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“Para que el amar eduque, hay que amar y tener ternura.” Humberto Maturana
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A n a L u i s a B e c e r r a Va le n G r a c i e l a S a l a s R iv e r o s . S ob re la primer a G e ner a
E u g e n io S a l fat e S a la s . . M a r g a r it a N a v a r r o V a l l S ob re la s egund a ge nera
Va le nti n a Ac eve d o N ava r Ju a n Jo s é S a l fat e M a n r Sobre la tercera genera
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Acerca de de la la revista revista Acerca Memoria Educativa aparece como respuesta a nuestro constante ejercicio de cuestionarlo todo; ante la rabia, la indignación de lo que sucede actualmente, la necesidad de pensar en colectivo y nuestras ganas de generar cambios. Nos posicionamos desde la pedagogía con un rol activo, con la necesidad de expandirlo a nuevas esferas y con el fin de democratizar los espacios, el conocimiento y la información. En esta revista vemos la pedagogía como un proceso histórico, con el que se pueden interpretar diversos aspectos de la contingencia, e incluso, de la vida; relevando la memoria y el pasado, con vistas para el futuro. En Memoria Educativa estamos indignades, pero sabemos que, “si sentimos dolor y rabia, es que no hemos renunciado a nuestra capacidad de reaccionar ante el mundo” (Butler, J. 2020, p. 53).
Valentina y Juan José
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Ana Luisa Luisa Ana Becerra Valenzuela Valenzuela Becerra “Yo deseaba tanto ir al colegio, que alguien me enseñara a leer. Es muy triste no saber leer, es difícil la vida así.” Me llamo Ana Luisa, nací en 1930, tengo 90 años, o eso creo yo, porque no es lo que sale en mi carné de identidad, comenta entre risas. Soy la abuela de Paulo, pareja de la Vale. Yo soy nacida y criada en el campo, más de grande me mandaron para Santiago. Vivía en Chépica, por allá en Colchagua, esto queda en la región de O’Higgins. Yo me crié por allá, era campo campo. Yo nunca fui a la escuela, no alcancé a ir, nunca me mandaron. Mi papá era empleado de fundo, cuidaba el terreno y a los trabajadores. A mí me dejaron con una madrina para que me cuidara, en las Palmas de Lolol, que quedaba lejos.
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Yo creo que tal vez pude haber ido al colegio, pero el más cercano estaba como a medio día viajando, allá donde yo vivía había pura ganadería. Mi mamá nos regaló el silabario a mis hermanas y a mí, nos dijo que teníamos que aprender a leer, pero sin la ayuda de nadie qué íbamos a aprender. Yo solo jugaba y me subía a los perales, jugaba todo el día.
Tenía 11 hermanos y a mis dos hermanos mayores los mandaron al colegio; a ellos sí los mandaron para Chépica, por allá donde había un colegio. Ellos aprendieron a leer y a escribir, nada más, deben haber llegado hasta primero o segundo de preparatoria. Yo nunca aprendí nada, decían que la educación era para los hombres, a ellos les servía, porque decían que eran los que iban a trabajar. Yo por ser mujer, nunca fui al colegio, decían que eso no era para nosotras… Decían que para qué iba a aprender a leer o escribir, que era solo para mandarle cartas a los niños. Y ya cuando fui creciendo, tenía que empezar a hacer las cosas de la casa, de hecho, a mis hermanas más chicas casi las crié yo. Después salieron con que todos debían ir al colegio, debe haber sido como 1940-1945 o por ahí, llegaron un par de colegios a donde yo vivía y era obligación mandar a los niños, pero yo ya era grande, tenía 13 ya, qué iba a poder aprender, si a esa edad ya había que ayudar en la casa y hacer cosas. En ese tiempo ya era dueña de casa, hacía todas las cosas. Después trabajé en los fundos, limpiando lanas o cocinando en fondos grandes. Yo deseaba tanto ir al colegio, que alguien me enseñara a leer. Es muy triste no saber leer, es difícil la vida así, uno nunca quiere quedar como ignorante. Tal vez yo podría leer tanta cosa, tantos libros. O haber ayudado a mis hijos en el colegio, porque yo a todos los mandé al colegio, yo quería que ellos fueran más que yo. Fue difícil ser mamá así, sin saber nada. A nosotras las mujeres nos subestimaron, nosotras también podíamos aprender, fue un error pensar que nunca nos íbamos a igualar con el hombre y ahora sí estamos igualando.
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Graciela Graciela Salas Riveros Riveros Salas “yo quería ser modista e inscribirme en los cursos técnicos (...) pero mi papá no quiso, porque después yo me iba a tener que casar y criar hijos. Yo me llamo Graciela de las Mercedes Salas Riveros, tengo 78 años, soy abuela de Juan José, nacida y criada en Pueblo de Indios, San Vicente. Yo estudié hasta 6° de preparatoria en la escuela “Mixta San Vicente” que después pasó a llamarse “Escuela Consolidada”, y ahora se llama “Carmen Gallegos de Robles”, era una escuela fiscal, no municipal, yo diría que era urbana porque está a pasos de la plaza de armas, pero en ese tiempo todo San Vicente era de tierra, así que no sé. La escuela era toda de material sólido, en ese tiempo toda de adobe y tejas, las salas eran grandes, con mesas de madera individuales, teníamos el pizarrón de tiza al frente con el escritorio del profesor y el estante con llave donde el profesor guardaba sus cosas y libros. No estuve en kínder porque antes no existía, entré con siete años a 1°de preparatoria en 1950 y salí de 6° en 1958 porque repetí algunos cursos, además de que tenía que por ley terminar la preparatoria. Bueno, yo no seguí estudiando porque yo quería ser modista e inscribirme en los cursos técnicos, porque en el colegio había la opción de tomar esos cursos, pero mi papá no quiso, porque dijo que ya había muchas modistas y que después yo me iba a tener que casar y criar hijos, Entonces, él me inscribió en humanidades, pero a mí no me gustó y no fui más.
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Las clases eran con un profesor, que se paraba adelante y coasí que para qué. piaba las cosas en el pizarrón, nosotros teníamos que escribirlas en los cuadernos y él pasaba revisando. En ese tiempo no había fotocopias, ni libros para nosotros, todo era dictado o copiado. Las pruebas eran con una hoja suelta que teníamos que sacar del cuaderno, el profesor anotaba las preguntas en la pizarra, y nosotros las copiábamos, y al final había que entregarle la hoja. La prueba se hacía en la misma sala y no había que separarse ni nada, como eran pruebas escritas, daba lo mismo. Los profesores en general eran buenos, estrictos, pero buenos, las profesoras por lo general eran mejores, porque eran más suaves. Había mucho respeto en la sala, nosotros no pasábamos a llevar al profesor ni ellos a nosotros, claro, gritaban para retar a algunos, pero eso era todo. Castigos, no vi muchos, pero me acuerdo que a mi hermano mayor, que estábamos en el mismo curso, una profesora le amarraba la mano izquierda al banco con el pañuelo, porque había que andar con pañuelo de tela antes, se la amarraban porque era zurdo, y antes eso era mal visto, como que fuera una maña. También me acuerdo que nos hacían memorizar poesías, nunca me gustaron, y como se me olvidaban, el profesor me paraba adelante del curso a decirla y yo me asustaba, o me hacía pararme en la puerta mirando para afuera, esos eran los castigos. También recuerdo que nos revisaban si nos bañábamos, teníamos que mostrar las uñas, detrás de las orejas y también el pañuelo. Otra cosa era el respeto fuera del colegio, si no saludabas al profesor en la calle al otro día te llamaban la atención, o si el profesor te veía faltándole el respeto a alguien mayor, como por ejemplo no darle el asiento a alguien, te retaba en la calle y al otro día te hacía escribir en el cuaderno. Yo creo que la diferencia que había entre hombres y mujeres era el técnico manual, las niñas bordábamos y los niños hacían carpintería, y que en los patios las niñas no podíamos jugar tan brusco como los niños.
