Magisterio 90

Page 65

Letras

Al final de la danza Martha González Díaz Biblioteca Pedagógica del Estado de México Toluca, Estado de México

Quintana Roo esquina con Carranza, Toluca, 12:30 p. m. La luz del sol se expande sobre el pectoral mariposa que luce el danzante, ahora inerte sobre el pavimento. El hombre se ha desplomado sobre la avenida, en la que será su última batalla. Los brazaletes de latón, antes verdaderos colibríes aleteando, en las muñecas del danzante se acurrucan lacera­dos entre las manos sin vida. El bezote dorado ha caído como un águila herida, y las orejeras de doble disco brillan como nunca sobre el asfalto. La cabeza inmóvil aún sigue coronada por la diadema que en el pasado fue símbolo de grandeza, sólo que ahora sin piedras preciosas. El hombre ha caído; esta vez no lo derribo ninguna espada, tampoco lo humilló el hierro de los conquistadores, ni el descuido del automovilista que lo arrolló con su BMW. Ninguno de ellos tiene la culpa del último agravio. Esta vez, el hombre con atavío prehispánico, confeccionado con fibras sintéticas y recuerdo emblemático de un majestuoso pasado, ha sido abatido por un adversario más peligroso: alguien de su misma sangre, y en su propia tierra. La afrenta llegó de los constructores del nuevo orden, de los vendedores de la miseria. Esa que no se hereda como el color de la piel. A pesar del atropello, la diadema ancestral made in China siguió sujetando el enorme penacho sobre el cráneo maltrecho. Fue asombroso ver cómo la aureola de plumas multicolor se resistía a perecer ante la inmovilidad del cuerpo. Sin embargo, el viento indulgente siguió alentando el vaivén del plumerío que poco a poco se debilitaba, como también lo hicieron los frágiles latidos del corazón. En el piso, el cadáver aún sudoroso y requemado por el sol conmueve a los peatones que contemplan el percance automovilístico; mudos testigos ven al danzante tendido sobre su propia sangre. Nada que hacer, el hombre se ha convertido en otra víctima colateral, diría el discurso oficial.


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.