S h e n t o n g y R a n g t o n g : D o s V i s i o n e s d e l a Va c u i d a d
de vista para evitar los dos puntos de vista extremos del nihilismo y el eternalismo. Las dos primeras tradiciones, entonces, son la Gran Exposición y la escuela del Sutra. Aunque la escuela del Sutra enseña la ausencia de entidad propia de la persona, no enseña la ausencia de entidad propia de los fenómenos. Estas dos escuelas de la Gran Exposición y la escuela del Sutra son principalmente escuelas Fundacionales. Las otras dos tradiciones, la escuela Solo Mente y las escuelas del Camino Medio son escuelas Mahayana.
3. LA TRADICIÓN DE SOLO MENTE (CHITTAMATRA) Los seguidores de Solo Mente (Sct. Chittamatra) enseñan que todas las apariencias externas, incluyendo el propio cuerpo, son creadas por y son parte de la mente. Los objetos aparecen y nosotros los percibimos, pero ninguna de las cosas que aparecen tiene existencia externa; todas surgen dentro de la mente misma. ¿Cómo puede ser esto? Dan el ejemplo de cuando estamos dormidos y soñamos con una montaña, una casa, animales, personas, amigos, enemigos, etc., vemos varias cosas exactamente como las veríamos mientras estamos despiertos. Pero, ninguna de estas cosas existe realmente; todas son apariencias que surgen de nuestra mente. De la misma manera, todas las apariencias que normalmente percibimos mientras estamos despiertos también surgen en la mente. No son más que mente. Esta es la razón por la que esta tradición se llama “Chittamatra”, que en Sánscrito significa “Solo Mente”, es decir, todo es “solo” mente. Primero, hay tendencias o latencias (Tib. bag chag)13 que son creadas en la mente. Si la mente está habituada a algo que es positivo, la mente mejora gradualmente y los pensamientos de uno se vuelven más y más virtuosos. Si, por otro lado, la mente se habitúa a algo que es negativo, la mente gradualmente empeora y los pensamientos de uno se vuelven cada vez más virtuosos. Por ejemplo, la ira leve puede surgir dentro de nosotros. Si tomamos el control de esa ira y nos deshacemos de ella, entonces no permanecerá en nuestra mente como una latencia. Si, por otro lado, no tomamos el control de esa ira, se hará más y más fuerte. Al principio somos más fuertes que la ira, pero si no la controlamos, la ira se vuelve más fuerte y no podemos
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