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Sobre la la prime prime Sobre
Como vimos en estos primeros acercamientos históricos, el tro de la primera mitad y mediados del Siglo XX, periodos la educación, pero que, sin embargo, refleja uno de los pro
A lo largo de la historia educativa nacional, la escolari les se suponía, ya contaban con ciertos acercamientos a ra institución, mientras que, por otro lado, las clase jos relativos a sus clases, con jornadas extenuantes y de generar más fuentes de ingreso para el grupo famili taba en una bajísimo alcance de la educación en las
Si bien, en 1920 se promulga la ley N°3.654 la cual estipula qu dirección del Estado y de las Municipalidades será gratuita y co de Educación [CNED], 2020) estableciendo la obligatoriedad un mientos de orden público, y posteriormente, en 1929, extendien primaria completa. Sin embargo, el alcance de dicha expansión
“El crecimiento rápido de la matrícula se detuvo en 1928 los sistemas fiscal y particular. Mientras el primero se es da cuenta del escenario educacional al que se vieron enf servicio educacional en perjuicio de la población rural y do esto claramente visible en el hecho de que Ana Luisa cia de esta en su sector de residencia, y que Graciela de el poco alcance de la legislación, y la precaria regulació
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era generación generación era
contexto socioeducativo en el cual se desarrollan es dens marcados por grandes cambios en el sistema y alcance de oblemas que aqueja hasta nuestros días, la centralización.
ización había sido relegada a las clases altas, las cuaa los conocimientos básicos que abordarían en una futues obreras y campesinas estaban relegadas a los trabacon una inserción temprana al mundo laboral, en razón ar, lo que sumado a la alta mortandad infantil, resulclases populares, además de un masivo analfabetismo.
ue “la Educación primaria es obligatoria. La que se dé bajo la omprenderá a las personas de uno y otro sexo”. (Consejo Nacional niversal de la educación básica hasta el 4° grado en establecindo la obligatoriedad hasta los 6 años que componen la educación institucional no abarcó la totalidad del territorio nacional.
8, debido, principalmente, al desarrollo inarmónico entre stancó, el segundo aumentó” (Reyes, L. 2011, p. 6). Lo que frentadas nuestras entrevistadas, “una redistribución del y de la clase baja urbana” (Hamuy, E. 1960, p. 50). Sienno asistiera a una educación formal, por la no existenesertara de la educación secundaria. Dejando en evidencia ón de esta en los sectores alejados de las grandes urbes.
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Eugenio Salfate Salfate Salas Salas Eugenio
“Repetí 2 años porque tenía anemia, así que no iba a clase porque era grave lo que tenía, si yo estaba parado y me desmaya, de hecho, yo ni siquiera recuerdo los primeros años del colegio.”
Me llamo Eugenio Enrique Salfate Salas, nací el 25 de febrero de 1967, tengo 54 años, soy papá de Juan José. Nací en San Vicente, pero crecí en Pueblo de Indios. Yo estudié hasta IV° medio, era obligatorio hasta 8° no más, pero si querías conseguir trabajo después era más fácil si habías terminado el colegio. Entré a estudiar el 1973 y salí en el 87’ repetí 2 años porque tenía anemia, así que no iba a clase porque era grave lo que tenía, si yo estaba parado y me desmaya, de hecho, yo ni siquiera recuerdo los primeros años del colegio, me acuerdo de como desde 5° básico en adelante. Bueno, yo estuve en la Escuela B-13 de Pueblo de Indios, después le cambiaron el nombre a G-159, y ahora es “Párroco Miguel Bustamante”. y Fiscales, en el 80’ creo que se volvieron Municipales.
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Después de eso hice la enseñanza media en el Liceo Ignacio Carrera Pinto de San Vicente. La escuela B-13 era rural, estaba a los pies del cerro en pueblo de indios, ahora es urbana. El Liceo siempre fue urbano, está en el centro de San Vicente. Ambos eran mixtos, Científico-Humanistas La escuela era de adobe, y en ese tiempo era como que construyeron edificios de un piso, bien largos, y después los dividieron adentro con murallas, todas tenían una puerta al patio, pero también tenían una puerta por dentro que conectaba con la sala del curso del lado, y esa tenía otra puerta que conectaba con la otra sala y así con todas, y la última tenía una puerta que daba a la cocina, pero esa siempre estaba con llave. Teníamos una pizarra de tiza y mesas de madera, las típicas con el espacio abajo para meter los cuadernos. Los baños eran super antiguos, de pozo negro, o sea un hoyo en el piso con cajoncito para sentarse, estaban al fondo, lejos de todo, por la hediondez seguramente. El liceo era de adobe, de 2 pisos, con salas independientes, pizarrón y mesas, ese ya era más como un colegio de hoy en día. En la escuela el profesor jefe te pasaba todas las materias, matemática, castellano, técnico manual, todas, pero en 5° y 6° ya era cada profesor con su materia, en el liceo siempre fue así de cada profe con su materia. La metodología de la clase era el profe adelante dictando, hablando o escribiendo en la pizarra, había libros eso sí, los pasaba el estado, eran de esta hoja café ¿roneo creo que se llama ahora? pero había que cuidarlos y tratar de no rayarlos, porque después había que devolverlos y esos mismos se los pasaban a los que venían al otro año. Recuerdo que creo te daban uno o dos cuadernos de ese mismo papel. En el liceo era lo mismo, pero había fotocopias, pocas, pero había. Las pruebas eran escritas, se escribía en la pizarra y uno tenía que responder en la hoja de cuaderno.
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lo que de biarlo, y pobre de ti que llegaras a la El profe era la ley dentro y fuera de la sala,
porque te retaban de nuevo.
Castigos había muchos, si estabas haciendo desorden o eras po manos, era una regla de madera gruesa, de hecho, con esa mi tenían que ser así porque había mucha violencia, algunos cab estaban con cuchillos y un profesor bien grande fue y les pe que fue, pero fue la única forma de quitarles las cuchillas Igual se daba harto que repetían mucho, pasaba que a veces tenías compañeros de 16, porque estaban obligados por ley a ejército, pero no sé si habrá sido cierto.
