CIENCIA Y AGRO
Las tecnologías ómicas y la bioinformática revolucionan la agricultura El manejo de estas disciplinas abre la puerta a una mejor comprensión de los sistemas biológicos para una producción más eficiente y sustentable de alimentos.
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Según Wikipedia, ómica es un neologismo que en biología se utiliza como sufijo para referirse al estudio de la totalidad o del conjunto de algo, como genes, organismos de un ecosistema, proteínas o incluso las relaciones entre ellos. Este sufijo significa conjunto o masa (de determinadas moléculas en el interior de las células). Por su parte, la bioinformática es la aplicación de tecnologías computacionales y de la estadística a la gestión y análisis de datos biológicos. Los bioinformáticos desarrollan nuevas formas de adquisición, organización y análisis de datos biológicos, mientras que los biólogos computacionales desarrollan modelos matemáticos y técnicas de simulación para datos biológicos importantes.
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la aplicación de la genómica y la bioinformática para acelerar el mejoramiento de cultivos y hacer frente al cambio climático. (Batley y Edwards, 2016)
Así, la bioinformática es un campo interdisciplinario que sintetiza el conocimiento de diferentes áreas, incluyendo biología, química, estadística, física y ciencias de la computación. Estas herramientas a menudo se utilizan para administrar datos de tecnologías de biología molecular, incluidas la secuenciación, las plataformas de micromatrices y las tecnologías de alta capacidad en el manejo de datos biológicos (Nunes y col., 2015). Alguien definió a la bioinformática como el nuevo microscopio de la biología.
Muy silenciosas e imperceptibles a los ojos del productor agropecuario, la ómica y la bioinformática son dos disciplinas que hoy están muy presentes en el sector de las ciencias del campo, tanto para la generación de nuevos desarrollos como en la comprensión de los procesos biológicos. En este sentido, ofrecen un conocimiento clave, extremadamente preciso y específico desde lo funcional de los organismos para los objetivos de la producción. Las técnicas de secuenciación de biomoléculas y la organización de bases de datos biológicos en diferentes estratos bioinformáticos permite definir los temas ómicos que emergieron como la genómica (el conjunto de genes de un especie), la transcriptómica (el conjunto de genes que se expresan en un tejido específico de un organismo), proteómica (conjunto de proteínas), la metabolómica (en referencia a las enzimas involucradas coordinadamente en las vías metabólicas), la interactómica (que describe la red de interacciones entre moléculas en la célula) y la fenómica (colección de datos fenotípicos de un cultivo). Todos estos estratos de las ómicas están cruzados por la bioinformática (Mochida y Shinozaki, 2011). Además, aspectos más