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MAYO - JUNIO 2020
Columna
LO QUE SE OYE, lo que se dice...
FRANCISCO AVILÉS SÁNCHEZ faviles56@yahoo.com
EL NUEVO tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá, conocido como T-MEC, da cierta seguridad al sector agropecuario mexicano de que continuará bajo ciertas reglas el intercambio, que se da principalmente con nuestro vecino inmediato, pero también impone exigencias que pueden convertirse en verdaderas trabas al comercio. Una muy clara son las cláusulas referentes al trabajo realizado de manera forzada, por menores de edad o en condiciones precarias, ya que para impedir la entrada de mercancía mexicana a cualquiera de los otros dos países bastaría demostrar que en su producción se utilizó esa clase de trabajo. El Departamento de Trabajo de los Estados Unidos ha venido reuniendo “evidencias” de que muchas cosechas en México se logran con peones agrícolas a los que se paga muy poco a cambio de jornadas excesivas, se les aloja en condiciones inhumanas y a menudo son niños o jovencitos; más aún, se tiene información acerca de trabajo forzado al que son obligadas personas contratadas con engaños. Es el caso de “granjas pequeñas
y medianas” dedicadas a ciertos cultivos, especialmente chile y tomate, en los estados de Baja California, Chihuahua, Jalisco y San Luis Potosí. El trabajo infantil, dice un estudio de dicha oficina, se da en muchos otros estados tanto en esos mismos cultivos como en café, tabaco, caña de azúcar, frijol, berenjena, pepino, melón y cebolla. Se habla de “714 mil menores que trabajan en el sector primario de la economía”, y aunque la mayor parte de ellos son jóvenes de entre 15 y 17 años, también hay muchos pequeños de siete e incluso menores. Se trata de sólo uno de los aspectos en que el nuevo tratado podría perjudicar a México, que de ninguna manera puede competir con las condiciones laborales de sus socios. Nuestra clase política –funcionarios y legisladores– no ha hecho gran cosa para trabajar en este campo; de hecho, una semana antes de la entrada en vigor del nuevo tratado (1º de julio) todavía el Congreso no se había reunido para aprobar una serie de leyes que deberían estar vigentes para entonces para poder cumplir con las exigencias del acuerdo comercial…