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EDITORIAL
Edición Especial N°100
Lillian Zapata Directora
EL HUMANISMO EN LA EMPRESA, EL LADO POSITIVO DE LAS PERSONAS La revista Imagen y Comunicación publica la edición especial N°100 en una coyuntura de crisis sanitaria, económica y social que golpea al mundo. La pandemia amenaza la vida de la gente y al mismo tiempo nos reta a mostrar nuestras capacidades para responder a una realidad que demanda actitud, responsabilidad y compromiso. Winston Churchill decía que “la actitud es una pequeña cosa que marca una gran diferencia”, y sabemos que la responsabilidad implica responder por tus actos, mientras que el compromiso es cumplir con aquello que se considera un deber. Las tres cualidades: actitud, responsabilidad y compromiso hablan de quién eres a través de la acción puesta en escena. Las empresas frente a la COVID-19 han dado a conocer su lado más humano, dieron facilidades a sus empleados para laborar en remoto desde casa, pero a la vez había que atender a la familia. Todo en un mismo lugar donde trabajo, estudios y vida familiar debían convivir de la mejor manera con el fin de sacar adelante cada tarea encomendada. Llegada la pandemia, las organizaciones de diverso tamaño se flexibilizaron para hacer viable sus negocios, unieron esfuerzos y valorizaron más a sus trabajadores, convertidos en pieza clave para lograr los objetivos trazados. Las situaciones de crisis, como la vivida, evidencian las potencialidades de los colaboradores y de sus líderes quienes contribuyen a hacer empresa que significa entre otras cosas: emprender, arriesgar, apostar, contratar y hacerte cargo de varias responsabilidades. Juan Antonio Pérez López, doctor en Business Administration por la Universidad de Harvard, autor de diversas publicaciones y profesor del IESE, decía que una empresa es una organización humana y “un directivo con gran capacidad ejecutiva llega a discernir capacidades potenciales para hacer cosas en personas que ignoran que tienen esas capacidades”. En suma, el buen directivo descubre y transforma un brillante en bruto en una piedra preciosa. Hablar de un buen directivo es referirse aquel que es buen decisor, logra con visión holística gestionar el todo desde un enfoque humanista, es decir se interesa por el otro en su más amplia dimensión. Ello implica escuchar, dialogar, ir más allá de lo laboral e ingresar a lo personal para actuar adecuadamente al entender que el mando es servir. En este contexto, el
ser humano demuestra que es libre, estar en el ámbito empresarial no lo priva de ese derecho, al contrario le da la posibilidad de trascender. La ética toca la puerta en esa libertad inherente a la persona y cada quien decide si le abre o pasa de largo ignorando que posterga su felicidad. El filósofo español Leonardo Polo, cuya obra abarca la teoría del conocimiento, la metafísica y la antropología, sostenía que “el objetivo de la ética es promover la dignidad humana y no ser ético es ser mediocre”. Las personas demandan líderes ejemplares, capaces de inspirar, desean vivir en sociedades más humanas y solidarias; aspiración viable si se sabe leer el contexto social y se integran las expectativas e intereses de los ciudadanos a la propia estrategia general de las organizaciones para hacerlas sostenibles. La frase de Ortega y Gasset: “Sorprenderse y admirarse es comenzar a entender”, aplica a las empresas que han dado respuesta a situaciones difíciles y demuestran ante los ojos de todos que gestionar la complejidad es su misión. La experiencia en esos avatares las ha hecho resurgir cual ave fénix para seguir emprendiendo y proyectar futuro. Sabemos que la tarea corporativa implica lograr diferenciarse, generar confianza y alcanzar legitimidad social. En este camino están las entidades que apuestan por ser excelentes y ponen a las personas en el centro de sus decisiones empezando desde dentro. Hal Rosenbluth, autor de The customer comes second, es claro al precisar que “la empresa que llega al corazón de su gente es la que ofrece el mejor de los servicios al cliente”, la experiencia lo confirma. La frase encierra comunicación, propósito, marca corporativa, cultura y reputación; los intangibles que contribuyen a la sostenibilidad a largo plazo y a humanizar las empresas. En la presente edición especial N°100 de la revista Imagen y Comunicación tenemos el gusto de presentarles relevantes contenidos de reconocidos colegas como Joan Costa, Guillermo Bosovsky, José Carlos Losada, Ángel Alloza, Pablo Ferreiro, entre otros destacados profesionales, quienes nos acercan a los avances de las organizaciones y sus retos al registrarse la presencia del humanismo en la empresa, el lado positivo de las personas.