Psycho Killer
Carlos Velázquez @Charfornication
Viaje sentimental por mis viniles
L
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eí en Old Records Never Die, de Eric Spitznagel (ConSpitznagel que se deshizo de él en un momento de desestra, 2017), que la fruta prohibida de los viniles son peración económica y lo estará buscando con ahínco en el aquellos que en su portada ostentan impresa la leyenda área de San Diego. Inspirado por el libro decidí rebuscar en«Promotional Copy. Not For Sale». tre mi colección de discos y me topé con uno que tiene un Lo primero que me vino a la mente fue mi vinil New York background especial. Y tiene conexión con una morra. de Lou Reed. Lo compré en Tijuana, en la Ciruela Eléctrica, Ann y yo nos oteamos apenas unos segundos un sábado a ciento venite pesos. Es un ejemplar para prensa. Lo primeen un bar. Nos presentaron de manera efímera, pero bastó ro que hice al llegar a Towers fue consultar su valor en Amapara prendarnos. El lunes ya nos estábamos buscando por zon. Solo había uno a la venta y costaba cinco mil y tantos Instagram. Tras un intercambio de mensajes privados acorvaros. Y yo que todavía me había atrevido a regatear el predamos de vernos en su chante. Me puse mi sudadera y salí cio. Si ese costaba tanto, el mío, por portar la advertencia rumbo al metro. Trepado en el vagón me pregunté: ¿en seNot for sale seguro que valía más. El disco estaba descatalorio, Carlos? Era el mal ejemplo de Spitznagel. Qué eran dogado. Por fin el año pasado Record Store ce estaciones y un transbordo cuando él Day lo reeditó y ahora es posible hacerse En la sala del minúsculo había recorrido cientos de kilómetros. departamento deambulaban de una copia. Sin embargo, el que tengo Una hora después estaba en el depa cuatro gatos. El negro se lladentro de mi colección es una reliquia de Ann. jugosa al que se le puede sacar una bueTardé más de una hora en percatarmaba el Ingeniero. La cafecita na lana. Pero no pienso venderlo. Almendra, en honor a la banda me de que me había sentado junto a un No pensaba leer el libro de SpitznaTheremin. de Spinetta. Y escuchando al gel. No por el momento. Antes tenía que ¿Y esto?, pregunté. Flaco y después de varias cheliquidar On the Road. La releo cada año. Me lo regalé de cumpleaños, Es uno de mis rituales. Como cenar solo las nos saltamos encima uno al contestó. otro. Su cuarto era una especie en Año Nuevo o comer espinazo todos Ann me gustaba. Pero cuando dijo de tugurio para santos. Tenía eso me gustó más. Imaginármela fulos lunes en el Salón Versalles. Pero como el libro trata sobre los viniles no reretratos de varias diosas de la mando mota y jugando con el Theremin sistí la tentación de hojearlo. Y terminó divinidad. Y una efigie peque- como Joe Bonamassa en «The Ballad por abducirme. No paré hasta terminarña de la santa muerte. Apagó of John Henry» me pareció irresistible. lo. La premisa es bastante desquiciante. lo que más me atrajo fueron sus la luz y encendió varias velas. Pero Spitznagel se propone recuperar sus distatuajes. El cuarenta por ciento de su cos de juventud. Algo bastante sencillo cuerpo estaba cubierto de tinta. ahora que se ha reeditado casi todo en vinil. Pero cuando Qué sexy, pensé cuando vi una foto de ella en Instagram se refiere a sus discos es literal. Quiere los mismos. Con sus en traje de baño. marcas de identidad, un teléfono escrito en uno, un nombre En un pizarrón de corcho hay varias acuarelas de mujeres garabateado en otro, uno más con la portada pisoteada. desnudas. Me contó que era partícipe de unas tertulias exSu propósito lo lanza a un viaje tanto físico como emoclusivas donde se reúnen a empedarse y a dibujar. cional por Chicago y sus alrededores. Visita tiendas de disJueves de encueradas, dijo y soltó una risotada. cos, la casa de su infancia y la universidad a la que asistió. Creí identificar cierto tono lujurioso en sus palabras. Las andanzas de Spitznagel son posibles gracias a que los A veces no llega la modelo y poso yo, dijo. viniles tienen historia. El formato. Los CD’s no despiertan Le creí, porque estaba buenérrima. Es yogui. Y al parecer la misma pasión. No importa que en nuestra casa albergueeso le otorga licencia para lucir en forma. mos cientos de ellos como animales disecados, como troSoy una gorda en pausa, se sinceró. Soy bien tragona. feos que levantamos victoriosos en otra época y que ahora Siempre tengo hambre. acumulan polvo porque qué güeva pasarles un trapo. Por Lo constaté más tarde cuando pidió tacos a Los cocuyos el contrario, los viniles cuentan historias. Ni el casete, con como para siete personas y solo cenamos nosotros dos. todo lo funcional que fue en un tiempo, y mucho menos el El elemento decepcionante de the whole picture es que no streaming, tienen ese poder. había una bocina decente. Escuchábamos música en la Bose Siempre me he preguntado cómo habrá llegado mi disco más mini de la historia. Me entraron unas ganas crazys por de New York a la Ciruela Eléctrica. Quizá perteneció a algún largarme, pero me las aguanté.