TE CNOLOGÍ A
NODOS: DONDE EL DESTINO NOS ENCUENTRA por Mayra Dani el imágenes de Dani i l A l i kov
La multiplicación de las redes sociales ha permitido crear nuevos nodos de comunicación en los que florecen las relaciones interpersonales; parece que se abren nuevos espacios para la conversación y los reencuentros son posibles, pero también representan nuevas oportunidades para colisionar con el destino y acelerar procesos, como si de una máquina de movimiento perpetuo se tratara.
E
n telecomunicaciones un nodo es un punto de intersección o conexión de varios elementos; en las redes de computación cada una de las máquinas es un nodo y en Internet cada servidor también es un nodo. Por ello, el concepto de nodo está en el centro de la comunicación en redes: trabajos, personas y conversaciones que parecían lejanas están más cerca de lo que parecen. De hecho, es el caso del origen de Facebook, cuya creación se remonta a 2003, cuando Mark Zuckerberg, el empresario detrás de esta idea, decidió que los estudiantes de las universidades podrían beneficiarse de un sistema de nodos en el que pudieran “interceptar” a las personas que eran parte de su red de conocidos. A casi 20 años, podemos reconocer los logros de la plataforma, en la que participa casi 80% de la población con internet en el mundo. El caso de otra red competidora, X, antes llamada Twitter, es ligeramente distinto. En su estructura no es necesario que las personas estén conectadas “previamente” por algún elemento de la vida offline, ya que los nodos de conexión pueden ser palabras clave, temáticas o simple azar. En este sentido, una plataforma como X permite nuevas conexiones que no requieren ningún punto de afinidad, ni geográfica, demográfica, ni de ningún otro tipo. Esto provocó que la dinámica de X y Facebook siguiera caminos muy distintos.
CA P I TE L | DE STI NO
Daniil Alikov, Spectral Fluctuation (Fluctuación espectral), 2019. Cortesía del artista.
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