Diferencias entre hombres y mujeres en la educación no había, ya no era de bordar y estar trabajado en madera, tanto hombre nías, pinturas, dibujos, títeres. Siempre me acuerdo que hic el profe, me quedó preciosa, a tu abuela le encantó, y el pro la iban a devolver, alguien se la robó.
No tuve, ni pregunté por tener, educación superior, porque n cabeza para la universidad. Pero por sobre todo era la reali ganar plata, así que tenía que salir a trabajar, si yo cuando prarme una camisa, un pantalón, un par de cuadernos y cambi los escribía por los dos lados, por un lado de una materia hermano, como era el menor de los 5, todos pusimos un poquit
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cía se hacía y no había opción de camcasa contando que el profesor te retó,
orfiado te tiraban las patillas o te pegaban un reglazo en las isma, el profe hacía callar golpeando la mesa. Igual yo creo ros se peleaban con piedras o cuchillos, recuerdo a unos que egó un palmetazo a cada uno, los llegó a botar de lo fuerte que tenían. los alumnos eran mayores que los profesores, yo con 10 años a estar ahí, si no, siempre decían que te iban a llevar al
, porque ya no se hacían esas cosas domésticas en el colegio, es como mujeres hacíamos lo mismo, era como de hacer artesace en el liceo una avioneta a escala de una foto que me pasó ofe me la pidió para ponerla en vitrina, y después cuando me
no daba la plata y también yo sentía que no me iba a dar la dad económica la que no dejaba, en ese tiempo a uno le urgía o estaba en el colegio trabajaba todos los veranos para comarles la suela a los zapatos para el otro año. Los cuadernos y por el otro lado otra. El único que pudo estudiar fue mi to de plata para ayudarlo.
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Margarita Margarita Navarro Valladares Valladares Navarro “Era mucho más fácil (que para mis padres) elegir un establecimiento educacional, claro que era según quien tuviera para pagar.” Mi en
nombre es Margarita Navarro Valladares, nací 1969, tengo 51 años, soy mamá de Valentina.
Acerca de mi educación… A los cinco años entré a kínder, en 1974. En ese entonces ya existían los colegios subvencionados y particulares, era mucho más fácil (que para mis padres) elegir un establecimiento educacional, claro que era según quien tuviera para pagar. De kínder a 4to básico estudié en un colegio municipal, luego mi mamá decidió cambiarme a uno particular, porque creía que los estudios me ofrecerían un mejor futuro y me veía potencial, el cual no iba a poder explotar en el colegio al que asistía.
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Luego de 5to a 8vo básico entré al Colegio Particular Elena Requena, el cual era solo de mujeres y no se veían grandes diferencias entre las estudiantes. Nuevamente, pensando en lo mejor para mi futuro, mi mamá decidió matricularse en un comercial, así, si no llegaba a estudiar en la universidad, tendría igual un título técnico para poder encontrar trabajo. Fue así como entré en 1ro medio al Instituto Comercial Blas Cañas, que era particular subvencionado. Era un colegio muy exigente y estricto, la disciplina era lo más importante y yo nunca fui muy disciplinada, si bien mi madre era muy dura conmigo, a mí me gustaba pasarlo bien, tenía mucha energía, me gustaba resaltar y participar, me costaba también seguir las reglas, por eso, cuando me echaron de ese colegio, tenía tanto miedo de contarle a mi mamá, porque me iba a sacar la cresta… así que le pedí a una señora en la calle que se hiciera pasar por mi apoderada, para que firmara los papeles de aviso de expulsión. Al final mi mamá igual se enteró y sí me sacó la cresta. En ese tiempo la relación con adultos era super vertical, así era con mi mamá y mi papá, pero también con mis profesores. A veces sentía que era una relación más dictatorial que de respeto, les teníamos harto temor, siempre tenían la última palabra y no nos quedaba nada más que obedecer. En 3ro medio, tuve que entrar al Liceo Comercial A29, estuve hasta lo que en ese entonces se llamaba 5to medio, que era un último año de un técnico, yo opté al título técnico de Secretariado Administrativo, con mención en inglés. Ese año conocí a mucha gente y también me abrí a un mundo político muy distinto al de mi hogar…
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Mi madre era funcionaria de la FAC H, e gusto Pinochet. Pero mis compañeras se y hacer lienzos, pasamontañas e ir a l iba escondid a porque mi familia j amás
Nuestros profes eran super exigentes y autoritarios tambié cían que nos vieron o nos ayudaban a escaparnos, como el Nos decía que había que luchar, siempre luchar.
Tuve lindos aprendizajes en el colegio, a pesar de todo. no duré más de un mes, porque me hicieron servir cafés, y nadie, así que renuncié y nunca más trabajé de secretaria…
Yo estudié de grande, a los cuarenta y tantos. El 2011 sa titulé de ingeniería en administración de empresa. Fue un p tedes, mis hijos, pero fue muy lindo que ya fueran lo sufi que vivieran eso conmigo.
Si yo pudiera volver el tiempo atrás, habría estudiado en por eso mismo mi deseo como madre es darles educación a proceso muy maravilloso, el aprendizaje es una herramienta
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era simpatizante de la dictadura de Aue organizaban para escapar del colegio las marchas en contra del régimen; yo me habría permitido ir a esas cosas.
én, pero teníamos por ahí un par de cómplices, que no deDióscoro Rojas, el guachaca, era nuestro profe de música.
Cuando salí, tuve mi primer trabajo como secretaria, pero y yo les dije que no había estudiado para servirle café a …
aqué un técnico en administración de empresa y el 2016 me proceso difícil, entre trabajar, estudiar y criarlos a usicientemente grandes para ver mi ceremonia de titulación y
la universidad de joven, habría entrado a teatro tal vez, mis hijos, es el mayor tesoro que les puedo dejar, es un a que les dará futuro.
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Sobre la segun
En el marco de la segunda generación de entrevistades, nos situ na, estando en democracia y el quiebre de esta misma producto y la posterior constitución de 1980, definirían hasta nuestros d
Bajo el gobierno de Eduardo Frei Montalva se abrió paso a greso en el sistema educativo. Se universalizó su duració trículas en la educación secundaria y superior (Reyes, L.
Como señala la cita anterior, y previo a los relatos de esta gen cialmente las bases del sistema escolar, siendo uno de los may años, a una educación básica de ocho, lo que a su vez motivó en la consumación de una escolaridad que contemplara tanto la etap
Con el gobierno de la unidad popular, en 1970, la educación se co do a la vez su cobertura en la educación básica, media y super destacando la idea de la mejora cualitativa y cuantitativa de universal de medio litro de leche en las instituciones educati infantil, que ya generaban enfermedades endémicas en la poblaci
Posteriormente, y ya acercándonos a la contingencia de los rela de las fuerzas militares en la dictadura, el sistema educaciona sivas, como por la alteración de las bases curriculares, las c sistema político imperante, integrando el conservadurismo y na “modelo de escuela de mercado: autoritaria, privatizada y discr
Se instala en la dictadura militar, una idea de meritocracia en chos, sino que las instituciones prestan servicios de educación media, y en especial, la superior, constituye una situación de ganarla con esfuerzo (...) y además debe pagarse o devolverse futuro.” (Ruiz, C. 2010, p. 104).
