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Nelson Manrique
EL FRENTE URBANO Y LA UNIVERSIDAD DEL CENTRO Otro factor que jugó un importante papel fue la existencia de la Universidad Nacional del Centro, cuya sede es la ciudad de Huancayo. Este centro de estudios, fundado a inicios de la década del sesenta, alberga un significativo contingente de estudiantes de la región y migrantes, con una condición social precaria (en sus orígenes fue fundada como Universidad Comunal del Centro, lo cual remarca su vinculación con el mundo campesino comunero de la región), para quienes es un amargo descubrimiento constatar que sus expectativas de acceder a un trabajo decorosamente remunerado cuando egresan son más bien remotas, dados los grandes desniveles que caracterizan la formación académica en el país y las formas de discriminación étnica y racial vigentes, que ponen en desventaja objetiva a los estudiantes serranos del interior3. Algo semejante ocurre con la Universidad San Cristóbal de Huamanga, en Ayacucho. La Universidad del Centro tenía el atractivo para el comando senderista de estar situada en una ciudad más cercana a la capital, con una mayor importancia económica, política y administrativa, y cuyo tamaño facilitaba el accionar clandestino. En los hechos, las acciones de propaganda armada realizadas por los contingentes senderistas les permitieron ganar importantes contingentes estudiantiles que jugaron un importante papel en la ejecución de los atentados en la ciudad y en las incursiones contra las comunidades del valle del Mantaro. Desde 1986 la Universidad se convirtió en un campo de batalla crítico para Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru. Para este último la región central era un espacio "natural" de desarrollo, dado el antecedente del trabajo político realizado por el Movimiento de Izquierda Revolucionaria ―una de las vertientes de la izquierda peruana de la cual desciende el MRTA― desde la década del sesenta, cuando su frente guerrillero más importante fue el de la selva central, bajo la dirección de Guillermo Lobatón Milla y Máximo Velando Gálvez. La lucha por el control de la Universidad fue sangrienta, con asesinatos políticos cometidos por ambas fuerzas contra sus oponentes. Según una denuncia consignada en la revista Cambio, el ejército desarrolló la táctica de perpetrar ase3
Un sector social emergente en el proceso de movilización y cambios de la sociedad peruana ―el de los estudiantes universitarios de provincia― se encontraría expuesto a situaciones de inestabilidad e inseguridad que derivan de la incongruencia entre expectativas y logros. Es probable que esta condición les haga cuestionarse acerca de su futuro personal en el marco de oportunidades que la sociedad les ofrece, y los vuelva especialmente receptivos a la consideración de los problemas económicos y sociales del medio del que proceden, sobre el cual, por su formación, tienen algunos esquemas explicativos para interpretados. La dinámica de movilización y bloqueo ―en el plano personal y en el de sus comunidades― haría atractiva una opción encaminada al cambio de estructuras mediante el ejercicio sistemático de la violencia (Chávez de Paz 1989: 57).