hace mucho tiempo, en la historia, alguna vez se pensó que estos eran inmorales, o inclusive malos para la salud. Hasta la actualidad, no nos informan ni se habla mucho acerca de los orgasmos y la masturbación femenina y hasta podemos pensar que es algo que las mujeres no hacen o no necesitan hacer, pues la sociedad no ha primado el placer de la mujer y cuando se hablaba de la sexualidad femenina era desde la reproducción. Empezar a romper estos tabúes sobre todo alrededor de la masturbación femenina, es importante para nuestra salud sexual y no debe avergonzarnos. Pero bien, ¿qué es el orgasmo? Es la liberación que tiene el cuerpo después de haber alcanzado el máximo pico de excitación, la tensión sexual causada por el coito o la autoestimulación se libera y los músculos de todo el cuerpo pueden contraerse. Por lo general, una sensación de calor emana de la pelvis y se extiende por todo el cuerpo. Sin embargo, no tiene una definición exacta porque cada cuerpo es diferente, muchas mujeres incluso pueden haberlo tenido sin saberlo o suelen pensar que nunca lo lograrán, pues se guían de una falsa expectativa de lo que es. Es por eso que es importante saber explorar nuestro cuerpo para conocer qué zonas son las erógenas, qué es lo que nos gusta y poder comunicarlo, ya que se sabe que cada una puede llegar al orgasmo de distintas maneras, como a través de la penetración, otras por la estimulación del clítoris o por otras zonas del cuerpo. La estimulación del clítoris es probablemente la forma más común para
20
que la mayoría de las personas experimenten un orgasmo. El clítoris contiene un conjunto de terminaciones nerviosas y está ubicado en la parte frontal de la vulva femenina y debajo de la capucha del clítoris. El clítoris, similar a un pene, se hincha, agranda y se vuelve más sensible a medida que la persona se excita más sexualmente. En un estudio de 2017, aproximadamente 7 de cada 10 personas que tuvieron sexo heterosexual dijeron que necesitaban estimulación del clítoris para llegar al orgasmo durante el sexo o que la estimulación del clítoris mejoraba la experiencia incluso si no la necesitaban para llegar al orgasmo. Otro tipo puede ser el orgasmo por estimulación vaginal, el cual está relacionado al punto G, el cual es un área que se siente a través de la pared de la vagina, detrás de la parte posterior del hueso púbico, cerca de la unión de la vejiga y la uretra. Algunos investigadores creen que cuando se estimula, el punto G provoca un intenso placer sexual en algunas mujeres; otros cuestionan si las mujeres pueden sentir tal placer en este lugar. También importa la experiencia preliminar al orgasmo, el disfrutar la experiencia sexual previa y estar presentes en el momento para lograr una conexión. Algunas mujeres pueden estar preocupadas porque creen que nunca llegarán a sentir esta sensación, pero estar siempre predispuestas a disfrutar y simplemente dejarse llevar por las sensaciones es lo que ayuda a tener un orgasmo. No hay una receta exacta, pero existen consejos para tenerlo, los componentes son el autoconocimiento, la auto exploración para saber lo que nos gusta, la comunicación si es una experiencia con una pareja para poner límites
de lo que te gusta o lo que no, tener una buena lubricación, sentirse cómoda y sino hablarlo, y liberar la mente para eliminar todos los prejuicios y mitos alrededor de esto. Contrario de lo que hemos escuchado siempre, de lo que nos enseñan los medios, escuelas y las representaciones, tener una vida sexual saludable no necesariamente implica tener un orgasmo alucinante cada vez que tengamos una experiencia sexual. Es probable que cada vez se tengan diferentes experiencias y eso está bien porque somos únicas y cada cuerpo diferente. Autora: Camila Rivera