Podemos observar en los relatos, que la educación tiene un rol ductivo: generar recursos económicos. Siendo fuertemente influen la inserción laboral temprana de les sujetes, lo que, sumado a l que active la economía en base a su fácil reemplazo.
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nda generación
uamos en un periodo crítico de la educación y la historia chileo de la dictadura militar, momento en el reformismo autoritario días el sistema educativo.
a una drástica expansión de las oportunidades de acceso y proón a ocho años, se desarrolló un incremento notable de las ma. 2011, p. 9)
neración, en 1965 se llevó a cabo una reforma que marcó sustanyores cambios el pasar de tener una educación primaria de seis la población el deseo por la continuidad de estudios, buscando pa básica como la etapa media.
onfigura como un elemento democratizador de la sociedad, amplianrior. Apuntando al fortalecimiento de las reformas precedentes, este proceso. Dentro de las cualitativas se destaca la entrega ivas, con el fin de combatir los graves índices de desnutrición ión.
atos, con la realización del golpe de estado y el emplazamiento al se vio fuertemente afectado, tanto por las políticas reprecuales instalan una ideología que vaya con los lineamientos del acionalismo entres sus bases, además de la implantación de un riminatoria” (Reyes, L. 2011, p. 9)
n la educación, pues el estado no cumple un rol garante de deren, los cuales deben pagarse con esfuerzo y dinero; “la educación excepción para la juventud, y quienes disfruten de ella deben a la comunidad nacional por quien pueda hacerlo ahora o en el
utilitario, pues su formación tiene un objetivo funcional-pronciado por la naturaleza del nuevo modelo, el cual se enfoca en la baja cualificación de su labor, generaría mano de obra barata
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Valentina Acevedo Navarro “Aprendí rápidamente las instrucciones de la iglesia, aprendí a rezar el padre nuestro y el ave maría, antes de aprender a leer o incluso saber escribir mi nombre.” Me llamo Valentina Acevedo Navarro, tengo 23 años. Soy la hermana mayor en mi familia y la primera en lograr entrar a una universidad tradicional, tras el gran esfuerzo que ha hecho mi madre por mí. Gracias al acceso a becas ministeriales, pude licenciarme de Artes Plásticas en la Universidad de Chile y seguir mis estudios, entrando a Pedagogía en Educación Media en la misma universidad. Mi enseñanza formal partió a los 5 años, cuando entré a kínder. Estudié toda mi enseñanza básica y media en el Colegio Parroquial San Miguel, que como habrán podido dilucidar de su nombre, era un establecimiento de carácter católico, además de ser particular subvencionado, mixto y científico humanista.El establecimiento tenía dos patios grandes, una capilla, varias vírgenes de yeso en los jardines, que estaban un poco rotas por los pelotazos que les llegaban.
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En él aprendí rápidamente las instrucciones de la iglesia, aprendí a rezar el padre nuestro y el ave maría, antes de aprender a leer o incluso saber escribir mi nombre.
En mis primeros cursos, mis profesores eran muy exigentes, la disciplina era fundamental. A veces sentía miedo de responder mal las preguntas y prefería no participar, creo que esa es una de las razones por la que me costó tanto aprender las tablas de multiplicar, pues la profesora nos hacía salir a la pizarra a responder frente a todo el curso y cuando alguien se equivocaba, la profesora en cierta medida se burlaba, propiciando que el curso también lo hiciera. Con el tiempo se me fue haciendo cada vez más difícil aprender la materia, tal vez esa situación marcó mi futuro aprendizaje. Pero también había otras asignaturas que también me gustaban, como lenguaje o historia, que también lograban motivarme a ir todos los días al colegio. Siempre fui una niña estudiosa y con grandes deseos de aprender cosas nuevas. Mi mamá siempre me recuerda lo feliz que me ponían cuando debíamos ir a comprar al persa los libros para el colegio, y cómo me emocionaba cuando encontraba el título que buscábamos entre los cerros de libros. Avanzada mi estadía en el colegio, se fue dando un nuevo fenómeno con mis profesores, cada vez empezaban a jubilar más y más, y así se fue dando un recambio generacional entre elles, llegando con nuevas energías y n formas de enseñarnos en la sala de clases, también, a pesar de las restricciones del colegio, nos enseñaban la importancia de alzar la voz y luchar. Eran pequeños mensajes, tal vez sin grandes intenciones, pero que cada vez resonaban más fuerte en mi cabeza. En ese colegio nunca había grandes manifestaciones, ni se sumaban a protestas, yo sentía que estudiábamos encerrados en una burbuja muy alejada de la realidad.Algunes profesores entre pasillos preguntaban si participaríamos de esas cosas, pero en su mayoría, recibían un no rotundo.
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Fue la cimarra un acto liberador para mí ras del colegio, en pleno corazón de san m par de compañeras, incluso una vez, acom del colegio para ir a marchar…
En tercero medio llegó una nueva profesora de artes visua para nosotres; fue con ella que me encanté del arte. En ese gio, y me decidí a tomarlo. Paula, nuestra profesora, nos divertirnos mientras aprendíamos cada vez más del arte, un En algún punto, el colegio fue una etapa difícil, por pr amistades en él… Pero Paula y otres profesores, siempre e emocional, orientó y motivó mis sueños para el futuro, fue y si hoy estudio pedagogía, es también en parte por ella.
Para mí el colegio fue un espacio de desarrollo personal, damental, y yo aspiro a que algún día, pueda cumplir con l
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í, con mi jumper caminaba desde las afuemiguel, hasta el centro; acompañada de un mpañada de mis profesores. Escapábamos
ales, con nuevas ideas, nuevos proyectos, nuevos desafíos e mismo año implementaron un electivo artístico en el colellevaba al museo, a hacer croquis en el cerro, a pasear y n mundo que para nosotres era desconocido en ese entonces. roblemas familiares y psicológicos, tampoco tenía grandes estuvieron ahí. Mi profesora de arte fue para mí un apoyo ella, una de las personas que me alentó a estudiar artes,
de crecimiento, donde mis profesores tuvieron un rol funla misma tarea que elles cumplieron conmigo.
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Juan José José Juan Salfate Manríquez Manriquez Salfate “Pude acceder a la universidad por medio de la PSU, y la gratuidad en la educación superior, sin ella todo hubiese sido todo más difícil (...) hubiésemos tenido que recortar muchos gastos y estar endeudados por años.
Yo me llamo Juan José Salfate Manríquez, tengo 22 años, nací y he vivido casi toda mi vida en San Vicente. Comencé mi educación asistiendo a pre-kínder, en un jardín particular cerca de mi casa, porque en ese tiempo era hijo único y mis papás trabajaban todo el día. Después de eso, entré a 1° básico en un colegio particular subvencionado, monogenérico de hombres, Científico-Humanista y de orden católico; llamado “Colegio El Salvador” donde estudié hasta IV° medio, saliendo de este en 2016. En mi línea familiar soy el primero en poder acceder a educación superior, estudiando Licenciatura en Artes Plásticas en la Universidad de Chile entre 2017 y 2020, y ahora Pedagogía en Educación Media C-H en esta misma Universidad.
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El colegio al que asistí existe desde hace 68 años, por lo que es de estructura sólida y de adobe, aunque hay ciertas partes modernas que están hechas en base a ladrillo y hormigón. Este contaba con una cancha de pasto y una pista atlética a su alrededor, 2 salas de computación, una biblioteca, 4 patios separados por niveles, un casino y un gimnasio con cancha de básquetbol. Las salas eran algo pequeñas, contaban con una pizarra blanca a plumón, el escritorio del profesor, pupitres individuales y percheros en la parte de atrás. Cuando yo estaba en el colegio, porque ahora es distinto, teníamos un profesor o profesora jefe de 1° a 3° básico, otro/a de 4° a 6°, y, por último, otro/a de 7° a IV° medio. A mí me pasó que justo cuando salí de la institución se hizo un recambio de profesores, por lo que cuando yo estaba, la gran mayoría de mis profesores rondaban los 60 años de edad, de hecho, varios de ellos les habían hecho clases a mis padres. En vista de lo anterior, puedo decir que el sistema educativo era super tradicionalista, el profesor dictando y explicando las cosas, mientras uno copiaba lo de la pizarra. Los profesores eran super estrictos con el comportamiento y vestimenta. Sin embargo, había una lógica familiar, ya que los docentes eran muy accesibles fuera de la sala de clases, se preocupaban de nuestro bienestar, el desempeño en clases, siempre estaban abiertos a darnos apoyo en lo que fuera necesario y a generar actividades extraescolares para afiatar relaciones, entre muchas otras cosas. Castigos físicos nunca hubo, sólo los procedimientos institucionales como anotaciones, llamados de atención, enviarnos a inspectoría o citar al apoderado. Pude acceder a la universidad por medio de la PSU, y la gratuidad en la educación superior, sin ella todo hubiese sido todo más difícil, mis papás no hubiesen permitido que yo no accediera por falta de dinero, pero hubiésemos tenido que recortar muchos gastos y estar endeudados por años.
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Sobre la la tercer tercer Sobre
Finalizando las entrevistas con nuestros propios relat miento pleno de la democracia, además del desarrollo d lo anterior, las manifestaciones sociales y la llamada cenario educativo actual, además de potenciar una serie realidad como alumnes de la educación superior.
A través del Decreto Ley No. 3.063, de 1979, reglamentado en 1 las escuelas desde el Ministerio de Educación a las municipali Leyes No. 3.166 y No. 3.476, del mismo año, incorporaron prest te. Todos, privados subvencionados y municipales, comienzan a ciamiento basado en el subsidio a la demanda, conocido como V por parte de los apoderados. (Sisto, V. 2020, p. 5-6)
Al suceder estos relatos, ya alejados del periodo de evidenciable el desarrollo del ideario y los planes de competencia entre el sistema público y el privado por en la cual se disponen lineamientos destinados a entreg como un bien de consumo, despojándola de su calidad co alcance y potencialidad a la capacidad monetaria del u diario, pero en ningún caso garante o promotor del acce
Por otro lado, como señala el MINEDUC (2003) a través d educación secundaria, sumando los cuatro últimos años d periodo educativo obligatorio en doce años. Si bien, d una gran masificación de la educación media, esta logr ciendo en gran medida los niveles de deserción, acercan la educación superior.
Con la llegada de las nuevas generaciones, nacidas en al reconocimientos de su rol como agentes sociales en u una de las primeras grandes revueltas populares de est liderada por estudiantes secundaries, buscando transfor dificación al sistema de copago, la selección escolar y se solicitaba el reconocimiento de la educación como un superior y el fin del CAE.
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ra generación generación ra
tos, nos situamos en el periodo de vuelta y estableciel estado subsidiario en su máximo esplendor. Sumado a “revolución pingüina” jugaron un rol crucial en el esde posteriores movimientos que nos traen hasta nuestra
1980 mediante el decreto 1- 3.063, se traspasó la administración de idades –unidades mínimas del gobierno local-; a la par, los Decretos tadores privados de servicios educativos subvencionados estatalmencompetir entre sí por los recursos públicos bajo un modelo de finanVoucher, estableciendo como principio la libre elección de escuelas
dictadura y la implantación del modelo de mercado, es la época, viéndose claramente en la consumación de la el acaparamiento del estudiantado nacional, situación gar en manos de particulares la entrega de la educación mo derecho y de su cualidad unificadora, remitiendo su usuario: “El rol del Estado (...) es claramente subsieso a una educación de calidad.” (Reyes, L. 2011, p.10)
e la ley N°19.876, se establece la obligatoriedad de la del sistema escolar regular, fijando definitivamente el urante la década precedente a esta ley se había vivido a finalmente consagrar su masificación con esta, redundo al público la idea de la continuación de estudios en
plena democracia, surge un ímpetu de cambio, asociado un sistema profundamente desigual, es que en 2006 surge te siglo, la llamada “revolución pingüina” la cual fue rmaciones en el sistema educativo, pidiendo el fin o moy el lucro en la educación. Mientras que, por otro lado, derecho, asegurar la calidad, el acceso a la educación
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Como resultado de estas movilizaciones y sumadas a las dación de algunas de sus demandas, como el fin de la se estatales, además de la Beca de Gratuidad para la educac dentro del 40% de mayor vulnerabilidad, ampliando en gr que, de otra forma, habrían tenido que recurrir a crédit
Sin embargo, y pese a las medidas tomadas por los gobiern y no han subsanado el problema de fondo con el sistema ec de ciertas leyes, el estado no puede intervenir en estab tan un gran porcentaje de las entidades encargadas de im las becas ministeriales también juegan un rol fundament sulta garante de lo que deberían ser nuestros derechos, educación superior.
Lo expuesto anteriormente, nos da una vista al panorama educativo, un sistema confrontacional en el cual compit el acaparamiento de matrículas y el desmedro de la calid servar en ambos relatos, que hubo un esfuerzo económico particular subvencionada, comprendiendo que hay un prob público, además de una preocupación acerca de cómo la edu para nuestro futuro.
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posteriormente realizadas en 2011, se logró la consolielección y el lucro en instituciones que reciban fondos ión superior para las personas pertenecientes a familias ran medida el acceso a la educación superior a personas tos o el endeudamiento para su costeo.
nos de turno, estas solo han tenido un carácter paliativo conómico-social, ya que, debido a la inconstitucionalidad blecimientos educacionales privados, la cuales represenmpartir la educación nacional. Dentro de este escenario, al en nuestras historias, ya que, como el estado no re, terminan siendo la única herramienta para acceder a la
general al que nos vimos enfrentades en nuestro proceso ten instituciones públicas, semiprivadas y privadas por dad en dicho procedimiento, es por esto, que podemos obpor parte de nuestras familias por optar a una educación blema respecto a la desigualdad y fiabilidad del sistema ucación a la cual podíamos acceder, marcará un precedente
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UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O UN RE C ORRI D O 40 UN RE C ORRI D O BIO GRÁFIC O
UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O O BI O GR ÁF I C O UN RE C ORRI D O
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UN RE RECCORRI ORRIDDOO BIO BIOGRÁFIC GRÁFICOO UN A partir de los relatos educativos, podemos evidenciar las claras diferencias y similitudes entre las tres generaciones plateadas, mientras que a su vez la diversidad de puntos a trabajar dentro de las mismas secciones etarias permite realizar un seguimiento histórico, social y educacional de los procesos formadores de las personas involucradas en este recorrido biográfico. Esta última sección de la revista tiene por objetivo recopilar y analizar las diversas visiones y aspectos de la escolarización de las personas entrevistadas, analizando la sucesión de hechos, además de los encuentros y desencuentros entre los relatos familiares y los grupos generacionales, sacando a relucir temas controvertidos que permitan hilar una línea histórica con el acontecer nacional. En este punto, la mirada editorial de esta publicación emplaza el análisis desde una mirada crítica hacia los roles de género imperantes en cada época y cómo estos afectaron sus procesos educativos. Acercándonos a la mirada e historia relatada por nuestro primer grupo, compuesto por Ana Luisa y Graciela, podemos notar como las fuertes reglas sociales asociadas a los roles de género coartaron las posibilidades educativas de las entrevistadas, pues en ese entonces, se concebía la formación educativa como materia casi exclusiva para los hombres, entendiendo que la educación potencia la inserción laboral en sectores más cualificados, asegurando el bienestar económico y por lo tanto sostener, fomentar y establecer su rol como “padre de familia”. Por otro lado, el rol de las mujeres estaba relegado a la labor doméstica, viéndose esto fuertemente reforzado en la educación separatista en asignaturas como Técnico-Manual, donde las mujeres se dedicaban exclusivamente al bordado, mientras los hombres incursionaban en habilidades de carpintería.
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De la mano de lo anterior, muchas niñas vieron omitido su derecho a una educación formal por prejuicios machistas, tales como negarles la posibilidad de la alfabetización al asociarlo con la libertad afiliativa y sexual, consideradas
como único interés de las mujeres. También se encuentra la situación de ver la profundización de sus estudios como algo inviable, pues estos conocimientos no les servirían para su potencial futuro, que, bajo la mirada machista de la época, era casarse y criar hijos. Sumado a lo anterior, el acceso a la educación era muy abajo en las urbes, en las zonas rurales lo era aún más, debido a la baja o nula existencia de establecimientos educacionales disponibles en estas áreas, viéndose severamente afectadas las personas de escasos recursos, quienes resultaron fuertemente aislades de la sociedad. Por otro lado, quienes sí pudieron acceder, vieron truncadas rápidamente sus posibilidades se continuar su escolarización, pues en su mayoría, tuvieron que enfrentarse a la realidad de tener que ser parte del trabajo infantil para sostener su hogar, por lo que, hasta cierto punto, la educación fue vista como un estorbo. Si bien, la educación resultaba escasa y de difícil acceso, el tema de las dificultades no terminaba ahí; como pudimos apreciar en uno de los relatos, la implementación de material en la sala de clases era inexistente, les estudiantes no contaban con ningún texto o guía de apoyo, lo que sumado a la metodología de enseñanza conductista, centrada en la memoria y repetición, jugaba un rol trascendental en la formación de las personas, pues no se buscaba la estimulación de les niñes para un futuro, sino más bien, entregarles las mínimas herramientas para poder desarrollar actividades laborales, en este caso, la alfabetización y habilidades matemáticas básicas. A pesar de lo anterior, les niñes que podían acceder a la educación, entraban dentro de un sistema unificador, pues aprendían en igualdad de condiciones y conocimientos que sus pares de otras instituciones y locaciones del país, cosas que se eliminará progresivamente en los siguientes años. en este sentido juega un rol crucial el hecho de tener un currículum rígido, el cual logra completar por un lado esta igualdad planteada, mientras que, por el otro, al ser basado en estándares de éxito y fracaso, apocaba aún más las matrículas al reprobar y estigmatizar a quienes no podían seguir su ritmo, además de establecer metodologías de castigo a quienes no cumplieran con los estándares.
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Por otro lado, el rol socializador de la familia es notablemente distinto con respecto a las generaciones venideras, pues esta toma una posición restrictiva, en donde se busca desincentivar la educación formal, en pro de una inserción laboral temprana, o en el caso de las mujeres, la instrucción como dueñas de casa y la formación de una familia. Otro factor importante, es la mirada conservadora y tradicionalista del grupo familiar, basada en una especie de mayorazgo, donde los hijos mayores resultan privilegiados al recibir ropa, utensilios y educación de primera manos, y a su vez, estos deberían heredar estos objetos y conocimientos a les hermanes más pequeñes, siguiendo la idea de “el más grande, enseña a los más chicos”, estableciendo una lógica vertical en cuanto a la jerarquía entre pares, basándose en el acceso desigual a bienes y servicios. El rol socializador de la escuela era escaso, debido a los cortos periodos educacionales en los que les alumnes se veían inmerses, por lo que el rol de les profesores se tornaba en el de une docente encargade de la educación formal y habitual de les estudiantes, destacando el hecho de evaluar y reforzar la higiene personal, las reglas de vestimenta y los modales de la época. Dentro de este último ámbito, resulta llamativo un momento del relato donde se explicita que una profesora solía amarrar la mano de un estudiante zurdo, puesto que la práctica de escribir con la mano izquierda resultaba de mal gusto a los ojos de la época, reflejando que el enfoque socializador del docente no apuntaba a la inserción activa de la persona en la sociedad, sino, más bien, en el reforzamiento de la moral y las buenas costumbres.
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A medida que avanzamos en los años y nos acercamos a nuestra segunda generación de entrevistades, podemos notar cómo se empieza a igualar el ingreso a la escuela entre hombres y mujeres. Sin embargo, esta aún presenta sesgos de género, en el caso de los hombres, estos son formados promoviendo ideales de progreso económico, basados en la idea de ser el sostén de una familia y encajar con el rol hegemónico de su género en la sociedad. Al contrario de lo anterior, las mujeres son educadas con el fin de cumplir con la educación formal establecida, apuntando a la conclusión de esta etapa en un rol pasivo y de servicio, con la visión de su persona
como un ser enfocado en la maternidad y la figura como dueña de casa. Si bien, el género femenino presenta un gran progreso en cuanto a una educación formal efectiva con respeto a la generación anterior, como se puede ver en el hecho de que no hay una diferenciación curricular por género, se puede notar que se siguen replicando los mismos patrones de subestimación y omisión de sus opiniones. En cuanto al acceso a la educación, algo que llama la atención es el hecho de la mención de la educación parvularia como parte del parte del proceso de formación, etapa que en las entrevistas anteriores no se nombra, o directamente se señala como inexistente. Se puede evidenciar un claro aumento en la matrícula de la etapa básica, debido principalmente a un aumento en los establecimientos disponibles en zonas rurales y sectores populares de las grandes urbes, junto con el hecho de una mejora cualitativa en esta, como los es el hecho de ser ahora una institución que busca no sólo formar personas, sino que suprimir algunas problemáticas sociales de la época, como lo era la desnutrición infantil, evidenciado en el hecho de que Eugenio sufriera de un caso grave de anemia. Sumado a ello, la mejora en la implementación de material para las clases, como lo es la entrega de textos escolares, fomentó en gran medida la continuación de este proceso formativo hasta una etapa secundaria, periodo de estudios que era de escaso alcance en las primeras entrevistadas, reservado principalmente para hombres y/o gente con buena situación económica. A pesar de lo anterior, la educación nacional continúa enfocada en la inserción laboral temprana, reservando el acceso a las instituciones de educación superior a las clases altas, o al menos a la postergación de esta en la espera de una mejor situación económica. Bajo esta misma línea, se puede observar una mayor amplitud en el tipo de educación a recibir, siendo ahora la educación técnica una opción para una mayor cualificación laboral y expectativas de vida a futuro, como es señalado por Margarita en esta entrevista. Debido al inicio del estado subsidiario, el acceso a la educación se ve progresivamente supeditado al alcance económico de las personas, de esta forma, y por medio de los testimonios, queda claro que se comienza a asociar la idea de que
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pagar por los servicios educativos es sinónimo de una mayor calidad de este, lo que iría de la mano con una vida más próspera. Esto forma ciertos puntos de igualdad y diferenciación con las primeras entrevistadas, en el hecho de que sigue siendo el dinero un agente decisivo al momento de ingresar a la educación. Sin embargo, ahora, por medio de la reforma de 1965, les estudiantes deben asistir hasta al menos el 8° grado, haciendo que el dinero no juegue un papel definitivo en discernir entre quien entra o quien no entra al sistema educativo, sino que, cumple un rol estratificante, al establecer una relación directo entre el costo y la calidad del servicio entregado. Por lo anterior, también se pueden notar los ligeros cambios respecto a la liberación del currículum ocurrido durante el periodo, en favor de la libertad de enseñanza y los sostenedores particulares, lo que generó que se comience a perder el carácter unificador señalado en los casos precedentes, siendo ahora los contenidos adaptados no solo al entorno social, si no en razón del tipo de educación y el costo de esta. En cuanto a la familia como ente socializador, se aprecia que ahora que este grupo humano toma una visión más abierta y optimista respecto a la educación de sus hijes, comprendiendo esta etapa como la clave para desarrollo de una vida más fructífera en base a la obtención de trabajos mejor remunerados, que prescindan de labores que impliquen una alta demanda de esfuerzo físico. Junto con lo anterior, se incentiva a les niñes a desarrollar la etapa escolar en su plenitud, si bien, sigue existiendo el trabajo infantil, este es sostenido como un medio para mantenerse dentro del proceso educativo, y no como elementos antagónicos en la vida del infante. Por otro lado, ahora se puede evidenciar un rol más activo en cuanto a la introducción de les hijes en lo que concierne a costumbres y modales en la sociedad, alentándoles a una inserción activa en esta, y no desde una mirada como agentes pasivos con funciones restringidas.
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En cuanto al rol docente como agente socializador, se puede notar que hay un cambio sustancial en este desempeño, pues en la primera generación se describe al profesor como persona encargada meramente de la formación académica de les estudiantes, además de incentivar los hábitos de aseo, mientras
mientras que en la visión de les segundes entrevistades, el docente toma una mayor relevancia en la inserción de les estudiantes en el medio social, mediante el manejo y enseñanza de valores morales de la cultura nacional, aprendiendo modales, formas de relacionarse con otros y la normativa del respeto estricto hacia el tercero. Además, en uno de los relatos, se habla directamente de cómo un profesor, incentiva el pensamiento crítico y el desarrollo de la ciudadanía activa mediante la protesta social, siendo esto señalado como inédito, al punto de tener que ser a escondidas de los padres de la alumna, demostrando atisbos de lo que serían las asimetrías con respecto a la socialización primaria impartida en la familia. Finalmente, algo llamativo, es la presencia del castigo físico como método de enseñanza tanto en la escuela como en el ambiente familiar, prácticas que pueden haber existido en la primera generación, pero que, sin embargo, son señaladas como comunes y hasta esenciales en esta segunda generación. En palabras términos concretos, se nos habla de golpes de mano o con objetos por parte de les docentes, como forma de detener situaciones que interfieren con el desarrollo normal de la clase, mientras que, en el caso de la familia, los golpes toman un rol de castigo y reprimenda por las malas prácticas en diferentes espacios. Si bien las cifras muestran que Chile ha logrado superar la desigualdad entre hombres y mujeres en el acceso a la educación, las trayectorias educativas y los resultados indican que siguen operando en esta área panes culturales que reproducen estereotipos y representaciones tradicionales de género y de esta forma, la desigualdad e inequidad (Ministerio de Educación [MINEDUC], 2007, p. 13) Bajo el análisis del machismo y la desigualdad, realizado por el mismo ministerio de educación, es posible notar que hoy en día la escolarización es un proceso mucho más abierto al mundo femenino en comparación a las generaciones anteriores. Pese a ello, se destaca el hecho de que se siguen perpetuando roles, hábitos y conocimientos asociados a estereotipos de género, dentro de ellos está el factor de considerar a los
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hombres como seres con una gran capacidad de un razonamiento lógico-matemático, mientras las mujeres son vistas como personas sensibles y artísticas. De la mano de la anterior, y junto con el desarrollo de la educación de mercado, implantada en el periodo de les entrevistades de las segunda generación, el ingreso del copago y el acceso a educación de orden religioso, genera que se instauren y repliquen en las aulas roles de género asociados al tradicionalismo bíblico, estableciendo las personalidades del hombre como proveedor y sostenedor de la familia, mientras la mujer queda relegada a un ser sexual, tentador y libidinoso, razón por la cual estos colegio tienden a separarse por géneros. En este mismo ámbito, surge el ideal de mujer bajo el nombre de “señorita”, estableciendo nuevas normas morales sobre cómo debe de comparse una mujer para no “tentar al hombre” ni menoscabar su imagen como tal. Si bien, este es un hecho tan antiguo como la sociedad chilena, en la contemporaneidad, toma especial relevancia con la inserción del género femenino en espacios y puestos que antes estaban reservados para el sexo opuesto. Una notable diferencia con las generaciones anteriores es el hecho de la instauración de una notable lucha y defensa permanente de los derechos de las mujeres, de una manera colectiva y masificada, que, si bien en el relato de Margarita se expresa el rechazo a un trato denigrante en su trabajo por ser mujer, hoy es desde las salas de clases que se levantan movimientos en contra del machismo y la opresión, siendo las jóvenes activas y críticas en su proceso educativo y social.
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Como se puede evidenciar en les dos últimes entrevistades, se establece una gran brecha educativa en relación a los relatos anteriores, en este caso el acceso a la educación es casi total, con una extrema baja en la deserción, basándose principalmente en la ley n° 19.876 en la cual el MINEDUC (2003) señala una reforma a la constitución, estipulando la obligatoriedad de la educación básica y media, siendo el estado responsable de su impartición gratuita hasta al menos los 21 años, donde la persona sería capaz de abandonar el sistema escolar si lo desea, sin que ello tenga implicancia en sus tutores. Sumado a lo anterior, la educación preescolar se torna habitual y necesaria para la correcta inserción
en el primer año de la educación básica, lo que marca una gran diferencia con la segunda generación donde su acceso era escaso, y con la primera generación donde ni siquiera era pensada. La educación superior se transforma ahora en una realidad y un anhelo por parte de les estudiantes, ya que la escolarización por lo general apunta a la continuación de estudios en instituciones de educación superior. Este escenario se ve reforzado con la aparición de le estudiante como un agente social, quién desempeña la labor de educarse para tomar un rol activo en la sociedad, lo que sumado a la disminución del trabajo infantil, fomenta del posicionamiento del estudiante como una persona que exige que se respete su calidad como tal, apelando a la educación como un derecho y no como un privilegio. Otro factor importante de señalar es la aparición de sistemas de becas y créditos para “facilitar” el ingreso y permanencia en esta etapa final de la educación, hecho que resulta nuevo y decisivo al momento de acceder a este servicio, pues como fue expresado por Eugenio y Margarita, debieron renunciar y/o postergar a esta etapa por su situación económica, en pro de alcanzar estabilidad e independencia económica, mediante la inserción laboral temprana, visión que cambia en la tercera generación al ver el trabajo como un medio para la formación universitaria y no como un impedimento para esta. El modelo neoliberal, por el contrario, produce una crisis orgánica del sistema educativo (...) La escolarización no se dirige a la uniformización de toda la población, sino a su educación por bandas o sectores. El sistema escolar ha variado en su función uniformizadora para tomar un rol protagónico en la producción de fronteras culturales. (Puiggrós, A. y Dussel, I., 1999, p. 16) Tal y como señala la cita, en estos últimos relatos, Valentina y Juan José se encuentran inmerses en el desarrollo del sistema neoliberal implantado en la generación anterior, por lo que es en sus entrevistas donde se puede notar los efectos de las medidas en la educación, en este caso, la estratificación educacional en base al alcance monetario de las personas,
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lo que relaciona la calidad con la que se imparten los servicios educativos de forma directa con el costo de esta. Es a tal punto esta segregación, que se pueden diferenciar las clases sociales en relación al tipo de establecimiento al que pueden acceder, además de otorgar un perfil de comportamientos específico a cada una de estas instituciones. Al permitir el ingreso masivo de particulares en el escenario educativo, la selección y la defensa acérrima de la libertad de enseñanza, terminó de sepultar la uniformidad educativa planteada en las primeras generaciones, provocando diferencias radicales en las expectativas y la autopercepción de les estudiantes, viéndose la educación pública como un riesgo asociado al fracaso; la educación particular-subvencionada es entendida como un ticket de salida de la pobreza, basándose en planteamientos profundamente meritocrático; mientras que la educación particular es señalada como el aseguramiento de la prosperidad y calidad de vida. En sintonía con lo anterior, es que emerge con fuerza la idea de la elección del establecimiento educativo bajo los parámetros anteriormente indicados, lo que se hace notar en la tercera generación al preferir entidades de copago, estando en similitud de condiciones con el caso de Margarita, donde señala su matrícula premeditada en un liceo comercial con el fin de asegurar su futuro, mientras que en el caso de Graciela y Ana Luisa, esto no es un tema a tratar, debido al escaso alcance educativo, por lo que, de asistir a la escuela, lo hacían a la más cercana su lugar de residencia.
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El rol socializador de les docentes en la contemporaneidad se torna esencial, pues ahora le profesor desarrolla no solo su labor formadora curricular, sino que es caracterizado como una persona que se preocupa por sus estudiantes tanto dentro como fuera del aula, incentivando la formación integral, mediante el abordamiento conocimientos más profundos y experienciales. En este sentido, le docente apela a la inserción de les jóvenes de forma activa en la sociedad, reforzando la figura de estos como agentes encargados de su propia formación, distinguiéndoles del mercado laboral, apuntando a este último como una instancia resultante de la finalización de la escolarización, en la cual la persona
es quien decide, en cierta medida, su lugar dentro de la sociedad y su posición para con la cultura circundante. Se puede notar el progresivo abandono de la pedagogía tradicionalista por enfoque más modernos, en los cuales le estudiante toma un papel más protagónico en la formación de sus propios conocimientos, si bien, no se abandona el aprendizaje memorístico y repetitivo de las generaciones anteriores, ahora le docente puede crear y sostener instancias más democráticas en la formación. Le profesor en este periodo sigue siendo visto como una figura de autoridad, pero ahora ya no está encargade, ni autorizade, a impartir castigos físicos como los descritos por Eugenio o Graciela. Otra labor suprimida, o al menos limitada, es la de fijar y cautelar por el cumplimiento de las reglas morales o habituales de les estudiantes, puesto que, bajo la mirada contemporánea, estos son conocimientos asociados a las tempranas etapas socializadoras, reservadas preferentemente al núcleo familiar. Finalmente, el rol de la familia ha cambiado y en la actualidad resulta crucial en la formación extraescolar de les jóvenes, encargándose de la impartición de las reglas culturales, sociales y morales en pro de una adaptación efectiva de les niñes en su entorno. Sumado a lo anterior, madres y padres, ahora se presentan como personas completamente abiertas a la educación formal de sus hijes, es más, siendo ahora ellos quienes instan a sus hijes a completar dicha formación,(con el anhelo de entregar las herramientas para un futuro más prometedor) apuntando a que estes alcancen la vida, estudios o experiencias que ellos no pudieron concretar por diversas razones, normalmente asociadas a la escasez de oportunidades y/o dinero. En este sentido, el rol de la familia resuena en total concordancia con el de le docente, sin embargo, es aquí donde les estudiantes toman un rol trascendental en su desarrollo como personas dentro de una sociedad, pues ahora contamos con la capacidad de levantar la voz para pelear y exigir nuestras demandas, para poder optar a aquellas oportunidades y posibilidades de vida a la que nuestras familias tal vez no pudieron acceder.
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A lo largo de la revista hemos podido observar y analizar cómo la educación no se ha logrado consagrar como un derecho fundamental, debido a que el rol del estado se entiende como subsidiario, el cual interviene casi únicamente en donde los particulares se ven limitados, o derechamente no les es rentable participar; se permite, mediante la constitución, que privados intervengan y decidan en materias de educación, transformándola en un servicio, y relegando el rol de les estudiantes a meros clientes. En Memoria Educativa, creemos que la educación no podrá ser aquel acto transformador de la sociedad, mientras sigan existiendo diferencias estructurales que sigan levantando barreras sociales, limitando así, el desarrollo y el progreso de les niñes. En tanto siga existiendo una educación para ricos y una para pobres; solo se seguirá reproduciendo el modelo de desigualdades, el cual está instalado fuertemente en los cimientos del país.
MEMORIA EDUCATIVA EDUCATIVA MEMORIA MEMORIA EDUCATIVA
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Esta publicación se realizó el primer semestre de 2021. En el contexto de educación virtual del curso Comprensión Histórica y Sociológica de la Escuela y la Educación, de la Universidad de Chile. Una reflexión dada en cuarentena, en medio de la discusión y redacción de una nueva constitución.
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